Si las palabras de Jesús referentes al destino de los inicuos han de tomarse literalmente, ¿no es sumamente extraño que, aunque la Biblia nos dice que Dios creó el cielo y la Tierra, nada dice de que él haya creado un lugar de tormento eterno, ni un purgatorio, en cuanto a eso? ¿Cuándo fue creado el infierno? ¿Antes que hubiese pecado alguna criatura de Dios, o solo después de eso?
Ricardo ¿cómo hemos de entender las palabras de Jesús en apoyo del tormento eterno para los inicuos? Como metáforas, lo que realmente deben ser al considerarlas en su contexto. Cuando Jesús hablo de arrancarse un ojo o cortarse un pie o una mano, ¿quiso decir literalmente que mutiláramos criminalmente nuestro propio cuerpo, y que entonces moraríamos por toda la eternidad en el cielo con solo un ojo, una mano, un pie? ¡Por supuesto que no! Puesto que estas palabras han de entenderse figuradamente, o como símbolos, de igual modo han de serlo las referencias de Jesús al gusano que no muere y al fuego que no se apaga. Lo mismo aplica a su parábola de ovejas y cabras. Tal como no se refería a ovejas y cabras literales sino a personas semejantes a cabras u ovejas, de igual modo no se refería al fuego literal sino a una destrucción completa como por fuego.
La enseñanza religiosa falsa de que el tormento eterno es el destino de los inicuos blasfema contra Dios y hace que se aparten de él personas sinceras. Pero la verdad lo honra y demuestra que es sabio, justo y amoroso. Los que aman y obedecen a Dios recibirán sus dones, el principal de los cuales es la vida. Los que no lo hacen, los inicuos, estarán extintos, sin vida.
En esta era sideral Dios nuevamente está poniendo ante la humanidad las alternativas de vida y muerte. El cumplimiento de la profecía bíblica muestra que estamos viviendo en los días que Jesús asemejó a los días de Noé. Tal como Noé y su familia sobrevivieron al Diluvio por conocer y hacer la voluntad de Dios, igualmente hoy en día solo los que conocen y hacen la voluntad de Dios sobrevivirán la inminente destrucción del Armagedón. SALUDOS