Si revisa bien, jamás he escrito "Santa Cena" porque entiendo que lo que Cristo instituyó no es un ritual, es un memorial, es decir, un recordatorio de su muerte hasta que él venga por su Iglesia, aquí está el texto_
1Co 11:26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
Nuestras oraciones relacionadas con el Pan están asociadas a aquellas escrituras que nos hablan de su sufrimiento físico, usted que es del campo, conoce bien que si el grano de trigo, no cae en tierra y muere, queda solo, pero si muere lleva mucho fruto.
Y es de trigo que se hace el pan.
Se amasa: "Molido fue por nuestros pecados" (Is.53:5)
Se introduce en el horno a un fuego controlado:
Mi corazón fue como cera,
Derritiéndose en medio de mis entrañas. (Sal.22:14)
Y cuando tomamos la Copa con su contenido de vino, conocemos que representa la sangre como el precio pagado por usted y por mí:
1Pe 1:18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,
1Pe 1:19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
1Pe 1:20 ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,
Un memorial no es un ritual, cualquier hermano puede levantarse y orar, guiado por el Espíritu Santo, de acuerdo a los himnos cantados o al símbolo que se está esperando participar.
Hay libertad espiritual por cuanto el Señor está en medio de nosotros, no es un convidado de piedra, pues los símbolos del Pan y del Vino nos conducen al Calvario y nos hace entender su inmenso amor por una raza caída en el pecado, reos al infierno (Ro.5:18)
Y no algo que se lo inventó Pablo, pues claramente leemos:
1Co 11:23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan;
Personalmente, el mismo Señor le comunicó las instrucciones para que las escribiese a su Iglesia, como también lo hizo con el evangelio de la gracia de Dios (Hch.20:24) en un contexto histórico completamente distinto al evangelio del reino predicado por el mismo Señor Jesucristo (Mt.4:23) y rechazado por su pueblo (Mt.27:29).
Pásala bien.