Cito:
La genealogía REAL de Jesús.
La judía, la nacida y muerta como judía, María
se comprometió formalmente para matrimonio con el judío, ortodoxo fariseo ferviente, José.
Desde el día del compromiso matrimonial, hasta el día del acto del matrimonio, María debía vivir apartada de José, tal como indica la ley.
PERO debía serle totalmente fiel, como si fuera totalmente su esposa, pues de enfrascarse en alguna relación sexual con otro varón, ella estaba incurriendo en el atroz crimen/pecado del adulterio (que de acuerdo a la estricta ley es castigado, luego del juicio justo, con pena de muerte).
Y, de haber descendientes concebidos en adúltera relación sexual, los hijos estarían condenados, (pobrecitos ellos, víctimas por la concupiscencia de sus progenitores), a ser considerados como "bastardos", con los consiguientes impedimentos legales.
La casquivana judía María se enamoró de un soldado romano (uno de los encargados de la sección de las panteras, en su legión),
y en sigilo y secreto consumó su enferma pasión con el incircunciso idólatra.
El romance pecaminoso dio su fruto del mal,
pues la comprometida María estaba preñada de la semilla del romano.
María estaba en un terrible aprieto,
al notarse su abultado vientre
podía ser condenada inmediatamente por adulterio,
y ser apedreada hasta morir, según dictamina la justa y estricta justicia de Dios.
O podía arriesgarse a abortar el engendro que crecía en sus entrañas,
pero, esto no lo quiso hacer, por amor apasionado hacia el romano, quien era a sus estúpidos ojos un príncipe azul que la llevaría con él.
Tan cobarde como pecaminosa,
María consideró un tercer plan.
Ella sabía que el buenazo de José la amaba con locura,
al punto de parecer un tonto (como todo enamorado enceguecido).
Por lo cual, le confesó a José su travesura, manipulándolo de modo tal que el bueno de José en lugar de ser fiel a Dios y a sí mismo, acusándola ante el tribunal de justicia, se convirtió en un cómplice del pecado abominable de la astuta y pérfida María.
Aceptó asumir la paternidad del engendro del mal,
y serle padre putativo.
Aceptó callar el crimen y pecado,
y sumarse al complot contra la verdad y la justicia.
Y así le fue luego...
(Con tan terribles orígenes, y tan espantoso secreto familiar tiñendo cada resquicio de su hueca vida, no es difícil comprender las fuentes de la perversa conducta y extraviada moralidad de Jesús. No fue el primero, ni el último, en compensar el bochorno de su madre, considerándola una santa; el misterio de su padre, creyéndose hijo de algo o alguien más noble e importante; la miseria de su vida, atribuyéndose poderes o relaciones inexistentes. Si no se hubiera formado una densa idolatría con su figura, Jesús merecería nuestra compasión, pues no fue en sus inicios más que un pobre diablo, maltratado por la vida. Pero, sus propios pecados, maldades, lo condenan irremisiblemente.
Es Jesús un buen ejemplo de una sola cosa... de que el adulterio ha de estar lejos de la vida y corazones de las personas).
(El relato de las circunstancias del origen de Jesús no es una ficción de nuestra parte, ni un proyecto de best-seller. Es el fiel testimonio de los testigos verídicos presentes en su época y lugar. Parte de la historia se filtró muy disfrazada en los llamados Evangelios, si miran con detenimiento la historieta de vírgenes pariendo y otras fantasías, verán detrás el verdadero relato crudo y real que hemos develado en esta oportunidad).
ESTA es, sin adornos ni falacias la más exacta historia acerca de la verdadera genealogía de Jesús.