Re: LA IGLESIA ADVENTISTA TIENE NUEVO PROFETA!!!!!!
gabi, son los hechos los que hablan por si solos.
gabi, son los hechos los que hablan por si solos.
gabi, son los hechos los que hablan por si solos.
bueno, es tu mente la que te hace ver espejismos.
Patricio acudió a enseñar el adventismo y tuvo ayuda material y financiera de otro creyente adventista. los dos fueron responsables de enseñar el adventismo pero tu solo condenas a Patricio porque tienes envidia de Patricio.
¿por que le tienes tanta envidia?
es obvio que le envidias porque el tuvo los pantalones de ir a predicar el adventismo donde tu no te atreviste a hacerlo.
tu envidia habla muy claramente y para justificar tu cobardía le atacas
...A la ley y al testimonio..........
Probad los espiritus por si son de Dios...............
...
Quien hace un cesto hace cientos...
El sueño cambia,
Dios les bendiga
pero. ¿no reconoció Ernie Knoll que sus sueños eran falsos?
Me dice el Heraldo que él ha sido enviado para compartir ciertas cosas conmigo, y me pide que camine con él. Le extiendo mi mano derecha y al instante nos encontramos en un aula de clases. Me siento en la única silla, y el Heraldo se para al frente. Me dice que se le dijo que a mí me preocupaba algo. Le digo que muchos saben que yo pequé, pero también pedí perdón. Muchos han declarado que yo dije que los sueños colocados en mi sito web no eran de Dios. El Heraldo me asegura que todos los ángeles; aquéllos que caminan por las calles de oro; Jesús, quien tiene en su mano el incensario y sirve a favor nuestro; y el Padre sentado en su trono—todos saben que yo nunca dije que los sueños colocados en mi sitio web eran de Satanás. Me explica el Heraldo que los que propagaron esos informes falsos son guiados por Satanás. Los individuos que no se tomaron la molestia de confirmar la veracidad de esos datos, recibirán su juicio de Dios.
El Heraldo me instruye en cuanto a lo siguiente: Siempre habrá quienes se presten para publicar los pecados de otros. Nótese cuán rápidamente corrió la palabra en cuanto a los pecados de individuos como Samuel Koranteng-Pipim y Jim Hohnberger. Nadie está exento de los engaños de Lucifer. Él atacará a todos, pero en forma especial a los que están haciendo la obra del Padre. Cuando uno de ellos cae en pecado, la gente rápidamente esparce el chisme y los datos. No se toman la molestia de compartir las grandes verdades que ellos han enseñado, ni el gran número de individuos que han llevado a Dios como resultado de su labor. Si ellos desean propagar nuevas, deben decir lo siguiente: El Padre escuchó cuando esos individuos pidieron perdón. Ellos no le hablaron con sus labios, sino de corazón. El Padre escuchó sus plegarias de arrepentimiento, y los ha perdonado. El Padre ha dicho que ya no sabe nada de sus pecados. Sepan que desde la profundidad del hoyo, Él los levantará para que le sirvan como predicadores que harán lo que Él les pida. El Heraldo revela que me mostrará más en cuanto a esto más tarde. Dice que muchos han señalado mi pecado, pero se han olvidado de tantos otros que también pecaron, pero se arrepintieron y fueron usados de nuevo por Dios, de la misma manera como yo fui perdonado y nuevamente me está usando Dios.[SUP]5[/SUP]
Lo siguiente servirá para recordar a los que se han olvidado que, durante la historia de este mundo, hubo quienes anduvieron en forma especial con el Padre, pero cometieron grandes pecados. Dice el Heraldo que se le ha dicho que debe colocarme en otro sueño.
Me encuentro en una sala de justicia. Estoy al frente y a la derecha del tribunal del juez, quien está a mis espaldas. Frente a mí y a mi derecha, hay una baranda de madera. Al otro lado de la baranda hay un sitio donde otro individuo se podría colocar, también de espaldas al juez. Miro hacia atrás, para ver si veo al juez, pero me doy cuenta de que él está ubicado tan alto, que no lo puedo ver. Los que están frente a mí tampoco lo pueden ver. Lo único que vemos es una luz muy brillante.
Frente a mí y a mi izquierda, está el fiscal, vestido de un manto largo y negro. Alrededor de su cuello, lleva una banda negra de satén, y debajo del manto, una camisa negra con vuelos. También lleva una peluca. La mirada de sus ojos es la de alguien ansioso de acusar a otros de sus pecados.[SUP]6
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Frente a mí y a mi derecha está el defensor. Él lleva la misma indumentaria que viste el fiscal, pero toda blanca. El defensor tiene un aspecto de tranquilidad y paciencia.
Ahora se ha reunido un gran número de espectadores, y el fiscal se acerca y se para frente a mí. Dice que va a mostrar por qué no se me permitirá continuar con mi ministerio. Dice que tiene pruebas de que he pecado y he transgredido todos los mandamientos; porque cuando se quebranta uno, se han quebrantado todos. Él explica que yo mentí, y que muchos creyeron esa mentira. De manera que ahora no puede confiarse en mí. Sigue acusándome de ser falso, un fraude y, claro está, de no ser un profeta verdadero. Entonces, regresa a su asiento y se sienta en el mismo borde, como si estuviese ansioso de dar un salto para acusar a la siguiente persona.
A continuación, el defensor se acerca y se para frente a mí. Con su voz suave dice, “Sí, Ernie ha hecho lo que usted dijo. Es cierto que lo hizo, y mucho más que usted no mencionó. Es verdad que Ernie pecó; pero cuando se lo enfrentó con sus pecados, se arrepintió”. El defensor regresa a su mesa y dice, “Para complacer a los de esta sala que estén listos para emitir un fallo, llamo a David, hijo de Isaí, para que todos lo vean y escuchen”. Sale un hombre y se pone de pie a mi derecha, al otro lado de la baranda. El fiscal se levanta y presenta a David como el gran rey David que poseía tanto poder, pero pecó en gran manera. Miró a Betsabé y cometió lujuria en su corazón. Entonces cometió adulterio con ella. Como ella quedó encinta, David mandó a llamar a su esposo para que viniera del campo de batalla para acostarse con ella. Cuando él rehusó, fracasó el plan de David de que Betsabé pudiese decir que su esposo era el padre. De manera que David dio órdenes para que su esposo volviera al frente de batalla, donde fue muerto. David no confesó sus pecados hasta después de que Natán lo confrontó. A David se lo halló culpable de lujuria, mentira, adulterio y asesinato. El fiscal regresa a su asiento.
El defensor viene hacia el frente y con voz suave dice que, efectivamente, David hizo todo lo que él dijo, y más. Pero, después de ser enfrentado, confesó y se arrepintió. Se acercaron dos guardias y se pararon a cada lado de David. Entonces, la voz de un moderador dice que David halló gracia a los ojos del Padre celestial, quien aceptó su confesión y lo perdonó. Ahora, él está sin culpa; el Padre no recuerda sus pecados. Cuando lo despiden, los guardias lo escoltan a la libertad.
Los guardias traen a otro hombre, quien se para a mi derecha. El fiscal se levanta y anuncia que ése es Noé, el gran hombre que construyó un arca para salvar la raza humana y el reino animal. Sin embargo, se lo acusa de haber pecado. Después del diluvio, sembró uvas, de las cuales hizo vino. Después de beber el vino y emborracharse, su hijo, Cam, vio su desnudez. Entonces, Noé proclamó una maldición contra el hijo de Cam. El fiscal regresa a su asiento y se pone de pie el defensor. Nuevamente dice con su voz suave que sí, efectivamente Noé hizo todo lo que se dijo, y más, pero Noé se arrepintió y Dios lo perdonó. Entran los guardias y se colocan a cada lado de Noé. El moderador anuncia que Noé halló gracia a los ojos de Dios. Fue perdonado y se le reveló que tres grandes razas saldrían de sus hijos. Los guardias lo escoltan a la libertad.[SUP]7
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Ahora veo que los guardias traen a Elías, el profeta que fue trasladado. Viene el fiscal y explica que ahí tienen a un gran hombre. Él oró que no lloviese por tres años y medio, y así fue. En el Monte Carmelo, él mostró el poder que el Padre le dio. Sin embargo, pecó cuando temió a Jezabel y huyó por su vida. No mostró fe. Antes de que el defensor pueda decir nada, los guardias van hacia Elías. Entonces, el moderador explica que Elías confesó y halló gracia con el Padre. Fue llevado al cielo, donde ahora camina con el Padre.
Los guardias traen a otro hombre, y el fiscal se enfrenta con él. Lo presenta como el gran Moisés, quien libró a los israelitas. Entonces dice que él pecó grandemente. Aunque lo cuidaron como príncipe, mató a un egipcio y huyó por su vida. Cuando regresó para guiar a su pueblo de la esclavitud egipcia, hizo caer plagas sobre los egipcios, las cuales causaron destrucción y muerte. Cerca del final de su labor, cuando el pueblo se quejaba porque no había agua, se enojó y golpeó la piedra en vez de hablarle, como Dios le había mandado. Tomó la gloria para sí mismo. Poco después, Moisés murió.
Entonces, el defensor va hacia Moisés y coloca su mano derecha sobre el hombro izquierdo de Moisés. Con voz tierna explica que lo que dijo el fiscal es verdad. Moisés hizo lo que él dijo, y más. Cuando los guardias se acercan a Moisés, vuelvo a escuchar al fiscal decir que Moisés fue un asesino, que tenía problemas con la paciencia, no cumplía con las instrucciones, le faltaba fe y ni siquiera hablaba claramente. El defensor explica que Moisés fue levantado de la tierra y nuevamente se le sopló aire a los pulmones. Entonces, fue llevado al cielo, donde ahora él camina por las calles de oro. Veo que escoltan a Moisés hasta salir de la sala.
Ahora traen a muchos otros para ser juzgados, tales como Pedro (negó a Cristo), Salomón (lujuria, vanidad), Jonás (huyó de Dios), Sansón (reveló el secreto de Dios, lujuria), Jacob (mintió), Aarón (ayudó a fabricar el becerro de oro), Abraham (mintió), Sara (no confió en Dios, celos, dureza), Eva (dudó la palabra de Dios), María (orgullo, crítica, prejuicio, celos), Rebeca (engaño), María Magdalena (poseída de demonios, fornicación), etc. Cada uno pasa adelante, y el fiscal los acusa a todos de los pecados cometidos. En cada oportunidad, el defensor acuerda con lo que se ha dicho, pero muestra que cada uno confesó y fue perdonado. En cada oportunidad, volvieron a hallar gracia con Dios.
Entonces, el moderador menciona que a mí se me ha hallado culpable de mentir, porque mostré falta de fe que Dios protegería mi ministerio, tal como protegió a Elías. Yo no confesé hasta que fui confrontado, de la misma manera como David no confesó hasta que Natán se encaró con él. Pregunta el moderador, ¿“Cuál es el fallo? ¿Es culpable, tal como dice el fiscal”? El público queda en silencio, meditando de todos los demás quienes, a lo largo de la historia de este mundo, han pecado. Algunos pecaron grandemente, pero se arrepintieron y fueron perdonados. Volvieron a hallar el favor de Dios.
Ahora, todos los presentes oyen la voz del juez que habla desde muy alto, detrás de las luces brillantes. Esa voz no había dicho nada hasta ese momento. Tiene el sonido de una catarata poderosa, un arroyo y un chorrito de agua—todo a la vez. Cuando esa Gran Voz habla, todos los presentes inmediatamente caen de rodillas. La Voz dice que escuchó la plegaria de mis labios pidiendo perdón. Sin embargo, la plegaria de mi corazón fue la que le hizo saber mi sinceridad. Fue su propia decisión borrar el registro de mis pecados, y ya Él no los recuerda. Le pregunta a los que están ansiosos de acusarme si ellos están sin pecado. Dice la Gran Voz que nadie ha podido probar, ni con la Biblia ni con el Espíritu de Profecía, que haya algún error en los sueños que aparecen en mi sitio web. La Voz manda a pasar adelante a cualquiera que nunca haya pecado, para que dicte un fallo en contra de uno a quien Él ha perdonado.[SUP]8
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La Gran Voz llama mi nombre y manda que sólo yo me ponga de pie frente a los que me acusan. Me levanto de mis rodillas y miro al público. Todos están de rodillas, con la cabeza inclinada. Manda la Voz, “Los que han pecado y pedido perdón en el nombre de mi Hijo, Cristo Jesús, pónganse de pie y salgan de este lugar”. Veo que todos los que han venido para verme acusado y declarado culpable, se ponen de pie. Con la cabeza inclinada, salen en silencio de la sala del tribunal. El último en salir es el fiscal. El defensor me sonríe, asciende y se para junto al Gran Juez.
Hermano, he aprendido a dar menos explicaciones de mi mente y confiar más en las explicaciones de nuestro Padre Celestial, es por eso que le daré las razones que Dios mismo permitió que fuesen escritas en uno de los sueños dados a Ernie Knoll:
Fuente: http://www.formypeople.org/es/dream/57-remorse-or-rejoice/
Dios les bendiga
y ¿qué validez tiene para usted un sueño falso?
Su pregunta es incorrecta. El sueño que le mostré viene de Dios.
Dios le bendiga
Oiga y..., sigue usted intentando "colarnos" como palabra de Dios los cuentos y visiones que tuvo un humano y...añadiéndole lo que usted quiere a lo que los creyentes llaman "Revelación"
"El Heraldo me asegura que todos los ángeles; aquéllos que caminan por las calles de oro; Jesús, quien tiene en su mano el incensario y sirve a favor nuestro; y ..ñ
Oiga y..., sigue usted intentando "colarnos" como palabra de Dios los cuentos y visiones que tuvo un humano y...añadiéndole lo que usted quiere a lo que los creyentes llaman "Revelación"
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¡Un poco de seriedad, por favor!
Manuel5, usted cree en ésta cita: En el principio creó Dios los cielos y la tierra. ?