Primeramente, hay que decir, que es practicamente imposible juzgar con los ojos actuales la maldad o no, de las leyes y procedimientos legales utilizados por las instituciones de la sociedad, en épocas pasadas, con el noble propósito de hacer justicia, es decir, a fin de reparar el daño causado al prójimo.
Por ejemplo, en épocas pasadas, la esclavitud no era considerada en la forma negativa que se hace actualmente. Era absolutamente legal la práctica de la esclavitud. La Biblia no hace mención alguna, criticándola, todo lo contrario...
Ahora bien, independientemente de los números de torturados y quemados en la hoguera por haber sido condenados como herejes, de que puedan ser responsable la justicia civil en comparación con la eclesiástica (a esta última se le puede hacer responsable de muchos menos casos que a la primera), la Iglesia lo único que hizo en esa época fue hacer justicia... entonces... ¿por qué se critica a la Iglesia de hacer justicia en la forma que lo hizo en épocas pasadas y no se hace la misma crítica al sistema judicial civil?
Hay que tener muy presente que en esas épocas la herejía era un delito penado severamente por la legislación civil. Era considerada como un atentado al rey, a la unidad de la nación.
Entonces, con la mirada actual sobre esas leyes y procedimientos judiciales del pasado... ¿por qué no se critica al ministro de justicia actual de los abusos cometidos por los tribunales civiles de esas épocas? sencillamente, porque no correpondería, porque lo único que hacían, era hacer cumplir la leyes vigentes en esas épocas, es decir, hacían justicia... la Iglesia igualmente... aunque es dable suponer que fueron juicios más justos y benevolentes por el conocimiento del tema por la Iglesia y porque estaban juzgando a sus propios bautizados, hijos de la Iglesia...
EN TODAS LAS EPOCAS, HACER JUSTICIA NO ES MATAR...
Muy pobre excusa la tuya para tamaño daño. Mejor se sincero y pide perdón como hizo el papa. La inquisición fue un crimen en todo el sentido de la palabra, y para los crímenes de esta naturaleza no existen excusas.
La inquisición fue una forma de hacer justicia con las leyes y procedimientos legales de esa época. Leyes y procedimientos muy reprobables actualmente, pero legales en esa época. Tal como la esclavitud es muy reprobada actualmente pero fue legal en el pasado.
EN TODOS LOS TIEMPOS, NUNCA HACER JUSTICIA... HA SIDO MATAR...
Eso, lo dicen ustedes por vuestro anticatolicismo sin remedio...
"POR CAUSA DEL SEÑOR SOMETEOS A TODA INSTITUCIÓN HUMANA, YA SEA AL REY, COMO A SUPERIOR" (1 de Pe. 2.13)
Se supone que un cristiano tenga y sea guiado por el Espíritu Santo, para determinar lo que es justo ante Dios. ¿En qué parte del NT dice que debemos torturar y asesinar a los que no creen como nosotros?. Hoy día el aborto es legal en muchos países, ¿Debemos estar de acuerdo con esa legalidad y promover el aborto? Además, todas esas leyes contra las supuestas herejías tuvieron que salir del intelecto de un religiosos católico romano.
19Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios. (Hch. 4:19)
29Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. (Hch.5:19)
¿Dónde estaba la infalibilidad papal cuando no se dio cuenta que todas esas leyes que condenaban a la tortura y a la muerte eran injusta? ¿O es que la justicia de Dios es circunstancial?
14Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. (Ro.8:14)
13Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; (Jn.16:13)
Muy pobre excusa la tuya para tamaño daño. Mejor se sincero y pide perdón como hizo el papa. La inquisición fue un crimen en todo el sentido de la palabra, y para los crímenes de esta naturaleza no existen excusas.
Ejecutar una ley injusta no es hacer justicia, mi querido romano universal. Hasta le has cambiado el sentido a la justicia por justificar las atrocidades de la inquisición.
1¡Ay de los que dictan leyes injustas, y prescriben tiranía, 2para apartar del juicio a los pobres, y para quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo; para despojar a las viudas, y robar a los huérfanos! 3¿Y qué haréis en el día del castigo? (Is.10:1)
¿Quiénes establecieron las leyes de torturar a los que los creían distinto a lo establecido por la iglesia romana?
Dado el tono divulgador y elemental de estas páginas, conviene comenzar con una observación muy simple y acaso obvia: la Inquisición era un Tribunal. En cuanto tal tenia como misión la defensa de la fe y la moral de la Iglesia católica, mediante la persecución de los delitos que atentaran contra una u otra (la fe o la moral). Pero un delito, un pecado, son conceptos más o menos difusos que sólo cobran realidad plena cuando alguien los comete. Por ello puede decirse que el objeto directo de la actividad del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición eran los delincuentes, los pecadores contra la fe o la moral católicas.
Con intención hemos repetido dos pares de palabras (delitos/delincuentes y pecado/pecadores), escribiéndolas correlativamente y en forma que puede suscitar en el lector atento una muda pregunta respecto a si tales vocablos (delito y pecado y los derivados de cada uno de ellos) eran realidades sinónimas o, por el contrario, diferentes. Pregunta clave a la que no es posible contestar con una respuesta rotunda. En el pensamiento de teólogos y de juristas, en los términos legales y aun en el lenguaje no profesional, delito y pecado fueron durante siglos dos realidades si no absolutamente idénticas, sí al menos muy próximas y mutuamente reconducentes. La herejía o los actos de brujería «lato sensu» ; el sacrilegio o la sodomía; la bigamia o la blasfemia eran delitos perseguidos por la legislación penal de los reyes y considerados como tales en las obras de los juristas cultos europeos de los siglos XIII y siguientes. Y estos y otros muchos actos eran delitos, mereciendo la persecución por parte de las leyes y de los Tribunales del rey, porque eran pecados. Hasta el punto de que concretamente uno de los delitos mencionados, el de sodomía (durísimamente penado por la legislación penal castellana con la pena de muerte en la hoguera) es denominado casi siempre como «el pecado nefando», o, simplemente «el pecado».
Con esto quiero aludir a la conexión que durante los siglos XIII al XVIII hubo entre realidades que a nuestra mentalidad racionalista y secularizada le parecen hoy (en un hoy que comenzó en la segunda mitad del siglo XVIII merced al pensamiento de los filósofos y juristas de la Ilustración) entidades claramente distintas. Entre las dos espadas o los dos poderes (el espiritual y el temporal); entre las dos ciudades y quienes institucionalmente las regían no existían murallas impermeables, ni fronteras lineales. Por el contrario, entre una y otra esfera los fenómenos de ósmosis eran constantes, y, en último término, reyes y juristas reconocían la subordinación de la ley temporal y positiva a otras leyes de rango superior y espiritual, cuyo contenido (al menos en el ámbito que nos ocupa, esto es, el del Derecho Penal) era con frecuencia definido por teólogos y canonistas.
Estos hechos, en cuya complejidad no podemos entrar, explican la existencia misma de la Inquisición en cuanto tribunal dotado de un enorme poder temporal, pero dedicado a la defensa de la fe; compuesto por teólogos y canonistas, pero dependiente en último término del rey; tendente a una autonomía y autosuficiencia creciente, pero al mismo tiempo tributario de la misma tradición jurídica (la del Derecho común europeo nacido en los siglos XII y XIII) y usuario de los mismos mecanismos jurídicos que las instituciones pertenecientes a la esfera de la jurisdicción real ordinaria. El subsuelo jurídico en que se apoya el Tribunal del Santo Oficio es el mismo que sirve de fundamento al Derecho penal y procesal de Castilla o de Aragón, de Cataluña o de Valencia, o de Navarra. Cada uno de estos núcleos políticos incorporados a la Monarquía de Isabel y Fernando tenía su tradición jurídica peculiar, ciertamente Pero por encima de diferencias jurídicas siempre notables, en todos esos territorios se difundió desde los siglos XII y XIII un Derecho culto, un Derecho de juristas enseñado en las Universidades, un Derecho dual en su propia composición, pues acercaba y enlazaba, cuando no unificaba, uno y otro Derecho («utrumque ius»), el de la sociedad temporal o civil, y el de la Iglesia.
De ese Derecho, que por haberse extendido a todas las Universidades y Cortes de la Europa continental pronto recibió el nombre de Común ( «ius commune») proviene el llamado proceso penal inquisitivo.
Y ese fue el tipo de proceso penal utilizado por la Inquisición española desde su fundación a su extinción. Pero no sólo por la Inquisición, sino también por todos o casi todos los Tribunales penales de todos o casi todos los reinos de la Europa continental desde el siglo XIII al XVIII. Como el proceso penal inquisitivo nos parece hoy (y desde la Ilustración) injusto e incluso -monstruoso, la anterior afirmación de su general uso puede parecer una «disculpa» esgrimida a favor de la Inquisición. Lejos de tal propósito, al recordar un hecho tan importante trato simplemente de hacer ver que la Inquisición no era un islote en su sociedad, sino que descansaba en los mismos principios y utilizaba las mismas instituciones jurídicas que el Derecho Penal ordinario. Dicho de un modo más directo: la Inquisición perseguía y juzgaba a herejes. blasfemos o bígamos con el mismo tipo de proceso penal con que cualquier juez o tribunal de la misma época perseguía y enjuiciaba a ladrones, traidores u homicidas.
Es preciso advertir que la polémica sobre la Inquisición se nutre de otra actitud muy distinta a la ya expuesta; me refiero a la ignorancia histórica, la falta de contextualización de los hechos, el desconocimiento de las mentalidades de épocas pasadas, la escasez de estudios comparativos entre la justicia civil y la inquisitorial... Todo esto contribuye a formar no sólo una polémica justificada sino una injusta leyenda negra en torno a la Inquisición.
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Se formaron los primeros tribunales en 1242, a partir de un Concilio provincial de Tarragona. Dependían del obispo de la diócesis y, por regla general, su actuación fue moderada. Con la llegada de los Reyes Católicos al poder, el Santo Oficio cambió de modo notable. Isabel y Fernando consideraron que la unidad religiosa debía ser un factor clave en la unidad territorial de sus reinos. La conversión de las minorías hebrea y morisca era la condición para conseguirlo; algunos se bautizaron con convencimiento, otros no y éstos fueron perseguidos por la Inquisición.
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Los Reyes Católicos no sentían animadversión personal contra los hebreos (el propio rey Fernando tenía sangre judía por parte de madre) y en su corte se hallaban financieros, consejeros, médicos y artesanos hebreos. Los judíos vivían en barrios especiales (aljamas) y entregaban tributos directamente al rey a cambio de protección. El deseo de unión religiosa y de evitar matanzas populares impulsaron a los Reyes a decretar la expulsión de los judíos españoles (unos 110.000) en marzo de 1492. La alternativa era recibir el bautismo o abandonar los reinos, aunque se preveían consecuencias económicas negativas en los territorios españoles. Sólo unos 10.000 hebreos se adhirieron a la fe cristiana y, entre ellos, bastantes por intereses no religiosos. Entonces surgió el criptojudaísmo, la práctica oculta de la religión de Moisés mientras se mantenía externamente el catolicismo. Contra estos falsos cristianos, como se ha dicho, actuó la Inquisición.
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Inicialmente el tribunal fue creado para frenar la heterodoxia entre los bautizados: las causas más frecuentes eran las de falsos conversos del judaísmo y mahometismo; pronto se añadió el luteranismo con focos en Sevilla y Valladolid; y el alumbradismo, movimiento pseudo-místico. También se consideraban delitos contra la fe, la blasfemia, en la medida que podía reflejar la heterodoxia, y la brujería, como subproducto de religiosidad. Además, se perseguían delitos de carácter moral como la bigamia. Con el tiempo se introdujo el delito de resistencia al Santo Oficio, que trataba de garantizar el trabajo del tribunal.
La pena de muerte en hoguera se aplicaba a hereje contumaz no arrepentido. El resto de los delitos se pagaban con excomunión, confiscación de bienes, multas, cárcel, oraciones y limosnas penitenciales. Las sentencias eran leídas y ejecutadas en público en los denominados autos de fe, instrumento inquisitorial para el control religioso de la población.
Lo mas triste es que la actitud inquisidora de muchos catolicos, que aun niegan la misma, esta latente y eso lo puedes ver en muchos foros donde los catolicos tienen el sarten por el mango.
El justificar la Inquision comparandola con el aborto o la esclavitud es una falacia relativista. La tres acciones, sean de hace 3 siglos o sean hace un minutos son totalmente aborrecibles.
Lo mas triste es que la actitud inquisidora de muchos catolicos, que aun niegan la misma, esta latente y eso lo puedes ver en muchos foros donde los catolicos tienen el sarten por el mango.
¿Creen que si hoy en dia no fueran ilegales las practicas de la Inquision, y la Iglesia tuviera el poder temporal que tuvo have par de siglos atras no seguirian haciendolo?
No la negamos. Sólo queremos ponerla donde corresponde.
La Inquisición aplicó las leyes vigentes en esas épocas. Muy reprobables con la mirada actual, pero vigentes en esas épocas...
Eso, no es un crimen sino que es, hacer justicia...
Por mucho que no te guste una ley, la Biblia te manda a someterte a ella... (1 de Pe. 2.13), eso no quita que alces la voz para criticarla... si es que puedes... y en los hechos la gran mayoría de miembros connotados de la Iglesia se manifestaron en ese sentido...
"POR CAUSA DEL SEÑOR SOMETEOS A TODA INSTITUCIÓN HUMANA, YA SEA AL REY, COMO A SUPERIOR" (1 de Pe. 2.13)
Muy interesante concepto, por el cual como cristiano si estoy bajo una ley que acepta el matrimonio gay vos te podes casar con una persona de tu mismo sexo.
Si te oyese Daniel, quien no se sometio al decreto de Dario por lo cual fue arrojado al foso de los leones,¿Como pensaria del que piensa en semejante forma?
Por favor, no nos hagan sentir verguenza ajena.
Saludos.
En fin, que la Inquisición fue establecida por la ICAR, sostenida por ella y nunca debió de existir, ya que esta iglesia proclama ser la única y verdadera iglesia de Crsto, quien enseñó el perdón y el amor aun a los enemigos.
Estás confundiendo las cosas... y así se llega a conclusiones absurdas... y es lo que ha pasado durante mucho tiempo en varios temas...
Una cosa es, sujetarse a las leyes vigentes (la Biblia nos exhorta a eso ¿si o no?) y otra cosa muy distinta es, ejercer los derechos que confieren... no confundas las cosas... so pretexto de no sé que cosa...
Por ejemplo, si hay una ley que permite el matrimonio gay, uno tiene la obligación de respetarla pero eso, a un cristiano, no lo autoriza a ejercer los derechos que esa ley, está otorgando... ni tampoco debe inhibirlo para criticarla... si puede...
Pero,no entiendo:¿No sos vos el que justifico la flagrante violacion del mandamiento de Dios por parte de la inquisicion, en la cual se persiguio y mato a seres humanos, diciendo que los que tal cosa hicieron, procedieron conforme al derecho juridico humano, y me decis a mi que estoy confundiendo las cosas?
En esa época, la herejía era un delito de alta traición al rey, a la unidad de la nación ¿entiendes eso, desde una perspectiva histórica?
Era un delito contemplado en la legislación civil con penas severísimas ¿entiendes eso desde la perspectiva histórica?
¿Por qué? porque los herejes provocaban grandes disturbios que ponían en riesgo el orden político, la unidad de la nación, la existencia misma del rey y de su reino...
Por otra parte, la Biblia en el N.T. (para que hablar del A.T. que condena a los herejes a la tortura y muerte) castiga severamente a los herejes, dice que a los tales, a los "perros" y "lobos crueles" hay que entregarlos a Satanás y separarlos de la Iglesia ("excomunión").
Pues bien, las leyes humanas de esa época había que obedecerlas aunque a los creyentes no les gustaran, sin perjuicio de que hicieran todo lo que estaba a su alcance para cambiarlas... si se podía...
"POR CAUSA DEL SEÑOR SOMETEOS A TODA INSTITUCIÓN HUMANA, YA SEA AL REY, COMO A SUPERIOR, YA A LOS GOBERNADORES, COMO POR ÉL ENVIADOS PARA CASTIGO DE LOS MALHECHORES Y ALABANZA DE LOS QUE HACEN BIEN." " (1 de Pe. 2.13-14)
Pregunto nuevamente:Viviendo en aquellos dias vos ¿Me hubieses perseguido?