La esclavitud y el cristianismo

César Ortíz menciona que la primera abolición de la esclavitud ocurrió en Haití en el siglo XIX, y me parece que eso no responde a la realidad histórica.

En efecto, la esclavitud entre los israelitas fue anulada mucho antes, a raíz de la destrucción del templo de Jerusalén por los romanos, ya que como los israelitas no podían celebrar más el jubileo que establece el Levítico (la iniciación del año jubilar se hacía, entre otras cosas, como el sonido del cuerno etc., mediante la apertura de la puerta del templo), los rabinos consideraron que dado que el templo había desaparecido ya no se podía esclavizar a un hebreo, puesto que por ese hecho nefasto el esclavo no contaría con la posibilidad de recuperar la libertad, y consideraban eso inadmisible para el espíritu de libertad del pueblo hebreo dispuesto por Dios.

Cordiales saludos

MARANA-THA

Mario
 
Una prueba evidente de que la esclavitud estuvo muy arraigada en todo el mundo "civilizado" en tiempos del antiguo y nuevo testamento, es que la primera abolición de la esclavitud apenas vino a presentarse en el siglo XIX en la época moderna en Haití. Solo desde esa época se empezó a ver que la consciencia del mundo cristiano frente a la esclavitud estaba cambiando hacia la abolición.

¿Que hubiera pasado si en tiempos del AT y en NT, alguien hubiera propuesto acabar con la esclavitud?
¿ La conciencia del mundo cristiano ?...vaaamos !!!!

Precisamente la "conciencia" del mundo cristiano fue la que le dio razón y justificación a la esclavitud porque la misma Biblia la permitía y nunca la abolió, de hecho bíblicamente no es pecado...

¿ O ahora resulta que los esclavistas occidentales no eran cristianos ?...
 
Otro aspecto que deseo mencionar, ya que lo considero muy importante para que les resulte más sencillo comprender lo que he resuelto denominar como “el motivo oculto” de la ejecución del Señor Jesús en un patíbulo romano, es conocer cuál era el motivo fundamental de la esclavitud en la época de la crucifixión.

Y aun cuando puede ser interesante no analizaré ahora lo que considero que inició la esclavitud, sino que me limitaré a lo esencial.

Cuando nace Jesús hacía ya tiempo que estaba establecido en el “mundo conocido” lo que se conoce como la “Pax Romana”, es decir que habían cesado las grandes conquistas territoriales de Roma, motivo por el cual ya no se generaba la gran cantidad de esclavos de los pueblos conquistados que había sido el mayor motivo de aparición de esclavos.

Sin embargo se estima que cerca de un 60 % de la población en esa época eran esclavos, motivo por el cual resulta necesario reflexionar en cómo se arribaba a esa condición.

Pues bien, la mayor parte de la esclavitud en aquellos años se originaba en las dificultades para pagar las deudas, ya que en ese caso el deudor era “condenado” a trabajar en favor del acreedor hasta saldar lo adeudado, o bien, si al acreedor no le interesaba su trabajo era “vendido” (incluso también su familia, dependía del monto adeudado) y quien pagaba por él lo obligaba a que trabajase en su beneficio.

Suspendo aquí para no generar molestias, pero desde ya les adelanto que hay otras facetas de este asunto que resultan importantes para comprender lo que intento transmitirles.

Cordiales saludos

MARANA-THA

Mario
 
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Otro aspecto importante para comprender la problemática de la esclavitud, y que yo deseo explicarles para que puedan comprender mejor mi idea de relacionar esa situación de vida (que afectaba a tantas personas) con la decisión de ejecutar a Jesús en un patíbulo romano, es el comprender el origen de las deudas en aquella época.

En primer lugar es necesario descartar el mecanismo que utilizamos en la actualidad para obtener bienes, y que consiste en adquirirlos y retirarlos de los distintos comercios y pagarlos en cuotas (obvio con un “razonable” recargo de intereses) durante un lapso determinado. Ese sistema, que yo diría es uno de los “puntales” o “patas” de la actual esclavitud, constituye un fenómeno sumamente moderno (obvio hablando en términos históricos) ya que únicamente existe desde hace unos 200/300 años.

Sin duda alguna también resultaría posible encontrar a algunos que en aquellas épocas se endeudaban por ser unos perfectos “desgraciados”, ya que se “patinaban” el dinero en fiestas y mujeres, conforme podemos inferirlo de la famosa doctrina que surge de la parábola “del hijo pródigo”. Pero resulta imposible decir que era el motivo principal que obligaba a los israelitas a endeudarse.

Por eso mucho más razonable es considerar, que quienes se endeudaban lo hacían por no tener otra opción para poder alimentarse y mantener a su familia, situación que sin duda alguna tenía como origen una de estas dos alternativas: a) o bien una calamidad natural que hacía fracasar la producción de bienes (sequías, plagas, o similar), y b) una enfermedad que impidiese la realización de las tareas necesarias para obtener recursos. Y con respecto a esta última posibilidad no hay que olvidar, que por aquel entonces nadie pagaba al enfermo, y tampoco podían trabajar en forma remunerada las mujeres, motivo por el cual era necesario endeudarse para poder seguir viviendo, y si luego no se podía saldar la deuda se terminaba esclavizado.

Bien, para no extender tanto las cosas suspendo aquí y próximamente continuaré suministrándoles algunos otros elementos que son convenientes tener en cuenta para comprender que Jesús no fue ejecutado por ninguna cuestión espiritual, sobrenatural o como prefieran llamarla, sino por algo bien terrenal y concreto.

Cordiales saludos

MARANA-THA

Mario
 
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Reacciones: Pancho Frijoles
Mire en esté link: https://news.un.org/es/story/2018/11/1445611, aquí es algo explica lo es la esclavitud y pena por la misma entonces quiero decir en está época hay forma para acabarla. ¡Ojo!, no quiero decir todo el medio de vida que expone en esté foro cristiano es esclavitud hay que saber diferenciar que es el concepto de obediencia con el concepto tratado aquí.
 
Si hay algo de lo que estoy seguro, es que todos los que participamos en el foro somos “lectores” de los textos bíblicos, y seguramente también que hemos leído, y más de una vez, el pasaje del Evangelio de Mateo donde el Señor Jesús relata la forma en que se desarrollará lo que podemos mencionar como “EL JUICIO FINAL” (Mt.25, 31-46), pues bien, descontando eso no creo que sea necesario hacer una explicación detallada de lo que allí se menciona, por lo cual me parece suficiente una breve referencia a los aspectos que Jesús mencionó.

En primer lugar creo que coincidiremos, en que 3 de las referencias que hizo el Señor no necesitan aclaración alguna, ya que es obvio lo que significa “tuve hambre, tuve sed, desnudo …” y sobre otra cuestión, la actitud de “alojamiento” (a quien no está en su casa, o no tiene) si bien tal vez habría que hablar un poco, simplemente recordaré aquí lo importante que era para todos los pueblos que habitaban zonas desérticas (como es el caso de Israel) la ayuda al viajero.

Por lo tanto me referiré sólo en forma un poco más detallada a las dos últimas situaciones, es decir, enfermo y preso.

Con respecto a la primera ya hice algunas consideraciones en mi mensaje anterior, y para ampliar lo señalado en esa oportunidad es necesario relacionarlo con la otra actitud que tanta vinculación presenta con el resultado del juicio final, el encontrarse preso y la necesidad de “visitar” a quien se encuentra en esa condición.

Pues bien, sobre esa cuestión es necesario efectuar algunas aclaraciones, ya que estimo son indispensables para comprender mejor a qué se refería Jesús al mencionar eso, y como me parece que puede llevarme a una explicación algo extensa, prefiero interrumpir aquí este mensaje para no generar un cansancio innecesario a quienes siguen mis reflexiones. No obstante prometo continuar pronto.

Cordiales saludos

MARANA-THA

Mario
 
Como ya lo mencioné, considero muy importante analizar algunas facetas que se relacionan con el “visitar a los presos”, que fue lo que mencionó el Señor Jesús con relación a como se desarrollará el juicio final.

Pues bien, creo que todos, de una u otra forma relacionamos esas palabras con nuestra realidad actual, es decir, con las prisiones que existen ahora, que son sitios donde quedan alojados los condenados por algún delito, para cumplir allí con una pena específica a la que se conoce como de “privación de la libertad”, y a raíz de eso asumimos las palabras de Jesús con lo que llamaría un simple deber de caridad, que consiste en concurrir a los establecimientos carcelarios para suministrarles algún apoyo (consuelo, o lo que fuese) a quienes están allí alojados, purgando las penas que les fueron impuestas.

Pues bien, no era esa la realidad que existía en la época de Jesús, motivo por el cual creo que debemos comprender que, al hacer referencia a esa cuestión, el Señor se estaba refiriendo a algo completamente distinto.

En efecto, los actuales establecimientos carcelarios son estructuras a las que debemos considerar bastante “novedosas” (obvio, en términos históricos) ya que recién se los implementó a partir del siglo XVII aproximadamente. Antes de esa época la realidad de las sanciones que se aplicaban por los delitos era muy diferente, y más todavía en vida de Jesús.

Para todas las sociedades de la antigüedad, incluida la hebrea, la mayoría de los delitos se castigaban mucho más duramente que ahora, siendo la más común de las pena la de muerte, es decir que prácticamente no existía esa pena de “simple” privación de la libertad ambulatoria. Podemos encontrar muchas referencias de aplicación de la pena de muerte en el Antiguo Testamento, y además basta recordar, que junto con Jesús son ejecutados dos “simples” ladrones.

Como cuando intervine en el Foro hace ya algunos años, más de una vez me criticaron por hacer escritos demasiado extensos, suspendo aquí el presente, pero prometo explicar algo más con relación a este asunto a la brevedad.

Cordiales saludo

MARANA-THA

Mario
 
Procuraré suministrar otros elementos que considero resultan útiles para analizar y comprender mejor lo que intento explicar, con respecto a lo que denomino “el motivo oculto” de la ejecución de Jesús en un patíbulo romano.

Y por eso continuaré con el asunto de los “presos”, y para hacerlo me referiré especialmente a lo ocurrido entre los romanos, si bien es posible decir, que en todos los pueblos pasó algo similar.

Con el tiempo, en lugar de aplicar la pena de muerte Roma adoptó el sistema del “circo”, es decir que los condenados a muerte eran obligados a luchar en las arenas de los circos como gladiadores, cosa que hacían hasta que morían. Es cierto que a veces algunos recurrían a esa actividad voluntariamente, ya que en esos casos, de sobrevivir, eran muy bien remunerados. Pero no era lo común o normal.

Otra cosa que hizo Roma fue recurrir a obligar al condenado a trabajar en las minas, lugares donde después de llevar una vida miserable terminaban muriendo. Otro destino para cumplir con el castigo por los delitos era como remeros en los navíos, mecanismo que perduró muchos siglos, incluso tiempo después entre los pueblos que ya había adoptado el cristianismo.

Pero hay que comprender que por aquellas épocas a nadie se le ocurría, como castigo por los delitos, el “enjaular” a los delincuentes, y menos que menos mantenerlos (alimentarlos) en prisiones como hacemos actualmente nosotros.

Suspendo nuevamente aquí, y espero finalizar muy pronto.

Cordiales saludos

MARANA-THA

Mario
 
Para finalizar esta etapa de suministrar datos que son convenientes para comprender mejor lo que intento explicar sobre la ejecución del Señor Jesús, diré que en la época en que Él vivió únicamente existía lo que podríamos considerar “pequeñas cárceles” (a veces eran sólo parte de un inmueble de propiedad del “carcelero”, que por supuesto cobraba por esa tarea) donde quedaban detenidos quienes estaban siendo sometidos a un juicio, proceso que en general demandaba un lapso bastante breve.

El caso de San Pablo que para nosotros es bastante conocido fue algo distinto, ya que él apeló al César, instancia judicial a la que tenía derecho como ciudadano romano, y que fue lo que constituyó el motivo por el cual estuvo detenido un período más prolongado, aunque conviene aclarar que como para los romanos los procesos no podían duran un lapso mayor de 1 año (ó 2, no lo recuerdo exactamente) hay opiniones de que fue primero liberado y que luego, tiempo después, volvió a sufrir un segundo arresto en otro proceso judicial, que es el que finalizó con su muerte por decapitación, que era el sistema de ejecución admitido por Roma para sus ciudadanos.

Ante esa realidad sobre las prisiones en la antigüedad, es necesario que nos preguntemos entonces cuál puede ser el sentido de la mención que hizo Jesús relacionada con la “visita” a los presos que Él ponderó —junto a la de los enfermos— y que tanta influencia podrían tener en el momento del “juicio final”, y como para hacerlo destinaré algunos párrafos prefiero suspender aquí esta explicación, y dedicar a ese tema el próximo texto.

Cordiales saludos

MARANA-THA

Mario
 
Para ir finalizando con lo que considero los antecedentes más importantes para comprender lo que intento explicar, les diré que conocida también la realidad que era la causa más importante de la esclavitud en época de Jesús, conforme ya hice referencia, estimo que lo que Jesús trató de decir a sus discípulos es que debían estar atentos a esas circunstancias, y como para explicarlo me resulta más sencillo, me permitiré transcribir seguidamente unas líneas que escribí hace un tiempo y que forman parte de uno de mis libros.

Es en ese sentido en el que debemos analizar, el famoso “visitar a los enfermos y a los presos” que ponderó Jesús. En efecto, y sin pretender por esto negar, o desconocer, el valor socio—religioso que actualmente puedan tener tales actitudes, estimo que en la época del Cristo sucedía algo muy diferente de lo que acontece ahora, y que por lo tanto, esas acciones fueron alabadas por Él ya que requerían a sus discípulos ponerse en contacto directo con quienes se veían dificultados para subsistir, o que directamente no podían hacerlo al no poder trabajar por estar enfermos, o que estaban sujetos al trabajo forzado para pagar sus deudas. Ese acercamiento positivo e inmediato, logrado al “visitarlos”, que fuera lo “reclamado” por Jesús, le “decía” al visitante (es decir, le mostraba con crudeza y por ende le obligaba moralmente) que era necesario “hacer algo” en favor de quien se encontraba en tal situación (trabajar para el enfermo, o ayudar a pagar las deudas del preso) mientras que, si no lo “veía”, podía continuar viviendo tranquilamente en su propia existencia. Recuerden, “ojos que no ven, corazón que no siente”. Es decir, lo que el Cristo reclamaba a sus seguidores era no “hacerse los disimulados” frente a las carencias ajenas derivadas de aquellas situaciones, ya que por esa época nadie pagaba salario alguno al enfermo, y las mujeres no podían trabajar (obvio, en forma remunerada), por lo cual la subsistencia de la familia del enfermo, o del preso, era algo por demás problemático.

Bien, lo esencial para comprender lo que deseo explicar está dicho, motivo por el cual en el próximo mensaje mencionaré lo que considero es el elemento más importante que hay en el Evangelio, para entender el motivo real y concreto desde el punto de vista humano que tuvieron los dirigentes hebreos para decidir que Jesús debía morir.

MARANA-THA

Mario
 
Teniendo en cuenta lo que les mencioné antes, tanto con respecto a lo que generaba la mayor cantidad de esclavos en épocas de Jesús (las deudas impagas), como los que deben ser considerado como “presos” por aquellos años, me permitiré citar ahora un párrafo del Evangelio de Juan al que considero fundamental, ya que si se lo analiza resulta posible comprender el motivo humano que existió en las mentes de los dirigentes hebreos cuando decidieron que Jesús debía morir. El pasaje es el siguiente:



"Los Sumos Sacerdotes y los fariseos convocaron un Consejo y dijeron: «¿Qué hacemos? Porque este hombre realiza muchos signos. Si lo dejamos seguir así, todos creerán en él, y los romanos vendrán y destruirán nuestro Lugar santo y nuestra nación». Uno de ellos, llamado Caifás, que era Sumo Sacerdote ese año dijo: «Ustedes no comprenden nada. ¿No les parece preferible que un sólo hombre muera por el pueblo y no que perezca la nación entera?». No dijo eso por sí mismo, sino que profetizó como Sumo Sacerdote que Jesús iba a morir por la nación, y no solamente por la nación, sino también para congregar en la unidad a todos los hijos de Dios que estaban dispersos. A partir de ese día, resolvieron que debían matar a Jesús." (Jn.11,47-53).



Obviamente comprenderán que el subrayado no consta en el original, sino que lo utilizo para destacar lo que es más significativo en el texto para comprender, que a los miembros del Sanedrín no le importaba que Jesús se designase a sí mismo como Mesías, Hijo de Dios o cualquier otra cosa similar, sino que lo que les preocupaba era el hecho de que la mayoría de los israelitas terminase siguiendo sus enseñanzas, ya que consideraban que en ese caso los romanos los atacarían y destruirían el Templo y su nación.

Y debe quedar bien en claro que mi explicación se refiere al motivo humano que tuvieron esos dirigentes hebreos, ya que de forma alguna pongo en tela de juicio lo que se conoce como el plan salvífico de Dios para nuestra redención, el liberarnos de las consecuencias del pecado, y cualquier otra cosa de tipo espiritual o sobrenatural que se les pueda ocurrir. Pero me parece que es obvio que quienes resolvieron ejecutar al Cristo en un patíbulo romano no lo hicieron para “dar cumplimiento” con ese plan, sino que fueron sólo instrumentos inconscientes del mismo.

Bien conforme lo mencioné en otras oportunidades suspendo aquí mi explicación, y espero poder continuarla y terminarla pronto.

Cordiales saludos

MARANA-THA

Mario
 
Conforme nos lo relata el Evangelio de Juan, los miembros del Sanedrín resolvieron que Jesús debía morir porque consideraban que si todos lo seguían, los romanos invadirían Israel y destruirían el Templo y toda la nación.

Pues bien, es obvio que los romanos no habrían movilizado una de sus legiones, con el alto costo económico y “geopolítico” que una acción de ese tipo les significaba, ya que debían trasladar a más de 10.000 personas a lo largo de muchos kilómetros, puesto que Roma tenía estacionadas sus tropas en los lugares “conflictivos”, normalmente cerca de las fronteras con “vecinos” peligrosos, desde donde debía retirarlas si decidía que era necesario atacar a Israel, y eso no lo haría sin no existía una razón realmente importante.

Evidentemente Roma no haría semejante cosa por una simple discusión o envidia entre los judíos, y menos aún por una razón espiritual, sobrenatural, teológica (o como prefieran llamarla) entre ellos, como podía ser la eventual discusión respecto si Jesús era, o no, el Mesías, si era Hijo de Dios, o lo que fuese, motivo por el cual hay que reflexionar en qué hecho habría sido capaz de ocasionar la temida invasión de la que se habló en esa reunión del Sanedrín, ocurrida después de la resurrección de Lázaro y que menciona el Evangelio de Juan.

Y que las cuestiones religiosas entre los judíos a los romanos no les interesaban para nada podemos inferirlo, no sólo por simple lógica, conforme lo mencioné antes, sino también porque esa fue la “política” adoptada por Roma en todo el ámbito del territorio dominado, y además es posible deducirlo de la respuesta y actitud adoptada por el procónsul Galión, quien en lugar de enjuiciar a Pablo como se lo pedían los judíos, sin escuchar siquiera lo Pablo intentaba decir expulsó a todos del tribunal, según podemos leerlo en el Libro de los Hechos (Hch. 18,12-16).

Por lo tanto —e insisto en esto— debemos reflexionar bastante en qué era lo que causaba el temor a una invasión en los dirigentes hebreos, y que los llevó a considerar necesario que Jesús debía morir, por lo cual dedicaré el próximo mensaje a esa cuestión ya que es realmente sumamente importante, dado que por no haberlo entendido es lo que produjo el alejamiento del cristianismo del verdadero mensaje de Jesús.

Cordiales saludos

MARANA-THA

Mario
 
Obviamente se puede especular, lanzando posibilidades sobre lo que podría generar un ataque romano a Israel, pero considerando la forma en que Roma actuaba en todo el ámbito de los territorios bajo su dominio, y la forma en que imponía su autoridad sobre los pueblos dominados, creo que la mejor (si no la única) alternativa que habría podido llevarla a realizar un ataque, es que no recibiese los impuestos que establecía para cada zona dominada.

En efecto; Roma había dividido su imperio en provincias, y exigía que cada una le suministrase una determinada cantidad de dinero, pues de esa forma se aseguraba un flujo constante de bienes para que sus necesidades económicas estuviesen debidamente cubiertas a lo largo del año. Por tal motivo es obvio no aceptaría de forma alguna, que esa ecuación en la que basaba su bienestar se viese afectada en lo más mínimo.

Sabemos que Jesús no rechazó el pago de los impuestos que reclamaba Roma, conforme lo indica expresamente el Evangelio con aquella famosa frase «dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios». Siendo así debemos descartar cualquier pensamiento en ese sentido, y por ende resulta necesario indagar en otro aspecto de su doctrina que podrían resultar potencialmente peligroso ante los ojos de la dirigencia hebrea, que era la responsable de cumplir con las exigencias económicas de Roma.

Pues bien, considero que el estilo de vida que practicaba Jesús con sus discípulos, y que consistía en compartir vivencias y bienes es lo que generaba ese temor, y entiendo que era así, dado que si un número importante de israelitas se avenía a vivir de esa forma resultaría difícil que alguien tuviese que endeudarse en caso de sufrir algún contratiempo, ya que contaría con el apoyo de los demás, y por ende en forma paulatina la esclavitud iría desapareciendo.

Y aclaro al respecto que no tengo duda alguna de que en eso consiste el verdadero “jugo suave” del que habló el Señor, ya que el asumir las dificultades de la vida entre muchos es muchísimo más sencillo que hacerlo en forma aislada, circunstancia que no sólo es posible comprenderlo “intelectualmente”, sino que hasta es probable que todos —de una u otra forma— la hayamos podido experimentar.

Eso que tal vez pueda parecer intrascendente no lo es, ya que la esclavitud era el “motor de la economía” por aquellos años, dado que prácticamente todos los trabajos eran realizados por los esclavos, puesto que no existía ninguna maquinaria que los realizase, y los animales que existían no eran tantos y los relativamente pocos que había, o bien eran utilizados para la guerra, o bien para la alimentación, motivo por el cual, de producirse ese cambio en la forma de vida de los israelitas, las posibilidades de obtener recursos para afrontar el pago de las gabelas que exigía Roma mermarían sustancialmente.

Y como hay otras cosas para decir prefiero suspender aquí mi explicación, y retomarla a la mayor brevedad posible, motivo por el cual me despido enviándoles mis cordiales saludos

MARANA-THA

Mario
 
Obviamente alguien podría decir, que el estilo de vida solidario no fue “inventado” por Jesús, ya que los esenios lo utilizaban desde hacía tiempo, y que por ende no podría ser la razón del temor de los integrantes del Sanedrín.

Y si bien es cierto que los esenios vivían de forma parecida, la enorme diferencia que existía entre la manera en que obraban los esenios y lo que proponía Jesús, radicaba en que mientras los primeros, junto con una economía solidaria practicaban también la continencia sexual y una vida sumamente rígida, cargada de una higiene ritual constante, aspectos estos últimos que hacían que ellos no resultaran tan “interesantes” para la población común y corriente, y por ende era imposible que una gran cantidad de israelitas se transformaran en esenios y practicasen esa forma de vida solidaria, mientras que por el contrario, lo que el Señor Jesús postulaba era un estilo de vida distinto, sin ninguna de esas limitaciones, es decir, que lo que Él enseñaba servía para que cualquiera que desease adherirse a su manera de vivir pudiese hacerlo tranquilamente, ya que era algo completa y absolutamente natural y sencillo.

Y estoy convencido de que precisamente EN ESO RESIDE LA ESENCIA DEL EVANGELIO, ya que sabemos perfectamente no sólo que Jesús expresó que no venía a cambiar la ley, que Él nunca dijo que venía a establecer una nueva religión, sino que también conocemos que durante su vida terrenal Él vivió de esa forma solidaria con sus discípulos, conforme podemos leerlo en el Evangelio de Juan donde se menciona, Y EN DOS OPORTUNIDADES, que Judas era el encargado de LA BOLSA COMÚN, es decir que ellos transitaban por la vida sin tener economías individuales, sino que todos participaban por igual de los bienes que poseían.

Pero no es eso lo único que nos muestra la gran importancia de ese estilo de vida que practicaba Jesús, ya que sabemos perfectamente que luego de su resurrección y ascensión al cielo vivieron de la misma forma aquellos que más lo conocieron, los que pasaron más tiempo con Él, y que por ende tuvieron mejores posibilidades que el resto de sus contemporáneos de escucharlo, conocer y comprender lo que era realmente importante para Jesús, sus discípulos, junto con su madre y sus hermanos, conforme podemos leerlo en el Libro de los Hechos de los Apóstoles donde, Y TAMBIÉN EN DOS OPORTUNIDADES, se hace referencia a esa realidad de vida que practicaban todos.

Y no es únicamente allí donde podemos constatar que en los primeros siglos los cristianos mantenían ese estilo de vida completamente solidario, sino que también encontramos una clara referencia de eso en unas páginas redactadas por Luciano de Samosata, escritor pagano satírico del siglo II, quien en su texto “la muerte de Peregrino”, y como burla a la doctrina cristiana menciona dos cosas: en primer lugar que los cristianos sostenían que todos eran hermanos, y en segundo término que los bienes eran comunitarios.

Bien creo que lo esencial está dicho, pero antes de finalizar considero importante hacer una referencia a algo que parece no preocupar, ni ocupar, al cristianismo, y que para mí debe ser tenido muy en cuenta, la ejecución del Señor Jesús en un patíbulo romano, cuestión sobre la que diré algo en el próximo escrito.

Cordiales saludos

MARANA-THA

Mario
 
Considero necesario mencionar que hay que reflexionar sobre la ejecución de Jesús en un patíbulo romano, y pienso de esa forma ya que, si lo único que “molestaba” o “preocupaba” a la jerarquía hebrea era la persona de Jesús, tanto fuese por sus expresiones “blasfemas” al arrogarse la calidad de Mesías y/o “Hijo” de Dios, como si fuere por lo que yo sostengo, es decir, el temor a que el “estilo de vida” solidario que practicaba el Señor Jesús pudiese atraer a muchos israelitas, y lograr trastocar de esa forma el estilo socio—económico de la época hasta el punto de desencadenar un ataque por parte de Roma, cabe hacerse la siguiente pregunta: ¿por qué no “solucionaron” el problema haciendo morir a Jesús de manera furtiva, en una oscura callejuela de cualquier pueblito de Palestina de los que solía visitar, o en un descampado de los muchos que recorría el Señor?

Y no podemos pensar que eso no hubiese sido posible, ya que si tenemos en cuenta lo que nos relata el Libro de los Hechos, con respecto a que a Pablo intentaron matarlo de esa forma al menos en dos oportunidades, no cabe duda alguna de que esa posibilidad existía. Y con relación a esa alternativa tampoco debemos olvidar, que por aquellos años existía en Israel un grupo de fanáticos a los que denominaban “sicarios”, al cual debemos darle al menos una “relativa” importancia incluso desde el punto de vista numérico, dado que los “estudiosos” de la Biblia los mencionan como a un segmento de la población, junto a los zelotas, fariseos, esenios, etc.

Pues bien; como no fue eso lo que ocurrió, resulta imprescindible tratar de comprender por qué motivo optaron por ejecutarlo, es decir, recurrir a un mecanismo de tipo jurídico para “cortar la cabeza” del problema.

Y en ese sentido me parece evidente que un motivo importante es que la idea de la dirigencia hebrea fue la de no generar un posible “mártir de sus ideas”, cosa que habría podido ocurrir de haberse optado por un mecanismo “oculto”, un asesinato poco claro, es decir que lo que se buscó fue que ante toda la sociedad su muerte quedase como la desaparición de un enemigo de la sociedad, el justo castigo de un delincuente.

Pues bien, siendo eso bastante evidente resta aun por analizar cuál pudo ser el motivo para la elección de un “patíbulo romano”, en lugar de recurrir a un simple ajusticiamiento después de un proceso judicial conforme las disposiciones de la ley judía, es decir, una lapidación o una decapitación, lo que hubiese sido “bastante” más razonable si la acusación contra Jesús hubiese sido realmente la de su eventual blasfemia.

Pero como continuar con este análisis me demandará algunas líneas más, prefiero suspender aquí y hacerlo próximamente, por lo que me despido enviándoles mis cordiales saludos

MARANA-THA

Mario