Je, Je, Je....
Maripaz, me hacen sonreir sus preguntas.
El que ha recibido esa experiencia del Espìritu Santo, tarde o temprano tiene que salir de esa secta romana, pues la Palabra de Dios dice que el Espìritu Santo nos guìa a toda verdad.
En mi caso particular, yo habìa recibido al Señor Jesucristo como mi salvador y Señor en una campaña de predicaciòn evangèlica.
Pero allì no me dijeron que tenìa que salir de esa instituciòn mariana.
Eso me lo tuvo que revelar el Espìritu Santo al enseñarme su Palabra en las Escrituras bìblicas. Ahora que mira hacia atràs, veo que fue maravilloso el proceso de enseñanza directa de Dios a travès de las Escrituras.
Leyèndolas, un dìa comprendì claramente el paso que debìa dar y con valerosa decisiòn dejè la religiòn idòlatra.
No fue por inducciòn humana. Fue directamente el Espìritu Santo quien me enseñò y convenciò.
Asì como mi caso, he visto a cientos de otros creyentes que conozco.
Bueno, no se extrañe, a Lutero tambièn lo convenciò siendo sacerdote romano.
Y en casa de Cornelio, convenciò a todos y los bautizò en el Espìritu simultàneamente, siendo paganos romanos.
Otra cosa, Maripaz, no es odio lo que siento, es ardor por el Evangelio y deseo de mostrar la verdad.
No se equivoque conmigo.
Dios les bendiga. Timoteo.
Maripaz, me hacen sonreir sus preguntas.
El que ha recibido esa experiencia del Espìritu Santo, tarde o temprano tiene que salir de esa secta romana, pues la Palabra de Dios dice que el Espìritu Santo nos guìa a toda verdad.
En mi caso particular, yo habìa recibido al Señor Jesucristo como mi salvador y Señor en una campaña de predicaciòn evangèlica.
Pero allì no me dijeron que tenìa que salir de esa instituciòn mariana.
Eso me lo tuvo que revelar el Espìritu Santo al enseñarme su Palabra en las Escrituras bìblicas. Ahora que mira hacia atràs, veo que fue maravilloso el proceso de enseñanza directa de Dios a travès de las Escrituras.
Leyèndolas, un dìa comprendì claramente el paso que debìa dar y con valerosa decisiòn dejè la religiòn idòlatra.
No fue por inducciòn humana. Fue directamente el Espìritu Santo quien me enseñò y convenciò.
Asì como mi caso, he visto a cientos de otros creyentes que conozco.
Bueno, no se extrañe, a Lutero tambièn lo convenciò siendo sacerdote romano.
Y en casa de Cornelio, convenciò a todos y los bautizò en el Espìritu simultàneamente, siendo paganos romanos.
Otra cosa, Maripaz, no es odio lo que siento, es ardor por el Evangelio y deseo de mostrar la verdad.
No se equivoque conmigo.
Dios les bendiga. Timoteo.