La marca de la bestia. En la frente y en la mano

Re: La marca de la bestia. En la frente y en la mano

Temukense, ¿leíste lo subrayado? Allí está la respuesta a tu objeción. Si te consideras cristiano, debes considerarte como parte del verdadero Israel de Dios, cuya señal eterna será el sábado.

"Señal es para siempre entre mi y los hijos de Israel" Exodo 31:17

Bueno, como tu dices, la circunsicion es en espiritu, para mi el sábado tambien lo es, por lo que da lo mismo las obras fisicas que yo haga. ;).

Ademas la famosa palabra "eterna" la usan cuando les conviene. Ya sabemos que ustedes no creen en el "eterno" castigo del infierno, ya que para ustedes esa palabra es relativa.
 
Re: La marca de la bestia. En la frente y en la mano

Bueno... entonces lo que dijiste no viene al caso como tampoco prueba que el sábado es el sello de Dios.

La palabra "eterno" no puede aplicar a los mandamientos, en el caso de la Creación de esta tierra, porque el hombre no siempre ha existido, por lo que no es eterno (sin principio, ni fin). Sólo Dios es eterno (2 Timoteo 6:16). Los principios, como dije, que reflejan la esencia de nuestro Dios, sí lo es.

Estamos identificando el sello de Dios, y he dado argumentos bíblicos válidos para señalar al sábado, como sello externo. El sello interno es el Espíritu Santo que mueve al verdadero creyente en aquel entonces, el tiempo del fin, a observar al santo sábado del Señor.
 
Re: La marca de la bestia. En la frente y en la mano

CORRECCION:

La palabra "eterno" no SE puede aplicar a los mandamientos, en el caso de la Creación de esta tierra, porque el hombre no siempre ha existido, por lo que no es eterno (sin principio, ni fin). Sólo Dios es eterno (2 Timoteo 6:16). Los principios, como dije, que reflejan la esencia de nuestro Dios, sí lo SON.

Estamos identificando el sello de Dios, y he dado argumentos bíblicos válidos para señalar al sábado, como sello externo. El sello interno es el Espíritu Santo que MOVERA al verdadero creyente en aquel entonces, el tiempo del fin, a observar al santo sábado del Señor.
 
Re: La marca de la bestia. En la frente y en la mano

Bueno, como tu dices, la circunsicion es en espiritu, para mi el sábado tambien lo es, por lo que da lo mismo las obras fisicas que yo haga. ;).
.

El Sábado, no está relacionado con el pecado, tal como la circuncisión. Es algo muy concreto, que aparte de ser observado gracias a la presencia del Espíritu Santo en el creyente, demanda apartar un período de tiempo concreto -el séptimo día de la semana- para reposar en Dios (Génesis 2:2,3). En ese entonces no existía ni judío, ni gentil. Al día sábado no se le puede quitar la única definición que la Biblia le da: reposo el día séptimo.
 
Re: La marca de la bestia. En la frente y en la mano

El Sábado, no está relacionado con el pecado, tal como la circuncisión. Es algo muy concreto, que aparte de ser observado gracias a la presencia del Espíritu Santo en el creyente, demanda apartar un período de tiempo concreto -el séptimo día de la semana- para reposar en Dios (Génesis 2:2,3). En ese entonces no existía ni judío, ni gentil. Al día sábado no se le puede quitar la única definición que la Biblia le da: reposo el día séptimo.

Hasta ahora nadie me ha podido dar la función del Sábado.
Por lo que he visto, uds lo ven como un mandamiento de obediencia solamente, no tiene ninguna razón de ser, comparado con los otros 9. Al parecer es un simple mandamiento arbitrario que Dios puso solo para que lo obedezcan.
¿o me equivoco?
 
Re: La marca de la bestia. En la frente y en la mano

Hasta ahora nadie me ha podido dar la función del Sábado.
Por lo que he visto, uds lo ven como un mandamiento de obediencia solamente, no tiene ninguna razón de ser, comparado con los otros 9. Al parecer es un simple mandamiento arbitrario que Dios puso solo para que lo obedezcan.
¿o me equivoco?

Una de las funciones más evidentes del séptimo día, según el texto de la creación, es la de señalar la conclusión de la obra divina completa y absolutamente perfecta.

Todo artesano concienzudo trabaja en su obra hasta que ha conseguido su objetivo, y una vez alcanzado, su labor ha concluido. De un modo infinitamente superior, Dios, habiendo completado la creación de este mundo con todas sus criaturas, cesó de crear en el séptimo día. Este es esencialmente el significado del verbo hebreo sabat que se traduce generalmente por "reposar". Su sentido más exacto sería "cesar, desistir, dejar de hacer algo." De hecho, para expresar el descanso subsiguiente a la fatiga el hebreo emplea un verbo diferente, nuah, que en español traducimos normalmente por "descansar." Esta es la forma que se utiliza en Exodo 20:11, donde el plan divino de trabajo y descanso es tomado como base del mandamiento que ordena trabajar durante seis días y descansar en el séptimo. Sin embargo, en Génesis 2 se usa el verbo sabat, porque el descanso de Dios es de otro tipo. Su función no es antropológica sino cronológica. En otras palabras, ese término no sirve para explicar la razón del descanso humano, sino la relación entre Dios y su creación: Dios la consideró completa y perfecta, y lo manifestó . . . al cesar.

EL SABADO COMO SERVICIO A DIOS

El cristiano sirve a Dios cada día de su vida. Pero el servicio que rinde a Dios durante el sábado es diferente del de los demás días. Porque durante la semana sirve a Dios al mismo tiempo que a su trabajo y a sus necesidades materiales. El servicio diario es un servicio tipo Marta, en el que se tiene en mente a Dios, pero sin dejar de atender a las obligaciones personales. El servicio sabático, por otra parte, es de tipo María, en el que Cristo es el centro de atención absoluta. Todos los intereses ajenos son puestos de lado para atender al Salvador como huésped de honor. Dejar de lado toda actividad lucrativa para acercarse a Cristo es ya, de por sí, un acto de adoración. Es en realidad el acto imprescindible para que el sábado, como culto ofrecido a Dios, tenga sentido, ya que es la prueba de que el creyente ha decidido honrar a Dios plenamente en su santo día. Por lo tanto, nuestro estudio del servicio a Dios debe empezar por una comprensión correcta de lo que en sí significa el descanso, para examinar después las diferentes actividades que el descanso sabático favorece.

La función primordial del sábado es, como ya vimos en el capítulo II, la de celebrar las grandes realizaciones de Dios en favor de la humanidad. Esta celebración alcanza su máxima expresión en los servicios de culto, en los que el pueblo de Dios se une para ofrecerle su adoración. El carácter especial del culto comunitario del sábado depende de la importancia especial de los actos divinos que en él se celebran. Celebrar significa compartir el gozo que resulta de una realización especial. Los estudiantes celebran su graduación, los jugadores y los partidarios de un equipo de fútbol celebran el triunfo de un importante partido. Los padres celebran el nacimiento de su hijo. Los países celebran sus victorias militares y sus tratados de paz. El deseo de compartir con otros el gozo producido por una importante hazaña es muy humano. El servicio de culto del sábado es la ocasión en la que los cristianos se reúnen para celebrar las proezas divinas: su maravillosa creación, la redención de su pueblo y sus constantes manifestaciones de amor y cuidado.

Antídoto contra la falsa adoración. En cierto modo, la Biblia es la historia del conflicto entre la adoración verdadera y la falsa. La amonestación de Dios a "echar fuera los dioses ajenos" (Gn. 35:2).

EL SÁBADO COMO SERVICIO A SI MISMO
El culto que el cristiano rinde a Dios en el sábado redunda siempre en beneficio propio y de los demás. Y es que, al reconocer la fuerza y el poder de Dios, nos ponemos en disposición de que esa fuerza y poder actúen en nuestra propia vida. Por eso el sábado es el día especial para la reflexión y la renovación personal.

El sábado: tiempo de renovación
Orden en la vida. El tiempo y las oportunidades que el sábado ofrece para la meditación, el culto, el compañerismo, el servicio y la recreación, son como dínamos que recargan las baterías de nuestra vida. Hay muchas maneras en que el sábado contribuye a nuestra renovación.

EL SABADO COMO SERVICIO A LOS DEMAS

Además de ayudar al creyente a encontrarse con Dios y consigo mismo, el sábado le ayuda a encontrarse con su prójimo. La fe cristiana no es un consuelo egoísta sino un servicio altruista; no está volcada sobre sí misma sino sobre los demás. El Fundador del cristianismo no vino al mundo a enriquecer su vida personal en un exótico viaje al planeta Tierra, sino a traer "vida en abundancia" (Jn. 10:10) a los seres humanos. Nuestro estudio nos ha mostrado que el amor divino se manifiesta particularmente en la institución del sábado. Dios no "reposó" para beneficiarse a sí mismo sino para entregarse a sí mismo a los hombres

Nota. tomado del libro Reposo Divino para la Inquietud Humana del Pr. Samuele Bacchiocchi

link de descarga:

http://www.mychristiansite.com/ministries/sabado/
 
Re: La marca de la bestia. En la frente y en la mano

La palabra "eterno" no puede aplicar a los mandamientos, en el caso de la Creación de esta tierra, porque el hombre no siempre ha existido, por lo que no es eterno (sin principio, ni fin). Sólo Dios es eterno (2 Timoteo 6:16). Los principios, como dije, que reflejan la esencia de nuestro Dios, sí lo es.

Estamos identificando el sello de Dios, y he dado argumentos bíblicos válidos para señalar al sábado, como sello externo. El sello interno es el Espíritu Santo que mueve al verdadero creyente en aquel entonces, el tiempo del fin, a observar al santo sábado del Señor.

Esto no es un argumento Bíblico:

El selo del legislador debe exhibir tres (3) cosas: (1) Su nombre; (2) Su cargo, título o autoridad oficial; y su derecho de legislar; y (3) la extensión de su dominio y/o jurisdicción.

Tampoco lo es decir "el sello interno" y decir que su fruto, en el tiempo del fin, será la observancia del sábado pues la Biblia dice que fuimos sellados con el Espíritu Santo y por ende reflejamos "amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza".
 
Re: La marca de la bestia. En la frente y en la mano

Una de las funciones más evidentes del séptimo día, según el texto de la creación, es la de señalar la conclusión de la obra divina completa y absolutamente perfecta.

Todo artesano concienzudo trabaja en su obra hasta que ha conseguido su objetivo, y una vez alcanzado, su labor ha concluido. De un modo infinitamente superior, Dios, habiendo completado la creación de este mundo con todas sus criaturas, cesó de crear en el séptimo día. Este es esencialmente el significado del verbo hebreo sabat que se traduce generalmente por "reposar". Su sentido más exacto sería "cesar, desistir, dejar de hacer algo." De hecho, para expresar el descanso subsiguiente a la fatiga el hebreo emplea un verbo diferente, nuah, que en español traducimos normalmente por "descansar." Esta es la forma que se utiliza en Exodo 20:11, donde el plan divino de trabajo y descanso es tomado como base del mandamiento que ordena trabajar durante seis días y descansar en el séptimo. Sin embargo, en Génesis 2 se usa el verbo sabat, porque el descanso de Dios es de otro tipo. Su función no es antropológica sino cronológica. En otras palabras, ese término no sirve para explicar la razón del descanso humano, sino la relación entre Dios y su creación: Dios la consideró completa y perfecta, y lo manifestó . . . al cesar.

EL SABADO COMO SERVICIO A DIOS

El cristiano sirve a Dios cada día de su vida. Pero el servicio que rinde a Dios durante el sábado es diferente del de los demás días. Porque durante la semana sirve a Dios al mismo tiempo que a su trabajo y a sus necesidades materiales. El servicio diario es un servicio tipo Marta, en el que se tiene en mente a Dios, pero sin dejar de atender a las obligaciones personales. El servicio sabático, por otra parte, es de tipo María, en el que Cristo es el centro de atención absoluta. Todos los intereses ajenos son puestos de lado para atender al Salvador como huésped de honor. Dejar de lado toda actividad lucrativa para acercarse a Cristo es ya, de por sí, un acto de adoración. Es en realidad el acto imprescindible para que el sábado, como culto ofrecido a Dios, tenga sentido, ya que es la prueba de que el creyente ha decidido honrar a Dios plenamente en su santo día. Por lo tanto, nuestro estudio del servicio a Dios debe empezar por una comprensión correcta de lo que en sí significa el descanso, para examinar después las diferentes actividades que el descanso sabático favorece.

La función primordial del sábado es, como ya vimos en el capítulo II, la de celebrar las grandes realizaciones de Dios en favor de la humanidad. Esta celebración alcanza su máxima expresión en los servicios de culto, en los que el pueblo de Dios se une para ofrecerle su adoración. El carácter especial del culto comunitario del sábado depende de la importancia especial de los actos divinos que en él se celebran. Celebrar significa compartir el gozo que resulta de una realización especial. Los estudiantes celebran su graduación, los jugadores y los partidarios de un equipo de fútbol celebran el triunfo de un importante partido. Los padres celebran el nacimiento de su hijo. Los países celebran sus victorias militares y sus tratados de paz. El deseo de compartir con otros el gozo producido por una importante hazaña es muy humano. El servicio de culto del sábado es la ocasión en la que los cristianos se reúnen para celebrar las proezas divinas: su maravillosa creación, la redención de su pueblo y sus constantes manifestaciones de amor y cuidado.

Antídoto contra la falsa adoración. En cierto modo, la Biblia es la historia del conflicto entre la adoración verdadera y la falsa. La amonestación de Dios a "echar fuera los dioses ajenos" (Gn. 35:2).

EL SÁBADO COMO SERVICIO A SI MISMO
El culto que el cristiano rinde a Dios en el sábado redunda siempre en beneficio propio y de los demás. Y es que, al reconocer la fuerza y el poder de Dios, nos ponemos en disposición de que esa fuerza y poder actúen en nuestra propia vida. Por eso el sábado es el día especial para la reflexión y la renovación personal.

El sábado: tiempo de renovación
Orden en la vida. El tiempo y las oportunidades que el sábado ofrece para la meditación, el culto, el compañerismo, el servicio y la recreación, son como dínamos que recargan las baterías de nuestra vida. Hay muchas maneras en que el sábado contribuye a nuestra renovación.

EL SABADO COMO SERVICIO A LOS DEMAS

Además de ayudar al creyente a encontrarse con Dios y consigo mismo, el sábado le ayuda a encontrarse con su prójimo. La fe cristiana no es un consuelo egoísta sino un servicio altruista; no está volcada sobre sí misma sino sobre los demás. El Fundador del cristianismo no vino al mundo a enriquecer su vida personal en un exótico viaje al planeta Tierra, sino a traer "vida en abundancia" (Jn. 10:10) a los seres humanos. Nuestro estudio nos ha mostrado que el amor divino se manifiesta particularmente en la institución del sábado. Dios no "reposó" para beneficiarse a sí mismo sino para entregarse a sí mismo a los hombres

Nota. tomado del libro Reposo Divino para la Inquietud Humana del Pr. Samuele Bacchiocchi

link de descarga:

http://www.mychristiansite.com/ministries/sabado/

Todo eso lo puedo hacer cualquier día, cualquiera te dirá eso.
Entonces, ¿Porque escoger un día en especial para no realizar acción alguna?
¿Tiene algun simbolismo por lo menos?
 
Re: La marca de la bestia. En la frente y en la mano

¿Es que no hay otro forista que opine? :angelwing
 
Re: La marca de la bestia. En la frente y en la mano

Todo eso lo puedo hacer cualquier día, cualquiera te dirá eso.
Lo puedes hacer, pero no es lo ismo, por la gran y única razón que el sábado es el único período de tiempo bendecido y santificado por Dios. Un día donde su presencia se manifiesta más, aunque los humanos como Temukense, no lo persivan asÍ:

"Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo, de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó [apartardo para un uso sagrado]" Génesis 2:2,3

¿Quién lo va apartar para un uso sagrado o para Dios? ¿Dios mismo?, esde cir, que Dios se autoaparta un día para El mismo, absurdo. Es el hombre que debe apartar ese día para un uso santo. Por eso Jesús dijo que el sábado fue hecho por causa del hombre

Entonces, ¿Porque escoger un día en especial para no realizar acción alguna?
¿Tiene algun simbolismo por lo menos?

Yo sé, que por más que te lo explique tú tienes un diskette en tu cerebro que dice, "si lo dice un adventista, no lo creas, no lo creas, no lo creas". "Responde por responder, responder por responder". Aún así por los demás foristas espectadores, continúo:

¿Cómo que no se realiza acción alguna? ¿La alabanza no es una acción?, ¿aprender de su Palabra no es una acción¿, ¿ayudar al prójimo no es una acción? La única acción que no se realiza es la que te reporta beneficio monetario, o la acción enfocada al disfrute egoista de actividades no espirituales. Es un día que te "desenchufas" del mundo, por así decirlo (Isaías 58:13,14).

Dios sabe que el hombre, si se aleja de Dios, si no se detiene, tiende a envanecerse y sentirse autosuficiente, lo que lo va alejando cada vez más de Dios, aparte de deteriorar paulatinamente su salud.

El sábado no es ningún símbolo, sino una realidad. Sin embargo, puede representar el estado de comunión con Dios que tendrá el mundo restaurado.
 
Re: La marca de la bestia. En la frente y en la mano

Hola un saludo!!!

LA SANTIFICACIÓN DEL SABADO, ES UNO DE LOS MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS, EL CUMPLIMIENTO POR AMOR DE SU LEY NOS HACE CIUDADANOS DE SU REINO, ESTABLECIDO EN NUESTRO CORAZON

<<Santifica las fiestas >>

<<Se dijo: “Ocúpate en un trabajo honesto y el séptimo día dedícalo al Señor y a tu espíritu”. El hombre no es más que Dios. Y sin embargo Dios llevó a cabo en seis días su creación y descansó el séptimo. ¿Cómo puede suceder que el hombre se permita no imitar al Padre y no obedecer sus órdenes? ¿Es una orden necia? No. En realidad es una orden útil tanto para bien del cuerpo como para lo moral y espiritual. El cuerpo fatigado tiene necesidad de descanso como lo tiene cualquier ser creado. El buey trabaja en el campo y descansa. Lo dejamos descansar para no perderlo; el borriquillo que nos carga, la oveja que nos da corderitos y leche, también descansan. Igualmente el campo laborable descansa y lo dejamos descansar, para que en los meses que no se les siembra, se nutra y se alimente de las sales que o le llueven del cielo o que brotan del suelo. Descansan bien aún sin pedir nuestro parecer, los animales y las plantas que obedecen a leyes eternas de una sapiente reproducción. ¿Por qué el hombre no quiere imitar ni a su Creador que descansó el séptimo día, ni a uno inferior que, vegetal o animal cualquiera que sea, sin tener otra orden que el instinto, según él, se regulan y la obedecen?

Existe un orden moral fuera del físico. Durante seis días el hombre fue de todo y de todos. A la manera de hilandero que en su telar tiene hilo que sube y baja todos los días, pero el séptimo se dice: “Ahora me ocupo de mi mismo, de mis seres más queridos. Soy padre, y hoy pertenezco a los hijos, soy esposo y hoy me dedico a mi esposa, soy hermano y me alegro con ellos, soy el hijo y cuido de la vejez de mis padres”.

Existe un orden espiritual. El trabajo es santo. Más santo es el amor. Dios es Santísimo. Entonces hay que acordarse por lo menos de dar un día de los siete a nuestro Bueno y Santo Padre, que nos ha dado la vida y nos la conserva. ¿Por qué tratarlo menos que a nuestros padres, que a nuestros hijos, hermanos, esposa, menos que a nuestro propio cuerpo?... El día de la venganza pertenezca a El. ¡Oh! Que dulce es, después de un día de trabajo, descansar por la noche en una casa donde hay solo cariño! ¡Que dulce volverla a ver después de un largo viaje! Y ¿Por qué no ser como el hijo que regresa después de un viaje de seis días y decir: “He venido a pasar contigo mi día de descanso”?
Escuchad, os dije: “Ocúpate de un trabajo honesto”. Sabéis que nuestra Ley ordena el amor del prójimo. La honradez del trabajo entra en el amor al prójimo. El honrado en el trabajo no roba en el comercio, no defrauda al obrero de su salario, no se aprovecha de él culpablemente, tiene ante la mente que el siervo y el trabajador son de un ser que tiene carne y alma como él y no los trata como a pedazos de piedra sin vida a los que se puede hacer pedazos y golpear con los pies o con el hierro. Quien obra de este modo no ama a su prójimo y peca a los ojos de Dios. Maldita es su ganancia, aún cuando de ella tome un diezmo para el Templo.

¡Oh! ¡Qué oferta mentirosa! Como puede atreverse a ponerla a los pies del altar cuando brotan lágrimas y sangre del súbdito de quien se aprovecha y tiene el nombre de “robo”, esto es, de traición hacia su prójimo. Creedme, la fiesta no es santificada si no se le emplea para examinarse a sí mismo y no se dedica a mejorarse uno mismo a reparar los pecados cometidos durante los seis días.

¡He aquí lo que significa la fiesta! En esto consiste y no en algo exterior que no cambia en lo mínimo vuestro modo de pensar. Dios quiere obras vivas y no máscaras de ellas. Es una máscara de ella el obedecer mentirosamente a su Ley. Es una máscara la santificación mentirosa del día del Señor, esto es, el descanso que se hace solo por mostrar a los ojos de los hombres que se obedece a la Ley, pero que se emplean luego aquellas horas de descanso en el vicio de la lujuria, embriaguez, en pensar calmadamente cómo aprovecharse del prójimo y como dañarlo en la semana que está por entrar. Es máscara la santificación del día del Señor, o sea, el reposo material que no se adapta al trabajo intimo, espiritual, santificador de un examen de conciencia de sí mismo, de humilde reconocimiento de la propia miseria, de un serio propósito de portarse mejor en la semana siguiente. Diréis: “Y si luego vuelve uno a caer en pecado?” ¿Qué dirías entonces de un niño, que porque cayó una vez, no quisiese más dar paso para no volver a caer? Que es un necio. Que no se debe avergonzar de no poder guardar el equilibrio en el caminar, porque todos así fuimos de pequeñuelos, y que nuestro padre no por eso dejó de amarnos. ¿Quién no recuerda como nuestras caídas hicieron llover sobre nosotros una lluvia de besos de parte de nuestra mamá y de caricias del papá?

Lo mismo hace el dulcísimo Padre que está en los Cielos. Se inclina sobre su pequeñuelo que llora en el suelo y le dice: “No llores. Te voy a levantar. Procurarás estar más atento otra vez. Ven ahora a mis brazos, en los que todo tu mal pasará y de los que saldrás robusto, curado y feliz”. Esto dice nuestro Padre que está en los Cielos. Esto os digo Yo. Si llegáis a tener fe en el Padre que está en los Cielos, todo lo podréis. Una fe, estad atentos, como la de un niño. El niño cree que todo es posible. No pregunta si puede ocurrir o como puede ocurrir. No mide su profundidad. Cree en quien le inspira confianza, y hace lo que él le dice. Ante el Altísimo sed como pequeñuelos. ¡Cómo ama El a estos pequeñuelos angelitos que son la hermosura de la tierra! De igual modo ama a las almas que se hacen sencillas, buenas, puras como es el niño.


Texto tomado de: Valtorta M., "El Hombre-Dios" Volumen 2.
 
Re: La marca de la bestia. En la frente y en la mano

Gracias, AnaMS, muy espiritual el escrito, lástima que la iglesia católica lo aplique al domingo.


¿De qué dos hechos dice Dios que el sábado es una señal?

"Santificad mis sábados y sean señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová, vuestro Dios" Ezequiel 20:20

"No dejéis de guardar mis sábados, porque el sábado es entre mi y vosotros una señal para vuestras generaciones, para que sepáis que soy yo, Jehová el que os santifico" Exodo 31:13


El sábado es la señal del poder creador de Dios, ora se manifieste en la creación o en la redención; porque la redención es creación, en verdad re-creaciín. "Crea en mi, oh Dios, un corazón limpio" Salmo 51:10). "Porque somos . . . creados en Cristo Jesús para buenas obras" (Efesios 2:10). Dios quiere que cada sábado dirija nuestra atención a Aquel que nos creó, y cuya gracia y poder santificador están obrando en nosotros para hacernos aptos para su reino eterno.
 
Re: La marca de la bestia. En la frente y en la mano

Gracias, AnaMS, muy espiritual el escrito, lástima que la iglesia católica lo aplique al domingo.


¿De qué dos hechos dice Dios que el sábado es una señal?

"Santificad mis sábados y sean señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová, vuestro Dios" Ezequiel 20:20

"No dejéis de guardar mis sábados, porque el sábado es entre mi y vosotros una señal para vuestras generaciones, para que sepáis que soy yo, Jehová el que os santifico" Exodo 31:13


El sábado es la señal del poder creador de Dios, ora se manifieste en la creación o en la redención; porque la redención es creación, en verdad re-creaciín. "Crea en mi, oh Dios, un corazón limpio" Salmo 51:10). "Porque somos . . . creados en Cristo Jesús para buenas obras" (Efesios 2:10). Dios quiere que cada sábado dirija nuestra atención a Aquel que nos creó, y cuya gracia y poder santificador están obrando en nosotros para hacernos aptos para su reino eterno.

Señal entre Dios e Israel.
 
Re: La marca de la bestia. En la frente y en la mano

elg, ahora sí te apoyas en el A.T., cuando te conviene.

Lee lo que dice el N.T.:

"Porque no todos los que descienden de Israel son israelitas. . . . no los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes . . . . . . . . Lllamaré pueblo mío al que no era mi pueblo [cita del profeta Oseas]" Romanos 9:1-26

"Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circunsición es la del corazón, en espíritu, no en letra" Romanos 2:28,29


Temukense, ¿leíste lo subrayado? Allí está la respuesta a tu objeción. Si te consideras cristiano, debes considerarte como parte del verdadero Israel de Dios, cuya señal eterna será el sábado.

"Señal es para siempre entre mi y los hijos de Israel" Exodo 31:17
 
Re: La marca de la bestia. En la frente y en la mano

elg, ahora sí te apoyas en el A.T., cuando te conviene.

Lee lo que dice el N.T.:

"Porque no todos los que descienden de Israel son israelitas. . . . no los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes . . . . . . . . Lllamaré pueblo mío al que no era mi pueblo [cita del profeta Oseas]" Romanos 9:1-26

"Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circunsición es la del corazón, en espíritu, no en letra" Romanos 2:28,29


Temukense, ¿leíste lo subrayado? Allí está la respuesta a tu objeción. Si te consideras cristiano, debes considerarte como parte del verdadero Israel de Dios, cuya señal eterna será el sábado.

"Señal es para siempre entre mi y los hijos de Israel" Exodo 31:17

Espiritualmente hablando somos el pueblo de Dios, pero nunca en la forma en que el pueblo hebreo lo fue. Con ellos hizo el pacto, y con ellos la señal del sábado, porque esa señal es el testimonio de que Dios los libero de egipto, y esa es la razon de no "realizar ninguna obra de siervo".
 
Re: La marca de la bestia. En la frente y en la mano

O sea, que tú tampoco le haces caso al no robar, no matar, y al resto delo mandamientos del Decálogo. Total eso fue para los judíos, no con nosostros. Bueno, cada quien hace lo que le conviene con el Decálogo. Si eso te hace feliz, allá tú.
 
Re: La marca de la bestia. En la frente y en la mano

Lástima de todos los hombres que no hacen que la fidelidad al del Señor no sea solo exterioridad, sino que sea algo real, íntimo y justo.

Nehemias en su reforma volvió a establecer el sábado para santificarlo al Señor. En el libro de Esdras y en el de Nehemias se puede leer. Esdras era un maestro de la Ley, a quien le interesaba principalmente la restauración de la vida religiosa. Nehemias es su gobernador civil, pero le prestaba mucha atención a la religión, sintiendose muy responsable de la seguridad civil y militar de la nación. Los dos libros cubren el mismo periodo de la historia judia y sus narraciones se entrelazan y complementan.

Santifica mas el Día del Señor un Adventista que se deja transformar por Dios el sábado, que un católico que se dedica a salir de paseo el domingo. Santifica mas el día del Señor un católico que el domingo reconoce su propia miseria, la confiesa, y se propone cambiar por amor, que cualquiera que el sábado ora por prosperidad y mide la bendición de Dios a travez del dinero.

No seamos como los que se creen perfectos y no los son porque no tienen caridad para con los hermanos. No despreciemos a nadie, no queramos ser más que Dios, porque cuando Dios atrae a sí un alma, aunque sea un pagano, la transforma de modo que pueda superar a muchos del pueblo elegido con su recto proceder. No hay fornteras en la tierra porque uno solo es el Rey, Rey de todos los reyes y que reune a todos los pueblos para formar un Pueblo nuevo, que es suyo. De este pueblo solo serán excluídos los que tratan de engañar al Señor con un respeto hipócrita a su Ley, Ley que de todos los hombres de buena voluntad pueden seguir, bien sean del pueblo, gentiles o idólatras. Porque donde existe la buena voluntad , existe la inclinación natural a la justicia.
 
Re: La marca de la bestia. En la frente y en la mano

Santifica mas el Día del Señor un Adventista que se deja transformar por Dios el sábado, que un católico que se dedica a salir de paseo el domingo. Santifica mas el día del Señor un católico que el domingo reconoce su propia miseria, la confiesa, y se propone cambiar por amor, que cualquiera que el sábado ora por prosperidad y mide la bendición de Dios a travez del dinero.
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No AnaMS, no es asunto de quién es más santo o menos santo. Jesús nos advirtió que Dios quiere observadores en espíritú y en VERDAD (Juan 4:23,24). De que vale tanta espiritualidad cuando se va conscientemente en contra de lo que Dios manda:

"No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos" Mateo 7:21

"Este pueblo de labios me honra; más su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres" Mateo 15:8,9


Es asunto de obediencia por amor.

AnaMS. si tienes hijos, debes saber por experiencia, lo importante que es la obediencia de tus hijos. Te demostrarían poco amor si te dijeran, "si mami, tú me lo dijiste, pero es que aquella cosa es mejor". Así están los que observan el domingo, algo no instituido por Dios en ninguna parte.
 
Re: La marca de la bestia. En la frente y en la mano

O sea, que tú tampoco le haces caso al no robar, no matar, y al resto delo mandamientos del Decálogo. Total eso fue para los judíos, no con nosostros. Bueno, cada quien hace lo que le conviene con el Decálogo. Si eso te hace feliz, allá tú.

Efectivamente, no hago caso. Porque hacer caso es cumplir por obligacion. Yo hago caso al amor al prójimo, y al amarlo debo guardar los infinitos mandamientos que la Ley espiritual tiene. ¿Acaso los 10 mandamientos me prohiben golpear a mi esposa? ¿Acaso me prohiben de causar vandalismo?, no, porque la voluntad de Dios queda chica con los 10 mandamientos.
 
Re: La marca de la bestia. En la frente y en la mano

¿Acaso los 10 mandamientos me prohiben golpear a mi esposa? ¿Acaso me prohiben de causar vandalismo?, no, porque la voluntad de Dios queda chica con los 10 mandamientos.


Pero te dicen claramente que debes guardar por amor a Dios y a ti mismo el sábado. Nada es obligado y has tenido toda la luz del mundo al respecto, por lo que no tienes excusa ante Dios. Lo tuyo es una desobediencia consciente y desafiante, amparado bajo la enseñanza absurda de nueve (9)mandamientos para el mundo y un (1) mandamiento para los judíos.

Es que no quieres entender que todo pecado es abarcado dentro de los 10 mandamientos. Ejemplo:

-Golpear a tu esposa: clasificado dentro de "No matarás", porque estas destruyendo aunque sea parcialmente una vida.

-Causar Vandalismo: No hurtarás, porque le estás robando al bien público el orden que tenía.

Jesús siempre fue mucho más allá de los diez mandamientos, como en el caso del adulterio, explicando que uno puede adulterar con el pensamiento. ¿Por qué? Porque la ley de Dios es espiritual

Los judíos llaman a los 10 mandamientos, lo mandamientos clasificatorios.