Re: LA JUSTICIA DE DIOS
Romanos 7:4: Así también vosotros mis hermanos, sois muertos a la ley por el cuerpo de Cristo; para que seáis de otro, de Aquél que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.
Romanos 7:5: Porque mientras estábamos en la carne, la influencia del pecado, que era por la ley, obraba en nuestros miembros llevando fruto para muerte;
Romanos 7:6: mas ahora libres somos de la ley, habiendo muerto a lo que nos tenía sujetos, para que sirvamos en novedad de espíritu, y no en lo antiguo de la letra.
Romanos 7:7: ¿Qué diremos entonces? ¿Es pecado la ley? ¡En ninguna manera! Al contrario, yo no hubiera conocido el pecado a no ser por la ley: Porque no conociera la codicia si la ley no dijera: No codiciarás.
Romanos 7:8: Pero el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia, porque sin la ley el pecado estaba muerto.
Romanos 7:9 Y antes yo vivía sin ley, pero cuando vino el mandamiento, el pecado revivió y yo morí.
Romanos 7:10 Y el mandamiento que era para vida, yo encontré que era para muerte.
Romanos 7:11: Porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató.
Romanos 7:12: De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento es santo, y justo, y bueno.
Romanos 7:13: ¿Entonces lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? ¡En ninguna manera! Pero el pecado, para mostrarse pecado, obró muerte en mí por lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento, el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso.
Romanos 7:14: Porque sabemos que la ley es espiritual; pero yo soy carnal, vendido bajo pecado.
Romanos 7:15: Porque lo que hago, no lo entiendo, pues no hago lo que quiero; sino lo que aborrezco, aquello hago.
Romanos 7:16: Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena.
Romanos 7:17: De manera que ya no soy yo quien lo hace, sino el pecado que mora en mí.
Romanos 7:18: Y yo sé que en mí (esto es en mi carne) no mora el bien; porque en mí está el querer, mas no el hacer.
Romanos 7:19: Porque no hago el bien que quiero; sino el mal que no quiero, éste hago.
Romanos 7:20: Y si hago lo que no quiero, ya no soy yo quien lo hace, sino el pecado que mora en mí.
Romanos 7:21: Hallo, pues, esta ley, que cuando quiero hacer el bien, el mal está en mí.
Romanos 7:22: Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;
Romanos 7:23: mas veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
Romanos 7:24: ¡Miserable hombre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?