Estimado haaz:
1) Dices lo siguiente: "Te salió mal el intento, ahora resulta que Hitler era evangélico. Cómo no??? Si se bautizó católico!!!!!!" Bueno, yo sólo digo lo que dicen los libros de historia: que fue bautizado católico, que abandonó el cristianismo y dijo que "su religión era Alemania", y que de hecho simpatizó más con la iglesia evangélica que con la católica. Puedes leer todo esto en la biografía de Bonhoeffer (evangélico y gran teólogo), escrita por Bethge (evangélico también), y que está publicada con el título "Dietrich Bonhoeffer" en la editorial (evangélica) Kaiser Verlag, de Munich. Y en muchos otros sitios más.
2) En segundo lugar, las doctrinas oficiales de la iglesia están bastante claras. El lugar más adecuado para leerlas es el libro de Dentzinger, titulado Enchiridion symbolorum, definitionum et declarationum...", recientemente publicado en edición bilingüe en la editorial Herder. Hay otros textos útiles, como el libro "La fe de la iglesia católica", publicado en la BAC. Por supuesto, en todos estos libros hay que distinguir el grado de obligatoriedad que tiene una doctrina. Hay doctrinas que siendo oficiales, se pueden negar sin que uno quede oficialmente fuera de la iglesia católica. Otras no. Es el caso de la negación de la divinidad de Cristo: el negarla hoy, significa ponerse en la misma posición que Arrio, es decir, fuera de la iglesia católica. Por supuesto, lo que hay que ver en muchos casos es si tal persona realmente ha negado la divinidad de Cristo o no, y esto puede ser un proceso complejo. Y precisamente para aclarar estas cosas se necesita el trabajo del magisterio.
3. Perdoname si me expresé duramente sobre tu conocimiento de la historia. Me pareció que afirmabas que Arrio era católico. Lo fue, obviamente, hasta que dejó de serlo, como mucha otra gente.
4. No quiero que me expliques las doctrinas católicas. Lo que yo afirmo es que en la iglesia católica el magisterio y la tradición están sometidos a la palabra de Dios. Si tu dices que no lo están, porque tal doctrina del magisterio contradice la palabra de Dios, entonces tenemos que ir a ver si es verdad que la contradice.
Con eso tenemos que cambiar de tema, pasar del papel del magisterio y de la tradición a ver tal o cual doctrina.
De momento, y antes de cambiar de tema, sí me gustaría dejar claro que en la Escritura aparece muy claramente que los primeros cristianos sí trataron de ponerse de acuerdo en cuestiones doctrinales y prácticas (por ejemplo, ante la pregunta: ?hay que hacerse judío para ser cristiano? Y, ante la diversidad de opiniones, buscaron el acuerdo. Otra solución, por ejemplo en Hch 15, hubiera sido que cada grupo cristiano hubiera seguido con su propia doctrina, separándose unos de otros: la iglesia de Antioquía por un lado, la de Jerusalén por otro. Pero no, buscaron ponerse de acuerdo. En ese acuerdo tanto la reunión de los apóstoles (lo que después han sido los concilios) como el papel de Pedro y de Santiago fueron decisivos. Se puede ver también en Gl 2.
Por supuesto, el magisterio y la tradición tienen que decidir sobre cosas que no están en la Biblia, o no lo están claramente. En la historia del cristianismo van apareciendo nuevas preguntas, y hay que decidir sobre ellas. Por ejemplo, en la Biblia no se habla del islam. Pero la iglesia tiene que tomar una posición ante el islam. Y esto es lo que va haciendo el magisterio. En este caso, por supuesto, no lo ha hecho nunca de una manera "irreformable", y ha habido un largo proceso de aprendizaje a lo largo de los siglos.
Sobre las equivocaciones del magisterio: Por supuesto; el magisterio de la iglesia católica muy pocas veces ha tomado decisiones irreformables, en las que se siente impelida por el Espíritu Santo. La mayor parte de las decisiones del magisterio son reformables, y de hecho lo van siendo a lo largo del tiempo. Así, por ejemplo, la iglesia católica reaccionó muy negativamente ante el darwinismo, y después ha ido matizando su posición, a la luz de los avances de las ciencias.
Muchas decisiones tomadas por el magisterio de la iglesia tienen un contexto histórico, y al cambiar el contexto han de ser revisadas. Sin ir más lejos, en el mismo ejemplo de Hech 15 se ve esto claramente: los apóstoles decidieron pedir unos mínimos a los cristianos procedentes del paganismo. Entre ellos, el abstenerse de la sangre y de animales estrangulados (Hch 15:29). De hecho, estos puntos nunca parecen haber sido aplicados muy al pie de la letra en las iglesias. Ni el mismo Pablo parece haber impulsado estas decisiones en sus comunidades, al menos por lo que vemos en sus cartas (Gl 2:10, etc.).
Es decir, el magisterio, según el modelo de la Escritura, no es ni tiene que ser perfecto siempre. Sin embargo, hay un aspecto de esa decisión que tomaron los apóstoles que sigue hasta hoy: que para ser cristiano no hay que hacerse previamente judío, circuncidándose. Es decir, hay decisioens del magisterio que son mucho más importantes y permanentes que otras.
Sí es verdad lo que tú dices en el punto 4: que la verdad última sobre cuáles han sido las intenciones del corazón de cada uno las juzga Dios, y no las doctrinas. La undiad doctrinal es algo importante para la unidad de la iglesia en este mundo, pero no es lo más importante. La fe última de cada persona sólo la conoce Dios, y esto lo afirma la iglesia católica en cada eucaristía.
5. Me parece que todos los historiadores están de acuerdo en que la iglesia católica alemana fue más distante frente al nazismo que la iglesia evangélica alemana, cuya dirección fue asumida por los "cristianos alemanes". El número de muertos se puede ver en los libros de historia. Una fuente interesante puede ser por ejemplo K. Schatz, o el mismo Bethge que citaba antes. Me parece que en el hecho de que la persecución contra la iglesia católica fue mayor que contra la iglesia evangélica (la cual fue simplemente controlada por los "cristianos alemanes") hay acuerdo entre todos los historiadores, prostestantes y católicos.
Sobre si el papado hizo la vista gorda hay distintas opiniones. Lo que sí es claro es que ni el papa ni ningún obispo alemán fue nombrado por Hitler, y ni un sólo católico de origen judío fue obligado a abandonar su puesto en la iglesia. Y esto sí sucedió en la iglesia evangélica alemana. Mientras que la iglesia católica no aplicó las llamadas "leyes arias", la iglesia evangélica sí lo hizo. Y por supuesto, utilizó la Escritura para justificar esto, diciendo que se trataba de una medida para no escandalizar a los débiles en la fe.
Personalmente, me hubiera gustado que el papa condenara más fuertemente el holocausto. Pero sí se pueden ver algunas cosas que hizo. Ante todo, escribió una encíclica, en alemán (la primera en esa lengua), titulada "Mit brennender Sorge" ("con una preocupación intensa"), en la que el papa exponía su preocupación por lo que estaba sucediendo en Alemania antes de la guerra. Cuando en algunos países ocupados los obispos católicos denunciaron los atropellos de los nazis (por ejemplo en Holanda), la respuesta de los nazis fue enviar a los campos de concentración a católicos holandeses (especialmente curas y monjas) de origen judío. En ese contexto, la filósofa judía convertida al cristianismo (Edith Stein) fue enviada de su convento holandès a Auschwitz. Ésa es la razón por la que en lo sucesivo los obispos y el papa se abstuvieron de hacer declaraciones frontales contra los nazis, limitándose a tratar de salvar gente sin llamar la atención. Es lo que el papa claramente hizo en Italia, dando protección a judíos en el mismo Vaticano. Tal vez hubiera sido mejor la denuncia pública del holocausto. Ahora bien, conviene no olvidar una cosa: el Congreso Mundial Judío, con sede en los Estados Unidos, también tomó la misma decisión: evitar las denuncias públicas para no provocar represalias de los nazis, y limitarse a buscar los medios para sacar el mayor número posible de judíos de Europa.
En cualquier caso, conviene no perdernos en estas cosas que se pueden ver en los libros de historia, y tratar de discutir mejor el tema que has propuesto: el magisterio, la tradición y la Escritura. O nos vamos a un tema concreto en el que pienses que el magisterio contradice la Escritura. Mejor será eso que seguir discutiendo otros puntos, ?no te parece?
Que Dios te bendiga,
Antonio