Originalmente enviado por frank2000:
<STRONG>queridos hermanos lean esto, espero les sea de bendicion
Adoración en búsqueda de santidad
por Richard O'Ffill
¿Qué esperamos encontrar cuando vamos a un juego de pelota-cualquier juego de pelota?
- una multitud
- mucho ruido y excitación
- música
- aplausos y gritos
- competencia
- hazaña, un buen juego
- pagar para poder entrar
- escapar de la realidad - diversión
- refrescos y souvenirs
- esperamos observar, no jugar
- si tenemos suerte, esperamos encontrar a nuestros héroes y conseguir su autógrafo.
- esperamos que gane nuestro equipo
Estas son las cosas que esperamos encontrar en un juego de pelota. Son apropiadas en un juego de pelota. Una persona que asiste a un juego no se siente ofendida o sorprendida por este tipo de cosas.
Ahora, déjenme hacerles una pregunta. ¿Qué esperamos encontrar cuando vamos a la iglesia? ¿Es concebible que esperemos encontrar en la iglesia las mismas cosas que encontramos en un juego de pelota? ¿Es concebible que alguna vez se considerase apropiado esperar las mismas cosas en la iglesia que las que encontraríamos en un juego de pelota? Increíblemente la respuesta es SI, podría suceder.
Pero esto nunca sucedería si entendiésemos que el culto no trata acerca de este mundo, sino acerca de otro mundo - un mundo que es invisible para nosotros. Esto nunca sucedería si entendiésemos que el propósito del culto no es complacernos o entretenernos, sino que el verdadero culto es lo que sucede cuando una persona de repente se da cuenta de que hay algo grandioso, temible y maravilloso que está por encima y más allá de ellos. En el sentido práctico, cómo adoramos a Dios depende completamente de nuestro concepto de Dios. Por eso es que hay un creciente desacuerdo en estos días de como debiéramos adorar. La realidad es que no estamos de acuerdo en cómo es Dios.
Dios es invisible. La única forma de nosotros saber cómo es Dios es observar que hay mucho más en la creación que en nosotros mismos, y aprender acerca de El como El se revela a nosotros en las Escrituras. ¡Pero aún en esto es mejor que tengamos cuidado! Las Escrituras y la naturaleza no sólo revelan a Dios, pero revelan también la realidad del pecado. Una persona puede de hecho estudiar la naturaleza y las Escrituras con un énfasis incorrecto. Cuando lo hacen así, recogerán la porción humana y pecaminosa de las Escrituras y perderán completamente la revelación de la santidad divina.
Por esto es que usted puede esperar que a menudo aún un lunático o un fanático tengan justificación bíblica por su comportamiento. La Biblia contiene muchas historias de lunáticos y fanáticos. De allí que sea importante que nos preocupemos en estudiar y comprender el significado de la santidad. El problema es que sabemos más acerca del pecado que acerca de la santidad. El pecado nos ha cegado de tal manera en los 90's que nos encontramos confrontados con la decisión de escoger 'lo mejor de lo peor'. En nuestro estudio de lo que es inaceptable, hemos escogido aceptar lo menos imperfecto de lo que es inferior. Hemos estudiado lo anormal hasta que hemos dado con una norma universal de lo anormal. El resultado final es que la sicología popular y la religión de los 90's puesta a la venta tiene poco conocimiento de lo que constituye santidad.
Hasta que descubramos lo que es santidad, nuestro culto va a continuar añadiendo más y más componentes que son más apropiados para un juego de pelota que para adorar a un Dios Santo. Creo que esto es lo que sucederá si comenzamos a ver el culto a Dios como un reflejo de nuestra cultura. Nada será imposible si decidimos que el culto es un fenómeno impulsado por la cultura, cuya ejecución y propiedad debe ser fijado por las personas en sí-como sucede en el caso de un juego de pelota.
Las falsas religiones del mundo han permeado las culturas de diferentes sociedades humanas. En el sur de Asia la cultura local es fuertemente influenciada por el hinduismo, en el Lejano Oriente por el budismo, y en el Africa por el animismo. Para que una persona diga que el único Dios Santo, el Creador del universo, es honrado por el culto que es manejado culturalmente, es absurdo. Sugerir que Dios se complace en un culto que está influenciado por hinduismo, budismo o vooduismo, o cualquiera de las otras grandes religiones es estar de acuerdo en que todas las religiones son iguales y que cada persona está adorando al mismo Dios, no obstante los diferentes puntos de vista. Hay muchas personas que lo piensan así.
Una vez me encontraba en la India y estaba conversando con una joven hindú. Ella se había graduado en la universidad. Le pregunté acerca de los más o menos 250,000 dioses que los hindús tienen. Ella me dijo que creía que solamente existía un Dios, pero que existen 250,00 manifestaciones de El. Muchas personas piensan que hay solamente un Dios y que es legítimo adorarle en la forma que lo veas. Cuando leemos el Antiguo Testamento, vemos como Dios mira el culto como un fenómeno cultural. Cuando El sacó a los hijos de Israel de un ambiente pagano, les llevó mil años romper con las culturas idólatras que les rodeaban. Finalmente, sin embargo, ellos establecieron una cultura única, separada de las culturas ateas alrededor de ellos. Pero antes de mucho tiempo, su cultura única en sí se convirtió en parte del problema, y cuando el Mesías apareció en la escena su cultura lo rechazó.
Nos encontramos en una lucha en estos días acerca de cuánto debiéramos permitir que nuestra cultura influencie la forma en que conducimos nuestro servicio de culto. Si venimos a la iglesia a adorarnos a a nosotros mismos, y por lo menos hacernos sentir bien acerca de nosotros, entonces hagamos lo que nos haga sentir bien. A ese punto la cultura es rey. Si un servicio de culto, sin embargo, se supone que sea dirigido a Dios y aceptable para El, entonces mejor que nos olvidemos de estudiar acerca de nuestra cultura y comencemos a estudiar acerca de la cultura de El. Cuando lo hacemos así estamos hablando de pureza y santidad. El acto de adoración nunca tuvo la intención de ser algo que nos trae a Dios a nuestro nivel, sino algo que nos eleva a Su nivel.
Un día una mujer le hizo a Jesús una pregunta acerca del culto. No fue una pregunta de COMO sino de DONDE. Ella preguntó dónde era el mejor lugar para adorar. Jesús le contestó, no con un mero dónde o cómo, pero con un cuál. Jesús le dijo cuál era el verdadero culto. El no dijo que era un hermosísimo nuevo edificio de iglesia, o que es un drama conmovedor, o que es una orquesta completa con un teclado de piano u órgano. El dijo que aquellos que adoran a Dios correctamente son los que le adoran en espíritu y en verdad.
Todo el resto es solamente programación, arquitectura y coreografía. El Espíritu Santo no está necesariamente presente en edificios nuevos o en un orden específico del programa. El Espíritu Santo y una búsqueda de santidad separan el verdadero culto de todos los otros cultos que son movidos por las fuerzas del mercado y las culturas contemporáneas. De hecho, si el culto fuese un asunto de cómo, cualquiera podría adorar-o por lo menos pensar que están adorando. Pero el verdadero culto a Dios está basado en obediencia a su palabra, practicado en la vida del adorador. Una persona que viene a la iglesia el sábado en busca de una experiencia significativa del culto fallará, o sin esperanza se engañará a sí mismo, a menos que experimenten en una base diaria una vida completamente consagrada al servicio de un Dios Santo.
Un día el rey Saúl, del Antiguo Testamento, tomó la programación del culto en sus propias manos. El acababa de experimentar una gran victoria en la batalla. Puede ser que él y sus amigos hayan decidido tener un culto de celebración. Cuando el profeta de Dios llegó allí, en lugar de unirse a la celebración preguntó, "¿Qué es este ruido? ¿No se dan cuenta que el obedecer es mejor que los sacrificios y el prestar atención que la grosura de los terneros?" (1 Samuel 15:22).
En los 90's la gente está desesperada tratando de hacer el culto más significativo y proveer más oportunidad para que los adoradores participen. Pero lo que se necesita es aprender las lecciones de la historia, que la adoración a Dios no consiste del cómo o el dónde, sino en cuál. Una persona que no está entregada a Jesucristo y a la búsqueda de la santidad no puede adorar a Dios como debiera. Como dijo Jesús mismo, la verdadera adoración no es acerca de hacer sino de ser. Si realmente tenemos el deseo de saborear y animar los cultos de adoración en los 90's, debiéramos llamar a nuestro pueblo al arrepentimiento y a la búsqueda de la santidad.
Nosotros debemos comprender que no podemos subir más alto como cuerpo de Cristo o como individuos que nuestro concepto de Dios. Nada, excepto bendiciones, vendrán cuando veamos a Dios en lo alto y exaltado. Nada, excepto desengaño y eventualmente fracaso, vendrá cuando tratemos de bajar a Dios a nuestro nivel e imponer nuestra cultura mental sobre El. Dios nos llama a salir de nuestras fracasadas culturas. Puede ser que vivamos dentro de las culturas del mundo, pero no debemos ser parte de ellas. Jesús oró por nosotros. El no le pidió a Dios que nos sacara del mundo, pero que nos guardara del mal que hay en el mundo. Aquellos que están hambrientos y sedientos de justicia, y que están en la búsqueda de una vida santa en Cristo, aunque sean de muchas naciones, idiomas y personas tendrán mucho en común. La reverencia, pureza, respeto y todos los frutos del Espíritu son fácilmente reconocibles a través de las barreras del idioma, las líneas raciales y los límites nacionales.
Es posible, y aún probable, que nuestra actual tendencia de institucionalizar las diferencias culturales sirva bien para perpetuar nuestra respectiva debilidad en lugar de llevarnos en el camino a una vida nueva y santa. Que seamos de los Estados Unidos, de Zimbabwe, o de Paraguay; que seamos de ascendencia europea, africana, latina, o asiática no debe ser usado como una excusa para una carnalidad o mundanalidad regional. El llamado de Dios a todos los que quieran seguir a Jesús, sean de piel rojiza, amarilla, negra o blanca es "amad no al mundo, ni las cosas que están en el mundo, porque aquellos que persisten en defender las cosas que son de este mundo, el amor del Padre más tarde o más temprano no estará en ellos."
Es sorprendente que un templo hindú en el predominante contexto cristiano de Norteamérica sigue siendo 100% hindú, o una mezquita musulmana en la cultura americana es aún 100% musulmana. Pero por alguna razón que se me escapa, una iglesia cristiana en la India puede muy fácilmente ser a veces 85% cristiana y 15% hindú, y una iglesia cristiana en Pakistan puede muy bien ser a veces 95% cristiana y 5% musulmana en su perspectiva.
Existe la expresión "Nada triunfa como el éxito." Vayamos de vuelta al juego de pelota por un momento. Lo fundamental y básico es que en el estadio de los Miami Dolphins si nadie viene a ver los juegos no durarán mucho tiempo. Aún una orquesta no continuará tocando indefinidamente sin una audiencia. Por eso la asistencia a la iglesia es importante. Pero no debe ser vista tan importante en el mismo sentido que un juego de pelota. Las razones por las cuales un equipo de pelota existe, y que la iglesia existe, no son las mismas. Si es sólo cantidad lo que usted quiere en un evento particular, usted puede aumentar la asistencia a la iglesia manipulando la programación. Igualmente, y usando los principios de mercadeo establecidos, la asistencia a la iglesia puede ser grandemente aumentada. Sin embargo, debiera entenderse que al hacerlo así, el verdadero propósito de la iglesia se abarata o se pierde completamente.
La palabra "iglesia" significa "los llamados." Esto no quiere decir los llamados a ir a la iglesia el sábado de mañana. El verdadero significado de la palabra es aquellos que son llamados a salir del mundo y de su cultura y estilos de vida corruptos. La iglesia es un grupo de individuos que han salido de algún lugar para buscar con afán y experimentar una vida santa. No se trata de cantar santo, dar palmadas santas o reirse santamente. Se trata de personas que están consistentemente rechazando al mundo y sus caminos pecaminosos. Los llamados no disfrutan siquiera ver a los pecadores simular pecado en la televisión, pero en el fondo de su corazón ellos oran, "Crea en mi un corazón limpio, oh Dios, y renueva un espíritu recto dentro de mi". Esta es la verdadera adoración.
¿Significa esto que debiéramos tomar una posición firme y ver si podemos actualmente evitar que la gente venga a la iglesia? ¿Quiere decir esto que lo pequeño es bueno y lo grande es malo? ¡Por supuesto que no! Pero debemos hacerle perfectamente claro a todos los que asisten que si la vida no es, de hecho, adorar a Dios de domingo a viernes separándonos del estilo pecaminoso del mundo, y que si una persona no es guiada por el Espíritu Santo en la búsqueda de santidad, entonces lo que una persona hace el sábado puede, de hecho, tener más en común con lo que sucede en un juego de pelota que lo que nosotros querríamos admitir.
Se dice mucho en estos días acerca de venir a Dios "tal y como somos." Venir a Dios como eres es válido solamente hasta cierto punto en el proceso de la salvación. Pues aunque es cierto que debemos venir como somos (porque de hecho no hay otra forma de venir) cometeremos el error de nuestras vidas si pensamos que, cuando venimos a Dios como somos, podemos con impunidad permanecer como somos.
Dios es un Dios santo, un fuego consumidor. Para verdaderamente estar en la presencia de nuestro santo Dios significará disolver el orgullo, el egoísmo, la amargura, el placer, la codicia y el amor al mundo. El Apóstol Juan declara que aquellos que continúan en esas cosas, no importa lo que clamen, no importa cuán contemporánea pareciera ser su experiencia, no tienen al Espíritu Santo y no conocen al verdadero y santo Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Las personas que continúan aferradas al orgullo, el egoísmo, el placer y el amor al mundo no pueden, en ningún sentido de la palabra, adorar a Dios, no importa cuán selecto sea el servicio de adoración.
Por esto es que un llamado de volver a la iglesia nunca debe estar separado de un llamado al arrepentimiento y a una vida santa. La historia no es ambigua al mostrarnos que, cuando el arrepentimiento y el llamado a la obediencia son dejados fuera del llamado de volver a la iglesia, el mundo responderá al llamado; de hecho, el mismo diablo realizará una transformación sin obediencia ni renuncia a una vida de pecado. Su presencia e influencia mortal ha causado siempre que la iglesia esté corrupta y que caiga en apostasía.
Por esto es que lo que se está predicando en las iglesias en cualquier momento dado es siempre una indicación de hacia donde nos dirigimos. Por esto es que no debemos cesar de predicar lo que Jesús, Juan, Pedro y todos los profetas predicaron, esto es, arrepentimiento y un llamado a una vida santa. Yo sospecho grandemente que la verdadera razón de que exista una tendencia de hacer los servicios de adoración contemporáneos en programación y música es porque la adoración a Dios en espíritu y en verdad no nos atraen ya más. Lo que nos atrae es la música del mundo y la televisión. Es posible que estemos en ciertos lugares introduciendo estilos y ritmos de música mundanos, así como drama, porque podemos relacionarnos más fácil con las cosas sensuales que con las espirituales.
Hay matrimonios que encuentran su tiempo de intimidad física aburrido, o difícil o desencantador. Ellos pueden quejarse de que su compañero falla en atraerlos. La pareja va a menudo a terapistas, quienes sugieren a los matrimonios que ellos pueden sazonar su relación si usan fantasías, experimentan o aún usan la estimulación que viene de mirar videos Clase X. ¿Has escuchado a personas decir que están atraídos a Jesús? Dime, ¿cómo puede una persona decir en un suspiro que ellos son atraídos a su esposo, o novio, o video Clase X, y en el próximo suspiro decir que son atraídos a Jesús? Debemos reconocer que ciertas palabras que estamos usando ahora para describir nuestra relación con el mundo no pueden ser usadas en un sentido espiritual sin corromper nuestro concepto de santidad. Lo mismo sucedería con la expresión escuchada a menudo de 'GETTING A HIGH WITH JESUS'. Se está volviendo cada vez más difícil distinguir entre lo sagrado y lo profano. Algo aterrador le está sucediendo a nuestro idioma.
Y así está sucediendo lo que no se puede ni pensar, que usemos las cosas sensuales de la carne para tratar de atraer a las personas a un Dios santo. Así como Madison Avenue usa la sensualidad para vender sus productos, desde carros hasta cereales de desayuno, cada vez más estamos usando la sensualidad para atraer a la gente a los pies de la cruz. Pero Jesús dirá, "Tú no entiendes mi plan. Los que me adoran deben adorarme en espíritu y en verdad."
Yo no creo que el fin justifica los medios. Esta es la decepción de esta época, y pudiera muy bien ser el cumplimiento de las palabras de nuestro Señor cuando dijo que muchos vendrían en Su nombre, pero que no les creyeran. El llamado a la verdadera adoración puede ser reconocido porque será un llamado a la santidad. Si la experiencia nos ha enseñado alguna cosa, habrá como respuesta a ese llamado más evidencia de una profunda convicción y lágrimas en lugar de gritos, manos levantadas o aplausos.
¿Cuándo nos despertaremos y haremos un verdadero chequeo? La respuesta es cuando reconozcamos que en la búsqueda de santidad la carne debe morir, en las palabras del Apóstol Pablo. No hay comunión entre la luz y las tinieblas. Esto significa que Dios no habita en áreas grises. Las así llamadas áreas grises a que nos referimos son solamente lo mejor de lo peor, y de allí inaceptables a un Dios santo y a nuestra búsqueda de santidad.
Cuando hablamos acerca del culto, hay personas sinceras que sienten que el culto se ha vuelto aburrido y sin significado. Ellos están convencidos de que las cosas que he estado diciendo son un intento de mantener el status quo, y que queremos que el culto sea tedioso. Personalmente yo no quiero perpetuar el status quo. Sin embargo, creo que debemos orar para que Dios nos enseñe el significado de la verdadera adoración. Pero no estoy de acuerdo con aquellos que preguntan si yo preferiría tener el plan A o C (esto es aburrido o celebración). Estoy seguro de que hay otras opciones. La verdadera adoración dirigida hacia un Dios santo por un pueblo en busca de una vida santa no será aburrida. Será cálida, relevante, aceptable, y sobre todo será reverente y aún ferviente. En estos días nuestros predicadores están en un gran dilema. Un ministro que trata de predicar un mensaje de arrepentimiento y obediencia puede ser pobremente recibido por la congregación que, de hecho, está cantando "Quédate con el mundo pero dame a Jesús."
Cuando se predica un mensaje de arrepentimiento y santidad no significa que dé a entender, "Démosnos golpes hasta hacernos pulpa y ver cuán mal podemos hacernos sentir a nosotros mismos." El arrepentimiento es justo lo opuesto. David dijo que cuando él se negó a arrepentirse se secaron sus huesos-eso quiere decir que estaba afectando su salud. Pero cuando se arrepintió, el gozo de su salvación regresó. Lo que hace para muchos que el ir a la iglesia resulte aburrido es que aman al mundo.
Mientras hablaba con una persona recientemente le pregunté si él oraba alguna vez. Me contestó, "No, yo no quiero hacerlo. Yo sé lo que tendría que abandonar si orase." Aquellos que aman al mundo y sus caminos pecaminosos no les gustará la predicación que está llena del espíritu y que llama a una nueva vida.
Por qué cuando vamos a un mecánico automotriz queremos que él arregle el problema. Cuando vamos al médico queremos que nos haga sentir bien. Sin embargo, para muchos, cuando van a la iglesia, no es para liberarse del pecado que está arruinando la calidad de sus vidas. De alguna manera ellos tienen la idea de que vienen a la iglesia para sentirse bien acerca de sí mismos, para desarrollar su auto-aceptación y auto-estima, mientras que continúan insistiendo en justificar su egoísmo, su orgullo, su ambición, su placer, su amargura y su falta de auto-control.
Si sólo nos sometiéramos al poder de Dios, si solo creyésemos que Jesús debe no sólo perdonarnos nuestros pecados pero que debemos permitirle que nos limpie de toda injusticia. Yo no sé por qué nadie, excepto alguien que ha perdido todo su sentido espiritual, habría de resistirse a esto. Si pudiésemos captar la visión de que si solo admitimos que olemos mal, Jesús, como dice el Apóstol Pablo "nos librará del cuerpo de esta muerte." Si solamente creemos, Jesús puede lavar nuestro orgullo, nuestro egoísmo, nuestro placer, nuestra falta de auto-control, y darnos amor, gozo, paz, y todo el resto de los frutos del espíritu. El problema es que muchos de nosotros oramos que el Espíritu Santo nos dé frutos en un árbol que está muerto por sus errores y pecados.
Un árbol de sombra que teníamos en el patio al frente de mi casa murió hace un año. El hombre que lo cortó dijo que probablemente se había ahogado por toda la lluvia. Necesitábamos la sombra que este árbol proveía. Pero cuando este árbol murió yo no salí a comprar 500,000 hojas de seda para tratar de pegarlas al árbol muerto. En lugar de eso yo hice que lo cortaran. Si quiero hojas para que me den sombra, necesito buscar un árbol nuevo.
Si no te estás llevando bien con tu esposa o esposo, si estás lleno de amargura y resentimiento, si estás siendo arrastrado por los malos hábitos que son impulsados por un comportamiento obsesivo y compulsivo, podrías beneficiarte de un seminario o un curso de auto-ayuda, o aún un poquito de terapia. Pero mientras estás en eso, chequea el árbol. Jesús quiere darnos un nuevo corazón. Las cosas viejas ya son pasadas y todas las cosas son hechas nuevas. Si permitimos que Jesús nos de un nuevo corazón, hasta podremos ver un cambio en nuestro cónyuge e hijos. Aún nuestro jefe verá la diferencia.
Todos somos diferentes. Tenemos diferentes maneras de expresar nuestros sentimientos. Somos hombres y mujeres, y en diferentes etapas de nuestras vidas. Hay los que son saludables y aquellos que están enfermos. Hay aquellos que tienen trabajo y aquellos que están desempleados. Hay aquellos que se sienten solos y están de luto, y aquellos que son nuevos en el amor. Así que no estamos todos en el mismo lugar en el camino de la vida. Una persona me dijo en una ocasión que para él la mayor expresión de emoción, sea gozo o tristeza, eran las lágrimas. Y pensemos en esto: ¿qué experimenta un nuevo padre cuando sostiene en sus brazos a su bebé recién nacido y se da cuenta del milagro que esta nueva vida representa? Lágrimas. ¿Qué hace una novia a menudo al pararse al lado de aquel a quien ella le está entregando su vida? Llora. ¿Qué hace un ganador de la medalla de oro cuando de pie en la plataforma colocan el medallón de oro en su cuello y él oye que están tocando su himno nacional? Llora. Por esto es que yo no sé por qué debiéramos sentir que si no estamos gritando, riéndonos o dando palmadas en la iglesia, algo falta o anda mal.
El hombre sabio dijo que "hay tiempo para cada cosa debajo del sol." El problema en los 90's es que nuestros medios de expresar emoción humana, sea en acciones o en palabras, parece estrecharse y volverse menos significativo en lugar de expandirse y convertirse en más significativo. Es de veras apropiado gritar en un juego de pelota, pero no a tu esposa.. Es apropiado caer en la cama en la noche, pero no creo que es apropiado caerte de tu banco en la iglesia.
Quizás estamos confundiéndonos nosotros mismos, y quizás engañando a nuestra juventud, al continuar empañando la diferencia entre las cosas santas y las cosas del mundo. Si una persona piensa que el responso apropiado en un juego de pelota, en un concierto de rock y en el culto de adoración en la iglesia tienen elementos comunes, quizás tenemos que pensar de nuevo. Por esto es que Jesús no falló a la pregunta de la mujer samaritana cuando ésta le dijo: "¿Dónde adoraremos, en nuestro lugar o en el tuyo?" Es hora de que tomemos esto en serio. Es hora de pensar profundo, no superficialmente. Es tiempo de expandir nuestros estrechos conceptos del mundo y sus caminos sensuales y aprender el concepto más ancho del mundo invisible, aquello que es sagrado y santo.
Sabemos lo que el mundo y su cultura son. Sabemos como se siente ser sensual. Lo que no conocemos, pero necesitamos aprender, es lo que el cielo y su cultura son. ¡Lo que necesitamos aprender es acerca de la santidad!</STRONG>