LA GRACIA DE DIOS ES SOBERANA Y ES LIBRE
2 Timoteo 1:9. quien nos salvó y llamó con llamamiento santo,
no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús
antes de los tiempos de los siglos,
2 Timoteo 1:10. pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio,
Resultado del análisis básico de este par de versículos:
1. Un llamamiento santo.
Nótese la maravilla de la gracia:
Este llamamiento no está relacionado con nuestras obras en relación con la obediencia a la ley implícita en los escritos de Pablo como por ejemplo éstos:
Ro. 4:2. Porque si Abraham fue
justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios.
Y nótese que en los tiempos de Abraham aún no había sido promulgada la ley pero ya estaba en sus lomos como lo testifica su nieto Jacob y sus doce hijos...porque fue su descendencia rescatada de Egipto la receptora de lo que el dedo de Dios escribió en las tablas de piedra.
Ro.4:6. Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye
justicia sin obras,
2. Según el propósito suyo, veamos esta ilustración apostólica:
Ro. 9:9. Porque la palabra de la promesa es esta: Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo.
Ro. 9:10. Y no sólo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre
Ro. 9:11. (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal,
para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama),
La Gracia de Dios es independiente a un código promulgado para regular la conducta de un pueblo rescatado de la esclavitud hacia la libertad de la Canaán terrenal.
Para eso se escribió la ley.
La ley exige todo y no da nada; mientras que la gracia lo da todo y no exige nada.
Por tal motivo no se pueden mezclar por cuanto sus principios son opuestos entre sí.
La ley fue dada para mostrar lo que era el hombre.
La Gracia ha sido puesta en ejercicio para mostrar lo que es Dios.
¡Qué bendito contraste!
La gracia no encuentra un soporte de acción en su objeto, sino en el amor de Dios, que
debe manifestarse a sí mismo; porque Dios es amor.
En cambio el soporte de la ley es el esfuerzo humano para pretender buscar una justicia imaginaria...veamos esta otra ilustración:
Ro.10:1. Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación.
Ro.10:2. Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia.
Ro.10:3. Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios;
Ro.10:4. porque el fin de la ley es Cristo,
para justicia a todo aquel que cree.
Ro.10:5. Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas.
Por Cristo digo que el judío buscaba una "justicia" imaginaria basada en sus propios esfuerzos, en sus propias obras.
No se si este lenguaje que estoy usando sea captado por JAVAN,
cslfco, Miguel Loayza y demás judaizantes y miembros de la IASD.
Pero estoy convencido que foristas de la talla de OSO, E. Land., Horizonte 71, Fray escoba y el "burro" lo entienden sin problemas....
El evangelio de la gracia de Dios fue diseñado desde antes del comienzo de los siglos, por lo tanto, es ajeno al regulador de la conducta judía dada en el Monte de Sinaí.
¿Que ocurre cuando el judaizante apela al truco de mezclar la ley con la Gracia?
Peca por yerro.
Afrenta al Espíritu de Gracia.
Astutamente invierte el propósito de Dios:
Romanos 10:4 porque
EL FIN DE LA LEY es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.
En la biblia judaizante quedaría así:
"
EL FIN DE CRISTO ES LA LEY, para justicia a todo aquel que cree."
De modo que el Sacrificio de Cristo vendría a ser un tributo más a la ley...es decir, un sacrificio más.
Y esto ya posee una implicación absurda y herética...por cuanto escrito está:
He.10:4. porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
Introducir la ley a la Gracia de Dios, descalifica el Sacrificio de Cristo y lo coloca como uno más en la práctica judía, leemos:
He.10:3. Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados;
Lo hace imperfecto:
Hebreos 7:19 (pues
NADA PERFECCIONÓ LA LEY), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios.
Saludos cordiales.