Se ha enseñado ampliamente que la salvación nunca se lograba por las obras, sino solamente por la fe, pero esta doctrina es incorrecta, porque las Escrituras tienen mucho más que decir sobre el tema. Sólo cuando buscamos armonizar TODO lo que las Escrituras dicen sobre este tema, podemos llegar a entender la verdad. Primero, veremos los muchos pasajes que dan testimonio que la justificación (la salvación) no era por obras:
Romanos 3:20 (RV1909)
Porque por las obras de la ley ninguna carne se justificará delante de él; porque por la ley es el conocimiento del pecado.
Romanos 3:28 (RV1909)
Así que, concluímos ser el hombre justificado por fe sin las obras de la ley.
Gálatas 2:16 (RV1909)
Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para que fuésemos justificados por la fe de Cristo, y no por las obras de la ley; por cuanto por las obras de la ley ninguna carne será justificada.
Efesios 2:8–9 (RV1909)
Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios: 9 No por obras, para que nadie se gloríe.
Entonces, con tantos pasajes bíblicos que dejan muy en claro que la salvación no era por obras, ¿cómo podría alguien siquiera sugerir que la salvación (la justificación) SÍ ES por obras y no solo por fe? La respuesta la encontramos cuando analizamos este versículo:
Santiago 2:24 (RV1909)
Vosotros veis, pues, que el hombre ES justificado por las obras, y NO solamente por la fe.
La palabra de Dios no nos permite a escoger algunos pasajes como siendo mas importante que otro pasajes. Y hay varios teologos que opinan que el libro de Santiago no debe de pertenecer a las escrituras por lo que directamente dice lo contrario que el resto de la biblia segun la justificación. Y sin duda, cuando miramos ese versículo tal como está escrito, nos rascamos la cabeza para armonizarlo con el resto de la biblia. Pero podemos estar seguro que el libro de santiago sí es la palabra de Dios y Dios siempre escribe Su palabra para tropezar a los que no quieren escudriñar su palabra cuidadosamente.
Es más, cuando miramos al contexto de Santiago, las cosas se empeoran para los que creen que la justificación era solamente por la fe, porque Dios provee 2 ejemplos de 2 personas cuales fueron justificados por obras para que entendamos lo que el quiere decir.
Santiago 2:21–22 (RV1909)
¿No fué justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? 22 ¿No ves que la fe obró con sus obras, y que la fe fué perfecta por las obras?
Santiago 2:25 (RV1909)
Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fué justificada por obras, cuando recibió los mensajeros, y los echó fuera por otro camino?
No sólo estas escrituras anteriores parecen hablar en contra de la justificación por la fe solamente, sino que el libro de Santiago va aún más allá al decirnos (en forma de pregunta) que la fe sola no puede salvar.
Santiago 2:14 (RV1909)
Hermanos míos, ¿qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
La respuesta es nó, fe sola no pudo salvar a nadie, porque sin las obras la fe está muerta. Entonces, ¿como resolvemos esta contradicción aparente? Al mirar más de cerca estas escrituras que la simple interpretación literal del texto, notaremos una consistencia: Dios no siempre nos da toda la información que necesitamos en una o dos escrituras, sino que requiere que juntemos toda la información relevante entre la biblia. Otra cosa que notamos es que el lector, siendo de mente natural, quizas de modo subconsciente, tiene el hábito de pensar que siempre el enfoque de las escrituras es sobre él mismo. Y aquí encontramos el gran error. Si miramos mas cerca, veremos que Dios, muchas veces, no habla especificamente de quien El se refiere. Y esto resulta en el lector asumiendo una cosa u otra, sin primero examinar TODO lo que dice la biblia.
La armonización se encuentra cuando entendemos que el texto no siempre está hablando del hombre. Pero muchas veces está hablando de Cristo. Entonces, cuando la biblia dice que no somos justificados por obras, sino solamente por la fe. Tenemos que tomar toda la biblia en cuenta y entender que el hombre pecador NO ES justificado por sus propias obras de justicia, sino por la fe, pero no su propia fe, sino la fe DE Cristo. Y el libro de Tito confirma esto.
Tito 3:5 (RV1909)
No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo;
Entonces, en el libro de Santiago no hay contradición, sino clarificación del tema sobre la justificación por obras. Santiago 2:14 nos afirma que la fe sin las obras no puede salvar. Esto significa que la fe sin las obras es fe muerta y no vale para nada. Pero ya sabemos que no somos salvos por nuestras propias obras, ni por nuestra propia fe. Pero sí somos salvos por la fe DE Jesucristo junto con SUS obras en morir por su pueblo. Por eso dice Cristo:
Santiago 2:18 (RV1909)
Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras: muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
Jesus es el unico que pudo justificar por su fe con sus obras. Ningun ser humano puede decir que el se justificó por su propia fe, porque su fe sin obras es fe muerta y nunca salvó a nadie. Por eso la fe y las obras solamente podrían ser de Cristo. Y para confundir aún más al lector casual, Dios dió los 2 ejemplos de Abraham y Rahab. Pero cuando lo escudriñamos, podemos ver que Dios no está diciendo que fueron justificados por sus propias obras, pero dice que ya eran justificados por las obras de Cristo CUANDO hicieron (y no POR HACER) tal y tal. Es decir que Abraham fue justificado por obras (de Cristo) o salvo, CUANDO ofreció a su hijo, pero muchos lo interpretan como decir que Abraham fue justificado por obras POR ofreció a su hijo. Y eso no lo dice la bibila.
El que ejerce la fe también tiene que ejercer la obra en favor de su propia fe para que ésta tenga algún efecto, de lo contrario su fe está muerta por sí sola. Por lo tanto, era imposible que la fe que condujo a la salvación (justificación), haya sido la fe de los hombres EN Cristo, pues tendría que haber estado acompañada de sus propias obras), y nadie se salva por sus obras. Pero tenía que ser (y fue) la fe DE Cristo, acompañada de Sus propias obras, la que trajo la justificación a su pueblo. Y de esta manera, tenemos armonía entre todas las escrituras en este tema.
Hebreos 4:3 (RV1909)
Empero entramos en el reposo los que hemos creído, de la manera que dijo: Como juré en mi ira, No entrarán en mi reposo: aun acabadas las obras desde el principio del mundo.
Romanos 3:20 (RV1909)
Porque por las obras de la ley ninguna carne se justificará delante de él; porque por la ley es el conocimiento del pecado.
Romanos 3:28 (RV1909)
Así que, concluímos ser el hombre justificado por fe sin las obras de la ley.
Gálatas 2:16 (RV1909)
Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para que fuésemos justificados por la fe de Cristo, y no por las obras de la ley; por cuanto por las obras de la ley ninguna carne será justificada.
Efesios 2:8–9 (RV1909)
Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios: 9 No por obras, para que nadie se gloríe.
Entonces, con tantos pasajes bíblicos que dejan muy en claro que la salvación no era por obras, ¿cómo podría alguien siquiera sugerir que la salvación (la justificación) SÍ ES por obras y no solo por fe? La respuesta la encontramos cuando analizamos este versículo:
Santiago 2:24 (RV1909)
Vosotros veis, pues, que el hombre ES justificado por las obras, y NO solamente por la fe.
La palabra de Dios no nos permite a escoger algunos pasajes como siendo mas importante que otro pasajes. Y hay varios teologos que opinan que el libro de Santiago no debe de pertenecer a las escrituras por lo que directamente dice lo contrario que el resto de la biblia segun la justificación. Y sin duda, cuando miramos ese versículo tal como está escrito, nos rascamos la cabeza para armonizarlo con el resto de la biblia. Pero podemos estar seguro que el libro de santiago sí es la palabra de Dios y Dios siempre escribe Su palabra para tropezar a los que no quieren escudriñar su palabra cuidadosamente.
Es más, cuando miramos al contexto de Santiago, las cosas se empeoran para los que creen que la justificación era solamente por la fe, porque Dios provee 2 ejemplos de 2 personas cuales fueron justificados por obras para que entendamos lo que el quiere decir.
Santiago 2:21–22 (RV1909)
¿No fué justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? 22 ¿No ves que la fe obró con sus obras, y que la fe fué perfecta por las obras?
Santiago 2:25 (RV1909)
Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fué justificada por obras, cuando recibió los mensajeros, y los echó fuera por otro camino?
No sólo estas escrituras anteriores parecen hablar en contra de la justificación por la fe solamente, sino que el libro de Santiago va aún más allá al decirnos (en forma de pregunta) que la fe sola no puede salvar.
Santiago 2:14 (RV1909)
Hermanos míos, ¿qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?
La respuesta es nó, fe sola no pudo salvar a nadie, porque sin las obras la fe está muerta. Entonces, ¿como resolvemos esta contradicción aparente? Al mirar más de cerca estas escrituras que la simple interpretación literal del texto, notaremos una consistencia: Dios no siempre nos da toda la información que necesitamos en una o dos escrituras, sino que requiere que juntemos toda la información relevante entre la biblia. Otra cosa que notamos es que el lector, siendo de mente natural, quizas de modo subconsciente, tiene el hábito de pensar que siempre el enfoque de las escrituras es sobre él mismo. Y aquí encontramos el gran error. Si miramos mas cerca, veremos que Dios, muchas veces, no habla especificamente de quien El se refiere. Y esto resulta en el lector asumiendo una cosa u otra, sin primero examinar TODO lo que dice la biblia.
La armonización se encuentra cuando entendemos que el texto no siempre está hablando del hombre. Pero muchas veces está hablando de Cristo. Entonces, cuando la biblia dice que no somos justificados por obras, sino solamente por la fe. Tenemos que tomar toda la biblia en cuenta y entender que el hombre pecador NO ES justificado por sus propias obras de justicia, sino por la fe, pero no su propia fe, sino la fe DE Cristo. Y el libro de Tito confirma esto.
Tito 3:5 (RV1909)
No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo;
Entonces, en el libro de Santiago no hay contradición, sino clarificación del tema sobre la justificación por obras. Santiago 2:14 nos afirma que la fe sin las obras no puede salvar. Esto significa que la fe sin las obras es fe muerta y no vale para nada. Pero ya sabemos que no somos salvos por nuestras propias obras, ni por nuestra propia fe. Pero sí somos salvos por la fe DE Jesucristo junto con SUS obras en morir por su pueblo. Por eso dice Cristo:
Santiago 2:18 (RV1909)
Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras: muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
Jesus es el unico que pudo justificar por su fe con sus obras. Ningun ser humano puede decir que el se justificó por su propia fe, porque su fe sin obras es fe muerta y nunca salvó a nadie. Por eso la fe y las obras solamente podrían ser de Cristo. Y para confundir aún más al lector casual, Dios dió los 2 ejemplos de Abraham y Rahab. Pero cuando lo escudriñamos, podemos ver que Dios no está diciendo que fueron justificados por sus propias obras, pero dice que ya eran justificados por las obras de Cristo CUANDO hicieron (y no POR HACER) tal y tal. Es decir que Abraham fue justificado por obras (de Cristo) o salvo, CUANDO ofreció a su hijo, pero muchos lo interpretan como decir que Abraham fue justificado por obras POR ofreció a su hijo. Y eso no lo dice la bibila.
El que ejerce la fe también tiene que ejercer la obra en favor de su propia fe para que ésta tenga algún efecto, de lo contrario su fe está muerta por sí sola. Por lo tanto, era imposible que la fe que condujo a la salvación (justificación), haya sido la fe de los hombres EN Cristo, pues tendría que haber estado acompañada de sus propias obras), y nadie se salva por sus obras. Pero tenía que ser (y fue) la fe DE Cristo, acompañada de Sus propias obras, la que trajo la justificación a su pueblo. Y de esta manera, tenemos armonía entre todas las escrituras en este tema.
Hebreos 4:3 (RV1909)
Empero entramos en el reposo los que hemos creído, de la manera que dijo: Como juré en mi ira, No entrarán en mi reposo: aun acabadas las obras desde el principio del mundo.