Re: La Iglesia que estableció el Nuevo Testamento.
Una vez más debo reconocerme un neófito en cuanto a la historia secular de algunas iglesias o instituciones.
Sin embargo, ¿cuanta estatura espiritual nos otorga el saber del canon Neotestamentario? …¡ninguna!... a nadie le hace más grande o más chico saber del canon.
Jesús dijo: “Sobre la cátedra de Moisés se sentaron los escribas y los fariseos: así que, todo lo que os dijeren que guardéis guardadlo y hacedlo; más no hagáis conforme a sus obras: porque dicen, y no hacen” (Mateo 23:2,3)
El conocimiento del canon,…¿ha hecho más santo a éste “san irenio” autor del tema? …el conocimiento no salva a nadie, ni hace más santo a nadie… absolutamente a nadie… solo Cristo salva… y solo el Espíritu Santo santifica.
Podrá la iglesia católica arrogarse el derecho de esto u lo otro,… como lo hace… falta solo que algún católico vaya a registrar el nombre “manzana” como M.R. (marca registrada) …pero ¿Qué de más le otorga eso? ¿Acaso los evangélicos no hemos mostrado al mundo entero que sí conocemos a Dios y que hemos sido convertidos por Dios a través de su palabra o su evangelio? ….¿acaso los católicos no han demostrado cada vez más que solo llevan conocimiento de la existencia de Dios, letra intelectualmente …pero de convertimiento nada?
Hemos llegado al evangelio no por tradición, como nacen los católicos; más de un sesenta por ciento de los católicos ni siquiera saben que significa ser “católico, apostólico, romano” aunque sean más chilenos que “los porotos”, más argentinos que “el mate y el tango” y más bolivianos que “el Titicaca”… pero son “romanos”;… y “apostólicos” aunque ignoren el nombre de los apóstoles y más todavía su obra… pero son “apostólicos”… ejemplo que tienen muy lejos de su vida… muchos matan, violan niños inocentes, roban, engañan, adulteran, se emborrachan y muchos etc., …pero son “apostólicos”…
Nosotros no somos religiosos, fuimos convertidos por el poder de Dios, por la obra regeneradora de nuestro Señor Jesucristo, …no estamos aquí “por tradición”, porque mis tatarabuelos eran “católicos apostólicos romanos”… no… si no porque hemos conocido al Dios verdadero, real, palpable… quien cambia la naturaleza pecaminosa del ser humano que cree, …estamos bien claros de que lo que significa la obra de Dios, y no sumidos en la ignorancia de la gran mayoría de los católicos, que saben poco o nada de la esencia del evangelio,… y que no saben distinguir entre lo justo e injusto y entre lo bueno y lo malo… que quedan con un tremendo signo de interrogación cuando se les habla de “propiciación”, “redención”, “regeneración”;… cuando se les menciona algún libro de la Biblia… y buscan Génesis en Apocalipsis y los evangelios en el Antiguo Testamento. Ese tipo de ignorancia no se encuentra en los evangélicos,… ignoraremos el canon.. pero conocemos la Palabra de Dios… no aquella que los católicos han querido encasillar y apropiar,… no, no… no esa letra… sino aquella palabra viva y eficaz, el espíritu de la letra,… aquella que penetra el alma y discierne los pensamientos, las intenciones del corazón… aquella que está y estará siempre escondida para los religiosos por tradición… esa Palabra que Jesús trajo desde los cielos, aquella doctrina divina,…oculta de los grandes y entendidos ..pero revelada a los pequeños, …esa palabra, el conocimiento de su eficacia, de su poder, el efecto de ella en el corazón del que ha creído… esto… esto es propio de todos los evangélicos.
El conocimiento no es sinónimo de convertimiento alguno, … el infierno ha albergado a una buena cantidad de eruditos, teólogos, enseñadores, maestros, etc. etc. pero el cielo ha albergado desde tiempos inmemoriables, a aquellos que se han convertido de corazón a Dios, ignotos en la historia canónica, pero que han recibido la luz del evangelio… en su esencia…en su sustancia…
El conocimiento de la letra de la Palabra de Dios, ha envanecido a muchos… quienes han perdido el sentido del evangelio… de aquellos que creen que estamos aquí para competir con este o el otro, que nos medimos a través del conocimiento … pero no nos hemos medido nunca con la medida de un varón perfecto que es Cristo… la balanza se inclina a favor de los entendidos e iluminados, por el peso del orgullo, del saber, de la arrogancia… y que a pesar de todo el conocimiento de humana sabiduría, han rechazado al humilde Maestro de Galilea, a aquel que no tenía donde recostar su cabeza… y han buscado gloria de los hombres y no de Dios.
Podemos pasearnos y contornearnos con barniz de religiosos o creyentes… pero es solo barniz… a poco se cae el barniz y quedamos al descubierto,… el barniz les da una linda apariencia a muchos… pero la legitimidad de un verdadero convertimiento a Dios…lo da el conocimiento “personal” de Dios,… no a través de esculturas… sino por el conocimiento de un Dios vivo, real, auténtico, verdadero… el convertimiento y no barniz…lo da el clamor, las lágrimas, la humillación delante del rey de reyes y Señor de Señores, lo da el toque del espíritu Santo, lo da la obediencia fiel a su Palabra… y es carta leída al mundo… el verdadero cristiano no lleva un barniz, ni una túnica, que se saca y se pone al antojo…. No…. El evangelio es la piel del cristiano… de aquel que lo lleva visible, …sin temor… sin apariencias, de aquel que lo vive y no solo lo conoce de nombre.
Saludos y bendiciones