FORISTA MANHATTAN:
Apreciada Manhattan, con su debido permiso, quiero compartir en este epígrafe donde se glorifica a Cristo, unas meditaciones sobre algunos besos que aparecen en la biblia y su correspondiente aplicación en este tiempo de Gracia a la Iglesia de Dios.
LOS BESOS DE ABSALON
Quiero compartir 5 porciones que nos hablan de besos en sus distintos contextos y propósitos, comenzando por los besos de Absalón, el tercer hijo del Rey David, quien organizó y llevó a cabo, la rebelión contra su padre para tomarse el trono por asalto.
2Sa 15:1 Aconteció después de esto, que Absalón se hizo de carros y caballos, y cincuenta hombres que corriesen delante de él.
2Sa 15:2 Y se levantaba Absalón de mañana, y se ponía a un lado del camino junto a la puerta; y a cualquiera que tenía pleito y venía al rey a juicio, Absalón le llamaba y le decía: ¿De qué ciudad eres? Y él respondía: Tu siervo es de una de las tribus de Israel.
2Sa 15:3 Entonces Absalón le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas; mas no tienes quien te oiga de parte del rey.
2Sa 15:4 Y decía Absalón: ¡Quién me pusiera por juez en la tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen pleito o negocio, que yo les haría justicia!
2Sa 15:5 Y acontecía que cuando alguno se acercaba para inclinarse a él, él extendía la mano y lo tomaba, y lo besaba.
2Sa 15:6 De esta manera hacía con todos los israelitas que venían al rey a juicio; y así robaba Absalón el corazón de los de Israel.
David huye de Jerusalén
2Sa 15:13 Y un mensajero vino a David, diciendo: El corazón de todo Israel se va tras Absalón.
Aquí tenemos a Absalón, siguiendo el mismo patrón de engaño de la serpiente antigua en el Edén, Absalón comienza hablar mal del Rey, su padre, para descalificarlo y presentarse a sí mismo como rey indicado y no su padre.
Allí en Edén, la serpiente comienza hablar mal de Dios, para descalificarlo y presentarlo como injusto a los ojos de Eva:
-" ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?"-
- "Más bien Dios está impidiendo que usted logre hacer algo muy grande, ser igual a él, usted debe probar, usted debe comer"-
Con aquel "beso persuasivo" sedujo el corazón de aquella mujer.
¿Y qué ocurre cuando Eva abre su oído a esa voz y obedece la voluntad del diablo?
El pecado entró en el mundo, y por el pecado la muerte y así la muerte pasó a toda la raza humana, por cuanto todos hemos pecado.
¡Qué tragedia! ¡Qué momento tan solemne!
No solo comió ella, sino que llevó también a su marido y el también comió, pero así es el enemigo de nuestras almas, el fundó su propio reino, aparte del de Dios y quiso hacer lo mismo con el Rey, diciendo:
Luc 4:5 Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra.
Luc 4:6 Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy.
Luc 4:7 Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos.
Pero este es el imperio de la muerte (Heb_2:14), porque procede del pecado contra la fidelidad al Creador.
Dios había puesto a David como Rey de Israel, Absalón le debía fidelidad a su padre, pero la voz del Tentador se anidó en su corazón y organizó su rebelión.
Una rebelión condenada al fracaso:
2Sa 18:15 Y diez jóvenes escuderos de Joab rodearon e hirieron a Absalón, y acabaron de matarle.
LA PERSUASIÓN DEL DIABLO
2Sa 15:3 Entonces Absalón le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas; mas no tienes quien te oiga de parte del rey.
2Sa 15:4 Y decía Absalón: ¡Quién me pusiera por juez en la tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen pleito o negocio, que yo les haría justicia!
2Sa 15:5 Y acontecía que cuando alguno se acercaba para inclinarse a él, él extendía la mano y lo tomaba, y lo besaba.
Entran al foro, exhibiendo los mismos recursos que exhibió Absalón para robar el corazón de los foristas.
¿Cuándo hemos visto a un "ministro de justicia" (2Co 11:14-15) usando un lenguaje ofensivo?
Ellos se cuidan mucho de ofender a otro forista, y de esta forma le están besando la mano, pero es el beso de la muerte.
Su hipocresía llega hasta el extremo de identificarse, en cierta manera, con el Cristo nuestro, para así, ir sembrando el veneno de su religión idolátrica.
La Preeminencia de Cristo no se negocia, no se presta para leudarla con doctrinas ajenas a la Biblia, el Hijo de Dios, es lo más sublime de los cielos, y posee las marcas de su paso por la tierra:
Zac_13:6 Y le preguntarán: ¿Qué heridas son estas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos.
El Señor viene.