Dado que las visiones y las locuciones pueden ser obra del demonio o de la enfermedad, conviene desconfiar de ellas... Las enseñanzas más seguras para reconocer que las Palabras vienen de Dios son las siguientes:
La Primera y la más segura consiste en la autoridad y emprendimiento que traen consigo: son frases y obras a la vez.
La segunda señal consiste en la paz profunda de que se inunda el alma.
La tercera señal está en que no se borran en mucho tiempo de la memoria; algunas de esas frases no se olvidan jamás. Las de Dios imprimen la certeza más profunda.
Cuando las frases que se oyen son producto de la imaginación, no tienen ninguna de las señales de que acabamos de hablar, no producen ni certeza, ni paz, ni alegría interior. Además no son tan claras ni tan distintas.
Muchas frases responden a un pensamiento que pasa rápidamente o que anteriormente se ha tenido.
Sabrás que Santa Teresa, famosa mística española, no es sospechosa en cambio, hablando desde su riqueza interior, elucubra cabalmente sobre lo que son los signos y la forma de reconocimiento del verdadero profeta o Manifestación de DIOS. ¿Dista mucho de lo que yo he dicho? Según Santa Teresa, teniendo en cuenta la palabra revelada y los frutos subsiguientes, ¿la aparición puede ser apoteósica y manifiesta? Santa teresa habla de la fuerza trascendente y poder vivificador de la palabra revelada, y, en consecuencia, la consecución de obras santas y puras (“por sus frutos lo conoceréis”) que esas palabras inspiran…