Originalmente enviado por Timoteo:
Sin intenciòn de alardear como me acusò alguno o pueda pensar alguien mas, en mi caso personal tambièn sucediò extraña e inesperadamente.
Una tarde iba caminando con dos amigas y hermanas de congregaciòn, acabàbamos de salir de un cine y mientras caminàbamos por la calle, en medio de la conversaciòn sobre el Señor, les dije: "Quisiera que el Señor me bautizara con el Espìritu Santo, para estar mas seguro de haber recibido la Salvaciòn", pero fue la confesiòn de un anhelo que no esperaba respuesta.
Y cuàn grande fue mi sorpresa, pues al dìa siguiente, despuès de una misa carismàtica, sin haberlo progaramado, nos quedamos los jòvenes de un grupo de oraciòn para una sesiòn de alabanzas y adoraciòn.
Cuando de repente, mientras alabàbamos en cìrculo y en voz alta al Señor, mi lengua se trabò y entorpeciò, pero al tratar de seguir la alabanza, ya no salìan palabras entendibles, sino un extraño lenguaje!!!
Yo me daba cuenta sorprendido, un poco asustado, pero gozoso continuè alabando en Lenguas y en voz alta por bastante tiempo.
En esos primeros dìas, a veces me despertaba hablando en Lenguas, otras veces me tomaba el Espìritu estando acostado en mi cama o simplemente caminando.
Pero me surgieron dudas por la falta de frecuencia en ese primer año.
Llegaron dudas puestas por el Maligno sobre la autenticidad del Don, al punto de temer que fuera una sugestiòn mental mìa y no un Don del Espìritu. Eso me cohibìa inicialmente para ejercitar el Don.
Pero, Gloria a Dios, que con el tiempo el Señor me confirmò el Don a travès de otros hermanos y me diò libertad para ejercitarlo.
Hace un tiempo en la Iglesia cristiana evangèlica, en un tiempo de adoraciòn y alabanzas, una hermana dijo por revelaciòn: "Me dice el Espìritu que ahora un hermano va a cantar en otras Lenguas al Señor"
Y sin yo proponèrmelo ni esperarlo, comencè a cantar en otras Lenguas un càntico hermoso y desconocido, por largo rato.
Eso lo hace solo el Señor, si creemos y nos dejamos usar.
Asì mismo, aunque no creìa en eso, un dìa tambièn me puso a danzar en el Espìritu sorpresivamente. Una danza que no era guiada por mi mente o emociones sino por el Señor.
A Dios sea toda la gloria!
Si esto lo cuento, no es para alabarme, sino para animarlos a creer en ello, anhelarlo y pedirlo a Dios. Es para todos. Para toda la Iglesia. No es por mèritos, sino por fe.
Dios les bendiga. Timoteo.[/QB]