LA TRINIDAD - FALSA DOCTRINA...

Re: LA TRINIDAD - FALSA DOCTRINA...


Si según tú Jesús es DIOS... y Fil 2:6 dice que él era igual a DIOS...

¿Cristo era igual a sí mismo?

¿A quien era igual CRISTO?

¿No hay un solo DIOS verdadero?
 
Re: LA TRINIDAD - FALSA DOCTRINA...

Pero vamos, migas, ¿es que el trono de Dios y del Cordero no es uno?

Pones citas amañadas, ¿y tú me dices que tergiverso las cosas? No, pos como que pa' verme la cara de tarugo, está más cañón que bonito...

¿No sabes que DIOS hizo Señor a Cristo? ... lo ha sentado en su trono hasta que venza a sus enemigos... Cristo está sentado en el trono de DIOS... está en el lugar de DIOS... hasta que venza a sus enemigos...
 
Re: LA TRINIDAD - FALSA DOCTRINA...

Y después también.

¿Entonces Pablito se equivocó?

1Co 15:24 Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia.
1Co 15:25 Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.


¿DIOS se equivocó?

Sal_110:1 YHWH dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.
 
Re: LA TRINIDAD - FALSA DOCTRINA...

En el cielo adoran a DIOS... al que está sentado en el trono...

Apo_4:10 los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo:
Apo 4:11 Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.

Adoran a YHWH, el creador de todo.

y cuando se postran ante Jesus con oraciones y cantos no es adoracion, digame como se llama, es un bailable?
 
Re: LA TRINIDAD - FALSA DOCTRINA...

porque que ante Jesus tienen que postrarse los que estan en el cielo , en la tierra y debajo de la tierra

quien es este Jesus


Heb 1:6 Pero en otro lugar, al presentar a su Hijo primogénito al mundo, dice:
"Que todos los ángeles de Dios
lo adoren.
 
Re: LA TRINIDAD - FALSA DOCTRINA...

El Origen Del Dogma Trinitario

Publicado por TzephanYAH GavriEL Ben Leví en diciembre 9, 2009
IV.- El Enigma De La Trinidad

El Origen Del Dogma Trinitario

Las personas que creen en la Trinidad suponen que esta doctrina es de origen bíblico y que la iglesia siempre la ha enseñado. Por eso es muy importante que investiguemos el origen de esta doctrina tan difundida en el cristianismo moderno. ¿Qué nos dicen los historiadores sobre los orígenes de este dogma?
¿Cómo era originalmente la “Iglesia”, o sea, la comunidad mesiánica de Palestina? El historiador nos dice:

“La primera comunidad de Jerusalem es puramente judía; No tenemos ninguna razón para dudar, sobre este punto, de la exactitud del testimonio de los Hechos; Sus miembros se distinguen de los demás judíos piadosos sólo en la creencia de que [Yahoshúa] Nazareno fue elevado por [Yahwéh] a la dignidad de Mesías, y que las promesas se cumplieron en él”. (El cristianismo antiguo, Pág. 89).

¿Y qué nos dice la historia en cuanto a la fe del apóstol Pablo y de la comunidad mesiánica primitiva?:

“Ahora bien, [Yahwéh] es para Pablo una herencia judía: Se deduce de esto que el monoteísmo israelita se impone a su espíritu como un ‘a priori’ y absolutamente… Pablo… no sospechaba todavía los innumerables problemas teológicos que la noción de Hijo de Dios reservaba para el porvenir… De todos modos debe descartarse la idea de una confusión entre el Maestro y Yahwéh; Sería inconcebible en Pablo, que aun no piensa en la trinidad… Toda la cuestión está, puede decirse, dominada por el texto de 1 Corintios 8:6; helo aquí: “Para nosotros no hay más que un Dios, el Padre… y un solo Maestro, [Yahoshúa el Mesías]“. Así que por esencial y necesaria que sea la colaboración del Maestro en las obras de Dios, el Maestro no es el igual de Dios.
“En rigor, para Pablo, solo el Maestro representa una de las categorías de la creación, la más próxima a Dios y que puede calificarse de divina”. (Ídem., págs. 106,108).

COMIENZA LA TRANSFORMACIÓN
Pablo predijo que después de su partida la Comunidad Mesiánica caería en apostasía. Tal predicción no tardó en cumplirse. Continuamos citando el testimonio de la historia:

“Hacia la misma época también se efectúa de hecho el divorcio entre la Iglesia y la Sinagoga, y los fieles de [Yahoshúa] empiezan a hablar de los judíos en términos que, sin duda, habrían sorprendido al Maestro… Las comunidades nacidas de los apóstoles y de sus discípulos judíos, que se quedaron siendo pequeñas y pobres, y aún subsistían en Siria, en Egipto y tal vez en Roma, fueron sobrepasadas por las grandes iglesias pobladas de tránsfugas del paganismo… En realidad los cristianos grecorromanos no se sentían ya ligados a Israel y daban a la ley, de la que [Yahoshúa] había afirmado que no cambiaría un ápice, una interpretación puramente simbólica”. (Ídem., Pág., 115)
“En otros términos, en los umbrales del segundo siglo, el cristianismo aparece ya como una religión independiente, poco coherente de seguro… Se encuentra ya muy lejos del pensamiento de Yahoshúa y de los Doce”. (Ídem., Pág. 116)
“A veces es difícil decir con certeza de qué rito pagano deriva tal rito cristiano, pero es indudable que el espíritu ritualista de los paganos se impuso poco a poco al cristianismo… Por tanto, si consideramos a la Iglesia cristiana a principios del siglo 4, nos sería difícil reconocer a la comunidad apostólica, no la reconoceríamos en absoluto”. (Ídem., pág. 125,126)
“Dogmas complicados, como el de la Trinidad, o sutiles como el de la Transubstanciación, debieron su nacimiento y su organización a las sobre-evaluaciones y a los razonamientos de los filósofos, estimulados por las afirmaciones a veces contradictorias de los simples”. (Ídem., pág. 154).
“Para salir de la confusión, el buen sentido sólo podía elegir entre dos soluciones: la de abandonar francamente el monoteísmo y resignarse al triteísmo; o la de abandonar la distinción de las personas en Dios y caer en el modalismo, o sea, la de considerar a cada una de las personas como una simple modalidad, como uno de los aspectos esenciales del Ser divino único. Ahora bien, la mayoría de los cristianos no ha querido elegir y ha pretendido mantener, a la vez, la unidad indivisible del Omnipotente y la existencia en él de tres personas distintas. Esta paradoja provocó innumerables debates, en el curso de los cuales surgieron problema tras problema y dificultad tras dificultad, que causaron a la iglesia un trastorno espantoso”. (Ídem., pág. 156)
“Lógicamente, esa evolución encontró oposiciones. Ciertos hombres se adhirieron a las formas antiguas de la fe apostólica y a las tradiciones del judeocristianismo primitivo; son probablemente los descendientes directos de los primeros fieles palestinos… Las iglesias griegas no tardaron en acusarlos de pensar ‘pobremente del Maestro’… Se entrevén igualmente resistencias harto tenaces a la constitución de la teología del Logos, por la cual se preparó y finalmente se fundó el dogma de la trinidad. Pero los alogos, como se les llama a estos reaccionarios, no tienen la menor probabilidad de detener la corriente que arrastra la fe cristiana hacia la constitución de una metafísica dogmática, cada vez más complicada y cada vez más alejada de las afirmaciones apostólicas”. (Ídem., Pág. 158)

UN REY PAGANO DECIDE EL DEBATE
El primer Concilio Ecuménico de la Iglesia Romana, el Concilio de Nicea en el 325 E. C., marcó un hito histórico en el desarrollo teológico de la “Iglesia Madre”. En ese concilio se decidió por fin cuál habría de ser la doctrina oficial de la Iglesia en torno a la Deidad.
Sobre esta situación nos dice otro historiador:

“Dos grupos de teólogos tenían una influencia tan amplia que prácticamente dividieron a la cristiandad en dos bandos que fueron rivales teológicos y políticos durante dos siglos. Estos fueron el grupo ‘ortodoxo,’ dirigido por Atanasio…, y los arrianos, llamados así debido a Ario. Los atanasianos eran trinitarios; los arrianos eran unitarios… Creían en la doctrina de que [Yahoshúa] el Hijo está subordinado a [Yahwéh] el Padre, y es de una substancia diferente, debido a que el Mesías fue creado por [Yahwéh] y así llego a existir después de [Yahwéh]”. (El desarrollo de la doctrina cristiana, Pág. 15).

Una autoridad moderna del catolicismo romano afirma:

“Es dificil, en la segunda mitad del siglo 20, ofrecer un relato franco, claro y objetivo de la revelación, la evolución doctrinal, y la elaboración teológica del misterio de la Trinidad… Uno no debería hablar de trinitarismo en el Nuevo Testamento a menos que lo haga con serias restricciones… Cuando uno habla de un trinitarismo absoluto, uno ha pasado del período de los orígenes del cristianismo a, digamos, el último cuarto del siglo cuatro”. (La nueva enciclopedia católica, ed. 1967, tomo 14, Pág. 295).

¿Y qué sucedió en el siglo cuatro? Pues se realizó el ya mencionado Concilio de Nicea, convocado por y bajo la dirección del emperador pagano Constantino.
“En las postrimerías del reinado de Constantino podía preverse ya la unión de la iglesia y el estado, la absorción del cristianismo por el paganismo y su total destrucción”. (El cristianismo antiguo, Pág. 173).
CONSTANTINO Y EL CONCILIO DE NICEA
Para abreviar, presentaremos un resumen de esta interesante historia:
Constantino declaró que se había convertido al llamado cristianismo, sin duda debido tanto a factores políticos como religiosos. Por lo tanto, le era muy molesto ver esta división doctrinal, pues la consideraba como una amenaza a la unidad de su imperio. Como Pontífice Máximo, principal gobernante religioso, convocó el primer concilio ecuménico en Nicea en el 325 E.C. Aunque todavía no había sido bautizado como cristiano, presidió sobre este concilio al que sólo asistieron 318 obispos.
Durante unos dos meses los trinitarios y los arrianos disputaron; los trinitarios a menudo recurrieron a tácticas de extrema intolerancia. Constantino, notando que los trinitarios formaban la mayoría, decidió a favor de ellos. Aplastó la oposición entre los obispos y exigió la firma de todos los presentes bajo pena de proscripción. Solamente dos obispos de Libia rehusaron firmar; juntos con Ario y los sacerdotes que siguieron fieles a él, fueron exilados a Ilírico territorio que corresponde a la Yugoslavia occidental del día actual. Los escritos de Ario fueron confiscados y quemados, y se advirtió a todos en contra de poseer cualquiera de ellos, bajo pena de muerte.
Pero el triunfo de Atanasio y sus seguidores trinitarios fue de muy corta duración. Constantino, quien había decidido a favor de los trinitarios, muy probablemente por razones políticas, estaba muy dispuesto a cambiar cuando el clima político pareciera variar. Y así sucedió cuando Constantino, sólo unos pocos años más tarde, mudó su capital a Bizancio y construyó la ciudad que lleva su nombre, Constantinopla. Aquí el arrianismo estaba fuerte, los obispos de esta zona habían firmado la declaración solamente debido al temor.
El principal obispo de Constantinopla, Eusebio de Nicomedia, era un arriano y logró que Constantino cambiara, por así decirlo, de caballos doctrinales. Ahora fueron los trinitarios los que fueron proscritos. En el 335 Constantino desterró a Atanasio a Treves, en Galia (Francia). Poco después, y antes de morir, fue bautizado por el obispo arriano Eusebio.
Constantino dejó el imperio a sus herederos. El que finalmente salió vencedor en la lucha por el poder fue Constancio, un arriano de convicción que gradualmente ganó control sobre todo el imperio, oriental y occidental, a la muerte de sus hermanos trinitarios. Decidido a hacer progresar el arrianismo, ordenó que los obispos trinitarios fueran reemplazados por obispos arrianos, cambios que hicieron que un historiador pagano de ese tiempo se burlara acerca de que “las carreteras estaban cubiertas de obispos al galope”.
FINALMENTE GANAN LOS TRINITARIOS
Sin embargo, esa dominación arriana duró solamente hasta la muerte de Constancio, pues los trinitarios todavía formaban la mayoría. Otra razón por la que los arrianos perdieron fue que no estaban unidos. No apoyaron una declaración o credo común que expresara sus creencias ni tenían tampoco un cuerpo gobernante al cual apelar.
Pero tal vez, entre otras cosas, lo que hizo que los trinitarios vencieran a los arrianos fue el hecho de que los trinitarios estaban siempre dispuestos a recurrir a la violencia y a la fuerza para lograr sus metas. Cuando Ario se levantó para hablar en el concilio, se nos dice que un tal Nicolás de Mira lo golpeó en la cara y, mientras Ario hablaba, muchos obispos trinitarios se metían los dedos en los oídos y salían corriendo como si estuvieran horrorizados ante sus palabras. Otra cosa que fue característica de los trinitarios, fue la huelga de brazos caídos que Ambrosio, el obispo de Milán, maniobró para evitar que ni siquiera un edificio eclesiástico de su ciudad fuera entregado a los arrianos, según lo había ordenado el emperador Valentiniano. Ambrosio hizo que su rebaño permaneciera en el edificio día y noche, cantando canciones por dos semanas, hasta que el emperador cedió finalmente a su demanda.
Un testimonio similar al hecho de que la violenta intolerancia de los trinitarios era un arma eficaz contra los arrianos lo suministran las declaraciones contrastantes que hicieron dos de los más notables gobernantes “bárbaros” germánicos. Clovis, rey de los francos, que abrazó la ortodoxia romana y por lo tanto el trinitarismo, procedió en contra de los visigodos de la Galia, diciendo: “Me apena que estos arrianos posean parte de Galia. Marchemos con la ayuda de Dios y sojuzguémoslos”. Y de veras que los sojuzgó. Con respecto a la cosecha que siguió a la siembra de intolerancia, leemos que “es un relato de crueldad, avaricia y traición, de reyes depravados y reinas vengativas, para quienes el papa [Gregorio] encontró excusas debido a su defensa de la ortodoxia católica”.
En extraordinario contraste a la intolerancia del ortodoxo Clovis, está el arriano Teodorico, rey de los ostrogodos… Teodorico conquistó a Italia, pero en cuanto a la religión, su política fue: “La religión es un asunto en el que el rey no puede ordenar, porque no se puede obligar a ningún hombre a creer en contra de su voluntad”.
Otro factor que obró a favor de los trinitarios fue el monasticismo, esto es, la práctica de llevar vidas célibes en los monasterios. Atanasio fue el primer teólogo católico romano de prominencia que promovió el monasticismo. Los monjes no sólo eran una fortaleza del trinitarismo, sino que siempre estaban dispuestos a recurrir a la violencia en su celo por sus creencias trinitarias.
El hecho de que los guerreros germánicos que invadieron el imperio romano, tanto su parte oriental como occidental, eran arrianos, también obró en favor de los trinitarios. ¿Por qué razón eran arrianos estos “bárbaros”? Porque habían sido convertidos por un obispo arriano, Ulfilas. Así que el favorecer el arrianismo era como simpatizar con estos invasores.
Tal vez el golpe más serio contra los arrianos lo dio el emperador Teodosio. Mediante los edictos oficiales del 391 al 392 E.C., él impuso la ortodoxia católica romana sobre todos los “cristianos” y privó a los arrianos, así como a todos los paganos, de sus casas de adoración. Dice un historiador: “El triunfo legal de la iglesia contra la herejía (el arrianismo) y el paganismo y su evolución de una secta perseguida a una iglesia perseguidora quedó completo”.
LOS BÁRBAROS ARRIANOS
Desde el quinto siglo en adelante no volvió a haber ningún emperador romano arriano. Sin embargo, esto no señaló el fin del arrianismo como religión nacional. ¡Lejos de eso! Después de la muerte de Teodosio, Roma volvió a ser presa de los invasores arrianos germanos que en su arremetida bajaron del norte. Dice una autoridad católica romana:

“A pesar de alguna persecución, el cristianismo en esta forma [arriana] se esparció con notable vigor desde los bárbaros a las tribus vecinas… Cuando estos invadieron el occidente, y establecieron los varios reinos germánicos, la mayoría de las tribus confesaban el arrianismo como su religión nacional y en algunos casos perseguían entre los de la población romana, a los que confesaban la ortodoxia católica… Pero gradualmente la Iglesia católica logró eliminar el arrianismo. En algunos casos esto se logró mediante la acción militar que prácticamente barrió con el elemento germánico. Esto sucedió durante el reinado del emperador Justiniano, cuya ambición era restaurar el imperio romano a su anterior gloria y quien fue notorio por su persecución, no sólo de los arrianos sino también de los judíos y de los samaritanos. ¡Y hasta prohibió a los judíos que leyeran sus Escrituras en hebreo!
Pero Justiniano no terminó con el arrianismo. Roma todavía iba a tener más que ver con los bárbaros germánicos, porque unos pocos años después de la muerte de Justiniano, los lombardos, de quienes se dice que eran una de las más feroces de todas las tribus germánicas, invadieron a Italia. No pasó mucho antes de que tuvieran la mayor parte de la península bajo su control. Entonces, a mediados del siglo séptimo, por una u otra razón, los lombardos gradualmente se hicieron católicos romanos trinitarios, y así, aunque siguieron creándole problemas al papado, era sobre asuntos políticos y territoriales, no religiosos.
Con respecto a este período leemos: “En la resultante hecatombe, la fortuna alternaba, más a menudo como consecuencia de los cambios políticos y los patrocinios civiles que debido a los argumentos teológicos”. Y como dice otra autoridad, el arrianismo “se mantuvo por dos siglos más, aunque más por accidente que por elección o convicción”.

Y así, la nota tónica de la conclusión de esta sección la dejamos de nuevo al historiador Charles Guignebert:

“Así, por una acción de colaboración inconsciente de influencias, bastante disímiles en su origen, pero convergentes en su acción, una religión muy diferente del mesianismo, que ya entrevimos en los umbrales del siglo 3, se constituye en el siglo 4 y se encuentra prácticamente dueña del mundo romano al iniciarse el siglo 5…
“Cuando se piensa en lo que fue el cristianismo de la edad media… y se lo compara con la religión del profeta galileo… con la religión de [Yahoshúa], cuya piedad se elevaba hacia el Poderoso de sus padres en un confiado impulso filial, sencillamente, casi no se ve nada de común entre una y otra. Parecería que, con el nombre del Mesías, la vida religiosa y filosófica del paganismo, con todos sus contrastes y todas sus incoherencias, hubiera recuperado vigor y triunfado sobre la religión del espíritu y de la verdad que el Maestro judío había vivido. No es menos cierto que el ‘triunfo’ de la Iglesia en el curso del siglo 4 solamente fue posible por el fracaso de la fe primitiva, la que podemos llamar la fe de los doce”. (El C. A., Págs. 187,188).
“Por eso puede decirse sin paradoja, que los occidentales jamás comprendieron verdaderamente, en la antigüedad, los dogmas cristianos, que tampoco los comprendieron mejor después y que la religión que, con su propio esfuerzo, han construido sobre esos dogmas, ha sido una cosa diferente, en espíritu y en esencia, del cristianismo oriental, otra cosa, surgida esencialmente de su propio fondo, de acuerdo con sus propios sentimientos y vaciada en fórmulas inadecuadas para contenerla en rigor, los occidentales jamás han sido cristianos”. (Ídem. Pág. 206).

LA VERDADERA FE MONOTEÍSTA
La verdadera fe monoteísta no se ha dado nunca fuera de Israel. La supuesta fe monoteísta del cristianismo falta en pasar la prueba del monoteísmo. El monoteísmo requiere que la deidad suprema sea una sola persona, mientras que la fe cristiana pone a tres personas en la misma categoría de omnipotencia y soberanía.
El credo fundamental de la fe israelita excluye toda noción de politeísmo y de trinitarismo: “Oye Israel, Yahwéh es nuestro Poderoso, Yahwéh solo”. (Deuteronomio 6:4).
Se ha pretendido que la palabra traducida aquí como “solo,” ejad, significa una unidad plural. Pero el error de esa interpretación lo expondremos en un capítulo subsiguiente. Ejad significa “uno,” “solo,” “único,” “solamente”.
En la fe de Israel no existe la noción de una deidad plural compuesta de varias personas. Para los profetas, sólo Yahwéh es el Elohim, el Poderoso; y sólo a él se debe la adoración. Ni siquiera en las religiones paganas antiguas existió la noción de una deidad compuesta. La trinidad egipcia se componía de tres deidades, pero nunca se pretendió que las tres componían una sola deidad.
La fe israelita rechaza total y contundentemente la idea de “pluralidad en la unidad”. Yahwéh es una sola persona y no admite iguales a su lado. “Porque yo soy Poderoso, y no hay ningún otro, yo soy divino, y no hay nadie como yo”. (Isaías 46:9).
Yahwéh no habita en un panteón de divinidades, como se concebía antes a las deidades paganas. El “habita en una luz inaccesible,” a la que nadie puede entrar. (I Timoteo 6:16).
La fe original de Israel es el yahwismo. El yahwista por excelencia en los tiempos primitivos fue Abraham, el padre de la fe. Luego el yahwismo se extendió a través de su familia a todos sus descendientes.
Pero el yahwismo no era una fe exclusiva de las tribus arameas y hebreas, de donde procedía Abraham, sino que también era patrimonio de los midyanitas y otros pueblos muy antiguos.
Los historiadores de Israel demuestran que la adoración de Yahwéh como una deidad única se remonta al mismo principio de la humanidad, a los días de Set el tercer hijo de Adam.
Dice el relato histórico: “Y a Set, a su vez, le nació un hijo, y lo llamó Enosh. Fue entonces que los hombres comenzaron a invocar a Yahwéh por nombre”. (Génesis 4:26, Versión Israelita Nazarena).
En aquel tiempo no había ídolos ni deidades rivales. La humanidad conocía a un solo Ser Omnipotente: Yahwéh Elohim, el Creador de todas las cosas.-
[Fuente: Revista Digital Senda Antigua. Editor: Yosef Aharoní].
Editado,
Por: TzephanYAH GavriEL Ben Leví
Para: Ediciones Natséret – MOVINLAT ®

Está bien resumido el proceso del monoteísmo hacia la trinidad y destacaría que las iglesias primitivas se llenaron de tránsfugas del politeísmo. Ese fue el caldo de cultivo. Y ahora nos vienen a vacilar que Cristo predicó la trinidad.

 
Re: LA TRINIDAD - FALSA DOCTRINA...

El Origen Del Dogma Trinitario

Publicado por TzephanYAH GavriEL Ben Leví en diciembre 9, 2009
IV.- El Enigma De La Trinidad

El Origen Del Dogma Trinitario

Las personas que creen en la Trinidad suponen que esta doctrina es de origen bíblico y que la iglesia siempre la ha enseñado. Por eso es muy importante que investiguemos el origen de esta doctrina tan difundida en el cristianismo moderno. ¿Qué nos dicen los historiadores sobre los orígenes de este dogma?
¿Cómo era originalmente la “Iglesia”, o sea, la comunidad mesiánica de Palestina? El historiador nos dice:

“La primera comunidad de Jerusalem es puramente judía; No tenemos ninguna razón para dudar, sobre este punto, de la exactitud del testimonio de los Hechos; Sus miembros se distinguen de los demás judíos piadosos sólo en la creencia de que [Yahoshúa] Nazareno fue elevado por [Yahwéh] a la dignidad de Mesías, y que las promesas se cumplieron en él”. (El cristianismo antiguo, Pág. 89).

¿Y qué nos dice la historia en cuanto a la fe del apóstol Pablo y de la comunidad mesiánica primitiva?:

“Ahora bien, [Yahwéh] es para Pablo una herencia judía: Se deduce de esto que el monoteísmo israelita se impone a su espíritu como un ‘a priori’ y absolutamente… Pablo… no sospechaba todavía los innumerables problemas teológicos que la noción de Hijo de Dios reservaba para el porvenir… De todos modos debe descartarse la idea de una confusión entre el Maestro y Yahwéh; Sería inconcebible en Pablo, que aun no piensa en la trinidad… Toda la cuestión está, puede decirse, dominada por el texto de 1 Corintios 8:6; helo aquí: “Para nosotros no hay más que un Dios, el Padre… y un solo Maestro, [Yahoshúa el Mesías]“. Así que por esencial y necesaria que sea la colaboración del Maestro en las obras de Dios, el Maestro no es el igual de Dios.
“En rigor, para Pablo, solo el Maestro representa una de las categorías de la creación, la más próxima a Dios y que puede calificarse de divina”. (Ídem., págs. 106,108).

COMIENZA LA TRANSFORMACIÓN
Pablo predijo que después de su partida la Comunidad Mesiánica caería en apostasía. Tal predicción no tardó en cumplirse. Continuamos citando el testimonio de la historia:

“Hacia la misma época también se efectúa de hecho el divorcio entre la Iglesia y la Sinagoga, y los fieles de [Yahoshúa] empiezan a hablar de los judíos en términos que, sin duda, habrían sorprendido al Maestro… Las comunidades nacidas de los apóstoles y de sus discípulos judíos, que se quedaron siendo pequeñas y pobres, y aún subsistían en Siria, en Egipto y tal vez en Roma, fueron sobrepasadas por las grandes iglesias pobladas de tránsfugas del paganismo… En realidad los cristianos grecorromanos no se sentían ya ligados a Israel y daban a la ley, de la que [Yahoshúa] había afirmado que no cambiaría un ápice, una interpretación puramente simbólica”. (Ídem., Pág., 115)
“En otros términos, en los umbrales del segundo siglo, el cristianismo aparece ya como una religión independiente, poco coherente de seguro… Se encuentra ya muy lejos del pensamiento de Yahoshúa y de los Doce”. (Ídem., Pág. 116)
“A veces es difícil decir con certeza de qué rito pagano deriva tal rito cristiano, pero es indudable que el espíritu ritualista de los paganos se impuso poco a poco al cristianismo… Por tanto, si consideramos a la Iglesia cristiana a principios del siglo 4, nos sería difícil reconocer a la comunidad apostólica, no la reconoceríamos en absoluto”. (Ídem., pág. 125,126)
“Dogmas complicados, como el de la Trinidad, o sutiles como el de la Transubstanciación, debieron su nacimiento y su organización a las sobre-evaluaciones y a los razonamientos de los filósofos, estimulados por las afirmaciones a veces contradictorias de los simples”. (Ídem., pág. 154).
“Para salir de la confusión, el buen sentido sólo podía elegir entre dos soluciones: la de abandonar francamente el monoteísmo y resignarse al triteísmo; o la de abandonar la distinción de las personas en Dios y caer en el modalismo, o sea, la de considerar a cada una de las personas como una simple modalidad, como uno de los aspectos esenciales del Ser divino único. Ahora bien, la mayoría de los cristianos no ha querido elegir y ha pretendido mantener, a la vez, la unidad indivisible del Omnipotente y la existencia en él de tres personas distintas. Esta paradoja provocó innumerables debates, en el curso de los cuales surgieron problema tras problema y dificultad tras dificultad, que causaron a la iglesia un trastorno espantoso”. (Ídem., pág. 156)
“Lógicamente, esa evolución encontró oposiciones. Ciertos hombres se adhirieron a las formas antiguas de la fe apostólica y a las tradiciones del judeocristianismo primitivo; son probablemente los descendientes directos de los primeros fieles palestinos… Las iglesias griegas no tardaron en acusarlos de pensar ‘pobremente del Maestro’… Se entrevén igualmente resistencias harto tenaces a la constitución de la teología del Logos, por la cual se preparó y finalmente se fundó el dogma de la trinidad. Pero los alogos, como se les llama a estos reaccionarios, no tienen la menor probabilidad de detener la corriente que arrastra la fe cristiana hacia la constitución de una metafísica dogmática, cada vez más complicada y cada vez más alejada de las afirmaciones apostólicas”. (Ídem., Pág. 158)

UN REY PAGANO DECIDE EL DEBATE
El primer Concilio Ecuménico de la Iglesia Romana, el Concilio de Nicea en el 325 E. C., marcó un hito histórico en el desarrollo teológico de la “Iglesia Madre”. En ese concilio se decidió por fin cuál habría de ser la doctrina oficial de la Iglesia en torno a la Deidad.
Sobre esta situación nos dice otro historiador:

“Dos grupos de teólogos tenían una influencia tan amplia que prácticamente dividieron a la cristiandad en dos bandos que fueron rivales teológicos y políticos durante dos siglos. Estos fueron el grupo ‘ortodoxo,’ dirigido por Atanasio…, y los arrianos, llamados así debido a Ario. Los atanasianos eran trinitarios; los arrianos eran unitarios… Creían en la doctrina de que [Yahoshúa] el Hijo está subordinado a [Yahwéh] el Padre, y es de una substancia diferente, debido a que el Mesías fue creado por [Yahwéh] y así llego a existir después de [Yahwéh]”. (El desarrollo de la doctrina cristiana, Pág. 15).

Una autoridad moderna del catolicismo romano afirma:

“Es dificil, en la segunda mitad del siglo 20, ofrecer un relato franco, claro y objetivo de la revelación, la evolución doctrinal, y la elaboración teológica del misterio de la Trinidad… Uno no debería hablar de trinitarismo en el Nuevo Testamento a menos que lo haga con serias restricciones… Cuando uno habla de un trinitarismo absoluto, uno ha pasado del período de los orígenes del cristianismo a, digamos, el último cuarto del siglo cuatro”. (La nueva enciclopedia católica, ed. 1967, tomo 14, Pág. 295).

¿Y qué sucedió en el siglo cuatro? Pues se realizó el ya mencionado Concilio de Nicea, convocado por y bajo la dirección del emperador pagano Constantino.
“En las postrimerías del reinado de Constantino podía preverse ya la unión de la iglesia y el estado, la absorción del cristianismo por el paganismo y su total destrucción”. (El cristianismo antiguo, Pág. 173).
CONSTANTINO Y EL CONCILIO DE NICEA
Para abreviar, presentaremos un resumen de esta interesante historia:
Constantino declaró que se había convertido al llamado cristianismo, sin duda debido tanto a factores políticos como religiosos. Por lo tanto, le era muy molesto ver esta división doctrinal, pues la consideraba como una amenaza a la unidad de su imperio. Como Pontífice Máximo, principal gobernante religioso, convocó el primer concilio ecuménico en Nicea en el 325 E.C. Aunque todavía no había sido bautizado como cristiano, presidió sobre este concilio al que sólo asistieron 318 obispos.
Durante unos dos meses los trinitarios y los arrianos disputaron; los trinitarios a menudo recurrieron a tácticas de extrema intolerancia. Constantino, notando que los trinitarios formaban la mayoría, decidió a favor de ellos. Aplastó la oposición entre los obispos y exigió la firma de todos los presentes bajo pena de proscripción. Solamente dos obispos de Libia rehusaron firmar; juntos con Ario y los sacerdotes que siguieron fieles a él, fueron exilados a Ilírico territorio que corresponde a la Yugoslavia occidental del día actual. Los escritos de Ario fueron confiscados y quemados, y se advirtió a todos en contra de poseer cualquiera de ellos, bajo pena de muerte.
Pero el triunfo de Atanasio y sus seguidores trinitarios fue de muy corta duración. Constantino, quien había decidido a favor de los trinitarios, muy probablemente por razones políticas, estaba muy dispuesto a cambiar cuando el clima político pareciera variar. Y así sucedió cuando Constantino, sólo unos pocos años más tarde, mudó su capital a Bizancio y construyó la ciudad que lleva su nombre, Constantinopla. Aquí el arrianismo estaba fuerte, los obispos de esta zona habían firmado la declaración solamente debido al temor.
El principal obispo de Constantinopla, Eusebio de Nicomedia, era un arriano y logró que Constantino cambiara, por así decirlo, de caballos doctrinales. Ahora fueron los trinitarios los que fueron proscritos. En el 335 Constantino desterró a Atanasio a Treves, en Galia (Francia). Poco después, y antes de morir, fue bautizado por el obispo arriano Eusebio.
Constantino dejó el imperio a sus herederos. El que finalmente salió vencedor en la lucha por el poder fue Constancio, un arriano de convicción que gradualmente ganó control sobre todo el imperio, oriental y occidental, a la muerte de sus hermanos trinitarios. Decidido a hacer progresar el arrianismo, ordenó que los obispos trinitarios fueran reemplazados por obispos arrianos, cambios que hicieron que un historiador pagano de ese tiempo se burlara acerca de que “las carreteras estaban cubiertas de obispos al galope”.
FINALMENTE GANAN LOS TRINITARIOS
Sin embargo, esa dominación arriana duró solamente hasta la muerte de Constancio, pues los trinitarios todavía formaban la mayoría. Otra razón por la que los arrianos perdieron fue que no estaban unidos. No apoyaron una declaración o credo común que expresara sus creencias ni tenían tampoco un cuerpo gobernante al cual apelar.
Pero tal vez, entre otras cosas, lo que hizo que los trinitarios vencieran a los arrianos fue el hecho de que los trinitarios estaban siempre dispuestos a recurrir a la violencia y a la fuerza para lograr sus metas. Cuando Ario se levantó para hablar en el concilio, se nos dice que un tal Nicolás de Mira lo golpeó en la cara y, mientras Ario hablaba, muchos obispos trinitarios se metían los dedos en los oídos y salían corriendo como si estuvieran horrorizados ante sus palabras. Otra cosa que fue característica de los trinitarios, fue la huelga de brazos caídos que Ambrosio, el obispo de Milán, maniobró para evitar que ni siquiera un edificio eclesiástico de su ciudad fuera entregado a los arrianos, según lo había ordenado el emperador Valentiniano. Ambrosio hizo que su rebaño permaneciera en el edificio día y noche, cantando canciones por dos semanas, hasta que el emperador cedió finalmente a su demanda.
Un testimonio similar al hecho de que la violenta intolerancia de los trinitarios era un arma eficaz contra los arrianos lo suministran las declaraciones contrastantes que hicieron dos de los más notables gobernantes “bárbaros” germánicos. Clovis, rey de los francos, que abrazó la ortodoxia romana y por lo tanto el trinitarismo, procedió en contra de los visigodos de la Galia, diciendo: “Me apena que estos arrianos posean parte de Galia. Marchemos con la ayuda de Dios y sojuzguémoslos”. Y de veras que los sojuzgó. Con respecto a la cosecha que siguió a la siembra de intolerancia, leemos que “es un relato de crueldad, avaricia y traición, de reyes depravados y reinas vengativas, para quienes el papa [Gregorio] encontró excusas debido a su defensa de la ortodoxia católica”.
En extraordinario contraste a la intolerancia del ortodoxo Clovis, está el arriano Teodorico, rey de los ostrogodos… Teodorico conquistó a Italia, pero en cuanto a la religión, su política fue: “La religión es un asunto en el que el rey no puede ordenar, porque no se puede obligar a ningún hombre a creer en contra de su voluntad”.
Otro factor que obró a favor de los trinitarios fue el monasticismo, esto es, la práctica de llevar vidas célibes en los monasterios. Atanasio fue el primer teólogo católico romano de prominencia que promovió el monasticismo. Los monjes no sólo eran una fortaleza del trinitarismo, sino que siempre estaban dispuestos a recurrir a la violencia en su celo por sus creencias trinitarias.
El hecho de que los guerreros germánicos que invadieron el imperio romano, tanto su parte oriental como occidental, eran arrianos, también obró en favor de los trinitarios. ¿Por qué razón eran arrianos estos “bárbaros”? Porque habían sido convertidos por un obispo arriano, Ulfilas. Así que el favorecer el arrianismo era como simpatizar con estos invasores.
Tal vez el golpe más serio contra los arrianos lo dio el emperador Teodosio. Mediante los edictos oficiales del 391 al 392 E.C., él impuso la ortodoxia católica romana sobre todos los “cristianos” y privó a los arrianos, así como a todos los paganos, de sus casas de adoración. Dice un historiador: “El triunfo legal de la iglesia contra la herejía (el arrianismo) y el paganismo y su evolución de una secta perseguida a una iglesia perseguidora quedó completo”.
LOS BÁRBAROS ARRIANOS
Desde el quinto siglo en adelante no volvió a haber ningún emperador romano arriano. Sin embargo, esto no señaló el fin del arrianismo como religión nacional. ¡Lejos de eso! Después de la muerte de Teodosio, Roma volvió a ser presa de los invasores arrianos germanos que en su arremetida bajaron del norte. Dice una autoridad católica romana:

“A pesar de alguna persecución, el cristianismo en esta forma [arriana] se esparció con notable vigor desde los bárbaros a las tribus vecinas… Cuando estos invadieron el occidente, y establecieron los varios reinos germánicos, la mayoría de las tribus confesaban el arrianismo como su religión nacional y en algunos casos perseguían entre los de la población romana, a los que confesaban la ortodoxia católica… Pero gradualmente la Iglesia católica logró eliminar el arrianismo. En algunos casos esto se logró mediante la acción militar que prácticamente barrió con el elemento germánico. Esto sucedió durante el reinado del emperador Justiniano, cuya ambición era restaurar el imperio romano a su anterior gloria y quien fue notorio por su persecución, no sólo de los arrianos sino también de los judíos y de los samaritanos. ¡Y hasta prohibió a los judíos que leyeran sus Escrituras en hebreo!
Pero Justiniano no terminó con el arrianismo. Roma todavía iba a tener más que ver con los bárbaros germánicos, porque unos pocos años después de la muerte de Justiniano, los lombardos, de quienes se dice que eran una de las más feroces de todas las tribus germánicas, invadieron a Italia. No pasó mucho antes de que tuvieran la mayor parte de la península bajo su control. Entonces, a mediados del siglo séptimo, por una u otra razón, los lombardos gradualmente se hicieron católicos romanos trinitarios, y así, aunque siguieron creándole problemas al papado, era sobre asuntos políticos y territoriales, no religiosos.
Con respecto a este período leemos: “En la resultante hecatombe, la fortuna alternaba, más a menudo como consecuencia de los cambios políticos y los patrocinios civiles que debido a los argumentos teológicos”. Y como dice otra autoridad, el arrianismo “se mantuvo por dos siglos más, aunque más por accidente que por elección o convicción”.

Y así, la nota tónica de la conclusión de esta sección la dejamos de nuevo al historiador Charles Guignebert:

“Así, por una acción de colaboración inconsciente de influencias, bastante disímiles en su origen, pero convergentes en su acción, una religión muy diferente del mesianismo, que ya entrevimos en los umbrales del siglo 3, se constituye en el siglo 4 y se encuentra prácticamente dueña del mundo romano al iniciarse el siglo 5…
“Cuando se piensa en lo que fue el cristianismo de la edad media… y se lo compara con la religión del profeta galileo… con la religión de [Yahoshúa], cuya piedad se elevaba hacia el Poderoso de sus padres en un confiado impulso filial, sencillamente, casi no se ve nada de común entre una y otra. Parecería que, con el nombre del Mesías, la vida religiosa y filosófica del paganismo, con todos sus contrastes y todas sus incoherencias, hubiera recuperado vigor y triunfado sobre la religión del espíritu y de la verdad que el Maestro judío había vivido. No es menos cierto que el ‘triunfo’ de la Iglesia en el curso del siglo 4 solamente fue posible por el fracaso de la fe primitiva, la que podemos llamar la fe de los doce”. (El C. A., Págs. 187,188).
“Por eso puede decirse sin paradoja, que los occidentales jamás comprendieron verdaderamente, en la antigüedad, los dogmas cristianos, que tampoco los comprendieron mejor después y que la religión que, con su propio esfuerzo, han construido sobre esos dogmas, ha sido una cosa diferente, en espíritu y en esencia, del cristianismo oriental, otra cosa, surgida esencialmente de su propio fondo, de acuerdo con sus propios sentimientos y vaciada en fórmulas inadecuadas para contenerla en rigor, los occidentales jamás han sido cristianos”. (Ídem. Pág. 206).

LA VERDADERA FE MONOTEÍSTA
La verdadera fe monoteísta no se ha dado nunca fuera de Israel. La supuesta fe monoteísta del cristianismo falta en pasar la prueba del monoteísmo. El monoteísmo requiere que la deidad suprema sea una sola persona, mientras que la fe cristiana pone a tres personas en la misma categoría de omnipotencia y soberanía.
El credo fundamental de la fe israelita excluye toda noción de politeísmo y de trinitarismo: “Oye Israel, Yahwéh es nuestro Poderoso, Yahwéh solo”. (Deuteronomio 6:4).
Se ha pretendido que la palabra traducida aquí como “solo,” ejad, significa una unidad plural. Pero el error de esa interpretación lo expondremos en un capítulo subsiguiente. Ejad significa “uno,” “solo,” “único,” “solamente”.
En la fe de Israel no existe la noción de una deidad plural compuesta de varias personas. Para los profetas, sólo Yahwéh es el Elohim, el Poderoso; y sólo a él se debe la adoración. Ni siquiera en las religiones paganas antiguas existió la noción de una deidad compuesta. La trinidad egipcia se componía de tres deidades, pero nunca se pretendió que las tres componían una sola deidad.
La fe israelita rechaza total y contundentemente la idea de “pluralidad en la unidad”. Yahwéh es una sola persona y no admite iguales a su lado. “Porque yo soy Poderoso, y no hay ningún otro, yo soy divino, y no hay nadie como yo”. (Isaías 46:9).
Yahwéh no habita en un panteón de divinidades, como se concebía antes a las deidades paganas. El “habita en una luz inaccesible,” a la que nadie puede entrar. (I Timoteo 6:16).
La fe original de Israel es el yahwismo. El yahwista por excelencia en los tiempos primitivos fue Abraham, el padre de la fe. Luego el yahwismo se extendió a través de su familia a todos sus descendientes.
Pero el yahwismo no era una fe exclusiva de las tribus arameas y hebreas, de donde procedía Abraham, sino que también era patrimonio de los midyanitas y otros pueblos muy antiguos.
Los historiadores de Israel demuestran que la adoración de Yahwéh como una deidad única se remonta al mismo principio de la humanidad, a los días de Set el tercer hijo de Adam.
Dice el relato histórico: “Y a Set, a su vez, le nació un hijo, y lo llamó Enosh. Fue entonces que los hombres comenzaron a invocar a Yahwéh por nombre”. (Génesis 4:26, Versión Israelita Nazarena).
En aquel tiempo no había ídolos ni deidades rivales. La humanidad conocía a un solo Ser Omnipotente: Yahwéh Elohim, el Creador de todas las cosas.-
[Fuente: Revista Digital Senda Antigua. Editor: Yosef Aharoní].
Editado,
Por: TzephanYAH GavriEL Ben Leví
Para: Ediciones Natséret – MOVINLAT ®


Muy buen aporte el tuyo. Interesante, Lástima que el 99% de los cristianos actuales no conozcan esto. Se dice que el conocimiento es poder y ojalá que otras personas tuviesen el interés de conocer esto y darse cuenta que el disparate este de la trinidad no tiene nada que ver con lo que quería que nuestro señor Jesucristo hiciéramos.


Me gustaría saber la opinión de manuel y de otros trinitarios que defienden el trinitarismo a capa y espada, prácticamente como con violencia por lo que he visto hasta ahora, siguiendo la tradición de sus fundadores, respecto a esto, eso si no se le pega la pereza ya que me dá la impresión de que no les interesa leer tanto, pero puedo estar equivocado.

Manuel, espero tus comentarios.

Dios les bendiga.
 
Re: LA TRINIDAD - FALSA DOCTRINA...

horizonte-71, tu también puedes opinar !!!!
 
Re: LA TRINIDAD - FALSA DOCTRINA...

Pero vamos, migas, ¿es que el trono de Dios y del Cordero no es uno?

Pones citas amañadas, ¿y tú me dices que tergiverso las cosas? No, pos como que pa' verme la cara de tarugo, está más cañón que bonito...


Como estos versiculos se contradicen, uno tiene que ser figurativo, o 1 COR. 15:24, o Juan 10:30, ¿Cual es simbólico?
 
Re: LA TRINIDAD - FALSA DOCTRINA...

Voy leyendo lo que escriben, y me he dado cuenta que muchos de los que participan, entienden mal la "Trinidad". Mal en el sentido que desconocen que creen verdadermente quienes la defienden, y en consecuencia los acusan de lo que de modo alguno defienden.

Un ejemplo. Los contrarios a la "Trinidad" creen, que los otros creen, que el Padre es el Hijo. Pues no, quienes creen en la Trinidad NO CONFUNDEN AL PADRE CON EL HIJO, en la Trinidad UNO ES EL PADRE, Y OTRO ES EL HIJO. No dos dioses, porque Dios UNO ES.

Por lo tanto, mi sugerencia es que si quieren ir en contra de la trinidad, al menos sepan que defienden y creen los trinitarios. Es lo menos que deberían hacer, antes de acusarlos con fundamentos falsos.
 
Re: LA TRINIDAD - FALSA DOCTRINA...

Voy leyendo lo que escriben, y me he dado cuenta que muchos de los que participan, entienden mal la "Trinidad". Mal en el sentido que desconocen que creen verdadermente quienes la defienden, y en consecuencia los acusan de lo que de modo alguno defienden.

Un ejemplo. Los contrarios a la "Trinidad" creen, que los otros creen, que el Padre es el Hijo. Pues no, quienes creen en la Trinidad NO CONFUNDEN AL PADRE CON EL HIJO, en la Trinidad UNO ES EL PADRE, Y OTRO ES EL HIJO. No dos dioses, porque Dios UNO ES.

Por lo tanto, mi sugerencia es que si quieren ir en contra de la trinidad, al menos sepan que defienden y creen los trinitarios. Es lo menos que deberían hacer, antes de acusarlos con fundamentos falsos.

¿Cual es tu defensa? ¿Juan 10:30, Juan 1:1? ¿Cual?
 
Re: LA TRINIDAD - FALSA DOCTRINA...

y cuando se postran ante Jesus con oraciones y cantos no es adoracion, digame como se llama, es un bailable?

Es reconocimiento de que es superior y el Hijo de Dios, pero no el "Dios verdadero" a quien dirijan sus oraciones.

[h=3]1 Corintios 8:6[/h]Reina-Valera 1995 (RVR1995)

[SUP]6 [/SUP][FONT='Charis SIL', charis, Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]para nosotros, sin embargo, [/FONT]sólo hay un Dios, el Padre,[FONT='Charis SIL', charis, Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif] del cual proceden todas las cosas y para quien nosotros existimos; [/FONT]y un Señor, Jesucristo[FONT='Charis SIL', charis, Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif], por medio del cual han sido creadas todas las cosas y por quien nosotros también existimos.[/FONT]

[FONT='Charis SIL', charis, Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]El Padre y JESUCRISTO eran diferentes para los apóstoles ¿Cual es la base para decir que son el mismo Dios? [/FONT]
 
Re: LA TRINIDAD - FALSA DOCTRINA...

¿Cual es tu defensa? ¿Juan 10:30, Juan 1:1? ¿Cual?

Yo no defiendo nada. Dios se basta.

No es deber del discipulo fiel, el defender, sino el dar a conocer la Buena Nueva.
 
Re: LA TRINIDAD - FALSA DOCTRINA...

Hay una pregunta que ya hice en este mismo debate, pero que evitan los antitrinitarios responder: ¿A quién quieren quitar ustedes de los tres?:

1.- Al Padre
2.- Al Hijo
3.- Al Espíritu Santo

Díganme cual de los tres es posible quitar, sin que se queden sin la posibilidad de conocer al Dios verdadero.

Indiquen cual, y vamos a ver si es posible llegar al cocimiento de quien es Dios, y cual su voluntad, sin uno de estos tres.

Gracias.
 
Re: LA TRINIDAD - FALSA DOCTRINA...

Yo no defiendo nada. Dios se basta.

No es deber del discipulo fiel, el defender, sino el dar a conocer la Buena Nueva.

Dalo a conocer, específicamente, la trinidad.

¿A quién quieren quitar ustedes de los tres?

¿Porque dice ustedes que son uno literalmente cuando Jesús mismo da el significado de "uno somos"? y te contestare la pregunta.
 
Re: LA TRINIDAD - FALSA DOCTRINA...

Cristo o es el "doble" de Dios, o es UNO con el Padre...

  • ...el que me recibe a mí, no me recibe a mí sino al que me envió. (Mc 9:37)
  • --¿Dónde está tu padre? --Si supieran quién soy yo,sabrían también quién es mi Padre. (Jn 8:19)
  • "El que cree en mí --clamóJesús con voz fuerte--, cree no sólo en mí sino en el que meenvió. (Jn 12:44)
  • Y el que me ve a mí, ve al que me envió. (Jn 12:45)
  • Si ustedes realmenteme conocieran,conocerían también a mi Padre. Y ya desde este momento lo conocen ylo han visto. (Jn 14:7)
  • El que me aborrece a mí, también aborrece a mi Padre. (Jn 15:23)

...y el Padre no hace NADA sin el Hijo

  1. Pablo, apóstol, no por investidura ni mediación humanas, sino por Jesucristo y por Dios Padre, que lo levantó de entre los muertos; (Gl 1:1)
    [*=left]Que el Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesús, nos preparen el camino para ir a verlos. (1Ts 3:11)
    [*=left]Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses, unida a Dios nuestro Padre y al Señor Jesucristo: (2Ts 1:1)
    [*=left]Que nuestro Señor Jesucristo mismo y Dios nuestro Padre, que nos amó y por su gracia nos dio consuelo eterno y una buena esperanza, 17 los anime y les fortalezca el corazón, para que tanto en palabra como en obra hagan todo lo que sea bueno. (2Ts 2:16-17)
    [*=left]Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios nuestro Salvador y de Cristo Jesús nuestra esperanza, (1Tim 1:1)
    [*=left]Permanezca en ustedes lo que han oído desde el principio, y así ustedes permanecerán también en el Hijo y en el Padre. (1Jn 2:24)

...y AMBOS moran en el creyente

  • El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra vivienda en él. (Jn 14:23)
  • Sin embargo, ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. (Ro 8:9)

CONCLUSIÓN: Si honraras al Hijo, la honra del Padre sería incluida...

  • Jn 5:23 para que todos honren al Hijo como lo honran a él. El que se niega a honrar al Hijo no honra al Padre que lo envió.
  • 2Jn 1:9 Todo el que se descarría y no permanece en la enseñanza de Cristo, no tiene a Dios; el que permanece en la enseñanza sí tiene al Padre y al Hijo.
 
Re: LA TRINIDAD - FALSA DOCTRINA...


Cristo o es el "doble" de Dios, o es UNO con el Padre...

  • ...el que me recibe a mí, no me recibe a mí sino al que me envió. (Mc 9:37)


...el que me recibe a mí, no me recibe a mí sino al que me envió. (Mc 9:37)

--¿Dónde está tu padre? --Si supieran quién soy yo,sabrían también quién es mi Padre. (Jn 8:19)


Soy Yo no es el significado del nombre de DIOS, hayam, heyem significa "llegar a ser" y no simplemente "ser".

Y el que me ve a mí, ve al que me envió. (Jn 12:45)

Si ustedes realmenteme conocieran,conocerían también a mi Padre. Y ya desde este momento lo conocen ylo han visto.


[h=3]<h3 style="font-size: 16px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; ">Juan 6:45-46</h3>Reina-Valera 1995 (RVR1995)

[SUP]45 [/SUP]Escrito está en los Profetas: “Y todos serán enseñados por Dios.” Así que, todo aquel que oye al Padre y aprende de él, viene a mí.[FONT='Charis SIL', charis, Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif] [/FONT]
[SUP]<h3 style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; ">[SUP]46[/SUP]No que alguien haya visto al Padre; sólo aquel que viene de Dios, ése ha visto al Padre.

Y el que me ve a mí, ve al que me envió. (Jn 12:45)


<h3 style="margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; "><h3 style="font-size: 16px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; ">Hechos 2:22</h3>Reina-Valera 1995 (RVR1995)

[SUP]22 [/SUP]»Israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis;

Sin embargo, ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. (Ro 8:9)[FONT='Charis SIL', charis, Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]
[/FONT]

[FONT='Charis SIL', charis, Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]¿Quieres decir que Dios te revelo la verdad y no a los apóstoles? [/FONT]


[FONT='Charis SIL', charis, Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]JAJAJAJAJAAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAJAJAJAJAJ....................................................................................[/FONT]

</h3>


</h3>
[/SUP]

[/h]

2Jn 1:9 Todo el que se descarría y no permanece en la enseñanza de Cristo, no tiene a Dios; el que permanece en la enseñanza sí tiene al Padre y al Hijo.

Solo podemos acercarnos al padre por las enseñanzas de Cristo, el enviado de Dios, por eso es esto, tu lo tomas literalmente cuando el nunca dio a entender que sean lo mismo.

[h=3]Juan 14:28[/h]Reina-Valera 1995 (RVR1995)

[SUP]28 [/SUP]Habéis oído que yo os he dicho: “Voy, y vuelvo a vosotros.” Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre, porque el Padre mayor es que yo.

Lo mismo entendian los apostoles.

[h=3]1 Corintios 11:3[/h]Reina-Valera 1995 (RVR1995)

[SUP]3 [/SUP]Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios es la cabeza de Cristo.

[h=3]<h3 style="font-size: 16px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; ">1 Corintios 8:6</h3>Reina-Valera 1995 (RVR1995)

[SUP]6 [/SUP]para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y para quien nosotros existimos; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual han sido creadas todas las cosas y por quien nosotros también existimos.

[/h]




 
Re: LA TRINIDAD - FALSA DOCTRINA...

Dalo a conocer, específicamente, la trinidad.

¿Porque dice ustedes que son uno literalmente cuando Jesús mismo da el significado de "uno somos"? y te contestare la pregunta.

No puede quitar a ninguno, verdad?... algo hemos avanzado. Ahora trate de dividirlos. ¿A quién divide usted de quién, sin que por ello se quede sin poder alcanzar el conocimiento de la voluntad de Dios?
 
Re: LA TRINIDAD - FALSA DOCTRINA...

No puede quitar a ninguno, verdad?... algo hemos avanzado. Ahora trate de dividirlos. ¿A quién divide usted de quién, sin que por ello se quede sin poder alcanzar el conocimiento de la voluntad de Dios?

¿Usted se cree la biblia hecha hombre? Muéstremelo con la biblia en ejemplo de los apóstoles bíblicos.