Estimado Tomás:
Estoy de acuerdo con lo que usted plantea en el último mensaje, al menos con lo fundamenal. Tal vez sólo algunos matices:
- Sobre la pena de muerte: es cierto lo que usted dice, que tanto en el catecismo oficial como en la encíclica Evangelium vitae queda una puerta abierta a la pena de muerte, pero cada vez más estrecha. Otras declaraciones del papa posteriores a la encíclica han sido cada vez más críticas de la pena de muerte.
- La iglesia católica ya viene diciendo, desde el concilio Vaticano II, que ella no es en exclusiva la iglesia de Cristo, sino solamente que la iglesia de Cristo pervive en la iglesia católica, sin excluir que también pueda pervivir en otras iglesias.
En este sentido, si todos vemos que no somos en exclusiva la iglesia de Cristo, si vemos que en todas partes hay abusos, pero que en todas partes hay también intentos de seguir a Cristo, sería posible avanzar mucho más en unidad. No una unidad monolítica e institucional, pero sí en la mutua aceptación y comprensión, que me parece que es lo fundamental.
Atentamente,
Antonio
Estoy de acuerdo con lo que usted plantea en el último mensaje, al menos con lo fundamenal. Tal vez sólo algunos matices:
- Sobre la pena de muerte: es cierto lo que usted dice, que tanto en el catecismo oficial como en la encíclica Evangelium vitae queda una puerta abierta a la pena de muerte, pero cada vez más estrecha. Otras declaraciones del papa posteriores a la encíclica han sido cada vez más críticas de la pena de muerte.
- La iglesia católica ya viene diciendo, desde el concilio Vaticano II, que ella no es en exclusiva la iglesia de Cristo, sino solamente que la iglesia de Cristo pervive en la iglesia católica, sin excluir que también pueda pervivir en otras iglesias.
En este sentido, si todos vemos que no somos en exclusiva la iglesia de Cristo, si vemos que en todas partes hay abusos, pero que en todas partes hay también intentos de seguir a Cristo, sería posible avanzar mucho más en unidad. No una unidad monolítica e institucional, pero sí en la mutua aceptación y comprensión, que me parece que es lo fundamental.
Atentamente,
Antonio