RESPUESTA para remolino, luzfinal y Phenot:
remolino escribe:
La ley fue dada por Jehova al pueblo de ysrael y esa ley permanece
Hola remolino. La Ley que fue dada por Dios a Israel y la Ley que permanece es la Ley de Evangelio y no todas las leyes del viejo testamento, pues las leyes del viejo testamento que mandan a los hombres que hagan daño y maten a otros hombres fueron abolidas por Jesús porque no eran la Ley que Dios había dado sino preceptos de hombres. Y es que la Ley de Dios había sido cambiada por los escribas, como nos dice el profeta Jeremías:
"Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas." (Jeremías 8:7-9).
Por eso, Jesucristo vino a darnos a conocer plenamente la Ley que en realidad había dado Dios a Israel. Por tanto, la Ley y los profetas es la Ley que Jesucristo nos enseñó en el Evangelio, y ésta es la Ley de la que no pasaría ni una jota ni una tilde, pues Jesucristo dijo que ésta es la Ley y los profetas:
"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)
Ésta es la Ley de Dios, el único Dios, pues Dios entregó a su pueblo una Ley misericordiosa, no cruel, porque Dios no es cruel, sino misericordioso.
remolino escribe:
El evangelio fue traido desde otro mundo a este mundo creado y gobernado por Jehova y los angeles caidos;
Fue el hijo de ese Dios de ese otro mundo quien trajo el evangelio de ese mundo a este mundo para que todo aquel que creyera ese evamgelio se salvara de las maldiciones de la ley dada por el Dios de este mundo llamado Jehova o IHWH.
Amigo remolino, ¿de dónde has sacado esa doctrina que no coincide con lo que Jesucristo nos enseñó en el Evangelio? Sólo hay un Dios. Eso es lo que Jesucristo enseñó en el Evangelio:
"Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis. ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?" (Juan 5:43-44)
Y el Dios único es el que entregó al pueblo desde antiguo la misericordiosa Ley del Evangelio, no una ley de maldiciones, como tú dices, pues, como has visto, la misericordiosa Ley que Jesús nos enseñó es "es la ley y los profetas". Entonces, tu "doctrina" no es lo que Jesucristo enseñó, sino una doctrina extraña, una doctrina que no se ajusta al Evangelio.
Esta respuesta dada a remolino también es para luzfinal, que atribuye a Dios leyes crueles, faltas de misericordia.
Phenot escribe:
el evangelio simple y sencillamente es este
Dios en su misericordia, nos perdona todos los pecados pasados si creemos en Jesus o tenemos fe en El. Porque un dia Dios juzgara el mundo.
nada tiene que ver si la ley cambio o no cambio o si Jesus abolio unas y dejo otras...
Amigo Phenot, ignoras la enseñanza del Evangelio que nos dice a qué vino Jesús. No se debe ignorar algo tan importante, pues el Evangelio nos enseña que Jesús vino a dar a conocer plenamente la Ley y los profetas:
"No penséis que he venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolir, sino a dar a conocer plenamente". (Mateo 5:17)
Y Jesús nos enseñó que no practicáramos ciertas preceptos del viejo testamento, como por ejemplo "ojo por ojo y diente por diente" y eso significa que debemos perdonar. Entonces, ¿cómo no va a tener nada que ver? Precisamente el Evangelio nos enseña que Dios nos perdona si nosotros perdonamos a los que nos ofenden o nos hacen algún mal:
"Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas"(Mateo 6:14-15)
"¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas" (Mateo 18:33-35)
"Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas". (Marcos 11:25)
"No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados. Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir". (Lucas 6:37-38)
"Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas". (Marcos 11:26)
Como vemos, los hombres reciben el perdón de sus pecados cuando ellos perdonan también a sus hermanos. Así que hay que tener muy en cuenta el hecho de que Jesús haya abolido el precepto del viejo testamento que manda "ojo por ojo y diente por diente", pues los cristianos no deben practicar ese precepto si quieren que Dios les perdone a ellos.
Además, los cristianos deben cumplir los mandamientos y la Ley que Jesús nos enseñó, pues recibirán el reino de Dios y la salvación los que guarden los mandamientos y la Ley de Jesús, que son los que hacen obras de misericordia y dan buenos frutos:
"Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis". (Mateo 25:33).
"Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos" (Mateo 7:16-20)
"Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones" (Mateo 19:16-22)