En el libro de Juan de la Biblia, la frase "Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?" (Juan 3:12) enfatiza la dificultad de creer en verdades espirituales si no se cree en las más simples. Jesús dice que la gente tiene que creer en lo que él dice sobre cosas de este mundo (terrenales) para poder creer lo que dice sobre cosas del cielo (celestiales).
Estoy hablando de cosas celestiales, comprobables en la realidad. La intercesión de Maria y de los santos es una realidad comprobable.
Son innumerables los milagros que no pueden explicarse por medio de la ciencia, y otros favores, gracias a la intercesión de los santos, eso está comprobado.