La Opinión de un Católico

Sin que necesite usted del permiso de Maripaz, con ella ya he concluido


¿Ya está usted evadiendo mis respuestas y mis preguntas?


Usted no ha empezado siquiera a responder ninguna de mis preguntas o réplicas.


Si la Escritura dice con claridad que TODOS PECARON, y la institución romanista dice que María NO PECÓ....¿contradice el dogma mariano la Escritura?
 
Originalmente enviado por: Maripaz
Gabaon


Usted carece de respuestas, y por lo tanto su actitud, rechazando lo que ya está respondido, es mas que elocuente; lo que usted defiende, carece de base en la Escritura...sino, podría dar respuesta a esta sencilla pregunta:





¿Dónde dice la Escritura que María NO ERA PECADORA?



Esta pregunta, enlaza con toda mi argumentación sobre la "inmaculada concepción", dogma romanista que exalta a María y la pone a nivel divino, pues SOLO JESUCRISTO ES INMACULADO Y SIN PECADO.



Lamento que se enfade, pero es normal cuando se carece de argumentos y no hay respuestas...
 
Originalmente enviado por: Maripaz
No se confunda Gabaon


María reconoció a su Salvador, y la Escritura nos dice en varias ocasiones que TODOS hemos pecado....no hay NADA, ni un solo texto bíblico que usted pueda aportar para afirmar que María no era PECADORA.....


Yo no le endoso nada a la Biblia, es usted el que haciendo pinitos romanistas, pretende convencerme de que TODOS, es una hipérbole paulina....


Pero es que ni la Escritura, ni los primeros cristianos afirman que Maria NO PECO...y por lo tanto, quien tuerce la Escritura para hacerle decir lo que su iglesia cree y ha inventado a lo largo de los siglos ES USTED


Temo por su salud espiritual....creo que lo que usted está haciendo es francamente grave....y todo por defender su religiosidad católica y no creer la Palabra de Dios.



Le vuelvo a preguntar:

¿Dónde dice la Escritura que María NO ERA PECADORA?
 
Originalmente enviado por: Gabaon
Dios te bendiga Maripaz.



Muy astuto de su parte. Pero sencillamente NO!!!

Lo principal es que usted ha hecho dos acusaciones serias y graves y debe demostrarlas o retirarlas. Eso es lo principal.

Yo vuelvo y le prometo, con Dios como testigo, que le contestaré cualquier pregunta suya cuando usted pruebe lo que ha dicho o lo retire.

En el Amor de Jesús.
Gabaon.



Estimado Gabaon:

Dios está por testigo, y le he probado respecto al dogma de la Inmmaculada Concepción, iremos uno por uno, si le parece....ahora, le toca a usted contestar...recuerde que puso a Dios POR TESTIGO
 
Dios te bendiga Emaus.

En cuanto a cuales eran las intenciones profundas de lo que "pretendian" los que pusieron en marcha todos estos dogmas marianos le dire que no la conozco (solo serian suposiciones), y por tanto es una discusion que no nos llevaria muy lejos. Pero lo que si esta claro es lo que han conseguido (eso son hechos) para muchos de la "grey" de la que la jerarquia catolica tendra que responder, Maria esta al nivel de Dios (de hecho es su madre) tiene cualidades divinas, intercesoras, y recibe un culto del que solo Dios es digno.

A esto me refería, no tengo nada que objetarle a sus afirmaciones. Estoy de acuerdo con lo que usted ha dicho.

Yo defiendo que cualquir acusación sobre lo que pretende La Iglesia sin pruebas es un juicio y de por sí malintencionado y una vil calumnia. Eso no implica que usted tenga que ponerse de nuestro lado, ni apoyar lo que hacemos y eso usted lo ha probado. Yo también creo que algunos "católicos" le rinden a María un culto incorrecto y confunden los atributos que La Iglesia afirma Ella tiene. Sin duda alguna esos católicos son responsabilidad del obispo. ¿Cómo y de qué manera se puede culpar al obispo de la falta de sus fieles? Eso es otro asunto.

¿Quiere argumentar cada uno de esos cuatro puntos, que cita? Solo espero que se apoye en la Palabra, y con la Palabra misma le respondere.

No, mi querido Emaus, yo no le he ofrecido argumentar a favor de un dogma. Lo que le dije es que puedo probarle que La Biblia no contradice a ninguno de los cuatro dogmas marianos. Luego le había dicho que de tener interés usted en cualquier punto de nuestra Doctrina con gusto le comentaría al respecto.

Creo que usted sabe que una considerable parte de nuestra Doctrina usa elementos que están fuera de Las Escrituras para sostenerse, yo no pretendo ignorar eso. Ahora, también creo y reconozco que nada de nuestra Doctrina oficial es contradicho por La Biblia. A este respecto habían algunas posibles incongruencias con La Biblia y los dogmas, eso es lo que pretendo aclarar, y Sí, con La Biblia.

Con estas aclaraciones al punto, dígame si aún le interesa que comentemos de las posibles incongruencias de estos cuatro dogmas con La Biblia.

En el Amor de Jesús.
Gabaon.
 
JAJA Esta por comprobarse

JAJA Esta por comprobarse

La Biblia no contradice a ninguno de los cuatro dogmas marianos

Empezando con la Madre de su dios anatema y su dcotrina anatema. Dios EL CREADOR LO DIJO MUY CLARO DESDE EL GENESIS, Y LO VOLVIO A REPETIR EN ISAIAS:

ANTES DE MI NO HAY DIOS NI LO HABRA DESPUES. QUIEN FUNDO LOS TERMINOS DE LA TIERRA? EL NOMBRE DE SU HIJO LO SABES??

En pocas palabras Dios no necesita de Ancestros y de esposa. Solo tiene y ha tenido desde ANTES de la fundacion del mundo a su Hijo CO-HE-RE-DE-RO de todos y de todo. PUNTO. NO MAS.

A su hijo lo encarnó para Salvarnos mas NUNCA PARA USURPAR EL LUGAR DE DIOS EL CREADOR. ESTA DICHO POR EL MISMO JESUCRISTO.

SEGUIRA DEFENDIENDO LA DOCTRINA ANATEMISTA, CEGADO POR USTED?
 
Re: JAJA Esta por comprobarse

Re: JAJA Esta por comprobarse

Originalmente enviado por: tthings2
A su hijo lo encarnó para Salvarnos mas NUNCA PARA USURPAR EL LUGAR DE DIOS EL CREADOR. ESTA DICHO POR EL MISMO JESUCRISTO.







En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2Este era en el principio con Dios. 3Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. (JUAN 1:1-3)


El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. 17Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; 18y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; 19por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, 20y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. (Col 1:15-20)



Por favor tthings2 , con su extraña Cristología, no hace ningún bien y queda usted desautorizado para hablar sobre doctrinas básicas del cristianismo.
 
Que el Señor le bendiga Gabaon, que el Señor os bendiga, en el nombre de Jesus
En cuanto a cuales eran las intenciones profundas de lo que "pretendian" los que pusieron en marcha todos estos dogmas marianos le dire que no la conozco (solo serian suposiciones), y por tanto es una discusion que no nos llevaria muy lejos. Pero lo que si esta claro es lo que han conseguido (eso son hechos) para muchos de la "grey" de la que la jerarquia catolica tendra que responder, Maria esta al nivel de Dios (de hecho es su madre) tiene cualidades divinas, intercesoras, y recibe un culto del que solo Dios es digno.

A esto me refería, no tengo nada que objetarle a sus afirmaciones. Estoy de acuerdo con lo que usted ha dicho.

De corazon y sinceramente le digo que me ha alegrado leer esas palabras.

Yo defiendo que cualquir acusación sobre lo que pretende La Iglesia sin pruebas es un juicio y de por sí malintencionado y una vil calumnia. Eso no implica que usted tenga que ponerse de nuestro lado, ni apoyar lo que hacemos y eso usted lo ha probado. Yo también creo que algunos "católicos" le rinden a María un culto incorrecto y confunden los atributos que La Iglesia afirma Ella tiene. Sin duda alguna esos católicos son responsabilidad del obispo. ¿Cómo y de qué manera se puede culpar al obispo de la falta de sus fieles? Eso es otro asunto.

Es un tema delicado, los que dicen y acusan a la IC, consideran que las pruebas que hablan son los hechos con los que Ud. esta de acuerdo, y no se olvide que si bien es cierto, que el Señor no nos ha llamado a ser jueces, ud. esta juzgando las intenciones de los que emiten el juicio, dice que son malintecionados y califica su mentira como vil. Pueden no tener malas intenciones sino las mejores, y lo que dicen puede ser cierto.
Si bien es cierto, que el tema de los obispos es otro tema, no quiero pasar la ocasion sin dar un apunte de la palabra, esclarecedor como siempre.

EL DEBER DEL ATALAYA
EZEQUEL 33.1-9
"Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo, y diles: Cuando trajere yo espada sobre la tierra, y el pueblo de la tierra tomare un hombre de su territorio y lo pusiere por atalaya, y él viere venir la espada sobre la tierra, y tocare trompeta y avisare al pueblo, cualquiera que oyere el sonido de la trompeta y no se apercibiere, y viniendo la espada lo hiriere, su sangre será sobre su cabeza. El sonido de la trompeta oyó, y no se apercibió; su sangre será sobre él; mas el que se apercibiere librará su vida. Pero si el atalaya viere venir la espada y no tocare la trompeta, y el pueblo no se apercibiere, y viniendo la espada, hiriere de él a alguno, éste fue tomado por causa de su pecado, pero demandaré su sangre de mano del atalaya.
A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y oirás la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte. Cuando yo dijere al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, pero su sangre yo la demandaré de tu mano. Y si tú avisares al impío de su camino para que se aparte de él, y él no se apartare de su camino, él morirá por su pecado, pero tú libraste tu vida."


No, mi querido Emaus, yo no le he ofrecido argumentar a favor de un dogma. Lo que le dije es que puedo probarle que La Biblia no contradice a ninguno de los cuatro dogmas marianos. Luego le había dicho que de tener interés usted en cualquier punto de nuestra Doctrina con gusto le comentaría al respecto.

Creo que usted sabe que una considerable parte de nuestra Doctrina usa elementos que están fuera de Las Escrituras para sostenerse, yo no pretendo ignorar eso. Ahora, también creo y reconozco que nada de nuestra Doctrina oficial es contradicho por La Biblia. A este respecto habían algunas posibles incongruencias con La Biblia y los dogmas, eso es lo que pretendo aclarar, y Sí, con La Biblia.

Desde luego que me interesa entrar en los argumentos que Ud. utiliza para sostener esos 4 dogmas que no se sostienen a la Luz de la Palabra.

Si conozco, el punto que me comenta, y Ud. sabe que eso nos va a llevar a un callejon sin salida. Segun la ICR. su doctrina proviene de:
1.La palabra de Dios
2.El magisterio de los doctores de la Iglesia
3.La tradicion de la Iglesia Catolica Romana
es evidente que esto a veces es contradictorio entre si, La ICR tambien contesta a eso. Dice que en caso de contradiccion lo que digan los doctores de la Iglesia y la tradicion esta por encima de la Palabre de Dios.

¿Lo he expresado con claridad? , ¿He cometido alguna incorrecion?, le rogaria que si asi fuera me lo hiciera saber.

Para los cristianos, lo que digamos los hombres no podra estar jamas por encima de la Palabra revelada, mucho menos la tradicion de hombres.

Ahora, si lo que me esta diciendo es que Ud. es capaz de demostrarme que esos cuatro "dogmas" no contradicen lo dicho en la Palabra, estare encantando de atender sus razones, y de argumentar con Ud, para si el Señor lo permite, mostrarle a la Luz de su Bendita Palabra que Ud. no esta en la Verdad en ese asunto.

Con estas aclaraciones al punto, dígame si aún le interesa que comentemos de las posibles incongruencias de estos cuatro dogmas con La Biblia.

No solo estoy interasado, es que si no estaria pecando delante de mi Señor.
RAZONARAS, PARA NO PARTICIPAR DEL PECADO
LEVÍTICO 19.17
"No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado."

Mi querido Gabaon, que el Señor le bendiga y le guarde, haga resplandecer el Señor su rostro sobre Usted y le de su Paz

Luis
 
"¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén."

Amen
 
AH SI??

AH SI??

con su extraña Cristología, no hace ningún bien y queda usted desautorizado para hablar sobre doctrinas básicas del cristianismo.

Desautorizado por quien?


JESUCRISTO Es el Hijo de DIOS EL CREADOR. USTED CREE LO CONTRARIO A ELLO? lo que usted transcribio de las sagradas escrituras es lo mismo que HE CREIDO. ASI QUE LE RECUERDO LO QUE DIJO JESUCRISTO EN JUAN 7:16:

NO HE VENIDO A PREDICAR MI DOCTRINA, SINO LA DE DOCTRINA DEL QUE EM ENVIO.
 
Jesucristo es EL CREADOR

Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. (JUAN 1:3)



POR FAVOR, DEJE DE ENTORPECER ESTE DEBATE
 
Gabaón:

Los dogmas marianos son cuatro:
1. María es Madre de Dios.
2. María es Virgen Perpetuamente.
3. María fue Asunta al Cielo.
4. María fue Concebida Inmaculadamente.


Las contradicciones son más que cuatro pero veamos:

1.- Dios no puede ser engendrado por una de sus criaturas, el es el creador no al reves(Col 1:15-20) (JUAN 1:1-3)
2.- Maria no pudo quedar virgen después de parir una criatura de al menos 2.700 ks si no más, debio haber sido un niño muy sano.
3.- Maria no pudo ser asunta al cielo, porque todos los que han sido arrebatados estan documentados muy cerca del año que paso… no 300 años aprox. después, no hay testigos, así como la palabra dice – no aceptes testimonio en contra de un anciano, sin al menos dos testigos - igual, no puedes aceptar esto como cierto, si nadie de los que determinaron así había pasado. siquiera conocieron a tan ilustre mujer o existe ninguna evidencia hablada menos escrita.
4.- Nadie más que Jesucristo ha sido concebido por el Espiritu Santo.


Ahora Gabaón, demuestreme usted dónde me contradicen las escrituras, por favor, antes de poder continuar con el tema.


DTB Lulis.
 
Estas son las palabras literales de Pio IX en la bula Ineffabilis Deus del 8 de diciembre de 1854, que declaraba la Inmaculada concepción de María:


“Para honor de la santa e indivisa Trinidad, para gloria y ornamento de la Virgen Madre de Dios, para exaltación de la fe católica y acrecentamiento de la religión cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe por tanto ser firme y constantemente creída por todos los fieles.” .................................................................................................................................................................................................................

“Por lo cual, si alguno, lo que Dios no permita, pretendiere en su corazón sentir de modo distinto a como por Nos ha sido definido, sepa y tenga por cierto que está condenado por su propio juicio, que ha sufrido naufragio en la fe y se ha apartado de la unidad de la Iglesia, y que además, por el mismo hecho, se somete a sí mismo a las penas establecidas por el derecho, si lo que en su corazón siente se atreviere a manifestarlo de palabra o por escrito o de cualquiera otro modo externo.” ( Denzinger # 1641.)
 
LA INMACULADA CONCEPCIÓN: ¿DÓNDE ESTÁ EL PROBLEMA?


Tal como la Iglesia de Roma formuló la definición dogmática de la inmaculada concepción (pasiva) de la Bienaventurada María, no puede objetarse en contra de este dogma que María tenía necesidad de redención (como cualquier descendiente de Adán), pues la definición tiene explícitamente en cuenta este hecho.
Lo que es ciertamente objetable, y la razón por la cual debe ser rechazado por los cristianos, es que simplemente no se enseña en la Biblia.
“La doctrina de la concepción inmaculada de María no se encuentra explícitamente en la Sagrada Escritura.”
(Ludwig Ott, Manual de Teología Dogmática, Edición Revisada. Barcelona: Herder, 1969, p. 315).
Este autor pasa a decir que según “numerosos teólogos”, la doctrina está implícita en los siguientes textos: Génesis 3:15, Lucas 1:28 y Lucas 1:41 (sic; en realidad se refiere a 1:42).
Génesis 3:15
“Y enemistad pondré entre tú y la mujer,
y entre tu simiente y su simiente;
[él] te herirá la cabeza
y tú le herirás el talón”
Este texto, que es a menudo llamado el “primer evangelio”, anuncia una lucha que se prolongará a través de los siglos. Como parte del veredicto de Dios contra la serpiente, el final de tal combate le será adverso a ésta. La mujer a la que se refiere aquí es Eva (¡no había por entonces otra!). El pronombre masculino singular “él” es permitido (aunque no exigido) por el hebreo, y la Septuaginta pasa del neutro “simiente” (sperma) al pronombre masculino singular autos, “él” (en Génesis 4:25 el término “simiente” , hebreo zera’ también se aplica a un varón particular, Set).
De la plenitud de la revelación presente en el Nuevo Testamento entendemos que esta simiente es Cristo, quien derrotó a Satanás. Como corroboración podemos notar que en Gálatas 3:16-19 Pablo aplica a Cristo la referencia a la simiente (zera’) de Abraham de Génesis 12:7.
Es en extremo difícil ver cómo la doctrina de la inmaculada concepción pueda estar implícita en este texto. Entre Eva y Cristo se extiende una larga cadena de descendientes de los cuales María no es sino el último eslabón, lo cual no permite en modo alguno pensar que ella (y no el resto de los ascendientes de Cristo según la carne) fuese exceptuada del pecado original por algún decreto divino que no aparece por ningún lado en la Escritura.
Lucas 1:28
“Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».”
Estas palabras del ángel Gabriel a María constituyen el saludo previo a la anunciación. Las palabras “llena de gracia” de la Biblia de Jerusalén corresponden al término griego kejaritômenê, del verbo jaritoô, “favorecer” o “colmar de favores”. Los católicos sostienen que esta era una plenitud extensiva e intensiva que, por tanto, debía de incluir la excepción del pecado original. Sin embargo, debe notarse que las palabras del ángel no guardan referencia alguna a la concepción de María ni a su condición previa a la visita del ángel. De hecho, ante la perplejidad de María, en el versículo 30 Gabriel dice: “Has hallado gracia delante de Dios”. Además, en este verbo solamente aparece otra vez en todo el Nuevo Testamento, en Efesios 1:6, y en esta ocasión se refiere a todos los cristianos: “para la alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos colmó de favores (o “nos llenó de gracia”, ejaritôsen) en el Amado”. Si esta expresión implicase por sí misma la concepción inmaculada, entonces este sería un privilegio de todos los creyentes.
Lucas 1:42
“y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu seno».”
Estas palabras pronunciadas por Isabel, llena del Espíritu Santo, son tomadas por los católicos en el sentido de que la bendición de Dios sobre María y sobre Jesucristo a la vez implicaba que tanto la madre como el Hijo compartían el privilegio de ser libres de pecado desde la concepción. Pero de esto no hay ni jota en el texto ni en el contexto. Además, que tal bendición supusiese una bendición suprema y singular exclusiva de María es contradicho por las palabras del mismo Señor. En el mismo Evangelio de Lucas leemos:
“Sucedió que, estando él diciendo estas cosas, alzó la voz una mujer de entre la gente, y dijo: «¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!» Pero él dijo: «Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan».” (Lucas 11:27-28)
En otras palabras, según Jesús, la bienaventuranza de quienes oyen y obedecen a Dios es mayor que la de haber llevado a Cristo en el vientre y haberlo amamantado.

La tradición
Si algún católico objeta que debe también tenerse en cuenta la tradición apostólica transmitida por vía oral como otra fuente de revelación, habrá que responderle que además de estar en desacuerdo con tal noción, de hecho no existe ninguna tradición confiable documentada en los primeros diez siglos del cristianismo que documente tal creencia.

Los Padres de la Iglesia
No solamente es esta doctrina ajena a la Biblia y no es apoyada por ninguna tradición confiable. Tampoco fue enseñada por ningún escritor cristiano de los primeros siglos. Uno puede buscar en vano durante el primer milenio del cristianismo un autor tenido por ortodoxo que enseñase la inmaculada concepción. Dice Ott (o.c., p. 316) :
"b]Ni los padres griegos ni los latinos enseñan explícitamente la concepción inmaculada de María[/b]."
Pero como su libro es una exposición de la teología católica, no puede dejar ahí la cosa, y argumenta que la doctrina está implícita en los Padres. La inmaculada concepción quedaría implícita en el alto concepto que tuvieron estos autores de la pureza y santidad personal de María, y en el paralelismo y antítesis entre Eva y María.
Permanece ciertísimo que, por más admiración que sintiesen por María, ningún Padre enseñó su concepción inmaculada, y de hecho cuando en la Edad Media comenzó a hablarse de esta doctrina, recibió una firme oposición de algunos de los teólogos más importantes de la época. La principal objecion era la universalidad del pecado y por tanto de la necesidad de redencion por Cristo.

Historia de una tradición espuria
La primera insinuación de lo que progresivamente y no sin controversia condujo a la doctrina en discusión la hallamos no en Occidente, sino en Oriente. A partir del siglo VII surge en las iglesias griegas una festividad de la concepción de Santa Ana, a quien se tenía por madre de María.
El origen de esta creencia puede trazarse a uno de los libros apócrifos del Nuevo Testamento que con el tiempo adquirió enorme influencia en las creencias acerca de María. Aunque esta obra narra el nacimiento de Jesús, su propósito obvio es el de ensalzar a su madre, de la cual narra nacimiento, infancia y casamiento. Se trata del Protoevangelio de Santiago.
Es uno de los llamados “evangelios de la infancia” y se cree que data de la segunda mitad del siglo II. Escrito en griego, se tradujo al siríaco, etiópico, georgiano, sahídico, eslavo antiguo, armenio y probablemente al latín (aunque no subsisten manuscritos latinos tempranos). Es en esta obra que aparecen por vez primera los supuestos nombres de los padres de María como Ana y Joaquín. Aunque, como dice Elliott, “las doctrinas desarrolladas de la mariología pueden trazarse hasta este libro”, irónicamente en la antigüedad fue prohibido por la Iglesia occidental porque enseñaba que María fue la segunda esposa de José.
En cambio, tuvo como dije gran popularidad en el Oriente, y probablemente explica el origen de una festividad dedicada a la concepción pasiva de María, ocurrida luego de una prolongada esterilidad de Ana, su madre, y anunciada por un ángel (según el pseudo Santiago).
Más tarde esta fiesta se introdujo en occidente, al principio en el sur de Italia y quizá en Irlanda allá por el siglo IX. A principios del siglo XII, mientras la celebración de la concepción de María se infiltraba en la liturgia, dos monjes británicos, Eadmer y Osberto, comenzaron a enseñar que en su concepción María había sido libre del pecado original

El hecho indisputable que tal creencia era una novedad en la Iglesia de Roma queda evidenciado por la reacción del Doctor melifluo, Bernardo de Claraval (1090-1153; el mismo que escribió Las glorias incomparables de María). Cuando la fiesta de la Inmaculada Concepción se introduce en Lyon en 1140, el abad de Claraval “la desaconseja como novedad infundada, enseñando que María había sido santificada después de su concepción...” (Ott, o.c., p. 317).

El más grande teólogo católico medieval, Tomás de Aquino, se opuso a la doctrina de la Inmaculada Concepción
De igual modo, los principales teólogos católicos del mismo siglo y del siguiente se opusieron a la doctrina de la inmaculada concepción; entre ellos Pedro Lombardo (1100-1160), Alejandro de Hales (1170-1245), Buenaventura (1221-1274), Alberto Magno (1200-1280) y su más grande discípulo, Tomás de Aquino (1225-1274). Este último enseñaba que María fue santificada desde el vientre de su madre, pero no desde el instante mismo de su concepción, sino más tarde. Tomás escribió en la Summa Theologica (III, 27: 2) según su método acostumbrado, los argumentos (Objeciones) a favor de la inmaculada concepción, y los contestó como sigue.

¿Fue la Bendita Virgen santificada antes de recibir el alma?
Objeción 1. Pareciera que la Bendita Virgen fue santificada antes de recibir el alma. Porque, como hemos dicho, se le otorgó más gracia a la Virgen Madre de Dios que a cualquier otro santo. Ahora bien, parece que se les concedió a algunos ser santificados antes de la recepción del alma. Pues está escrito (Jer. 1:5): "Antes de que te formase en el vientre de tu madre, yo te conocí"; y el alma no es infundida antes de la formación del cuerpo. De igual modo dice Ambrosio de Juan el Bautista (Comment. in Luc. i, 15): "Aún el espíritu de vida no estaba en él y ya poseía el Espíritu de gracia." Mucho más, por tanto, pudo la Bendita Virgen haber sido santificada antes de la animación.
Objeción 2. Además, como dice Anselmo (De Concep. Virg. xviii), "fue apropiado que esta Virgen resplandeciese con tal pureza que por debajo de Dios no puede imaginarse ninguna mayor ": por lo cual está escrito (Cant 4:7): "Tú eres en todo hermosa, mi amada, y no hay mancha en ti." Pero la pureza de la Bendita Virgen podría haber sido mayor si ella nunca hubiese estado manchada por el contagio del pecado original. Por tanto, le fue concedido ser santificada antes de que su carne recibiese el alma.
Objeción 3. Además, como e dijo arriba, no se celebra ninguna fiesta excepto la de algún santo. Pro algunos guardan la fiesta de la Concepción de la Bndita Virgen. Por tanto pareciera que en su mismísima concepción fue santa; y de aquí que fue santificada antes de recibir el alma.
Objeción 4. Además, el Apóstol dice (Rom. 11:16): "Pues si la raíz es santa, así son las ramas." Ahora bien, la raíz de los hijos son sus padres. Por tanto, la Bendita Virgen pudo ser santificada ya en sus padres, antes de recibir el alma.

Por el contrario. Las cosas del Antiguo Testamento eran figuras del Nuevo, según 1 Cor. 10:11: "Todas las cosas les ocurrieron en figura." Ahora bien, la santificación del Tabernáculo, del cual está escrito (Salmo 45:5): "El Altísimo ha magnificado su propio tabernáculo” parece significar la santificación de la Madre de Dios, quien es llamada “el Tabernáculo de Dios” según el Salmo 18:6: "Él ha establecido su tabernáculo en el sol.” Pero del tabernáculo está escrito (Ex. 40:31,32 [¿?]): "Después de que todo fue perfeccionado, la nube cubrió el tabernáculo del testimonio, y la gloria del Señor lo llenó.” Por tanto tampoco la Bendita Virgen fue santificada hasta que todo en ella fue perfeccionado, es decir, su cuerpo y alma.
Respondo que. La santificación de la Bendita Virgen no puede entenderse como ocurrida antes de la recepción del alma, por dos razones. Primero, porque la santificación de la que hablamos no es sino la limpieza del pecado original; pues la santificación es una “limpieza perfecta”, como dice Dionisio (Div. Nom. xii). Ahora bien, el pecado original no puede ser quitado excepto por gracia, el sujeto de la cual es solamente la criatura racional. Por tanto, antes de la infusión del alma racional, la Bendita Virgen no fue santificada.
Segundo, porque, ya que solamente la criatura racional puede ser el sujeto del pecado, la descendencia concebida no es capaz de pecar. Y así, en cualquier manera en que la Bendita Virgen hubiese sido santificada antes de recibir el alma, nunca hubiese podido incurrir en la mancha del pecado original; y de este modo no hubiese necesitado la redención y salvación que son por Cristo, de quien está escrito (Mt. 1:21): "Él salvará a su pueblo de sus pecados.” Pero esto es inapropiado, por implicar que Cristo no es el “salvador de todos los hombres”, como es llamado (1 Tim. 4:10). Se sigue, por tanto, que la Bendita Virgen ue santificada después de recibir el alma.
Respuesta a la objeción 1. El Señor dice que “conoció” a Jeremías antes de que fuese formado en el vientre, por conocimiento, es decir, de predestinación; pero dice que lo “santificó” no antes de su formación, sino antes de que “saliera del vientre”, etc. Con respecto a lo cual dice Ambrosio, o sea que en Juan el Bautista no estaba el espíritu de vida cuando ya estaba el Espíritu de gracia, por espíritu de via no hemos de entender el alma que da vida, sino el aire que respiramos. O puede decirse que en él no estaba el espíritu de vida, esto es el alma, en cuanto a sus operaciones manifiestas y completas.
Respuesta a la objeción 2. Si el alma de la Bendita Virgen nunca hubiese incurrido en la mancha del pecado original, esto sería lesivo de la dignidad de Cristo, por causa de que él es el universal Salvador de todos. Consecuentemente después de Cristo, quien, como Salvador universal de todos, no necesitaba ser salvado, la pureza de la Bendita Virgen ocupa el lugar más elevado. Pues Cristo no contrajo el pecado original en absolutamente ninguna manera, sino que fue santo desde su mismísima concepción, según Lucas 1:35: “El santo Ser que nacerá de ti será llamado el Hijo de Dios.” Pero la Bendita Virgen ciertamente contrajo el pecado original, mas fue limpiada de él antes de su nacimiento desde el vientre. Esto es lo que se significa (Job 3:9) donde está escrito de la noche del pecado original “que espere luz”, es decir, Cristo, “y no la vea” (porque “nada inmundo viene a ella”, como está escrito, Sap 7:25), "que tampoco vea el rayar de la aurora” , esto es de la Bendita Virgen, quien en su nacimiento era inmune al pecao original.

Respuesta a la objeción 3. Aunque la Iglesia de Roma no celebra la Concepción de la Bendita Virgen, sí tolera la costumbre de ciertas iglesias que sí guardan aquella fiesta, por lo cual ella no ha de ser enteramente reprobada. De todos modos, la celebración de esta fiesta no nos da a entender que ella era santa en su concepción. Pero ya que no se sabe cuándo fue santificada, la fiesta de su Santificación, más que la fiesta de su concepción, se celebra en el día de su concepción.
Respuesta a la objeción 1. La santificación es doble. Una es la de toda la naturaleza: en la medida en que toda la naturaleza humana es liberada de toda corrupción de pecado y castigo. Esto ha de ocurrir en la resurrección. La otra es la santificación personal. Ésta no se transmite a los hijos engendrados de la carne; porque no considera la carne, sino la mente. Consecuentemente, aunque los padres de la Bendita Virgen fueron limpiados del pecado original, de todos modos ella contrajo el pecado original, ya que fue concebida por vía de la concuspicencia de la carne y la relación entre varón y mujer; pues dice Agustín (De Nup. et Concup. i): "Toda carne nacida de relación carnal es pecaminosa."

A pesar de todo, ya se había arraigado en el sentir popular
A pesar de la firme oposición de los maestros de los siglos XII y XIII, la doctrina ganó terreno sobre todo gracias a la defensa que de ella hicieron los franciscanos, en particular Juan Duns Escoto (1264-1308). El llamado Doctor Subtilis acuñó el término “prerredención” para expresar su idea de que no es absolutamente necesario que la santificación preceda cronológicamente a la infusión del alma, sino que basta una prioridad conceptual. Según Duns Escoto, María necesitó ser redimida por Cristo como cualquier otro ser humano, pero accedió a la forma más perfecta de redención, aquella que no la limpió sino que la preservó del pecado original. El hecho de que no hubiese precedente bíblico ni necesidad lógica de esta extraña y novedosa enseñanza no detuvo el entusiasmo. Lo cierto es que el Doctor Subtilis le proveyó a la Iglesia de Roma una excusa racional para enseñar lo que la gente quería creer.
A partir de entonces quedó relativamente allanado el camino para la doctrina de la Inmaculada Concepción. En 1439 el Concilio de Basilea, que no es tenido por ecuménico en el catolicismo, afirmó la creencia como una opinión piadosa conforme a la fe católica, la razón y las Escrituras. En 1476 el papa Sixto IV, franciscano, aprobó la fiesta de la Inmaculada Concepción con su propia liturgia. A pesar de sus obvias simpatías hacia la doctrina, Sixto se abstuvo de transformarlo en un dogma. Y es que todavía distaba de ser unánimemente aceptado en Occidente.
Prueba de ello es que en la Constitución Grave nimis del 4 de setiembre de 1483, este papa debió censurar duramente a los predicadores que “no se han avergonzado de afirmar hasta ahora públicamente en sus sermones al pueblo por diversas ciudades y tierras ... que todos aquellos que creen y afirman que la inmaculada Madre de Dios fue concebida sin mancha de pecado original, cometen pecado mortal, o que son herejes celebrando el oficio de la misma inmaculada concepción, y que oyendo los sermones de los que afirman que fue concebida sin esa mancha, pecan gravemente”. Al mismo tiempo, Sixto IV tampoco admitió que se condenase a quienes se oponían al dogma; en la misma Constitución, en efecto, reprendía también a los que
“se atrevieren a afirmar que quienes mantienen la opinión contraria, a saber, que la gloriosa Virgen María fue concebida con pecado original, incurren en crimen de herejía o pecado mortal, como quiera que no está aún decidido por la Iglesia Romana y la Sede Apostólica...” (Denzinger # 735)
En el siglo XVI, el Concilio de Trento, sin tratar específicamente el tema, dejó explícitamente fuera del Decreto sobre el pecado original del 17 de junio de 1546, a la Bienaventurada María, sin pretender avanzar en el asunto de la inmaculada concepción más allá de lo que lo había hecho Sixto IV.
“Declara, sin embargo, este mismo santo Concilio que no es intención suya comprender en este decreto, en que se trata del pecado original, a la bienaventurada e inmaculada Virgen María, Madre de Dios, sino que han de observarse las constituciones del Papa Sixto IV, de feliz recordación, bajo las penas en aquellas Constituciones contenidas, que el Concilio renueva.” (Denzinger # 792)
Poco más de un siglo más tarde, precisamente el 8 de diciembre de 1661, en la Bula Sollicitudo omnium Ecclesiae, el papa Alejandro VII básicamente ratificó lo actuado por su antecesor Sixto IV y el concilio de Trento, llamando a la inmaculada concepción “un antiguo y piadoso sentir” que abrazan “ya casi todos los católicos”. En 1708 Clemente XI hizo de la fiesta una observancia obligatoria para toda la Iglesia Católica.

La mendacidad de Pío IX
Vistos estos antecedentes históricos, no es de extrañar que finalmente en el siglo XIX la inmaculada concepción fuese elevada a la categoría suprema de dogma de fe católica definida, en la Bula Ineffabilis Deus del 8 de diciembre de 1854. La parte de la Bula que contiene la definición propiamente dicha es como sigue :
“Para honor de la santa e indivisa Trinidad, para gloria y ornamento de la Virgen Madre de Dios, para exaltación de la fe católica y acrecentamiento de la religión cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe por tanto ser firme y constantemente creída por todos los fieles.”
A la cual le sigue, como no podía ser de otro modo, el anatema de rigor:
“Por lo cual, si alguno, lo que Dios no permita, pretendiere en su corazón sentir de modo distinto a como por Nos ha sido definido, sepa y tenga por cierto que está condenado por su propio juicio, que ha sufrido naufragio en la fe y se ha apartado de la unidad de la Iglesia, y que además, por el mismo hecho, se somete a sí mismo a las penas establecidas por el derecho, si lo que en su corazón siente se atreviere a manifestarlo de palabra o por escrito o de cualquiera otro modo externo.”
Este texto figura en Denzinger # 1641. Lo que no aparece allí es la fundamentación que Pío IX ofreció en la citada Bula. He aquí algunas de sus afirmaciones más interesantes:
“La Iglesia Católica, dirigida por el Santo Espíritu de Dios, es la columna y el fundamento de la verdad y siempre ha sostenido como divinamente revelada y como contenida en el depósito de la revelación celestial esta doctrina concerniente a la inocencia original de la augusta Virgen –una doctrina que está tan perfectamente en armonía con su maravillosa santidad y preeminente dignidad como Madre de Dios- y así nunca ha cesado de explicar , de enseñar y de promover esta doctrina época tras época de muchas formas y por actos solemnes.” (negritas añadidas)
Como vimos, es patentemente falso que esta doctrina haya sido creída siempre, ni siquiera dentro de la Iglesia de Roma.
“Ahora, en la medida en que todo cuanto pertenece a la adoración ssagrada está íntimamente conectado con su objeto y no puede tener ni consistencia ni durabilidad si tal objeto es vago o incierto, nuestros predecesores, los Romanos Pontífices, por tanto, mientras dirigían todos sus esfuerzos hacia un aumento de la devoción, hicieron su objetivo no sólo el de enfatizar el objeto con el mayor celo, sino también de enunciar la doctrina exacta.” (negritas añadidas)
Falso por completo; por el contrario, como hemos visto, los papas Sixto IV y Alejandro VII, así como el Concilio de Trento, fueron deliberadamente vagos en sus enseñanzas al respecto, absteniéndose de definiciones dogmáticas al respecto.
“Todos son conscientes de con cuánta diligencia esta doctrina de la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios ha sido transmitida, propuesta y defendida por las más destacadas órdenes religiosas, por las más celebradas academias teológicas, y por eminentísimos doctores en las ciencias de la teología.” (negritas añadidas)
Esto es verdad si se excluye a todos los Padres orientales y occidentales de los primeros siglos, y a Bernardo de Claraval, Pedro Lombardo, Alejandro de Hales, Buenaventura, Alberto Magno y Tomás de Aquino...
“Y ciertamente, ilustres documentos de venerable antigüedad, tanto de la Iglesia Oriental como de la Occidental, muy vigorosamente testifican que esta doctrina de la Inmaculada Concepción de la Beatísima Virgen, la cual fue cotidianamente más y más espléndidamente explicada, establecida y confirmada por la más alta autoridad, enseñanza, celo, conocimiento, y sabiduría de la Iglesia, y la cual fue diseminada entre todos los pueblos y naciones del mundo católico de manera maravillosa – esta doctrina siempre existió en la Iglesia como una doctrina que ha sido recibida de nuestros ancestros, y que ha sido estampada con el carácter de una doctrina revelada.” (negritas añadidas)
No existe la más mínima evidencia histórica de esta afirmación, y de hecho Pío IX no pudo citar ninguno de los “ilustres documentos” de los que presume.
En consecuencia, es evidente que las consideraciones sobre las que la definición de la Inmaculada Concepción se fundamenta son irremediablemente falsas, por lo cual no cabe pensar mejor de la doctrina misma.
Bendiciones en Cristo,
Jetonius
 
LA HISTORIA MUESTRA

No se empezó a enseñar la doctrina de la Inmaculada Concepción hasta más de 200 años después de la muerte de María. El primer origen de ese dogma tiene sus inicios en los llamados evangelios apócrifos, escritos por herejes del segundo y tercer siglos. «El pseudo evangelio de Mateo» y el «evangelio árabe de la infancia de Jesús», especialmente escritos por antiguos herejes para sostener sus errores, nos presentan los primeros rastros de la deificación de María. Más tarde, la secta de los Colliridianos surge y ofrece un culto a la Virgen, sustituyendo a las diosas paganas Diana, Minerva, etc.

En el período patrístico los padres de la Iglesia no eran de ningún modo renuentes a atribuir pecados y varias imperfecciones a María. La inmaculada concepción, de la bendita Virgen María por sus padres Joaquín y Ana, fue contradicha por grandes católicos durante muchos siglos y no hubo consenso a su favor hasta el siglo XVI. Asimismo este decreto papal choca con varios papas que directa o indirectamente manifiestan que nunca creyeron en la inmaculada concepción y repudiaron tal doctrina. Además, está documentada por sus declaraciones, la oposición de muchos padres de la Iglesia, que eran adversos a la Inmaculada Concepción. Por ejemplo:

Eusebio de Cesarea(265-340) (Emiss, en Orat. 2 de Nativ.) dice: «Ninguno está exceptuado de la mancha del pecado original, ni aun la madre del Redentor del mundo. Sólo Jesús se halló exento de la ley del pecado, aun cuando haya nacido de una mujer sujeta al pecado».

Ambrosio (340-397), doctor de la Iglesia y obispo de Milán dice: «Jesús es El solo a quien los lazos del pecado no vencieron; ninguna criatura concebida por el contacto del hombre y la mujer, ha sido exceptuada del pecado original; sólo ha sido exceptuado Aquel que fue concebido sin aquel contacto y de una virgen, por obra del Espíritu Santo» (Comentario al Salmo 118).

Joviniano, negaba la virginidad de María durante el nacimiento de Jesús.

San Agustín (354-430), obispo de Hipona y doctor de la Iglesia combatió la idea de que María hubiera nacido sin mancha del pecado original (en Psalm 34, sermón 3) dice: «Maria murió por causa del pecado original transmitido desde Adán a todos sus descendientes». Y en su escrito De Peccatorum Meritis, declara que la carne de María era «carne de pecado» y que María, que descendía de Adán, murió a consecuencia del pecado.

Tertuliano, una de las autoridades máximas de la Iglesia cristiana primitiva, advirtió en contra de esta suposición del nacimiento de María y además sostuvo que después del nacimiento de Cristo, José y María llevaron una vida matrimonial como la de cualquier otra pareja unida ante Dios en santo matrimonio.

El papa León 1, en el año 440, afirmaba: «Sólo el Señor Jesucristo entre los hijos de los hombres nació inmaculado, porque El solo ha sido concebido sin la suciedad y la concupiscencia de la carne» (Sermón 24 de Nativ. Dom.).

El papa Gelasio, en el año 492, escribía: «Corresponde sólo al Cordero Inmaculado el no tener pecado alguno» (Gelassii Papae Dicta, Tomo 4, Colosenses).

El papa Gregorio el Grande (540-604), comentando Job 14:4 expresa que Jesucristo es el único que no ha sido concebido de sangre impura y verdaderamente puro en su carne.

Anselmo (1033-1109), arzobispo y doctor de la Iglesia, también escribió (Op., p. 92): «Si bien la concepción de Cristo ha sido inmaculada, no obstante, la misma Virgen de la cual El nació ha sido concebida en la iniquidad y nació con el pecado original, porque ella pecó en Adán, así como por él todos pecaron».

Tampoco hay apoyo muy fuerte para este dogma sobre la base de la tradición. Hasta el año 1140 (la fecha de la carta de San Bernardo) los testimonios de los Padres eran adversos a la Inmaculada Concepción.

Bernardo de Claivaux (1090-1153) alguien profundamente devoto de la importancia de María para la
Iglesia, no estaba de acuerdo con la doctrina de la Inmaculada Concepción. En su famosa carta a los canónigos de Lyon, llamaba a la nueva ceremonia en honor de la «Inmaculada Concepción» una novedad «de la que nada saben los ritos de la Iglesia, la razón no aprueba, y la antigua tradición no recomienda».

Bernardo protestó enérgicamente diciendo que con la misma razón, se podían establecer días de fiesta conmemorativos de la concepción de la madre, abuela y bisabuela de María, y así sucesivamente hasta nuestra madre Eva.

En el siglo XII, los escolásticos habían formulado la pregunta: ¿Significa la inmunidad de María del pecado que ella fue concebida sin pecado (inmaculada concepción)? Durante el siglo trece los teólogos escolásticos afirmaron claramente que María había pecado.

Buenaventura (1217-1274) fue igualmente negativo a esta doctrina de la Inmaculada Concepción, el escribió: «todos los santos que han hecho mención de este asunto, con una sola boca han aseverado que la bendita Virgen fue concebida en pecado original».

Tomás de Aquino (1225-1274), el sumo doctor de la Iglesia romana, luchó valientemente contra esa incipiente herejía. Afirmó más allá de toda duda que Mara con-trajo el pecado original . Ella tuvo que sufrir las consecuencias del pecado original, incluyendo la muerte. El dice, por ejemplo: «La bienaventurada Virgen María, habiendo sido concebida por la unión de sus padres, ha contraido
el pecado original» (Summa Thcolog., part. 3).

En su última obra escrita llega a afirmar taxativa-
«Ciertamente (María) fue concebida con el pecado original, como era natural... Si no hubiera sido concebida con pecado original, no habría necesitado ser redimida por Cristo y, de ser así, Cristo no sería el Redentor universal de los hombres, lo que derogaría la dignidad de Cristo» (Brevis Summa defide).

El Papa Inocencio III, en el año 1216, dice: «Eva fue formada sin la culpa, y engendró en la culpa; María fue formada en la culpa, y engendró sin la culpa» (De Festo Assump., Sermón 2).
El mismo papa Sixto IV, perteneciente a la orden de Scoto, prefirió guardar un prudente distanciamiento en la disputa, e insistir en que «nada ha sido decidido todavía por la Iglesia romana y la sede apostólica». En otras palabras, a casi milenio y medio del nacimiento de Maria no existía ninguna certeza de que su concepción hubiera sido inmaculada.
 
Maripaz:

Gracias por tan grandes aportaciones, si bien es cierto que a veces son taaaan largos que da como pesar leerlos, son en realidad educativos las más de las veces.

DTB


Originalmente enviado por: Maripaz
LA INMACULADA CONCEPCIÓN: ¿DÓNDE ESTÁ EL PROBLEMA?


Prueba de ello es que en la Constitución Grave nimis del 4 de setiembre de 1483, este papa debió censurar duramente a los predicadores que “no se han avergonzado de afirmar hasta ahora públicamente en sus sermones al pueblo por diversas ciudades y tierras ... que todos aquellos que creen y afirman que la inmaculada Madre de Dios fue concebida sin mancha de pecado original, cometen pecado mortal, o que son herejes celebrando el oficio de la misma inmaculada concepción, y que oyendo los sermones de los que afirman que fue concebida sin esa mancha, pecan gravemente”. Al mismo tiempo, Sixto IV tampoco admitió que se condenase a quienes se oponían al dogma; en la misma Constitución, en efecto, reprendía también a los que
“se atrevieren a afirmar que quienes mantienen la opinión contraria, a saber, que la gloriosa Virgen María fue concebida con pecado original, incurren en crimen de herejía o pecado mortal, como quiera que no está aún decidido por la Iglesia Romana y la Sede Apostólica...” (Denzinger # 735)

Este parrafo es impresionante... herejes quienes afirmen que alguien pudo haber sido concebido tal como Jesus y no necesitar su redención.
Lo malo es que a las costumbres y tradiciones la IC nunca las ha podido detener, su "estrategia" ha sido la adopción.
 
? El gran asunto no es otro, que el de que ella se convirtió en la Madre de DIOS; en cuyo proceso se dispensaron tantos y tan grandes dones sobre ella que nadie puede comprenderlos. En consecuencia, [/B] sigue todo el honor, toda la santidad y el hecho de que en toda la raza del hombre, solo una persona esta por encima del resto, una a la que ninguno es igual. Por esta razón su dignidad esta concentrada en una sola frase, cuando la llamamos Madre de Dios; nadie puede decir mayores cosas de ella o a ella, aunque tuviera tantas lenguas como hojas de grama, como estrellas en el cielo y como arenas en las orillas del mar. También se debe meditar en el corazón sobre lo que significa el ser la Madre de DIOS.? Martín Lutero Die Erklarung des Magnificat ? 1521.


"Nadie puede decir mayores cosas de Ella". Pues su Inmaculada Concepción y su perpetua Virginidad y ser la Reina de todo lo creado, no dejan de ser más que pequeños detalles a ser la Madre de Dios.

Lo que no consigo comprender es por qué si muchos son cristianos que se dicen herederos de la reforma, desconocen estas cosas.

Vivimos ciertamente en un mundo de confusión.

Que Dios les bendiga.
 
Originalmente enviado por: Catholico34
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"Nadie puede decir mayores cosas de Ella". Pues su Inmaculada Concepción y su perpetua Virginidad y ser la Reina de todo lo creado, no dejan de ser más que pequeños detalles a ser la Madre de Dios.

Lo que no consigo comprender es por qué si muchos son cristianos que se dicen herederos de la reforma, desconocen estas cosas.

Vivimos ciertamente en un mundo de confusión.

Que Dios les bendiga.


Eso, son solo fábulas y cuentos de vieja, basados en escritos apócrifos.
 
Originalmente enviado por: Gabaon
Dios te bendiga Tobi.

Los dogmas marianos son cuatro:
1. María es Madre de Dios.
2. María es Virgen Perpetuamente.
3. María fue Asunta al Cielo.
4. María fue Concebida Inmaculadamente.

Yo le pregunté a usted si es usted capaz de afirmar que esos cuatro dogmas contradicen y/o destruyen lo dicho en Las Escrituras y si con alguno de ellos La Iglesia pretende divinizar a María. ¿Puede usted defender eso?. La lista de títulos que usted ha copiado no son dogmas. (De ello nos ocuparemos más adelante) Ahora, pregunto ¿Defiende usted esa afirmación? ¿Eso pretende? <<<<Es usted quien tiene que probar que no la divinizan>>>>
En cuanto a que no son dogmas es una mala salida puesto que dicho títulos se los ha endosado el magisterio "infalible" de vuestra Insititución y con ello incitan a su grey a tenerlos por válidos. Incitan a que crean que Maria es el "Arca de la Alianza" si esto no es divinizarla ya que dira que es.

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Usted puede tener una cantidad abrumadora de pruebas para afirmar cualquier cosa, eso lo veremos en su tiempo. Mis preguntas puntuales han sido:
1. ¿Los cuatro dogmas marianos contradicen y/o destruyen lo dicho en Las Escrituras? <<<<Por supuesto que si.>>>>
2. ¿Sólo le parece que no son los cuatro sino sólo el de la Inmaculada Concepción? <<<No, no, sino todos>>>
3. ¿Su base única para refutar este dogma y ningún otro es el "todos pecaron"? <<<<Está más que claro>>>>
4. ¿De refutar esto queda probada como falsa su afirmación y se compromete a retirarla? <<<<¿Retirarla? ¿A santo de que? ¿Como vas a PROBARLA?>>>>

¿Tiene usted pruebas abrumadoras para probar eso?

Sin que necesite usted del permiso de Maripaz, con ella ya he concluido, ¿quiere usted pasar a probar que los cuatro dogmas marianos contradicen y/o destruyen lo dicho en Las Escrituras y si con alguno de ellos La Iglesia pretende divinizar a María o ponerla al nivel de Dios?.

Si me hubiese leido con cuidado se hubiese evitado algunas molestias, ahora sólo respóndame eso.

Tobi
He aquí un razonamiento no válido. Si la Escritura en el Nuevo Testamento es la Revelación de Dios para toda la humanidad y Juan en su evangelio nos informa que lo que ha sido escrito es para testimonio de que Cristo és el Hijo de Dios, significa que el depósito doctrinal ha sido escrito completo y este es inamovible. Ni se le puede añadir nada ni tampoco quitar nada del mismo. Consecuentemente eres tú, Gabaon quien tiene que demostrar que los cuatro dogmas citados están en las Escrituras.
_________________________________

Mi oferta es que puedo probarle que "todos pecaron" es hiperbólico y que no implica que María haya cometido pecado.
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Tobi
Asi, que, HIPERBOLICO. ¡Acaso cree que no conocemos el significado de este vocablo.
HIPERBOLE Tomado del griego hiperbolê 'Exceso' 'exageración'
Luego, sin el menor decoro afirma que Pablo cuando escribió esta frase cayó en una exageración. Y no solo eso puesto que el magisterio de su Institución afirma que Pablo escribió inspirado por el Espíritu Santo (¿será eso dogma o no?) por lo que la afirmación es que el Espiritu Santo ha exagerado al afirmar que TODOS PECARON.
Supongo que se da cuenta de lo que ha afirmado.
Con admiración

 
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