-Lo que desde hace mucho llevo entendido, es que la carta a Laodicea nunca se ha perdido, pues es ni más ni menos que la misma epístola a los Efesios. En antiguos manuscritos hay un espacio sin llenar donde falta la dedicación "a los Efesios", pues debía llenarse con el nombre de la ciudad a cuya iglesia se enviara una copia de dicha epístola. Una vez que el mensajero llegó a Laodicea y fue leída a la iglesia -y lo mismo también en Colosas-, probablemente no se tomaron tiempo para hacerse de una copia, sino que siguió rápidamente su viaje, y llegado a Éfeso, allí sí se hicieron copias que fueron luego distribuidas por las iglesias. Procediendo esas copias de Éfeso, se le acreditó a la iglesia en esa ciudad ser la destinataria de la epístola, cuando en realidad lo había sido Laodicea. Véase al mensajero Tíquico en Efe 6:21 y Col 4:7.
Cordiales saludos