LA PRETENDIDA UNIDAD CATÓLICA

Tobi

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21 Noviembre 2000
16.179
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LA PRETENDIDA UNIDAD CATÓLICA.

La mayoría, por no decir todos, los católico en nuestros foros nos acusa de que los protestantes estamos divididos en multitud de sectas y en cambio ellos están unidos en una sola Iglesia. Tienen una sola IGLESIA y todos las mismas creencias. ¿Es cierto eso?
Hagamos un repaso a esta pretendida realidad.

Dicen creer en la Iglesia y en sus enseñanzas. Pero aparecen voces que afirman no creer en dicha Iglesia. Veamos lo que afirma,
José l. GONZÁLEZ FAUS
Jesuita
Profesor en la Facultad de Teología de Cataluña Barcelona

"……el problema, que seria tan actual, de creer «a la Iglesia», ni siquiera se lo plantean los credos porque para ellos la Iglesia no es la institución eclesiástica ni la jerarquía, sino el pueblo santo de Dios. El cual necesita, por supuesto, unos ministerios y una mínima institucionalización, pero no que éstos suplanten al pueblo.
La Iglesia es el sujeto del credo, y no tendría sentido decir que se cree a sí misma".

He aquí un concepto de iglesia que no sigue la mayoría de católicos y por supuesto la Jerarquía de la misma.
El clamor muy significativo de “iglesia si Jerarquía no” alcanza cotas más que significativas. Asociaciones de teólogos están clamando por una REFORMA que va más allá de la que pretendió Lutero, pero no se atreven a excomulgarles. Ellos afirman que también son IGLESIA. Afirman, como González Faus “El cual necesita, por supuesto, unos ministerios y una mínima institucionalización, pero no que éstos suplanten al pueblo”. Que el Vaticano y la Jerarquía suplanta al pueblo lo evidencian estos teólogos que no son ni escuchados ni tenidos en cuenta. Lo que dicen los que defienden al Vaticano es que éstos han dejado de ser católicos. ¿Por qué han dejado de ser católicos? ¿Por qué no creen en la iglesia Romana? Ninguno de los antiguos Credos afirman que la iglesia sea objeto de fe o de creer. La Iglesia debe creer en Dios y en Jesucristo y no creer en misma.

Vayamos ahora al pueblo llano: ¿Qué es lo que creen?
Aquí la variedad es tan amplia que difícilmente encontraremos a dos que opinen de la misma manera. Lo más común es la respuesta de que creen en Dios y no en los curas. Si les preguntáis sobre el purgatorio, la asunción de María, la confesión auricular o la infalibilidad del papa os encontrareis con respuestas incluso cómicas.
No hay más que hacer la prueba.
Si les preguntáis el por que bautizaron a sus hijos muchos responden que fue para imponerles un nombre, otros que es una costumbre y para celebrar una fiesta. En cuanto a la primera comunión es también por motivo de fiesta en la que los niños reciben buenos regalos.

Las diferencias dejan en pañales a nuestras pretendidas divisiones, puesto que, en lo esencial, todos creemos lo mismo.

Así, pues, la pretendida unidad católica solo existe en la mente de los que dicen creer en la Iglesia convirtiéndola en objeto de fe, cuando el objeto de fe no es la iglesia, sino Dios y su Cristo.
Bendiciones.
 
González Faus es, junto a Tamayo Acosta y Miret Magdalena, el representantes de una corriente teológica que ha sido censurada tajantemente por el Magisterio católico. Pero además de eso, se puede afirmar con alegría que ya son unos fósiles que no van a tener continuación alguna debido a que no dejan herederos.
No son católicos sino protestantes liberales que no han tenido la valentía moral de abandonar por su propio pie la Iglesia Católica, entre otras cosas porque de haber hecho eso, se habrían quedado sin la cobertura mediática que les dan los medios anticlericales de este país.
Esa gente, esos teólogos, esos que dicen que "somos Iglesia", se han aliado muy recientemente con pro-abortistas y con los que piden que la Iglesia acepte el matrimonio de homosexuales para pedir un nuevo concilio.
Tomarles como referentes para negar la unidad de la Iglesia Católica viene a ser lo mismo que tomar a los Testigos de Jehová como referentes de lo que significa el protestantismo.
 
Originalmente enviado por: Luis Fernando
González Faus es, junto a Tamayo Acosta y Miret Magdalena, el representantes de una corriente teológica que ha sido censurada tajantemente por el Magisterio católico. Pero además de eso, se puede afirmar con alegría que ya son unos fósiles que no van a tener continuación alguna debido a que no dejan herederos.
No son católicos sino protestantes liberales que no han tenido la valentía moral de abandonar por su propio pie la Iglesia Católica, entre otras cosas porque de haber hecho eso, se habrían quedado sin la cobertura mediática que les dan los medios anticlericales de este país.
Esa gente, esos teólogos, esos que dicen que "somos Iglesia", se han aliado muy recientemente con pro-abortistas y con los que piden que la Iglesia acepte el matrimonio de homosexuales para pedir un nuevo concilio.
Tomarles como referentes para negar la unidad de la Iglesia Católica viene a ser lo mismo que tomar a los Testigos de Jehová como referentes de lo que significa el protestantismo.

Luis, puedes decir cuanto quieras, pero ahí estan. Decir que son protestantes liberales no deja de ser una afirmación de tu propio peculio, pero no es una realidad. Además, a mi no me importa con quienes se hayan aliado, sino que son tan católicos como lo es Luis Fernando. Militan en la misma Institución y aseguran que son iglesia. Hasta ahora nadie les ha desmentido esta filiación. Mientras no sean excomulgados clara y oficialmente son lo que dicen ser y no lo que tu dices que son.
Voy a adjuntarte todo los que dice y en que se fundamentan las afirmaciones de González Faus.
Te invito a rebatirlo.
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«Creo en la Iglesia»
¿Podemos creer en la Iglesia?

José I. GONZÁLEZ FAUS
Jesuita
Profesor en la
Facultad de Teología de Cataluña
Barcelona
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Tobi
Dime Luis. De ser lo que tu dices que es. ¿Sería, a la vez profesor de la Facultad de Teología de Cataluña?
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«La santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados...» (Credo romano). «Y una sola Iglesia santa, católica y apostólica...» (Credo niceno constantinopolitano).

Se puede responder de tres maneras a la pregunta del título:
a) Con respuesta de concurso televisivo o de exámenes de MIR o de selectividad: No.
b) Con respuesta de catecismo: No, Padre, ni podemos ni debemos.
c) Con respuesta creyente que intenta elaborarse con seriedad: no podemos creer en la Iglesia, pero sí debemos creer eclesialmente.

En este artículo, naturalmente, hemos de desarrollar la tercera respuesta. Pero para ello habremos de comenzar metiéndonos un poquito por los datos de la formación de los credos.

1. Credos sin Iglesia

En los primeros esbozos de credos no aparece la Iglesia: «Encontramos muy pocas menciones de la Iglesia y de la vida eclesial durante la prehistoria del Símbolo, antes de la Epístola de los apóstoles»1 (hacia el 170), que es el primer credo que trae el Denzinger (cf. DS 1).

La razón de esta ausencia es clara: creer, lo que se dice creer, «sólo se puede en Dios».
Y sería mejor traducir creer «hacia Dios», como haremos a lo largo de este artículo, aunque sea violentando el castellano. Porque creer es un movimiento que va más allá de la fórmula: según la conocida enseñanza de santo Tomás, «el acto de fe no termina en un enunciado, sino en una realidad»: la Realidad del Dios-Comunión. Creer es como una «salida de sí hacia el Padre, hacia el Hijo y hacia el Espíritu Santo». Lo demás pueden ser creencias, pero no es fe.

2. Nuestros dos credos

Hacia el siglo II comienza a entrar la Iglesia en los credos. El cristiano «de antes» sabía por lo menos que hay un credo largo (el de la Misa, sobre todo de las misas «cantadas») y un credo corto (el del catecismo).

Añadiendo algo más de información útil, podemos decir que el segundo es el llamado credo «romano», que se encuentra ya germinalmente en la Tradición Apostólica de Hipólito, de fines del siglo II, aunque allí está en forma de preguntas2. Ese credo queda prácticamente constituido en el siglo IV, aunque hacia el siglo VIII se le añade una o dos frases (la comunión de los santos y el descenso a los infiernos).

El otro credo (el largo) es también el fin de un proceso que, según el concilio de Calcedonia, quedó concluido el 381, en el concilio de Constantinopla3. En Oriente entró casi en seguida en la liturgia. En Occidente pasó a la liturgia hacia el siglo VI. y más tarde dio lugar a todos los líos del añadido del «filioque».

Cualquiera percibe en seguida que el credo occidental es más breve y más sobrio, mientras que el oriental es más largo, quizá también más rico, pero ya cargado de algunas expresiones filosóficas no fáciles de entender. Quizá por eso, y por los orígenes vitales y no meramente geográficos de ambos credos (es decir: una fórmula bautismal y una declaración conciliar), se decía antiguamente que el primero es un credo para fieles, y el otro un credo para obispos.

Y ahora que tenemos situados nuestros dos credos, es hora de pasar a la Iglesia.

3. Dios si, Iglesia no

CREER-EN: Pues bien, en esa concepción de la fe como movimiento dinámico hacia el Dios que es Comunión Absoluta (y que tratan de reflejar los credos), nunca aparece la Iglesia como objeto de fe. El latín y el griego tienen para ello un recurso lingüístico del que carece el castellano: la proposición «in» con acusativo (credo in Deum), que se contradistingue del ablativo (credo in Deo) y del acusativo sin preposición (credo Deum). El castellano sólo conoce la fórmula «creo en», sin distinción de casos ni preposiciones. Con ello confunde la fe con la creencia, y puede dar la impresión de que es prácticamente lo mismo «creer en Dios» que creer «en OVNIS».

¿Cómo aparece entonces la iglesia? Un recorrido minucioso por los credos primitivos daría este balance sobre la presencia de la Iglesia en ellos:

a) El acusativo sin preposición («credo in Deum», pero «credo ecclesiam»), que equivale a aceptar que la Iglesia existe, como se profesa que existe «un bautismo para el perdón de los pecados»4.

b) El acusativo con preposición, pero sin la proposición «y». Por tanto, vinculado no al verbo «creo», sino al «Espíritu Santo». Creo hacia el Padre y hacia el Hijo y hacia el Espíritu Santo (que trabaja) a la Iglesia, para el perdón, para la comunión de los santos y para la vida eterna.

c) La fe hacia Dios Padre, Hijo y Espíritu, pero marcando que esa fe acontece «en la Iglesia»s. La Iglesia designa aquí un ámbito de fe, no un objeto de fe. Es decir, que la fe en el Dios cristiano es necesariamente eclesial; que creer en la Comunión Absoluta nos constituye en Iglesia. Retomaremos este punto al final.

Y una última observación: el problema, que seria tan actual, de creer «a la Iglesia», ni siquiera se lo plantean los credos porque para ellos la Iglesia no es la institución eclesiástica ni la jerarquía, sino el pueblo santo de Dios. El cual necesita, por supuesto, unos ministerios y una mínima institucionalización, pero no que éstos suplanten al pueblo.
La Iglesia es el sujeto del credo, y no tendría sentido decir que se cree a sí misma.

Repito que éste es un balance algo simplificado (aunque creo que bastante exacto) de una complicadísima cuestión documental. Por eso ahora—más allá de los datos positivos—nos interesa encontrar su fundamentación teológica.

4. ¿Por qué no podemos creer en la Iglesia?

Dada la pobreza del castellano en este punto, se me permitirá que en este apartado recurra al latín (por otro lado, bien inteligible) para citar el creer «in ecclesiam» o el creer «ecclesiam» o «in ecclesia».

Hecha esta anotación, vamos a mostrar que toda la teología clásica explica el credo en el sentido arriba dicho, más allá de las obscuridades documentales. Para comenzar con el testimonio más autorizado, aunque no el más antiguo, demos la palabra a santo Tomás:

«Se podrÍa decir 'credo in ecclesiam' si se entiende refiriéndolo al Espíritu
Santo que santifica a la Iglesia. Pero es mejor conservar el uso común y
decir simplemente: 'la santa Iglesia', sin la preposición in, tal como dice el
papa san León» (2. 2ae, I, 9, ad 5).

Mucho antes que él, hacia el siglo IX, Pascasio Radbert había escrito:

«No digamos: 'creo en la santa Iglesia' (in ecclesiam), sino que,
suprimiendo la sílaba 'en', digamos: 'creo que existe la santa Iglesia', como creo que existe la vida eterna. De otro modo, parecería que creemos en el hombre, lo cual es ilícito. Nosotros creemos sólo en Dios y en su única Majestad» (PL 120, 1402. 1404).

Fijémonos en la razón aducida: creer en la Iglesia sería creer en algo humano; sería, por tanto, idolatría. La misma razón había dado ya Fausto de Rietz hacia el siglo v:

«Quien cree in ecclesiam cree en un hombre: pues no fue formado el
hombre por la Iglesia, sino la Iglesia formada por hombres. Aparta, pues, de ti esa persuasión blasfema de pensar que debes creer en alguna creatura
humana (in aliquam humanam creaturam)» (PL 62, 11).

El florilegio sería inacabable. Lo cerraré con dos testimonios de la más proverbial ortodoxia: el cardenal Torquemada (hacia 1448) y el catecismo del Concilio de Trento, un siglo más tarde.

Torquemada polemiza contra algunos que en el concilio de Basilea inclinaban la rodilla al mencionar a la Iglesia en el Credo, tal como se hacía antes a las palabras «y se hizo hombre». Y les dice:

«El Concilio no nos mandó creer en algo que no sea Dios, porque esto
sería idolatría y no fe: pues aquello hacia lo que creemos (in quod...)
designa el término final de nuestra fe» (Summa de Ecclesia, 1. I, c. 20).

Y de una claridad meridiana es el catecismo del Concilio de Trento, con el que cerraremos este rápido repaso:

«Hay que creer (que existe) la Iglesia, pero no creer in ecclesiam. Pues
en las personas de la Trinidad creemos de tal manera que ponemos en ellas toda nuestra fe. Y luego cambiamos el modo de hablar y decimos 'la santa iglesia' y no 'in sanctam ecclesiam' para, con estos lenguajes diversos, distinguir al Dios Creador de las creaturas» (Parte I, cap. 10, n. 23).

Es, pues, legítimo concluir con una síntesis magistral de san Ildefonso, que nos dará el paso al apartado siguiente: «Creemos hacia Dios (in Deum) y creemos que existe su santa Iglesia. Pero no creemos en la Iglesia como en Dios, pues la Iglesia no es Dios. Creemos hacia Dios de una manera única y, como consecuencia de esa fe, creemos que existe la Iglesia»6.

La enseñanza es tan clara, y la cuestión tan seria, que no me parece impropio cerrar este apartado pidiendo a los responsables de nuestra Iglesia que se haga un cambio en la traducción de nuestros credos, para no convertir en idólatras sumisos a nuestros pobres fieles obedientes. En su versión original, nuestros dos credos dicen: «credo in Spiritum sanctum, sanctam ecclesiam» (sin preposición) para el credo romano. Y «et in Spiritum Sanctum... et unam (también sin preposición), sanctam, catholicam et apostolicam ecclesiam»7. Es muy de desear, por tanto, que devolvamos a nuestra profesión de fe su sentido verdadero.

5. Creer eclesialmente

Si se me permite todavía una cita, valga ésta de san Pedro Crisólogo, que nos introducirá en el tema de este apartado: «cree hacia Dios (in Deum) aquel que, en su movimiento hacia Dios, confiesa la santa Iglesia» (PL 52, 360C).

Es decir: creer es entrar en contacto o tender hacia el Misterio Santo, que es Comunión plena y total y que implica la ausencia de pecado y la vida eterna. La Iglesia es como el «sacramento de esa comunión» (LG 1,1) producido por la misma fe.

Por tanto, la fe no es fe en la Iglesia; pero la fe es necesariamente eclesial. La Iglesia no es ni puede ser objeto de fe. Sólo Dios es objeto de fe. Pero la fe en el Dios Trinitario es necesariamente comunitaria. La Iglesia entra en la fe, y en el credo, no para designar el término, sino el modo de la fe. Porque creer en un Dios que es Comunión Absoluta, sólo puede hacerse en comunión. O, si se prefiere, no se cree en la Iglesia, porque es la Iglesia la que cree.

El grito aquel, «Jesús sí, Iglesia no», podía tener su sentido, como hemos dicho, quizá como reacción de defensa contra una jerarquía que a veces da la sensación de pedirnos que creamos en ella como en Dios. Pero resultaba absolutamente fatuo si lo que pretendía era abogar por una fe meramente individual, «a la carta», en la que uno intenta creer sin vinculación con lo que creen los otros, igual que uno va al mercado o al restaurante sin
estar comprometido por lo que solicitan otros. Una fe así estaría terriblemente amenazada de no ser fe en el Misterio que es Comunión Absoluta, sino proyección de deseos individuales.

Pero también: esa Iglesia que entra en el Credo no es ni la jerarquía ni lo que hoy hemos dado en llamar «Iglesia institución» (por muy necesarias y respetables que sean ambas): la Iglesia que entra en el credo es la Iglesia-comunión. Ésa es la Iglesia «santa». Porque creer en un Dios que es Comunión Absoluta no puede hacerse sino en forma de comunión.

Por eso los credos romanos alinean muy bien la santa Iglesia y la comunión de los santos. Porque, en la medida en que la estructura del acto de fe es la de «salir de sí hacia Dios», esa salida de sí convierte la existencia creyente en comunión: los otros no pueden estar ni ser ajenos a mi fe.

Y si aceptamos como más primaria la versión en neutro de la «communio sanctorum» propuesta por Zahn (comunión de «las cosas santas», o comunión de Lo Santo), al creer que «Lo Santo» es comunión (y no meramente ser o poder) estamos nosotros entrando en esa comunión, estamos anticipándola y poniendo en acto la comunitariedad de la fe. Por
eso en el credo, al lado de la Iglesia y la comunión de Lo Santo siguen inevitablemente el perdón de los pecados8 y la vida «eterna»: la vida en plenitud de comunión9.

O, si lo preferimos con la versión de los credos orientales: porque creemos hacia Dios Padre, Hijo y Espíritu, profesamos que existe la Iglesia, como profesamos que hay un bautismo para el perdón de los pecados. O con las otras versiones aludidas antes: profesamos que el Espíritu Santo (el «Dador de Vida que habló por los profetas y que es adorado y glorificado con el Padre y el Hijo») está trabajando el mundo entero hacia esa
configuración que es la comunión plena por el perdón total y la vida eterna, y de la que la Iglesia es símbolo y señal. Da lo mismo. Creemos que el Espíritu Santo trabaja a la Iglesia para convertirla en comunidad de fe, esperanza y amor, que anticipa la meta definitiva.

Y si hubiese de quedarme con una de las tres (que son inseparables), me quedaría en este caso con la esperanza, y definiría a la Iglesia del credo como «comunión de los que esperan», resultado de la fe hacia Dios Padre, Hijo y Espíritu. Pues, como escribía san Pablo a los romanos: estamos salvados sólo en esperanza, pero en una esperanza que no defrauda10'.

Lo que hemos expresado aquí desde la estructura trinitaria del credo, podría expresarse también desde la cristología: lo original de la Resurrección de Jesús es que no se limita a ser la reivindicación particular de un justo o de un mártir, sino que esa reivindicación hecha por Dios a Jesús posee lo que Hünermann llama «una universalidad escatológica», de la que brotan «la misión evangelizadora de los discípulos y la constitución de las comunidades»11. Creer en el Resucitado (o «verle») es creer y experimentar la resurrección universal.
En conclusión: la Iglesia no es objeto, ni término, ni contenido de la fe. Es una dimensión intrínseca de la fe, una modalidad de la fe en el Dios Amor. No hará falta precisar hasta qué punto esto es, además de un don, una profunda exigencia para la Iglesia.
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Apéndice
Por lo que hemos dicho en los dos primeros apartados, puede percibirse que, durante el primer milenio del cristianismo, los credos (sobre todo en Occidente) no han sido fórmulas fijas e intocables. Incluso, a pesar de la prohibición conciliar de no añadir nada al credo oriental, en Occidente se le añadió el «filioque», del que cabe decir que era conveniente en
su contenido, aunque se hizo sin respetar las reglas establecidas (procedimiento del que Roma se ha valido demasiadas veces desde que los papas tienen poder temporal). Ello acabó de encrespar a los orientales contra Roma. Pero este punto no importa ahora.

Lo que quisiera sugerir en este apéndice es la conveniencia de que los credos no sean sólo fórmulas fijas. No hay que dejar de recitar el símbolo niceno, porque nos une con una larga serie de creyentes que han venido proclamándolo durante más de quince siglos. Pero no sería bueno recitar sólo ese credo, porque es elemental que cualquier creyente tiene derecho a entender su propia profesión de fe. Nuestros buenos cristianos repiten: «Dios de Dios, luz de luz... de la misma naturaleza que el Padre», sin entender lo que dicen ni por qué lo dicen.

Y tiene poco sentido recitar hoy una profesión de fe antiarriana cuando, a lo mejor, lo que más necesitaríamos sería, por ejemplo, una profesión de fe anticapitalista, pongo por caso.

La alternancia entre el símbolo antiguo y algunas reformulaciones modernas expresaría que la catolicidad de la Iglesia es a la vez diacrónica y sincrónica. Entendiendo «catolicidad» en su sentido más primario: como la unidad del Espíritu en lo plural y diverso, tal como la expresa 1 Cor 12,4ss. y Rom 12,3ss.

En este sentido, quisiera concluir el presente artículo reproduciendo un credo que se reza algunos domingos en alguna iglesia de Barcelona, alternándolo con el clásico. En realidad, no introduce novedades, sino que pretende ser una retraducción parafraseada del símbolo niceno-constantinopolitano, cuyo esquema mantiene con fidelidad. De esta
manera, la gente se siente mejor expresada y entiende mejor lo que dice cuando recita el credo «clásico». Aquí va, pues, su texto para concluir:

«Creemos en un solo Dios, Padre que está fuera del tiempo y Origen de
todo, que ha puesto en marcha esta historia para que seamos hijos suyos y
hermanos entre nosotros.

Creemos en un solo Señor: Jesús, el Mesías. Hijo único del Padre;
transparencia y calco del mismo Dios. Que por nosotros los hombres y para nuestra salvación, abandonó su condición divina, nació de mujer por el Amor de Dios, se hizo uno de nosotros, anunció la Misericordia del Padre, denunció el egoísmo del hombre y sanó las heridas del Mal.

Por vivir así, fue condenado a morir por los poderosos, en tiempos de
Poncio Pilato; y gustó el dolor, la injusticia, la muerte y el abandono de Dios. Pero Dios lo resucitó cumpliendo las Escrituras, y hoy vive con la vida misma del Padre. Y volverá a estar presente al fin de los tiempos, como juez de este mundo y de esta historia.

Creemos en el Espíritu Santo, Amor del Padre y del Hijo, Inmanipulable y que sopla donde quiere. Y cuyo aliento infunde vida, libera, ilumina, suaviza, hace posible y facilita.

Profesamos que existe la Iglesia: una aunque dividida; santa aunque
pecadora, universal y particular, que viene de los Apóstoles. Profesamos
que existe el perdón de los pecados, que se expresa y recibe en el
bautismo. Esperamos la resurrección de los muertos y la vida sin fin junto a Dios. Amén».

Es sólo una tentativa modesta, que otros podrían rehacer mucho mejor.
GONZÁLEZ-FAUS-JI _SAL-TERRAE/98/06 Págs. 465-473
........................
1. B. SESBOUÉ y J. WOI INSKI, El Dios de la salvación, Salamanca 1995, p. 100.
2. Ver el n. 21 de la Traditio Apostólica.
3. Por eso se le suele llamar «niceno-constantinopolitano». Aunque es honesto añadir que no todos se fían de la información del Calcedonense en este punto.
4. El credo que se conserva en las Catequesis de Teodoro de Mopsuestia deja claro este sentido poniendo el bautismo por delante de la Iglesia: «(creemos) en el Espíritu Santo, dador de vida, que procede del Padre. Profesamos un bautismo y una Iglesia santa y católica...» (cf DS 51).
5. También la ya citada Traditio Apostólica reza: «Gloria a Ti, Padre, Hijo, con el Espíritu Santo en la santa Iglesia» (n. 6).
6. PL 96, 127 D. Como más de un lector habrá sospechado, todas estas citas y otras más se pueden encontrar en la obra clásica de H. DE LUBAC, Meditación sobre la Iglesia, Encuentro. Madrid 19983,pp. 28-41.
7. Cf. DS 30 y 150. Alguien me contó (y no puedo garantizar la verdad de la anécdota) que esta cuestión ya se planteó en la conferencia episcopal cuando la traducción de los textos litúrgicos, pero que un grupo de los obispos más conservadores forzaron la pequeña herejía de la traducción actual. Quizá lo harían para contrapesar aquella proclama antigua
de la juventud («Jesús sí, Iglesia no») que tanto miedo daba a los obispos y que es tan absolutamente verdadera en un sentido como falsa en el otro, que ahora comentaremos.
Pero si la anécdota es cierta, confirmaría algo que la teología enseña sobradamente: hay pocas cosas más heréticas que una ortodoxia rabiosa. como ya había visto muy bien Pascal.
8. El pecado puede definirse sencillamente como aquello que rompe la comunión.
9. Para ampliar un poquito más este punto, remito a mi antropología teológica: Proyecto de hermano. Visión creyente del hombre, Sal Terrae, Santander 1991, 2ª, pp. 667-668 y 675-678.
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¿¿¿¿¿ UNIDAD ?????

¿¿¿¿¿ UNIDAD ?????

La vivencia habitual del fiel cristiano fue una vivencia de obediencia y sumisión total a la Santa Madre Iglesia, abrumado por su autoridad y hasta por las amenazas derivadas de una posible rebeldía. Ante la institución depositaria de la Verdad y de la Palabra de Dios, el fiel cristiano se sentía insignificante, y la actitud de la obediencia ciega y la resignación, junto con la pasiva espera de que las circunstancias cambiaran, eran tradicionalmente las las únicas actitudes pensables por parte de los fieles hacia la autoridad de la Iglesia.

Pero la sensibilidad de la persona moderna ha cambiado. Algo se ha desmitificado en la imponente figura de la Iglesia, y el fiel cristiano se percibe a sí mismo ahora con una cierta autonomía, cuestionando la sumisión y la resignación pasiva. El creyente «moderno» y crítico es consciente de su vida y de la fugacidad de la misma, y está decidido a vivirla sin consentir que se la hipotequen las circunstancias.

Por otra parte, «en el fondo está dándose una toma de concienca de que el carácter absoluto de la Iglesia se deshizo a partir del hecho de que ella misma rehizo en el Concilio muchas de sus enseñanzas, costumbres y prácticas tenidas como irreformables. Si las enseñanzas del pasado fueron reformadas, las de hoy podrán serlo mañana. En esa situación, el fiel retrocede al arcano de la propia conciencia y libertad, y ya no espera leyes y normas externas como respuesta a sus preguntas» [11]
.
Más concretamente, el fiel cristiano consciente ya no puede renunciar a su espiritualidad y a su teología por el hecho de que el nuevo obispo que nombraron para su diócesis o el nuevo párroco que pusieron en su parroquia es «de otra línea». Si uno no puede vivir su cristianismo, como le dicta su conciencia formada, en un determinado lugar o ámbito, tratará de hacerlo fuera de ese lugar o ámbito. Pero lo que cada vez se lleva menos es entregar la conducción de la propia vida (y de la própia vida cristiana personal) a los dictados de la autoridad externa variable. Sólo se vive una vez, y sólo una vez se tiene la oportunidad de ser sí mismo y de dar la propia aportación a la historia y al Reino, y a la Iglesia misma. No puede una persona dejar de hacerla por el simple hecho de que cambió el obispo, cambió la línea de la diócesis, o eligieron a este otro papa. Ni siquiera refugiándose en el fuero interno, o autoexiliándose en la Iglesia. Cada vez hay más creyentes que prefieren el ejercicio de su responsabilidad personal antes que una obediencia alienante que les exija renunciar a ser ellos mismos. Cada vez son más los que rompen el miedo y se arriesgan a vivir su «libertad a la intemperie».
Este cambio de actitud y de conciencia histórico-personal es el que se está dando en estos últimos años en el movimiento de discrepancia y resistencia dentro de la Iglesia católica.


http://www.servicioskoinonia.org/relat/308.htm



Página principal:

http://www.servicioskoinonia.org/relat/
 
Tobi:
Hasta ahora nadie les ha desmentido esta filiación

Luis:
Te equivocas

Mira

La Conferencia Episcopal veta oficialmente a la asociación progresista «Somos iglesia»


Según la «Corriente Somos Iglesia », ser católico y, a la vez, defender el aborto, la homosexualidad, el celibato opcional de los sacerdotes, los métodos anticonceptivos, la ordenación de mujeres y el «todo vale» en materia sexual, es compatible. La Conferencia Episcopal ha reaccionado contra esta tesis, y en un comunicado hecho público ayer, los obispos españoles sitúan a «Somos Iglesia», precisamente, como contrarios a la Iglesia, «a pesar del nombre que ha adoptado». La Conferencia Episcopal denuncia que la asociación «se aparta claramente» del Magisterio católico.

Álex Navajas - Madrid.-
Son escasas las ocasiones en que la Conferencia Episcopal Española (CEE) desautoriza a grupos o personas por defender planteamientos contrarios a la doctrina de la Iglesia. Ayer, sin embargo, los prelados españoles, «con el fin de evitar la confusión entre el pueblo cristiano», manifestaron que la «Corriente Somos Iglesia » «no es un grupo eclesial y no ha recibido ninguna aprobación ni reconocimiento canónico». «Es una asociación civil que, desde el año 1995, acoge algunos grupos de procedencia cristiana que mantienen en común actitudes opuestas al Magisterio y a la disciplina de la Iglesia», subrayan.
Efectivamente, «Somos Iglesia» nació a mediados de la década de los 90 en Austria y Alemania y pasó a Estados Unidos, en donde el grupo se articuló y organizó. En ese país, «We are Church» («Somos Iglesia») aunó a grupos disidentes con el Magisterio católico, como la «Asociación pro Derechos de los Católicos en la Iglesia», «Asociación Nacional para el Matrimonio de los Sacerdotes», «Conferencia para la Ordenación de Mujeres» y el grupo feminista pro abortista «Católicas por el Derecho a Decidir».
La nota de los obispos españoles continúa denunciando que la «Corriente Somos Iglesia » «propone afirmaciones y reivindicaciones que se apartan claramente de las enseñanzas de la Iglesia católica, hieren y van en detrimento de la comunión eclesial». «Por tanto ¬continúa el comunicado¬, es preciso que todos los católicos (...) tomen conciencia de que los planteamientos de Somos Iglesia no sólo no favorecen, sino que impiden gravemente los caminos de la auténtica renovación eclesial postulada por el Concilio Vaticano II».

Un nuevo Concilio

Éste es, precisamente, uno de los puntos de fricción de la Corriente con la Iglesia. En varias ocasiones, dirigentes de la asociación han pedido a Juan Pablo II «que convoque el Concilio Vaticano III». A finales de septiembre se va a celebrar en Leganés (Madrid), el encuentro «Otra Iglesia es posible». Una de las conclusiones a las que quieren llegar en el congreso es precisamente la elaboración de sugerencias para ese ficticio Concilio. Entre los ponentes figuran miembros de la «Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII», sacerdotes casados, un ex diputado de Izquierda Unida, miembros de colectivos de homosexuales cristianos y feministas.
Uno de los puntos que defiende con más firmeza la Corriente es el de «la primacía de la conciencia en decisiones relacionadas con la moralidad sexual». En realidad, el relativismo permea todas las propuestas de «Somos Iglesia», ya que también abogan por «el derecho de los sacerdotes a escoger entre una vida célibe o no célibe». Asimismo, niegan que haya una única Iglesia verdadera, pues demandan «un proceso de encuentro con otras religiones a través de las que también se nos revela Dios». Además defienden la elección de obispos por medio de la votación directa de los fieles, la participación plena «de la mujer en toda decisión oficial», así como su «aceptación en todos los ministerios, incluyendo el diaconato y el sacerdocio ministerial»
El obispo de Mondoñedo-Ferrol, José Gea, ha manifestado a LA RAZÓN que «una Corriente que tiene unas actitudes y un estilo que no tiene nada que ver con la Iglesia católica no es la más indicada para decir qué tiene que hacer el pueblo cristiano». «Los temas que promueven han quedado clarificados por Juan Pablo II», explica. Ayer por la tarde, «Somos Iglesia» emitió un comunicado de respuesta a la CEE, en el que pedían «un proceso de apertura y de renovación en el seno de la Iglesia».

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Los que apoyan a la Corriente

Dentro de la «Corriente Somos Iglesia » se encuadran numerosas asociaciones que apoyan sus reivindicaciones, como:
Asociación de Teólogas Españolas (A.T.E.)
Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII
Católicas por el derecho a decidir
Colectivo Dominicano Verapaz
Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación de la Bienaventurada Virgen María
Coordinadora Estatal de Comités «Óscar Romero»
Comunidades Cristianas Populares del Estado Español
Coordinadora de religiosas en barrios obreros y ambientes marginados
Movimiento Pro Celibato Opcional (MOCEOP)
Cristianos por el Socialismo
Foro de Estudios de la Mujer (F.E.M.)
Paz y Marcha
Revista «Utopía»
Revista «Éxodo»



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Esta es la nota oficial de la Conferencia Episcopal Española

NOTA DE LA OFICINA DE INFORMACIÓN DE
LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA
SOBRE LA “CORRIENTE ‘SOMOS IGLESIA’”


Ante la creciente presencia en algunos Medios de Comunicación y en Internet de la “Corriente ‘Somos Iglesia’” la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal Española, con el fin de evitar la confusión entre el pueblo cristiano, desea manifestar lo siguiente:

1º.- La “Corriente ‘Somos Iglesia’”, a pesar del nombre que ha adoptado, no es un grupo eclesial y no ha recibido ninguna aprobación ni reconocimiento canónico.

2º.- La “Corriente ‘Somos Iglesia’” es una asociación civil que, desde el año 1995, acoge algunos grupos de procedencia cristiana que mantienen en común actitudes opuestas al Magisterio y a la disciplina de la Iglesia.

3º.- La “Corriente ‘Somos Iglesia’” propone afirmaciones y reivindicaciones que se apartan claramente de las enseñanzas de la Iglesia Católica, hieren y van en detrimento de la comunión eclesial.

4º.- Por tanto, es preciso que todos los católicos vivan en el seno de sus comunidades la comunión con toda la Iglesia (pastores y fieles) tomando conciencia de que los planteamientos de la “Corriente ‘Somos Iglesia’” no sólo no favorecen sino que impiden gravemente los caminos de la auténtica renovación eclesial postulada por el Concilio Vaticano II.


Madrid, 10 de julio de 2002




A buen entendedor, pocas palabras bastan.
Os recuerdo que ahora no se hacen autos de fe en los que los herejes son quemados a la vista de todo el mundo. Ahora estos temas se despachan con notas de ese talante. Y en cualquier caso, el Código de Derecho Canónico de la Iglesia Católica es bastante claro a la hora de aclarar que aquellos que pertinazmente niegan algún dogma de fe de la Iglesia están excomulgados ex lateae sententiae, es decir, sin necesidad de que su excomunión se haga pública.


Paso de comentar los típicos tópicos de esos falsos católicos que no paran de apelar al Concilio Vaticano II sin citar ni un solo documento de dicho concilio que apoye sus tesis

En este mismo foro vimos el ejemplo de alguien como ermitaño, quien mantenía exactamente los mismos postulados que esta gente, tuvo la suficiente honestidad para reconoce que no podía seguir llamándose católico por más tiempo. La honestidad que tuvo ermitaño es la que esta gente no tiene y, probablemente, no tendrá nunca.
 
Tobi . Yo me atreverè a colocarme en una tercera posiciòn , y es la siguiente :

Si el papa , convirtièndose en Dios , expulsa de la supuesta iglesia de Cristo , y supuestamente tambièn , ùnica en llevar la salvaciòn a quienes se le oponen , aunque solo sea en opiniòn y humildemente ( los TT hacen lo mismo ) . Si el papa como ya dije , es la cabeza pensante , y los millones de catòlicos , los borreguitos sin opiniones .
Si el miedo a no ser iglesia , paraliza la libertad de pensamientos dentro de esa secta ¿ Que de raro tiene que presenten ante el mundo una unidad que no es otra cosa que la dictadura teològica mas fuerte de la que tengo noticia ?

Te recuerdo que Lutero era catòlico , asì que la famosa unidad no existe .

Nosotros tambièn somos catòlicos protestantes ¿ Entiendes la idea ? Catòlicos que no aceptamos al papa , imposiciones teòlogicas ( dogmas ) y muchos etceteras mas a estas alturas .

Y SEGUIRAN DIVIDIÈNDOSE

¿ Donde està la unidad ?
 
Originalmente enviado por: Luis Fernando
Tobi:
Hasta ahora nadie les ha desmentido esta filiación

Luis:
Te equivocas

Mira

La Conferencia Episcopal veta oficialmente a la asociación progresista «Somos iglesia»


Según la «Corriente Somos Iglesia », ser católico y, a la vez, defender el aborto, la homosexualidad, el celibato opcional de los sacerdotes, los métodos anticonceptivos, la ordenación de mujeres y el «todo vale» en materia sexual, es compatible. La Conferencia Episcopal ha reaccionado contra esta tesis, y en un comunicado hecho público ayer, los obispos españoles sitúan a «Somos Iglesia», precisamente, como contrarios a la Iglesia, «a pesar del nombre que ha adoptado». La Conferencia Episcopal denuncia que la asociación «se aparta claramente» del Magisterio católico.


Álex Navajas - Madrid.-
Son escasas las ocasiones en que la Conferencia Episcopal Española (CEE) desautoriza a grupos o personas por defender planteamientos contrarios a la doctrina de la Iglesia. Ayer, sin embargo, los prelados españoles, «con el fin de evitar la confusión entre el pueblo cristiano», manifestaron que la «Corriente Somos Iglesia » «no es un grupo eclesial y no ha recibido ninguna aprobación ni reconocimiento canónico». «Es una asociación civil que, desde el año 1995, acoge algunos grupos de procedencia cristiana que mantienen en común actitudes opuestas al Magisterio y a la disciplina de la Iglesia», subrayan.
Efectivamente, «Somos Iglesia» nació a mediados de la década de los 90 en Austria y Alemania y pasó a Estados Unidos, en donde el grupo se articuló y organizó. En ese país, «We are Church» («Somos Iglesia») aunó a grupos disidentes con el Magisterio católico, como la «Asociación pro Derechos de los Católicos en la Iglesia», «Asociación Nacional para el Matrimonio de los Sacerdotes», «Conferencia para la Ordenación de Mujeres» y el grupo feminista pro abortista «Católicas por el Derecho a Decidir».
La nota de los obispos españoles continúa denunciando que la «Corriente Somos Iglesia » «propone afirmaciones y reivindicaciones que se apartan claramente de las enseñanzas de la Iglesia católica, hieren y van en detrimento de la comunión eclesial». «Por tanto ¬continúa el comunicado¬, es preciso que todos los católicos (...) tomen conciencia de que los planteamientos de Somos Iglesia no sólo no favorecen, sino que impiden gravemente los caminos de la auténtica renovación eclesial postulada por el Concilio Vaticano II».

Un nuevo Concilio

Éste es, precisamente, uno de los puntos de fricción de la Corriente con la Iglesia. En varias ocasiones, dirigentes de la asociación han pedido a Juan Pablo II «que convoque el Concilio Vaticano III». A finales de septiembre se va a celebrar en Leganés (Madrid), el encuentro «Otra Iglesia es posible». Una de las conclusiones a las que quieren llegar en el congreso es precisamente la elaboración de sugerencias para ese ficticio Concilio. Entre los ponentes figuran miembros de la «Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII», sacerdotes casados, un ex diputado de Izquierda Unida, miembros de colectivos de homosexuales cristianos y feministas.
Uno de los puntos que defiende con más firmeza la Corriente es el de «la primacía de la conciencia en decisiones relacionadas con la moralidad sexual». En realidad, el relativismo permea todas las propuestas de «Somos Iglesia», ya que también abogan por «el derecho de los sacerdotes a escoger entre una vida célibe o no célibe». Asimismo, niegan que haya una única Iglesia verdadera, pues demandan «un proceso de encuentro con otras religiones a través de las que también se nos revela Dios». Además defienden la elección de obispos por medio de la votación directa de los fieles, la participación plena «de la mujer en toda decisión oficial», así como su «aceptación en todos los ministerios, incluyendo el diaconato y el sacerdocio ministerial»
El obispo de Mondoñedo-Ferrol, José Gea, ha manifestado a LA RAZÓN que «una Corriente que tiene unas actitudes y un estilo que no tiene nada que ver con la Iglesia católica no es la más indicada para decir qué tiene que hacer el pueblo cristiano». «Los temas que promueven han quedado clarificados por Juan Pablo II», explica. Ayer por la tarde, «Somos Iglesia» emitió un comunicado de respuesta a la CEE, en el que pedían «un proceso de apertura y de renovación en el seno de la Iglesia».

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Los que apoyan a la Corriente

Dentro de la «Corriente Somos Iglesia » se encuadran numerosas asociaciones que apoyan sus reivindicaciones, como:
Asociación de Teólogas Españolas (A.T.E.)
Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII
Católicas por el derecho a decidir
Colectivo Dominicano Verapaz
Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación de la Bienaventurada Virgen María
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Esta es la nota oficial de la Conferencia Episcopal Española

NOTA DE LA OFICINA DE INFORMACIÓN DE
LA CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA
SOBRE LA “CORRIENTE ‘SOMOS IGLESIA’”


Ante la creciente presencia en algunos Medios de Comunicación y en Internet de la “Corriente ‘Somos Iglesia’” la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal Española, con el fin de evitar la confusión entre el pueblo cristiano, desea manifestar lo siguiente:

1º.- La “Corriente ‘Somos Iglesia’”, a pesar del nombre que ha adoptado, no es un grupo eclesial y no ha recibido ninguna aprobación ni reconocimiento canónico.

2º.- La “Corriente ‘Somos Iglesia’” es una asociación civil que, desde el año 1995, acoge algunos grupos de procedencia cristiana que mantienen en común actitudes opuestas al Magisterio y a la disciplina de la Iglesia.

3º.- La “Corriente ‘Somos Iglesia’” propone afirmaciones y reivindicaciones que se apartan claramente de las enseñanzas de la Iglesia Católica, hieren y van en detrimento de la comunión eclesial.

4º.- Por tanto, es preciso que todos los católicos vivan en el seno de sus comunidades la comunión con toda la Iglesia (pastores y fieles) tomando conciencia de que los planteamientos de la “Corriente ‘Somos Iglesia’” no sólo no favorecen sino que impiden gravemente los caminos de la auténtica renovación eclesial postulada por el Concilio Vaticano II.


Madrid, 10 de julio de 2002




A buen entendedor, pocas palabras bastan.
Os recuerdo que ahora no se hacen autos de fe en los que los herejes son quemados a la vista de todo el mundo. Ahora estos temas se despachan con notas de ese talante. Y en cualquier caso, el Código de Derecho Canónico de la Iglesia Católica es bastante claro a la hora de aclarar que aquellos que pertinazmente niegan algún dogma de fe de la Iglesia están excomulgados ex lateae sententiae, es decir, sin necesidad de que su excomunión se haga pública.


Paso de comentar los típicos tópicos de esos falsos católicos que no paran de apelar al Concilio Vaticano II sin citar ni un solo documento de dicho concilio que apoye sus tesis

En este mismo foro vimos el ejemplo de alguien como ermitaño, quien mantenía exactamente los mismos postulados que esta gente, tuvo la suficiente honestidad para reconoce que no podía seguir llamándose católico por más tiempo. La honestidad que tuvo ermitaño es la que esta gente no tiene y, probablemente, no tendrá nunca.

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Tobi
Que les desautoricem esta dentro de la lógica vaticana.
Ahora bien, de lo que se trata es de la pretendida unidad de vuestra iglesia. Dicha unidad no existe.
Por lo que veo es que solo te refieres a los que le han planteado a vuestro Magisterio que no obran conforme a lo que era la iglesia auténticamente apostólica. Personas que han perdido el miedo a las excomuniones. Que opinan que desde Gregorio VII lo que fué iglesia cristiana ha caido en una "cautividad babilónica"
Pero, ¿y los otros? El pueblo llano. ¿Que es lo que creen? ¿En lo que desconocen? Sabes perfectamente que la gran mayoría nada saben de vuestra dogmática y solo esporádicamente siguen una religiosidad de tipo tradicional. Vuestro magisterio tiene un doble lenguaje. Para los cultos les dicen que los excesos de la gente son contrarios al magisterio de la iglesia. Que la iglesia no enseña a ADORAR estatuas de yeso y a la vez estimula esta adoración y las pruebas de ello son manifiestas el las procesiones de la llamada Semana Santa y en los excesos de las vírgenes tipo rocio y guadalupana.
Pero hay más. De entre los que práctican asistiendo a las misas, preguntales en que creen realmente. Tu, que tan aficionado eres a las estadísticas, puedes averiguar cuantos de estos conocen realmente las enseñanzas del magisterio. ¿Crees que en España llegan al 5%? Si lo crees admiro tu optimismo.
Tu, que tantas veces, nos has restregado nuestras divisiones pretendes ignorar las vuestras que son mucho mayores.
Y no me vengas con lo que pretenden defender una moral relajada (no es justo meterles a todos en un mismo saco). Vuestra institución perdió la autoridad de hacerlo cuando durante años toleró a homosexuales y pederastas en su seno. (¿No los tolera aún?) Se callaron e incluso protegieron a estos elementos a fin de que no se destapara el marro. De haber ocurrido en España (tambien ha ocurrido) nada se hubiese sabido. Sería interesante saber la tasa de homosexualidad que hay en conventos y demás. Así, criticar a unos y tolerar a otros, ¿que lo determina? El acatar al Magisterio. Y tu, Luis, al denunciar a unos y obviar a otros, juegas a este juego. Claro que te escondes detras de fuertes diatribas en contra de los actores de los hechos pero ni una palabra respecto a los que lo toleraron y escondieron.

La Iglesia Catolica, UNA santa, apostólica y Romana. Por sus frutos conocemos que solo es romana. Vuestra pretendida unidad ni siquiera llega a teoría. Solo hay que salir a la calle y preguntarle al que decis vuestro publo.
Esta es la realidad.
 
Hermanos...

Hermanos...

Yo no voy a aportar con datos ni historicos ni teologicos, pero si con una realidad, estadística como el hermano Tobi expone.
Por los años que hace que llevo el evangelio a toda criatura y lugar que el Señor me ordene, les puedo decir que siempre por lo general me relaciono con un pueblo catolico, el cual no sabe ni de donde vino ni a donde va.
Por ejemplo en el estado de Florida, especialmente entre los latinos catolicos, se unen muchos credos o cultos distintos, pero siempre llevando por delante el titulo de Catolico Romano, y siendo catolicos a su manera, son santeros, brujeros, espiritistas, etc, etc, etc.

No tienen una sola idea de la salvación, ni del evangelio, ni mucho menos de la comunión con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, ¿pero como pueden tenerla (y lo digo por experiencia) si los mismos sacerdotes participan de esos ritualescon ellos?, por lo menos aqui en la Florida, es asi y con esto no hablo en general, pero si la mayoría.

Mi experiencia: Cuando voy a hablarle a alguien (en su mayoria catolicos) no saben nada de la palabra de Dios, aunque tengan una biblia (tamaño gigante) en sus casas, ¿por qué? pues porque no se les enseña y porque si se les lee al no haber nacido de nuevo y no vivir el Espíritu de Dios en ellos, simplemente no entienden, y porque UN CIEGO NO PUEDE GUIAR A OTRO CIEGO, PORQUE CAERÁN LOS DOS AL HOYO!.

Aqui hay un avivamiento, pero de satanismo y ignorancia de la palabra, cada día es mayor el culto a esas sectas apoyadas por Roma: La idólatria, el culto a los muertos el paganismo y el liberalismo, todo es bueno si no le estas haciendo daño a otro, y de esa raiz biene la supuesta magia blanca, el zodiaco, el espiritismo, la brujería, la hechicería, Ap 21: 8

¿Como puede ese pueblo creer o saber la verdad de la palabra de Dios, cuando el lider supremo de esa institución, permite que las multitudes le adoren y no se para y reprende a ese pueblo como hizo Pablo diciendoles, NO! A MI NO QUE SOY HOMBRE IGUAL QUE VOSOTROS, ADORA A DIOS? ¿ Como sabrán si no hay quien les predique? ¿ Como pueden saber si les enseñan mal?

En la ciudad de Miami hay un sacerdote que es muy famoso, el es bien parecido, tiene porte de artista de TV y tiene un programa de televición como los famosos "Talk Show" estilo Opra, bueno hermanos/nas, alli se discuten temas actuales de Moral y Ética etc, etc, y las aberraciones que ese supuesto hombre de Dios permite y apoya son de espanto, realmente solo el Señor me ha permitido verlo en unas cuantas ocasiones y me aterra que el pueblo se deje guiar por un guia tan ciego, por ejemplo una tarde tenia a un parasicologo dando sus doctrinas, y despues de todas las cosas tan diabolicas que ese hombre expuso, el curita pues le dijo que ciertamente le había abierto los ojos del entendimiento y le dijo, que Dios te bendiga por lo mucho que ayudas a las personas a ver la realidad y encontrarla.

Despues, otro día tenia a un grupo de artistas de televición y cine, ( en su mayoria mujeres) las cuales estaban exponiendo sus experiencias con espiritus de familiares muertos que se les presentaban, experiencias con el zodiaco, con la virgen de Guadalupe, la Caridad del Cobre, Maria ectc, etc, y los milagros los cuales la virgen le había hecho, más el santo tal y el santo mas cual.
Testimonios con brujeros, brujas, hechiceros y más de las maravillas que Dios hacia atravez de ellos, les digo el curita les selebraba su fe y sus credos, no salio ni UNA SOLA PALABRA DE REPROCHE, NI BIBLICA, PORQUE TODO ESO ESTÁ PERMITIDO POR LA IGLESIA, YA QUE AUN EL EXPLICÓ COMO LA IGLESIA CATOLICA ACOMODÓ LA RELIGIÓN AFRICANA, A LA CATOLICA DADONLE NOMBRES CRISTIANOS A SUS IDOLOS COMO YEMAYÁ Y CHANGÓ.

Ahora muchos de esos supuestos santos tienen nombres como Santa Babara, La Caridad del Cobre, San Lazaro etc, etc,..
además la copa se me llenó cuando el Papá en Mexico una bruja le dió una limpia como le dicen allí, delante del mundo entero por TV, y el no la reprendio ni le dijo, "BASTA ESO ES DIABOLICO Y NO ES DE DIOS"

No comprendo ¿como el que encuentra "LA VERDAD" Y "EL CAMINO" se queda en esa institución llamada Iglesia y sigue a un lider ciego, porque cuando Cristo nos hace "LIBRES" no volvemos atrás a Babilonia "NO WAY".
No soy teologa ni tengo catedras de nada, pero soy LIBRE Y SOY DE JESCRISTO, NO TENGO NINGUN APELLIDO MÁS QUE CRISTIANA,.
Con esto no condeno a nadie, porque yo era una que estaba perdida también y dentro de los catolicos hay muchos, muchos que aman a Dios y lo estan buscando, y nuestro deber es mostrarles el camino a Él.

Mi ministerio es de evangelista, y de ir a los Hospitales, asilos de ancianos y también de liberación, y creanme hermanos la ídolatria trae legiones de demonios a las personas incautas que de eso pasan a todas las demás herjías ántes mensionadas, les hablo con mucha experiencia de ello, porque con esos demonios me enfrento junto a mi Señor con el poder del Espíritu Santo muy a menudo, solo que nada de esto es negativismo, porque cuando abunda el pecado, sobreabunda la gracia de Dios! Aleluya!!

Bendiciones abundantes para todos!!

Graciayfe :corazon:
 
Esa unidad no existe!!

La mayoría de los catolicos con los que hablo, creen en un Dios a su medida, nada que ver con lo que nos presentan aquí los católicos en los foros, curiosamente lo que si tienen bien arraigado esa mayoría, es un culto a la imagenes que ni siquiera entienden, pero que por inercia o yo que se... cumplen, por lo que se desprende que esa unidad no está en Dios, pero si en "Maria".

Shalom aleijem!!
 
Unidad impuesta o por ignorancia

Unidad impuesta o por ignorancia

Yo fuí católica Romana y practicante y estudiosa de sus encíclicas y documentos conciliares así como de la Biblia.

Primero me involucré en la Renovación Carismática Católica que muchos tradicionalistas y gerarguía no acepta y luego el Espíritu Santo me llevó a Jesucristo al cual fuí traida por el Padre Dios.

Muchos salen del seno de la Iglesia católica Romana y se van confundidos a las sectas y otros vamos a Cristo por la obra del Espíritu que utiliza la Palabra de Dios y nos hace libres-

La pretendida unidad se ha perdido hace muchos años a mi entender si no se comulga con lo que enseña con el Vaticano.

No es mi intención herir o melestar a alguien que sea el Espíritu Santo obrando en la vida de las personas nosotros no podemos convencer a nadie sino Dios.

Bendiciones:corazon:
 
Originalmente enviado por: toni
Esa unidad no existe!!

¡¡Ahhh, Bueno!!!, Es que si Toni lo dice :CUADRADO:


La mayoría de los catolicos con los que hablo, creen en un Dios a su medida, nada que ver con lo que nos presentan aquí los católicos en los foros,


Bueno, es que incluso en este foro, he hablado con un evangélico que no cree en la Trinidad :cool:


curiosamente lo que si tienen bien arraigado esa mayoría, es un culto a la imagenes que ni siquiera entienden, pero que por inercia o yo que se... cumplen, por lo que se desprende que esa unidad no está en Dios, pero si en "Maria".

Lo único que se desprende es que utilizas cualquier cosa, y hasta torcidamente, que te sirva para arrojar a la Iglesia, que pareciera ser un objetivo preeminente en tu vida.

Dios nos ampare.
 
"El burro llamando orejón al conejo"

Que puedes hablar tu de retorcer Daniel!!! por favor!!! :D

Ah! y como nombraste (retorciendo y para confundir como siempre) a ese "evangélico" dime si puedes cuantos lo apoyan y acepten su "evangeliquismo"

Solo tienen unidad los católicos que obeceden a la "silla"... el resto va a su bola, con ese "dios" a su medida....

¡¡¡VALLA UNIDAD!!!

Berserker.gif
 
Bueno, es que incluso en este foro, he hablado con un evangélico que no cree en la Trinidad

Hablaste con Timoteo :D :burla: :clown:

Bueno , en serio : Si esa persona no cree en la Trinidad , no puede ser evangèlico . Del mismo modo que quienes no acepten los pronunciamientos ex cathedras producidos por el papa , no son catòlicos romanos . Asì de sensillito es el asunto .
 
Veamos el argumento
Existe la Iglesia Católica
Existe la doctrina católica
Existen millones de personas que han sido bautizadas como católicas
Resulta que un buen número de esas personas, por su cuenta y riesgo, deciden no creer parte o nada de la doctrina de la Iglesia

Conclusión:
No hay unidad católica

¿Porqué?
Porque hay bautizados católicos que no creen en la doctrina católica sino que creen lo que les da la realísima gana


Planteemos ahora el mismo argumento pero aplicándolo a otro ámbito

Existe el protestantismo
Existen una serie de lemas comunes al protestantismo (Sola Fide, Sola Scritpura, etc.....)
Existen millones de personas que han sido bautizadas en iglesias protestantes
Resulta que un buen número de esas personas no creen que la Biblia sea inerrante, ni que Cristo resucitara corporalmente, ni que los milagros bíblicos sean verdaderos, etc, etc

Conclusión:
Se puede ser protestante al mismo tiempo que se niega la autoridad de la Biblia, los milagros, la resurrección de Cristo, etc



Entonces aparecen los de siempre diciendo:
"¡¡AAAAAAAAAAH, NO!!
Esos pueden decir que son cristianos protestantes evangélicos pero no lo son. Y el hecho de que algunos de ellos (más del 30% del clero anglicano por poner un ejemplo) sean pastores de iglesias evangélicas es debido a....... que el sol sale por Antequera"

La fe católica es UNA. El mayor o menor grado de adhesión a dicha fe por parte de los que han sido bautizados como católicos no cambia para nada el hecho de que nuestra fe siga siendo una.

Una cosa es que mucha gente se aparte de la fe católica y otra que dicha fe esté dvidida en mil pedazos como ocurre con el protestantismo
 
Una cosa es que mucha gente se aparte de la fe católica y otra que dicha fe esté dvidida en mil pedazos como ocurre con el protestantismo



¿ Y qué de la fe genuina en Jesucristo ?


¿ O Él no tiene nada que ver y todos le dejan a la puerta de sus iglesias ?


Ni fe católica, ni protestantismo..................eso ES NEGAR SU NOMBRE.


Me quedo con SER DE CRISTO y estar en Él, obedeciéndole y predicando Su Evangelio, para que todo aquel que en Él crea NO SE PIERDA y tenga VIDA ETERNA.


Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. 9He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. 10Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. 11He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. 12Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. 13El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. (Ap 3:8-13)



La FE :no: es de una religión o de una "rama", la FE ES EN CRISTO JESUS, y a los que creen en Su Nombre les dió la potestad de ser llamados hijos de Dios , SIN APELLIDOS.



:corazon:
 
Maripaz:
¿ Y qué de la fe genuina en Jesucristo ?



Luis Fernando:
¿te refieres a una fe como esta?:

Santo, santo, santo es el Señor, Dios del Universo
Llenos están los cielos y la tierra de su gloria
Hosanna en el cielo
Bendito el que viene en el nombre del Señor
Hosanna en el cielo

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre;
tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros;
porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
Originalmente enviado por: Luis Fernando
Maripaz:
¿ Y qué de la fe genuina en Jesucristo ?



Luis Fernando:
¿te refieres a una fe como esta?:

Santo, santo, santo es el Señor, Dios del Universo
Llenos están los cielos y la tierra de su gloria
Hosanna en el cielo
Bendito el que viene en el nombre del Señor
Hosanna en el cielo

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre;
tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros;
porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.




:no:


Eso es un rezo, una repetición.


La FE en Cristo es otra cosa. La Fe es.............





Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. (Romanos 10:17)


Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (Hebreos 11:1)



Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe. (Efesios 2:8-9)


pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; (Gal 3:26)


para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones (Efesios 3:17)
 
ah, vaya
Es un rezo, una repetición
Y entonces no vale
Los salmos tampoco valen, por supuesto. Son rezos, repeticiones...



Pues nada, yo voy a seguir rezando

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, Por Cristo, Señor nuestro.

El cual, engendrado antes de todos los siglos, nacido en el tiempo de María, la Virgen, y ungido por el Espíritu Santo, anunció, en tu nombre, un año de gracia: el consuelo para los afligidos, la liberación para los oprimidos, la salvación y la paz para todos los hombres; porque Él es la Novedad verdadera que, sobrepasando toda expectativa, disipa con su luz las tinieblas que envolvían al mundo.

Por eso, con todos los ángeles, proclamamos, a una sola voz, el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo
Llenos están los cielos y la tierra de tu gloria
Hosanna en el cielo
Bendito el que viene en el nombre del Señor
Hosanna en el cielo
 
Todo lo que sea una vana repetición, si no es para la Gloria de Dios, y se siente en lo más profundo de nuestro ser, es solo una palabrería.




¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento. (1 Cor 14:15)
 
¿y qué tiene de VANA REPETICIÓN esta alabanza a Dios?:

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo
Llenos están los cielos y la tierra de tu gloria
Hosanna en el cielo
Bendito el que viene en el nombre del Señor
Hosanna en el cielo


¿y esta?

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre;
tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros;
porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.


Respecto a lo de rezar con el corazón.... quedamos en que sólo Dios sabe si el que reza lo hace de verdad o se limita a repetir como un loro lo que ha aprendido, ¿verdad?
Porque claro, ya supongo que ni tú ni nadie pretenderéis ser tan "cristianos" y espirituales como para decir quiénes oran de corazón esos rezos y quiénes no