Obviamente alguien podría decir, que el estilo de vida solidario no fue “inventado” por Jesús, ya que los esenios lo utilizaban desde hacía tiempo, y que por ende no podría ser la razón del temor de los integrantes del Sanedrín.
Y si bien es cierto que los esenios vivían de forma parecida, la enorme diferencia que existía entre la manera en que obraban los esenios y lo que proponía Jesús, radicaba en que mientras los primeros, junto con una economía solidaria practicaban también la continencia sexual y una vida sumamente rígida, cargada de una higiene ritual constante, aspectos estos últimos que hacían que ellos no resultaran tan “interesantes” para la población común y corriente, y por ende era imposible que una gran cantidad de israelitas se transformaran en esenios y practicasen esa forma de vida solidaria, mientras que por el contrario, lo que el Señor Jesús postulaba era un estilo de vida distinto, sin ninguna de esas limitaciones, es decir, que lo que Él enseñaba servía para que cualquiera que desease adherirse a su manera de vivir pudiese hacerlo tranquilamente, ya que era algo completa y absolutamente natural y sencillo.
Y estoy convencido de que precisamente EN ESO RESIDE LA ESENCIA DEL EVANGELIO, ya que sabemos perfectamente no sólo que Jesús expresó que no venía a cambiar la ley, que Él nunca dijo que venía a establecer una nueva religión, sino que también conocemos que durante su vida terrenal Él vivió de esa forma solidaria con sus discípulos, conforme podemos leerlo en el Evangelio de Juan donde se menciona, Y EN DOS OPORTUNIDADES, que Judas era el encargado de LA BOLSA COMÚN, es decir que ellos transitaban por la vida sin tener economías individuales, sino que todos participaban por igual de los bienes que poseían.
Pero no es eso lo único que nos muestra la gran importancia de ese estilo de vida que practicaba Jesús, ya que sabemos perfectamente que luego de su resurrección y ascensión al cielo vivieron de la misma forma aquellos que más lo conocieron, los que pasaron más tiempo con Él, y que por ende tuvieron mejores posibilidades que el resto de sus contemporáneos de escucharlo, conocer y comprender lo que era realmente importante para Jesús, sus discípulos, junto con su madre y sus hermanos, conforme podemos leerlo en el Libro de los Hechos de los Apóstoles donde, Y TAMBIÉN EN DOS OPORTUNIDADES, se hace referencia a esa realidad de vida que practicaban todos.
Y no es únicamente allí donde podemos constatar que en los primeros siglos los cristianos mantenían ese estilo de vida completamente solidario, sino que también encontramos una clara referencia de eso en unas páginas redactadas por Luciano de Samosata, escritor pagano satírico del siglo II, quien en su texto “la muerte de Peregrino”, y como burla a la doctrina cristiana menciona dos cosas: en primer lugar que los cristianos sostenían que todos eran hermanos, y en segundo término que los bienes eran comunitarios.
Bien creo que lo esencial está dicho, pero antes de finalizar considero importante hacer una referencia a algo que parece no preocupar, ni ocupar, al cristianismo, y que para mí debe ser tenido muy en cuenta, la ejecución del Señor Jesús en un patíbulo romano, cuestión sobre la que diré algo en el próximo escrito.
Cordiales saludos
MARANA-THA
Mario