Re: Solo fe te salvará?
Respecto a la importancia de las obras y su relación con la salvación, he aquí una serie de versículos:
Cristo dijo lo siguiente:
Mt:7:21-24
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos: mas el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos mucho milagros? Y entonces les protestaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad. Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, Y LAS HACE, le compararé á un hombre prudente, que edificó su casa sobre la peña;
No basta oír a Cristo o confesar que es nuestro Señor. Hay que HACER lo que enseña
Veamos lo que sigue diciendo Cristo a las iglesias en Apocalipsis:
A Éfeso
Ap 2,5
Recuerda por tanto de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré presto á ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.
Les dice que hagan las primeras obras si no quieren ser condenados
A Esmirna:
Ap 2,9
Yo sé tus obras, y tu tribulacion, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser Judíos, y no lo son, mas son sinagoga de Satanás.
Nuevamente, en lo primero que se fija Cristo es en las obras
A Pérgamo:
Rv 2,13
Yo sé tus obras, y dónde moras, donde está la silla de Satanás; y retienes mi nombre, y no has negado mi fe, aun en los días en que fué Antipas mi testigo fiel, el cual ha sido muerto entre vosotros, donde Satanás mora.
Cristo nombra primero las obras y luego la fe
A Tiatira:
Ap 2:19
Yo he conocido tus obras, y caridad, y servicio, y fe, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras.
De nuevo el orden de Cristo: obras, caridad, servicio, fe y paciencia.. y más obras mejores que las primeras. Pero es que encima dice algo más..
Ap 2,23
Y mataré á sus hijos con muerte; y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriño los riñones y los corazones: y daré á cada uno de vosotros según sus obras.
Cristo dice que nos dará a cada uno según nuestras obras, no según nuestra fe
A Sardis:
Ap 3:1-2
Y ESCRIBE al ángel de la iglesia en SARDIS: El que tiene los siete Espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice estas cosas: Yo conozco tus obras que tienes nombre que vives, y estás muerto. Sé vigilante y confirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios.
Obras y más obras y más obras
A Filadelfia:
A:3:8
Yo conozco tus obras: he aquí, he dado una puerta abierta delante de ti, la cual ninguno puede cerrar; porque tienes un poco de potencia, y has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.
Lo primero que les dice Cristo, otra vez, es que conoce sus obras
A Laodicea:
Ap 3:15
Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni caliente. ¡Ojalá fueses frío, ó caliente!
Sin comentarios.
Los solafideístas suelen acudir mucho a las epístolas de San Pablo, el cual parece decir que las obras no tienen nada que ver con nuestra salvación. Pero el caso es que San Pablo dijo lo siguiente:
Romanos 2,6
El cual (Dios) pagará a cada uno conforme a sus obras
¿qué es lo que está diciendo Pablo? ¿que Dios nos pagará conforme a nuestras obras? ¿pero a qué tipo de pago se está refiriendo? Veamos los versículos siguientes:
Rom 2:7
A los que perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, la vida eterna.
Es decir, resulta que San Pablo dice que el premio para los que perseveran en hacer buenas obras es ni más ni menos que la vida eterna
¿Qué más dice?:
Rom:2:8-11
Mas á los que son contenciosos, y no obedecen á la verdad, antes obedecen á la injusticia, enojo é ira;
Tribulación y angustia sobre toda persona humana que obra lo malo, el Judío primeramente, y también el Griego. Mas gloria y honra y paz á cualquiera que obra el bien, al Judío primeramente, y también al Griego. Porque no hay acepción de personas para con Dios.
O sea, tenemos que San Pablo afirma que a los que obran bien, Dios los paga con la vida eterna, con gloria, honra y paz
Ciertamente Pablo da muchísima importancia a la fe, en contraposición a las OBRAS DE LA LEY (no confundir obras de la ley con obras en general como hacen los protestantes). Pero hay algo mayor que la fe. Algo que, en caso de no tener, la fe no vale para nada. Veamos qué es:
1ª Cor:13, 1-2:
SI yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor (caridad), vengo á ser como metal que resuena, ó címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia; y si tuviese toda la fe, de tal manera que traspasase los montes, y no tengo amor (caridad), nada soy.
1ª Cor 13,13
Y ahora permanecen la fe, la esperanza, y la caridad (amor), estas tres: empero la mayor de ellas es la caridad (amor).
En otras palabras, ¿de qué me vale el Sola Fide si no tengo amor?
De nada. El amor es mayor que la fe
Sólo una prueba más que demuestra la falsedad de la doctrina SOLA FIDE sobre la relación entre la fe y las obras con la salvación:
Hechos 10:1-5
Y HABIA un varón en Cesarea llamado Cornelio, centurión de la compañía que se llamaba la Italiana, pío y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba á Dios siempre.
Este vió en visión manifiestamente, como a la hora nona del día, que un ángel de Dios entraba á él, y le decía: Cornelio.
Y él, puestos en él los ojos, espantado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y díjole: Tus oraciones y tus limosnas han subido en memoria a la presencia de Dios.
El resto de la historia es conocida. El caso es que vemos que las buenas obras (limosnas) y las oraciones de Cornelio, hechas sin lugar a dudas en la gracia divina sin la cual no se puede obrar con justicia, fueron tenidas en cuenta por Dios, de tal manera que le premió con el conocimiento del evangelio de Cristo para ser salvo. Evidentemente, si hubiera rechazado a Cristo, no hubiera podido ser salvo
Volvamos de nuevo a las palabras de Cristo
Mt 25,31 y ss:
Y cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria.
Y serán reunidas delante de él todas las gentes: y los apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
Y pondrá las ovejas á su derecha, y los cabritos á la izquierda.
Entonces el Rey dirá á los que estarán á su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fuí huésped, y me recogisteis;
Desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis á mí.
Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos? ¿ó sediento, y te dimos de beber?
¿Y cuándo te vimos huésped, y te recogimos? ¿ó desnudo, y te cubrimos?
¿O cuándo te vimos enfermo, ó en la cárcel, y vinimos á ti?
Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis á uno de estos mis hermanos pequeñitos, á mí lo hicisteis.
Entonces dirá también á los que estarán á la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y para sus ángeles:
Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;
Fuí huésped, y no me recogisteis; desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.
Entonces también ellos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, ó sediento, ó huésped, ó desnudo, ó enfermo, ó en la cárcel, y no te servimos?
Entonces les responderá, diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis á uno de estos pequeñitos, ni á mí lo hicisteis.
E irán éstos al tormento eterno, y los justos á la vida eterna.
No sé cómo lo veréis vosotros pero lo que yo veo es que Cristo, a la hora de hablar de lo que va a pasar en el juicio final, está más pendiente de lo que los hombres HAN HECHO que de lo que HAN CREÍDO. Y no es que Cristo niegue la absoluta necesidad de creer en Él para tener vida eterna. No, no es eso. Lo que pasa es que a los que ya han creído NO LES BASTA con haber creído. Es más, Cristo habló de algunos que habían creído en él, de forma que incluso hacían milagros en su nombre, pero van derechitos al infierno. Mirad:
Mt:7:21-24
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos: mas el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos mucho milagros? Y entonces les protestaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad. Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, Y LAS HACE, le compararé á un hombre prudente, que edificó su casa sobre la peña........
Y no se queda ahí la cosa. Cuando a Cristo un hombre se le acerca y le pregunta por lo que hay que hacer para ganar la vida eterna, le responde:
Mt:19,16 y ss
Y he aquí, uno llegándose le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?
Y él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno sino uno, es á saber, Dios: y si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
Dícele: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No mataras: No adulterarás: No hurtarás: No dirás falso testimonio:
Honra á tu padre y á tu madre: y, Amarás á tu prójimo como á ti mismo.
Dícele el mancebo: Todo esto guardé desde mi juventud: ¿qué más me falta?
Dícele Jesús: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y da lo á los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Cristo, por supuesto, dice que para alcanzar la vida eterna y ser perfecto hay que seguirle. Pero eso implica NECESARIAMENTE todo lo demás. Por eso los apóstoles le preguntan quién podrá salvarse. Y entonces viene ese otro versículo en el que Cristo da la clave:
Y mirándolos Jesús, les dijo: Para con los hombres imposible es esto; mas para con Dios todo es posible.
Claro, al hombre le es imposible hacer todo. Pero para eso está Dios y su gracia. Para eso está Cristo. Por eso es imposible salvarse SÓLO por obras. Pero el que sea imposible salvarse sólo por obras no implica que las obras no sean necesarias para la salvación del que ha creído en Cristo. Tan es así, que el Señor mismo, un poco despúes, dice:
Y cualquiera que dejare casas, ó hermanos, ó hermanas, ó padre, ó madre, ó mujer, ó hijos, ó tierras, por mi nombre, recibirá cien veces tanto, y heredará la vida eterna.
Y acabando por hoy, de la necesidad de que a la fe añadamos algo para ser salvos, da testimonio también el apóstol Pedro:
2ª P 1,5-7
vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.