Realmente creo que si Rav Lifman esta exponiendo únicamente lo relativo a la aplicabilidad de la ley mosaica para los gentiles, es sustancialmente importante considerar los argumentos que presenta y que afectan directamente la tesis adventista, que enseña, que si, que los que estan en Cristo han de regirse por la ley mosaica.
Como expliqué anteriormente, ése es uno de los argumentos más fuertes en contra de su enseñanza, la adventista, por supuesto. Si consideramos que el propósito de la ley es revelar al hombre su condición de condenación, de su imposibilidad de salvarse a sí mismo de condenación eterna, tenemos que verdaderamente al haber nacido de nuevo, y ser llenos del Espiritu Santo estamos accesando, por la fe, a un nuevo pacto, este nuevo pacto, esta fundamentado en la fe y no solamente como medio de salvación sino que también como medio de mantener tal salvación, puesto que no es cumpliendo la vieja letra que, adquirimos calidad de hijos de Dios ni así la mantenemos, sino de acuerdo a la nueva ley o régimen legal quen nos gobierna, esto es la ley del Espiritu, (pues mora en nosotros), es que podemos agradar a Dios pero como resultado de la nueva ley que nos rige, no creceremos ni maduraremos por medio de acciones externas, tampoco alcanzaremos mayor gracia ni mucho menos podremos añadir nada al sacrificio de Cristo en la cruz.
Exactamente por éso se pone álgido el asunto, encontramos cosas no bíblicas en la doctrina adventista que hemos intentado de diferentes formas hacerselos notar a quienes, estando convencidos que de verdad el que esta en Cristo ha de cumplir con la ley mosaica, no quieren ver ni leer lo que presentamos.
¿Como sabemos cuál argumento es verdadero? Bueno, ahi esta el detalle, en las Escrituras estan las respuestas, asi que estamos (aunque de forma bastante desorganizada) desmembranando las argumentaciones que nos presentan y usando únicamente lo bíblico, excluyendo la interpretación de los profetas adventistas para una vez que tengamos unicamente la Escritura, podamos encontrar la verdad. Por éso no podemos debatir por ejemplo, con Jairo, quien en lugar de responder nuestras preguntas o presentar siquiera alguna pregunta, presenta textos y su interpretación personal o profética de tales textos.
Por ejemplo, yo le he preguntado, no se ya cuántas veces que me diga, cómo si la ley ceremonial (según la doctirna adventista) es lo que fué abolido o abrogado en la cruz, presenta como vigente el asunto del tabernáculo celestial como un proceso constante de Cristo purificando el tabernáculo...? ¿De dónde sale tal interpretación? Hebreos si habla sobre el asunto, pero deja bien claro que no, por el contrario, ya no necesita ser presentado sacrificio vez tras vez, ni tampoco se requiere limpiar nada. Entonces ¿como sustentan la doctrina adventista del tabernáculo que enseña que, Cristo esta actualmente "purificandolo"?
Me respondió usted que usted no ve la ley así, sino que la ve como un todo... ¿quiere explicarme entonces, qué parte esta abrogada y que parte no? ¿cuales mandamientos según usted estan abrogados y cuales no? ¿hasta donde cortamos la ley en dos o tres pedazos?
Esto de partir, separar o diseccionar la ley es únicamente necesario para usted, porque no se quiere atender el punto fundamental de donde parte esta discución, nosotros no estamos hablando de la ley como origen, medio y fin, estamos hablando de pactos, Dios dio la ley a Moises con un propósito, pero actualmente y por medio de la muerte de Cristo estamos en un nuevo pacto, el cual es de fe y gracia. Al cual se accesa por la sola fe, y en el cual nos mantenemos por la sola gracia y en el cual tenemos ahora si, una nueva ley, la del Espiritu y es la que guía al creyente a cumplir la voluntad del Padre para nosotros, ser semejantes a Cristo. Este proceso de maduración es imposible se consiga por medio de acciones externas (cumpliendo la ley), esta transformación es de adentro para afuera y así funciona la ley del Espiritu.
Por éso es que, la ley Mosaica unicamente nos guia a Cristo, pero no puede hacer más nada por nosotros, que revelarnos constantamente cuán imperfectos somos, pero no lo hace ella, sino el Espiritu, nuevamente, vemos en funcion al Espiritu y la nueva ley que nos rige.
Bendiciones,