La salvación se pierde??

Seguir a Cristo (siempre ha tenido un precio) y es por esa gracia que viene cuando el nos llama (por la bondad de Dios y la decisión del hombre) como se va viviendo en ella.
El precio de tomar la cruz, negarse a sí mismo y seguirlo, no es fácil. Ese joven rico que habló con Jesús, no estaba dispuesto a pagar el precio que Jesús fijó para él, que consistió en desprenderse de sus riquezas y seguirlo.

S. Marcos 10:21
Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.

Ese joven era una oveja, pero rechazó el llamado.

Un Evangelio diluido que hoy es popular, ligth, barato, "donde no tienes que hacer nada, solo ven a Jesús y tus problemas se acabarán"

¿Que? ¿No iba a tener problemas ese joven rico al dar sus riquezas a los pobres?
¿Sus padres y parientes le iban a felicitar, y darle una "ayudita" en su escasez ?

El que ama a padres o parientes más que a Jesús, no es digno de el salvador. Ese no fue el punto con el joven rico, sino su confianza en sus riquezas.

¿Un Evangelio sin el mensaje de la cruz? No lo creo.

La cruz es el evangelio mismo, es su esencia.

Creo que si Jesús estuviera ante Calvino, le diría lo mismo que al jóven rico. Demasiadas riquezas.

El calvinismo es una respuesta religioso-política a un problema religioso-político. Es decir, una respuesta al omnímodo poder de la iglesia católica en el siglo XVI. No se puede esperar más porque no da para más. El calvinismo no es un movimiento de pureza espiritual (de los que ha estado plagado la historia, por cierto), sino una reforma religioso-política, un movimiento de liberación del yugo de Roma que tuvo éxito principalmente por las repercusiones económicas y políticas que suponía librarse del yugo papal. Esto tiene sus aciertos y sus inconvenientes. Los aciertos, pues la capacidad de librarse de yugo papal (ser libres de ese poder) y más libertad de conciencia; los desaciertos, pues los errores teológicos en que se incurrió y el guirigay que se montó despúes en las filas protestantes.

La Escritura describe la salvación como un proceso, es más, lo define como una lucha diaria. Los cinco puntos calvinistas y los cinco "solas" no son más que una cortina de humo teológico para convertir la salvación en un amuleto en el bolsillo que ningún poder terrenal (léase, "ICR") pueda tocar. Los cinco puntos calvinistas ya los desdije en este foro, los cinco solas no me he puesto todavía. Algunas son completamente falsas (como "sola Scriptura") otrs habría que matizaras, otras son redundantes. La salvación como un amuleto irresistible e irrompible es un invento político para un panorama de luchas político-religiosas que, tras muchos años, ha degenerado en el estado actual del protestantismo. La Biblia habla de la salvación como algo ya hecho y algo por hacer. Como algo afianzado y a afianzar. Este lenguaje el calvinismo no lo entiende porque no entiende el lenguaje de Dios. Que los calvinistas actuales no sean capaces de reconocerlo solo significa que son parte del mismo problema. Quedaron incrustados en el "sistema" y son incapaces de separar el trigo de la cizaña.

Amor,
Ibero
 
Última edición:




Y él os dio vida a vosotros,
cuando estabais muertos
en vuestros delitos y pecados,
en los cuales anduvisteis en otro tiempo,
siguiendo la corriente de este mundo,
conforme al príncipe de la potestad del aire,
el espíritu que ahora opera
en los hijos de desobediencia,
entre los cuales también todos nosotros
vivimos en otro tiempo
en los deseos de nuestra carne,
haciendo la voluntad de la carne
y de los pensamientos,
y éramos por naturaleza hijos de ira,
lo mismo que los demás.
Pero Dios, que es rico en misericordia,
por su gran amor con que nos amó,
aun estando nosotros muertos en pecados,
nos dio vida juntamente con Cristo
(por gracia sois salvos),
y juntamente con él nos resucitó,
y asimismo nos hizo sentar
en los lugares celestiales
con Cristo Jesús.


Efesios 2:1-6 RVR1960

 




Gracias también a lo que Cristo hizo,
cuando ustedes escucharon
el mensaje verdadero
de las buenas noticias de salvación
y creyeron en él,
fueron marcados con el sello
que es el Espíritu Santo
que él había prometido.
La presencia del Espíritu Santo
en nosotros es como el sello
de garantía de que Dios
nos dará nuestra herencia.
Además,
significa que Dios
ya nos ha comprado
y que nos salvará hasta el final.
Todo esto lo hizo
para que le alabemos
y le demos a él la gloria.


Efesios 1:13-14 NBV

 


El mundo evangélico contemporáneo habla y predica mucho sobre el mal llamado “libre” albedrío. No obstante, el protestantismo nació en el siglo XVI negando la idea filosófica de que el pecador tuviera una “libre” voluntad.
¿Los hijos de Adán poseen voluntad? Por supuesto. Claro que sí.
¿Su voluntad es “libre”? De ninguna manera. Bueno, sí es “libre” para pecar. Pero definitivamente no es “libre” para obedecer los mandamientos de Dios. ¿Qué es el hombre sin el Espíritu Santo sino carne? ¿Y qué desea la carne sino rebelarse contra su Creador (Romanos 8:7)?
Este año 2025 celebramos el 500º aniversario del libro teológico más importante del ministerio de Martín Lutero. Se llama (en latín) ‘De servo arbitrio’. En español, se traduce como ‘De la esclavitud de la voluntad’.
El reformador se vio obligado a redactar la obra para oponerse a un libro del humanista católico llamado Erasmo de Rotterdam publicando el año anterior (1524). En aquella obra, titulada, ‘De la libertad de la voluntad’, el holandés defendió el mal llamado “libre” albedrío apelando a filósofos, a la razón humana y una deducción supuestamente bíblica, esto es, que si Dios nos da su ley, significa que podemos cumplirla. La filosofía de Erasmo se puede resumir en la siguiente frase: “Deber es poder”. Por medio de la ley, pues, es el conocimiento de nuestra capacidad.
Lutero, sin embargo, derriba la filosofía erasmiana apelando a la declaración apostólica de Pablo en Romanos 3:20: “Por medio de la ley es el conocimiento del pecado”. La ley, lejos de enseñarnos sobre nuestra capacidad, nos habla sobre nuestra corrupción e incapacidad para que perdamos toda nuestra confianza en nosotros mismos. La única esperanza para el pecador, pues, no reside en su voluntad, sino únicamente en la gracia salvadora de Dios.
Por esta razón, la Reforma comenzó predicando con gran gozo la doctrina de “sola gratia”, a saber, que la salvación es única y exclusivamente por la gracia de Dios. No nacemos de nuevo por nuestra voluntad, sino por la voluntad del Dios Todopoderoso (Juan 1:13; Santiago 1:18).
Espero que esta nueva predicación os bendiga sobremanera. Y os animaría a comprar un ejemplar de ‘De servo arbitrio’ para aprender más sobre la naturaleza corrupta de la voluntad humana y el poder omnipotente de la gracia del Dios trinitario.



 




“Y a los que predestinó,
a estos también llamó;
y a los que llamó,
a estos también justificó;
y a los que justificó
a estos también glorificó.
¿Qué pues diremos a esto?
Si Dios es por nosotros,
¿Quién contra nosotros?
El que no escatimó
ni a su propio Hijo;
sino que lo entregó
por todos nosotros,
¿como no nos dará también
con él todas las cosas?
¿Quién acusará
a los escogidos de Dios?
Dios es el que justifica.
¿Quién es el que condenará?
Cristo es el que murió; más aún,
el que también resucitó,
el que además está a la diestra de Dios,
el que también intercede por nosotros.
¿Quién nos separará del amor de Cristo?
¿Tribulación, o angustia, o persecución,
o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Como esta escrito:
Por causa de ti somos muertos
todo el tiempo.
Somos contados como
ovejas de matadero.
Antes, en todas estas cosas
somos mas que vencedores
por medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro
de que ni la muerte, ni la vida,
ni ángeles, ni principados,
ni potestades, ni lo presente,
ni lo por venir, ni lo alto,
ni lo profundo,
ni ninguna otra cosa creada
nos podrá separar del amor de Dios,
que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”


ROMANOS 8:30-39.


Hijitos míos,
estas cosas os escribo
para que no pequéis;
y si alguno hubiere pecado,
abogado tenemos para con el Padre,
a Jesucristo el justo.


1 Juan 2:1 RVR1960


Mis ovejas oyen mi voz,
y yo las conozco, y me siguen,
y yo les doy vida eterna;
y no perecerán jamás,
ni nadie las arrebatará
de mi mano.
Mi Padre que me las dio,
es mayor que todos,
y nadie las puede arrebatar
de la mano de mi Padre.
Yo y el Padre uno somos.


S.Juan 10:27-‬30 RVR1960

 




Mis ovejas oyen mi voz,
y yo las conozco, y me siguen,
y yo les doy vida eterna;
y no perecerán jamás,
ni nadie las arrebatará
de mi mano.
Mi Padre que me las dio,
es mayor que todos,
y nadie las puede arrebatar
de la mano de mi Padre.
Yo y el Padre uno somos.


S.Juan 10:27-‬30 RVR1960


DIOS
NOS ADOPTÓ
Y FUIMOS HECHOS
SUS HIJOS PARA
SIEMPRE.
POR SU VOLUNTAD,
TUVO MISERICORDIA
DE NOSOTROS ANTES DE
LA FUNDACIÓN DEL MUNDO.
SOMOS SUYOS.

Pero me dirás:
¿Por qué, pues, inculpa?
porque
¿quién ha resistido a su voluntad?
Mas antes, oh hombre,
¿quién eres tú,
para que alterques con Dios?
¿Dirá el vaso de barro al que lo formó:
Por qué me has hecho así?
¿O no tiene potestad
el alfarero sobre el barro,
para hacer de la misma masa
un vaso para honra
y otro para deshonra?
¿Y qué, si Dios,
queriendo mostrar su ira
y hacer notorio su poder,
soportó con mucha paciencia
los vasos de ira
preparados para destrucción,
y para hacer notorias
las riquezas de su gloria,
las mostró para con los vasos de misericordia
que él preparó de antemano para gloria,
a los cuales también ha llamado,
esto es, a nosotros,
no solo de los judíos,
sino también de los gentiles?
Como también en Oseas dice:
Llamaré pueblo mío
al que no era mi pueblo,
Y a la no amada, amada.
Y en el lugar donde se les dijo:
Vosotros no sois pueblo mío,
Allí serán llamados
hijos del Dios viviente.


Romanos 9:19-26 RVR1960

 


Romanos (9:1_5)."Quién es el que regula todos los asuntos de la tierra actualmente, ¿Dios o satanás? ¿Qué dicen las Escrituras? Si creemos sus directas y positivas declaraciones, no hay espacio para la incertidumbre. Ellas afirman, una y otra vez, que Dios está en el trono del universo, que el cetro, está en sus manos, que Él se encuentra dirigiendo todas las cosas tras el propósito de su voluntad. Ellas afirman, no sólo que Dios creó todas las cosas, pero que Dios comanda y reina sobre toda la obra de sus manos. Ellas afirman que Dios es Él Todopoderoso, que su voluntad es irreversible, que Él es el absoluto soberano en todos los reinos de sus vastos dominios.Y de seguro que así. Sólo dos alternativas son posibles: Dios debe reinar, o ser reinado; llevar a cabo, o ser dominado por sus criaturas. Aceptar el hecho de que Él es el altísimo, el único Rey de Reyes, vestido de perfecta sabiduría e ilimitado poder y la conclusión es irresistible que Él debe ser Dios tanto en persona como en nombre."

A.W PINK.La Soberanía de Dios.lV edición (1949).



¿Qué, pues, diremos?
¿Que hay injusticia en Dios?
En ninguna manera.
Pues a Moisés dice:
Tendré misericordia
del que yo tenga misericordia,
y me compadeceré
del que yo me compadezca.
Así que no depende del que quiere,
ni del que corre,
sino de Dios que tiene misericordia.
[...]
De manera que de quien quiere,
tiene misericordia,
y al que quiere endurecer, endurece.
Pero me dirás:
¿Por qué, pues, inculpa? porque
¿quién ha resistido a su voluntad?
Mas antes, oh hombre,
¿quién eres tú,
para que alterques con Dios?
¿Dirá el vaso de barro al que lo formó:
Por qué me has hecho así?


Romanos 9:14-16, 18-20 RVR1960


Dios es quien me salva;
tengo confianza, no temo.
El Señor es mi refugio y mi fuerza,
él es mi salvador.


Isaías 12:2 DHH94PC

 
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Las Escrituras enseñan que tener fe en el evangelio, lejos de depender del hombre y de su decisión, es el resultado de la gracia predestinadora de Dios.

Desde antes de la fundación del mundo, Dios escogió a pecadores con el propósito de santificarlos y salvarlos (Efesios 1:3; Romanos 8:29; 1 Pedro 1:2; 2 Tesalonicenses 2:13); al momento de escuchar la predicación del evangelio, los escogidos responden con fe al llamado de Dios (2 Tesalonicenses 2:14; Hechos 13:48; Tito 1:1); la fe en el evangelio no es el resultado de la decisión del hombre, sino el resultado de la gracia de Dios (Hechos 18:27); cuando los escogidos, por la gracia divina, creen en el evangelio y son justificados, el Espíritu Santo los sella y el Padre los preserva hasta el día de la glorificación (Efesios 1:13-14; Juan 10:27-29; 2 Timoteo 4:18); la predestinación no depende del hombre, sino que depende de la voluntad soberana de Dios (Efesios 1:5).

Todo lo anterior expuesto es resumido por el apóstol Pablo en un solo versículo:

"Y a los que predestinó,
a estos también llamó;
y a los que llamó,
a estos también justificó;
y a los que justificó,
a estos también glorificó"
(Romanos 8:30).

A.W. Pink, teólogo, evangelista y predicador, escribió:

"Dios no sólo tiene el derecho de hacer lo que quiere con las criaturas de Sus propias manos, sino que ejerce este derecho, y en ninguna parte se ve esto más claramente que en Su gracia predestinadora. Antes de la fundación del mundo, Dios hizo una elección, una selección, una escogencia. Ante su ojo omnisciente estaba toda la raza de Adán, y de ella escogió a un pueblo y los predestinó a 'ser conformados a la imagen de su Hijo', y los 'ordenó' para vida eterna" (Pink, 2018, p. 53).

Referencia bibliográfica según normas APA 7ª edición:

Pink, A.W. (2018). La soberanía de Dios. Chapel Library.

Matías Nuñez.

@fans destacados



 
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¿Qué, pues, diremos a esto?
Si Dios es por nosotros,
¿quién contra nosotros?
El que no escatimó
ni a su propio Hijo,
sino que lo entregó
por todos nosotros,
¿cómo no nos dará también
con él todas las cosas?
¿Quién acusará a los escogidos de Dios?
Dios es el que justifica.
¿Quién es el que condenará?
Cristo es el que murió;
más aun,
el que también resucitó,
el que además está
a la diestra de Dios,
el que también intercede por nosotros.
¿Quién nos separará del amor de Cristo?
¿Tribulación, o angustia, o persecución,
o hambre, o desnudez,
o peligro, o espada?
Como está escrito:
Por causa de ti somos
muertos todo el tiempo;
Somos contados como
ovejas de matadero.
Antes, en todas estas cosas
somos más que vencedores
por medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro
de que ni la muerte,
ni la vida, ni ángeles,
ni principados, ni potestades,
ni lo presente, ni lo por venir,
ni lo alto, ni lo profundo,
ni ninguna otra cosa creada
nos podrá separar del amor de Dios,
que es en Cristo Jesús Señor nuestro.



Romanos 8:31-39 RVR1960


Dios es quien me salva;
tengo confianza, no temo.
El Señor es mi refugio y mi fuerza,
él es mi salvador.


Isaías 12:2 DHH94PC


 
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Opino que la salvación no se pierde, en base a los siguientes argumentos extraídos de varias fuentes, de las cuales, a excepción de una, no recuerdo el nombre:

«... ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?...» (Hebreos, 2:3).

Quienes sostienen que la salvación puede perderse, esgrimen este texto sin tener en cuenta el contexto en el que fue escrito.
Apelando a una buena hermenéutica, vemos que el autor de la carta a los Hebreos tiene en mente a dos grupos de creyentes: los verdaderos creyentes y los apóstatas, que intentaban regresar a los rudimentos de la ley de Moisés.
La carta a los Gálatas arroja luz suficiente sobre lo que ocurría con cierto grupo de hebreos que, habiendo salido del judaísmo, habiendo conocido el nuevo pacto y saboreado los poderes del siglo venidero, después de un tiempo volvían a observar los preceptos de la ley mosaica, y a buscar la salvación en la Torá, como hacían los judaizantes.
El autor de Hebreos sabe que los que no han nacido de nuevo van a regresar, tarde o temprano, a la ley mosaica, y que los verdaderos creyentes regenerados van a perseverar en la fe hasta el fin. De hecho, el autor de Hebreos reconoce que está hablando con palabras fuertes y persuasivas, pero también sabe que en esa congregación hay gente salvada y, por eso, consuela a los creyentes con las siguientes palabras: «Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores, y que pertenecen a la salvación, aunque hablamos así... Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma» (Hebreos, 6:9-10 y 10:39).
_____________

Fuente: Mizrraim Hernández

«Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados...» (Hebreos, 10:26).

En dicho texto, el autor de Hebreos se refiere principalmente a los cristianos judíos que han decidido que ya no vale la pena vivir el cristianismo y que han decidido volver al judaísmo. El escritor del libro de Hebreos está exhortando y animando a estos cristianos a NO volver al judaísmo. En el original griego, el verbo “pecáremos” es ἁμαρτανόντων (“apolipetai”), que se traduce “se lucha” y “omitir”, y que, al conjugarlo en el plural de la primera persona del pretérito imperfecto, se escribe “omitiéramos”.
Así pues, se traduciría: “si lucháremos en contra de Cristo”, que es otro término griego para “pecado”, pero se refiere específicamente a darle la espalda a Dios o regresar, retroceder.
También se usa en el sentido de afrenta, insulto u ofensa grave a una persona por atentar contra su dignidad, su honor, su credibilidad, etc.
El término “omitir” viene del latín “omittere” y significa “dejar de hacer algo”. Sus componentes léxicos son: el prefijo ob- (hacia, contra) y “mittere” (enviar).
Lo que el autor de Hebreos expresa realmente es que, si después de haber recibido el conocimiento de la Verdad, nos volvemos en contra del Evangelio, regresando de nuevo a la ley mosaica, entonces estaremos:
Pisoteando al Hijo de Dios, teniendo por inmunda la sangre del pacto y afrentando al Espíritu de gracia.
De ninguna manera se refiere a que, si cometemos un pecado o fallamos al Señor no podremos ser perdonados.
«Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad» (1ª Juan, 1:8-9).
 
Opino que la salvación no se pierde, en base a los siguientes argumentos extraídos de varias fuentes, de las cuales, a excepción de una, no recuerdo el nombre:

«... ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?...» (Hebreos, 2:3).

Quienes sostienen que la salvación puede perderse, esgrimen este texto sin tener en cuenta el contexto en el que fue escrito.
Apelando a una buena hermenéutica, vemos que el autor de la carta a los Hebreos tiene en mente a dos grupos de creyentes: los verdaderos creyentes y los apóstatas, que intentaban regresar a los rudimentos de la ley de Moisés.
La carta a los Gálatas arroja luz suficiente sobre lo que ocurría con cierto grupo de hebreos que, habiendo salido del judaísmo, habiendo conocido el nuevo pacto y saboreado los poderes del siglo venidero, después de un tiempo volvían a observar los preceptos de la ley mosaica, y a buscar la salvación en la Torá, como hacían los judaizantes.
El autor de Hebreos sabe que los que no han nacido de nuevo van a regresar, tarde o temprano, a la ley mosaica, y que los verdaderos creyentes regenerados van a perseverar en la fe hasta el fin. De hecho, el autor de Hebreos reconoce que está hablando con palabras fuertes y persuasivas, pero también sabe que en esa congregación hay gente salvada y, por eso, consuela a los creyentes con las siguientes palabras: «Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores, y que pertenecen a la salvación, aunque hablamos así... Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma» (Hebreos, 6:9-10 y 10:39).
_____________

Fuente: Mizrraim Hernández

«Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados...» (Hebreos, 10:26).

En dicho texto, el autor de Hebreos se refiere principalmente a los cristianos judíos que han decidido que ya no vale la pena vivir el cristianismo y que han decidido volver al judaísmo. El escritor del libro de Hebreos está exhortando y animando a estos cristianos a NO volver al judaísmo. En el original griego, el verbo “pecáremos” es ἁμαρτανόντων (“apolipetai”), que se traduce “se lucha” y “omitir”, y que, al conjugarlo en el plural de la primera persona del pretérito imperfecto, se escribe “omitiéramos”.
Así pues, se traduciría: “si lucháremos en contra de Cristo”, que es otro término griego para “pecado”, pero se refiere específicamente a darle la espalda a Dios o regresar, retroceder.
También se usa en el sentido de afrenta, insulto u ofensa grave a una persona por atentar contra su dignidad, su honor, su credibilidad, etc.
El término “omitir” viene del latín “omittere” y significa “dejar de hacer algo”. Sus componentes léxicos son: el prefijo ob- (hacia, contra) y “mittere” (enviar).
Lo que el autor de Hebreos expresa realmente es que, si después de haber recibido el conocimiento de la Verdad, nos volvemos en contra del Evangelio, regresando de nuevo a la ley mosaica, entonces estaremos:
Pisoteando al Hijo de Dios, teniendo por inmunda la sangre del pacto y afrentando al Espíritu de gracia.
De ninguna manera se refiere a que, si cometemos un pecado o fallamos al Señor no podremos ser perdonados.
«Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad» (1ª Juan, 1:8-9).
y por que crees que alguien hizo esta pregunta?

Lucas 13:23
Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo:

"Bueno, no te preocupes, si ya eres salvo, don' Worry, serás salvo al final junto con los muchos escogidos"

Por supuesto que no respondió asi, sino que dijo: ESFORZAOS a entrar por la puerta angosta, MUCHOS procurarán entrar y no podrán.

¿Que te recuerda eso de la puerta angosta? A otro pasaje que habla de un camino angosto que lleva a la vida eterna y Jesús termina diciendo ahi en ese pasaje,: "Y POCOS son los que la hallan, muy espacioso es el camino que LLEVA A LA PERDICIÓN". Mateo 7:14-14

Ese camino de perdición es debido a no abrazar la cruz, escoger SU camino estrecho, entrar por esa puerta angosta, donde cada vez los limites se estrechan.

Muchas doctrinas ni siquiera predican esto de la cruz.

¡¡¡Que tragedia!!! Van por el camino amplio.
 


¿PUEDE SER ENGAÑADO UN ESCOGIDO?

Este Tipo de preguntas suelen estar fundamentadas en Mateo 24; 24, y SI bien el contexto de ese texto es la semana setenta, periodo en el que la iglesia no estará en la tierra, aun así, la pregunta es válida, por cuanto estamos en un mundo que está bajo el maligno, y además estamos en medio de la gran apostasía final. Pues bien, teniendo esas consideraciones en perspectiva, también tenemos que considerar que hay distintos tipos de engaño. Por ejemplo, un cristiano podría llegar a ser engañado en cuanto a la verdadera naturaleza de ciertas cosas, o en cuanto a la verdadera naturaleza de ciertos individuos que se presentan como siervos de Dios. Y precisamente para no caer en ese tipo de engaños, se nos exhorta a crecer en el conocimiento de las Escrituras para ya no ser llevados como niños fluctuantes por cualquier viento de doctrina. Y para tal efecto, Dios pone al ministerio de enseñanza en su iglesia para asi equipar a los santos para la obra del ministerio (Efesios 4;11-15). De ese tipo de engaños que acabamos de mencionar los cristianos no son inmunes y muy especialmente los cristianos que no han alcanzado madurez espiritual.

Pero hay otro tipo de engaño, que tiene que ver con herejías destructoras, como por ejemplo el negar la inspiración de las Escrituras, o la Divinidad de Cristo, o la necesidad y eficacia redentora del sacrificio del Señor Jesucristo. Tal tipo de engaño que compromete la salvación misma, jamás podría darse por cuanto somos guardados por el poder de Dios mediante la fe (1 de Pedro 1;5). Fe que es sostenida por la intercesión de Nuestro Sumo Sacerdote que intercede por cada uno de aquellos que han sido unidos al cuerpo de Cristo mediante el bautismo del Espíritu Santo (1 de Corintios 12;13).
No hay engaño que nos pueda separar del amor de Cristo, pues escrito está, que ni lo presente, ni lo venir ni ninguna cosa creada nos puede separar de Cristo mediante el engaño (Romanos 8; 38-39): Y por sobre todas estas cosas está la promesa De Nuestro redentor de que sus ovejas no perecerán jamás y que no hay engaño ni falso ministro que las pueda arrebatar de su mano (Juan 10; 27-30).

Solo a Dios sea la Gloria.


 
¿PUEDE SER ENGAÑADO UN ESCOGIDO?

Este Tipo de preguntas suelen estar fundamentadas en Mateo 24; 24, y SI bien el contexto de ese texto es la semana setenta, periodo en el que la iglesia no estará en la tierra, aun así, la pregunta es válida, por cuanto estamos en un mundo que está bajo el maligno, y además estamos en medio de la gran apostasía final. Pues bien, teniendo esas consideraciones en perspectiva, también tenemos que considerar que hay distintos tipos de engaño. Por ejemplo, un cristiano podría llegar a ser engañado en cuanto a la verdadera naturaleza de ciertas cosas, o en cuanto a la verdadera naturaleza de ciertos individuos que se presentan como siervos de Dios. Y precisamente para no caer en ese tipo de engaños, se nos exhorta a crecer en el conocimiento de las Escrituras para ya no ser llevados como niños fluctuantes por cualquier viento de doctrina. Y para tal efecto, Dios pone al ministerio de enseñanza en su iglesia para asi equipar a los santos para la obra del ministerio (Efesios 4;11-15). De ese tipo de engaños que acabamos de mencionar los cristianos no son inmunes y muy especialmente los cristianos que no han alcanzado madurez espiritual.



Pero hay otro tipo de engaño, que tiene que ver con herejías destructoras, como por ejemplo el negar la inspiración de las Escrituras, o la Divinidad de Cristo, o la necesidad y eficacia redentora del sacrificio del Señor Jesucristo. Tal tipo de engaño que compromete la salvación misma, jamás podría darse por cuanto somos guardados por el poder de Dios mediante la fe (1 de Pedro 1;5). Fe que es sostenida por la intercesión de Nuestro Sumo Sacerdote que intercede por cada uno de aquellos que han sido unidos al cuerpo de Cristo mediante el bautismo del Espíritu Santo (1 de Corintios 12;13).

No hay engaño que nos pueda separar del amor de Cristo, pues escrito está, que ni lo presente, ni lo venir ni ninguna cosa creada nos puede separar de Cristo mediante el engaño (Romanos 8; 38-39): Y por sobre todas estas cosas está la promesa De Nuestro redentor de que sus ovejas no perecerán jamás y que no hay engaño ni falso ministro que las pueda arrebatar de su mano (Juan 10; 27-30).



Solo a Dios sea la Gloria.



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Salud y bendición en la paz de Cristo.

No se puede creer el testimonio de alguien que cree en contra de lo que Cristo les aseguró a sus discípulos —es decir... que cree en la mentira... demostrando que no tiene el testimonio del Espíritu Santo.

Esta persona que se cita como creible en la aportación anterior... está basando su fe y razonamiento en la mentira... pues Jesucristo claramente afirmó y aseguró a sus discípulos que estaría con ellos hasta el fin del mundo... que es cuando regresará a por los que le esperan.

Y esta persona a la que se cita como maestro de la verdad del Evangelio (no siendo esto verdad)... cree que la Iglesia no estará en la Tierra hasta el fin del mundo... como afirmó y aseguró Jesús a sus discípulos.

Por tanto... no crean... ni den crédito... a nadie que tiene su fe fundamentada en la mentira (porque eso es creer en el diablo que es el padre de la mentira)... porque ellos solamente pueden dar como fruto... el error y la apostasía... que los convierte en enemigos de Cristo... por contradecir y negar la Palabra y enseñanza de Jesucristo.

Que Dios les bendiga a todos
Paz a la gente de buena voluntad
 
Por supuesto que el hombre de Dios y hasta el profeta mismo pueden ser engañados, hay ejemplos en la escritura. Los escogidos pueden ser engañados. A eso se refiere Jesús en Mateo 24:24 cuando dice "Se levantarán falsos ungidos y falsos profetas y engañarán si es posible a un a los escogidos con sus señales y prodigios".

¿Hasta cuándo no entenderemos que Jesús basaba sus palabras en la Ley, los Salmos y los profetas como claramente él mismo lo dice en Lc 24:44?

Ezequiel 14:7 Porque cualquier hombre de la casa de Israel, y de los extranjeros que moran en Israel, que se hubiere apartado de andar en pos de mí, y hubiere puesto sus ídolos en su corazón, y establecido delante de su rostro el tropiezo de su maldad, y viniere al profeta para preguntarle por mí,
yo Jehová le responderé por mí mismo; 8 y pondré mi rostro contra aquel hombre, y le pondré por señal y por escarmiento, y lo cortaré de en medio de mi pueblo; y sabréis que yo soy Jehová. 9 Y cuando el profeta fuere engañado y hablare palabra, yo Jehová engañé al tal profeta; y extenderé mi mano contra él, y lo destruiré de en medio de mi pueblo Israel. 10 Y llevarán ambos el castigo de su maldad; como la maldad del que consultare, así será la maldad del profeta,

El Señor mismo se va a encargar de engañar a los escogidos de su pueblo sea judío o extranjero por haberse apartado de andar en pos de él y como dice el contexto de Ezequiel 14, por tener ídolos en su corazón.
 
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