Jesús: Sumo Sacerdote, oficiador de una nueva ley
Jesús: Sumo Sacerdote, oficiador de una nueva ley
Saludos, que Dios les bendiga.
Maripaz:
Tus palabras son semejantes al evangelio del Señor, para algunos contienen fragancia de vida, pero para otros contienen un aroma de muerte. Siga Dios llenando tu corazón con su palabra para que anuncies la vida eterna prometida a los que guardan los mandamientos de Dios. Amén.
HEBREOS
4:14 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.
4:15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
4:16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
5:1 Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere, para que presente ofrendas y sacrificios por los pecados;
5:2 para que se muestre paciente con los ignorantes y extraviados, puesto que él también está rodeado de debilidad;
5:3 y por causa de ella debe ofrecer por los pecados, tanto por sí mismo como también por el pueblo. [Levitico 9. 7]
5:4 Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón. [Exodo 28. 1]
5:5 Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo:
Tú eres mi Hijo,
Yo te he engendrado hoy. [Salmos 2. 7]
5:6 Como también dice en otro lugar:
Tú eres sacerdote para siempre,
Según el orden de Melquisedec. [Salmos 110. 4]
5:7 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, [Mateo 26. 36-46] [Marcos 14. 32-42] [Lucas 22. 39-46] fue oído a causa de su temor reverente.
5:8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;
5:9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen;
5:10 y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
5:11 Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír.
5:12 Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.
5:13 Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; [1 Corintios 3. 2]
5:14 pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.
6:1 Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios,
6:2 de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.
6:3 Y esto haremos, si Dios en verdad lo permite.
7:11 Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón?
7:12 Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley;
7:13 y aquel de quien se dice esto, es de otra tribu, de la cual nadie sirvió al altar.
7:14 Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio.
7:15 Y esto es aun más manifiesto, si a semejanza de Melquisedec se levanta un sacerdote distinto,
7:16 no constituido conforme a la ley del mandamiento acerca de la descendencia, sino según el poder de una vida indestructible.
7:17 Pues se da testimonio de él:
Tú eres sacerdote para siempre,
Según el orden de Melquisedec. [Salmos 110. 4]
7:18 Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia
7:19 (pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios.
7:20 Y esto no fue hecho sin juramento;
7:21 porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; pero éste, con el juramento del que le dijo:
Juró el Señor, y no se arrepentirá:
Tú eres sacerdote para siempre,
Según el orden de Melquisedec. [Salmos 110. 4]
7:22 Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto.
7:23 Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar;
7:24 mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable;
7:25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.
7:26 Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;
7:27 que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; [Levitico 9. 7] porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
7:28 Porque la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra del juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre.
8:1 Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, [Salmos 110. 1]
8:2 ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre.
8:3 Porque todo sumo sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios; por lo cual es necesario que también éste tenga algo que ofrecer.
8:4 Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley;
8:5 los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte. [Exodo 25. 40]
8:6 Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.
8:7 Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo.
8:8 Porque reprendiéndolos dice:
He aquí vienen días, dice el Señor,
En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto;
8:9 No como el pacto que hice con sus padres
El día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto;
Porque ellos no permanecieron en mi pacto,
Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor.
8:10 Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel
Después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en la mente de ellos,
Y sobre su corazón las escribiré;
Y seré a ellos por Dios,
Y ellos me serán a mí por pueblo;
8:11 Y ninguno enseñará a su prójimo,
Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor;
Porque todos me conocerán,
Desde el menor hasta el mayor de ellos.
8:12 Porque seré propicio a sus injusticias,
Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades. [Jeremias 31. 31-34]
8:13 Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.
9:6 Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto; [Numeros 18. 2-6]
9:7 pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo; [Levitico 16. 2-34]
9:8 dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie.
9:9 Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto,
9:10 ya que consiste sólo de comidas y bebidas, de diversas abluciones, y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas.
9:11 Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación,
9:12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención. ......
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No saben cual es la ley de Dios
La ley de Moisés reconoce como sumos sacerdotes únicamente a los hijos de Aarón, estos sumos sacerdotes eran los únicos que podían entrar en el lugar santísimo del Templo, y solo una vez al año. En cambio ahora, según la nueva ley (no la ley de Moisés, la Torá) Cristo vive y permanece en el lugar santísimo, en la presencia misma de Dios, e intercede por sus hermanos eternamente (porque su sacrificio es nuestra defensa continua), y no solo eso, sino que ahora también podemos acercarnos confiadamente al trono de Dios (al verdadero lugar Santísimo) y presentarnos delante de nuestro Gran Sumo Sacerdote cuando lo queramos (como dice el texto a los Hebreos: HOY). En cambio según la ley de Moisés esto es considerado una temeridad e irreverencia a Dios; el que siquiera osara entrar al lugar santo sin pertencer al sacerdocio y ni que decir el lugar santísimo reservado únicamente para los sumos sacerdotes era condenado irremisiblemente a morir por la ley de Moisés.
El que pretenda imponer la ley de Moisés a los hombres por más que adorne y embellezca su doctrina no reconoce el Sumo Sacerdocio de Cristo (aunque diga aceptarlo), pues Cristo es Sumo Sacerdote y ministra en el verdadero tabernáculo de Dios no según la Ley de Moisés, sino según la nueva ley, la del nuevo pacto. Queda clarísimo hermanos que cambiado el Sacerdocio también es necesario un cambio de Ley.
Los que quieren "guardar la Torá" ni siquiera entienden de lo que hablan, pretenden imponer a los cristianos un sistema imperfecto, imperfecto porque el hombre es incapaz de cumplir la Torá. Una prueba de esto es que estas personas cuestionan "sin saberlo" el Sumo Sacerdocio de Jesucristo, de la misma forma en que con "toda propiedad" exigen frutos de obediencia al ordenar guardar días de reposo, comidas, rituales, etc. Si Jesucristo viniera hoy y se presentara en medio de nosotros estas personas le prohibirían ejercer su ministerio (por lo menos lo intentarían) pues la Torá declara que únicamente los hijos de Aarón tienen ese derecho, nadie más; y si no intentan prohibírselo entonces quebrantan automáticamente la ley que tando defienden. En cambio Jesucristo verdaderamente es Sumo Sacerdote según la voluntad de Dios, si la Torá estuviera vigente este Sumo Sacerdocio sería profano y falso.
Los argumentos del error son los siguientes:
Si amas a Dios debes guardar sus mandamientos.
¿Cuáles son los mandamientos de Dios? La ley de Moisés, responden.
Si no cumples sus mandamientos pecas contra Dios.
Si nosotros aceptamos estos argumentos erróneos entonces debemos obedecer a la Torá tal y como está escrita, ni siquiera Dios puede quebrantar la Torá, Dios no puede negarse a sí mismo. El mismo Dios que dijo "no mentirás" también dijo "Sumos Sacerdotes únicamente los hijos de Aarón". Entonces según la Torá y el error de los indoctos, cualquiera que reconozca en Jesús a un Sumo Sacerdote quebranta la ley, y peca contra Dios. (Estos argumentos suenan muy bonitos, y tienen apariencia de piedad, pero en el fondo contienen una rebeldía contra Dios, y los que caigan en este error caen de la gracia a la desgracia).
Es evidente que los que enseñan que es necesario guardar los mandamientos de Dios (refiriéndose a la ley de Moisés) no conocen cual es la voluntad de Dios, y han negado a Aquel a quien Dios mismo constituyó (y nunca se arrepentirá) como Sumo Sacerdote, oficiador de un nuevo culto, un nuevo pacto, velador y promulgador de una nueva ley.
Los verdaderos hijos de Dios si vivimos conforme una nueva ley, la ley del nuevo pacto de Dios para con toda la humanidad:
"Creer en Jesucristo, y amar a los demás de la misma forma en que Dios nos amó"
Al que vive según esta ley paz, misericordia y gracia de parte de nuestro Dios Padre y de Nuestro Señor Jesucristo, nuestro Gran Sumo Sacerdote según la nueva ley. Amén.
Atentamente su hermano en Cristo, Alejandro.
P.D.
En el griego la palabra "nomos" significa ley, lo que aquí parece es que algunos han cambiado la "nomos" de Dios por los nomos (duendes y demonios) que con doctrinas llenas de engaño producen perdición en los que las oyen.
Por lo tanto la sentencia permanece firme:
"Si alguno predica un evangelio diferente, que sea anatema"