Re: La masturbación es una forma de egoísmo...
A TODOS MIS AMIGOS CRISTIANOS:
¿Ven lo que decía? Ya hicimos de este tema todo un off-topic sobre mí y mis creencias del pasado? Pido de manera atenta que volvamos al tema base (la masturbación) y dejemos el off topic, por favor.
Gracias,
K.
Querida karina, quisiera hacerte una pequeña consulta, siendo simultáneamente una pequeña confesión... Por favor, no te rías de mí.
En un pasado personal, fui muy apegado a cosas de mi infancia, y mucho de eso ha persistido en mí hasta el día de hoy. Al explorar "el mundo adulto", me he topado con una realidad que casi nadie confiesa por miedo a hacer el ridículo: detrás de cada "adulto" se esconde un niño tímido.
Tengo en mi poder el libro "El mono desnudo", el cual muestra muchos rasgos característicos del ser humano visto como un animal más en el mundo. Entre otras cosas, el autor del libro dice que muchos hombres que se hallan en intimidad con su pareja (lo mismo ocurre con mujeres) dejan a un lado muchas actitudes de adulto, comprtándose como niños al tomar actitudes infantiles en el galanteo y la intimidad, aunque -como siempre ocurre- no es regla general.
En lo que a mí concierne, debo confesar que el chico de mi avatar es un buen recuerdo de mi infancia, el cual ha sido un pequeño modelo de "mi mujer ideal". Carita sonriente, ojos negros y llenos de vivacidad, una sonrisa grande y espontánea... ¡Cómo me gustaría hallar una mujer con algunas de estas características!
Sería dichoso si pudiese hallar una mujer que sea lo contrario a mí: una chica dinámica y extrovertida, alegre y de pies bonitos, de fuerte sentido maternal y honesta cuando algo no le gusta de mí... Muy en especial, que ella sea una amiga antes que sea una amante. En base a experiencias muy cercanas a mí, puedo decir que las mujeres de hoy son algo bastante alejado a mis pretensiones sentimentales, aunque quizá algún día podría llevarme una grata sorpresa.
Claro está, no puedo tener un servicio de "chica
À la carte" porque eso no es posible. Lo único que me queda, es que Dios me permita tener a una
Rebeca con quien pueda formar una familia, retando con ello el actual estereotipo de sexo rápido sin amor ni compromiso. Muy en especial, tocante a la intimidad, desearía que ello fuese como un vals antiguo: el uno para el otro en un compás tierno y bien sincronizado en el cual podamos llegar juntos hasta el final...
¿Podría yo ser tan malo al pretender tan poca cosa?