Lo que usted y yo concordamos que es posible. Un ateo puede convertirse. Un "verdadero ateo" (uno que investiga, que todo lo duda, etc) puede tener una vivencia que lo haga cambiar de opinión. Yo conozco ateos que empiezan a creer en cuanto tienen hijos. Y son varios, al menos conozco tres o cuatro ateos convencídisimos, militantes y crueles con la fe de otros que, en cuanto tienen a sus hijos se convierten en creyentes firmes. Mis hipótesis para estos cambios han sido comprobadas por estas mismas personas, pero ese no es el tema. El tema es que SIN DUDA, un ateo muy convncido puede volverse creyente tanto como un creyente convencido puede volverse ateo.
Creo en efecto que llega el momento de una persona , algún tipo de emoción le sobreviene que le mueve a considerar opciones diferentes a sus propios prejuicios (en el caso de los ateos , lo que ellos le pueden llamar "razón pura").
Quisiera en este tema, explorar , argumentar e incluso especular sobre el proceso de inteligencia emocional de los ateos y es por ello que tomo como punto de partida la experiencia de Karina en su conocimiento de "conversiones" de ateos.
No se de Uds. cuantos han tenido la experiencia de ser padres. Y si en efecto esta emoción la han podido traducir como "un regalo de Dios". Otro tipo de emoción que en mi opinión puede convertir a un ateo es una experiencia cercana a la muerte.
Si este tipo de emociones son catalogadas como placebos por algunos, una vez que se experimentan en carne propia, será que una vez superada la crisis , se vuelve a recapacitar y se vuelve a ser ateo?
Por el momento solo este par de reflexiones, para empezar por algo