Usted parece que cree que le ofrecerán la marca de la bestia y al decir que no le diran OK está bien que disfrute su día, pues nooooo señor no se engañe y recuerde que hasta los dos testigos Dios permitirá que sean vencidos durante los 1,260 dias....acepte la verdad y no tendrá sorpresas en la gran tribulación...
Efectivamente, Miniyo es un pobre hombre desprovisto de inteligencia espiritual, que se envalentona y piensa el anticristo puede ser derrotado, cuando en esa época de terror y tinieblas, día de angustia para Jacob, este ser siniestro perseguirá a un remanente que Dios levantará mediante la predicación de los 144,000 judíos, cuyo mensaje, el evangelio del reino (Mt.24:14), rechazado la primera vez, habla de un Rey, un Trono, un Cetro y un reino, que pronto va a venir, a establecer su reino milenial.
Es en es contexto que Dios levanta una compañía de creyentes, los hijos del reino, y éstos será perseguidos y muertos por el anticristo:
Apo_13:7 Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación.
Estos no pertenecen a la Iglesia, pertenecen al Rey que fue crucificado y su evangelio del reino rechazado.
En la Iglesia no predicamos el evangelio del reino sino el de la gracia de Dios revelado a Pablo (Hch.20:24)
Con una solemne advertencia, sobre el que predica otro evangelio, sea anatema.
Así que es imposible mezclar a Israel con la Iglesia, bajo de maldición.
Se equivoco Pedro o que deduces?
La visión de Pedro tiene que ver con el Estado Eterno, y no olvidemos los receptores de sus cartas, los cuales identifica como los judíos expatriados, aquí tiene el texto:
1Pe_1:1 Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia,
A Pedro le fue dando el evangelio de la circuncisión, el mismo que predicó Jesús, Pablo mismo lo declara en Gálatas 2:7.
Y esto, afirma él, lo reconocieron ellos mismos. «Vieron», dice Pablo, «que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión», aquí está el texto:
Gál 2:7 Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión
Gál 2:8 (pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión,
actuó también en mí para con los gentiles),
El énfasis en el evangelio de la gracia revelado a Pablo, no está cimentado en un Cetro, un Rey, un Trono, y un reino, como fue el mensaje predicado por Jesús, el cual estaba conforme a las Escrituras proféticas.
Pero con el rechazo y muerte del Hijo y su mensaje como Rey, la dispensación cambia, y ahora para ser salvo, es necesario recibir un Cristo rechazado, y crucificado, oprobio del orgullo judío, pero testimonio de Dios para su Iglesia, leemos:
1Co 2:1 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros
para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.
1Co 2:2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna
sino a Jesucristo, y a éste crucificado.
El evangelio del reino, era una promesa según las Escrituras de
los profetas, a Israel y las naciones; pero el revelado a Pablo para su Iglesia, es según la revelación de un misterio mantenido en secreto desde la eternidad, pero ahora manifestado en esta dispensación cristiana, como un Cuerpo cuya Cabeza es Cristo quien dirige a su iglesia desde el mismo cielo y para tal fin, nos dejó el Espíritu Santo, que toma de lo de Cristo y nos lo hace saber.
Cuando el mismo Pedro se refiere al Ministerio revelado a Pablo, lo hace en estos términos, en el mismo contexto del Estado Eterno, a los judíos, luego del Milenio, donde él se pronuncia, haciendo un contraste con el mensaje de Pablo a la Iglesia, en esta dispensación de la gracia de Dios, leemos:
2Pe 3:15 Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito,
2Pe 3:16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales
los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.
Y OJO A ESTA ADVERTENCIA
Los indoctos e inconstantes, están torciendo el arrebatamiento de la Iglesia, y lo están ubicando, al final de la gran tribulación, mediante el mezclar a Israel con la Iglesia, en Mateo 24:29-31.
Jamás se profetiza de la Iglesia, por cuanto su condición de misterio se lo impide.
Y bien solemne es el resultado de torcer la Escritura para su propia perdición.
¿Por qué para su propia perdición?
Porque ni Miniyo, ni Marcelino, ni Antisistema, el preterista, entienden, que los dejados atrás, los que no son arrebatados ahora, en este tiempo de gracia, se pierden para siempre.
¿Por qué se pierden para siempre?
Por que Dios usa al anticristo como método de engaño por haber rechazado a su Hijo como Libertador de la ira venidera (1Ts.1:10), leemos:
2Ts 2:8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;
2Ts 2:9 inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,
2Ts 2:10 y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
2Ts 2:11
Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira,
2Ts 2:12 a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.
Ojalá estos foristas se fortalecieran en Cristo y amaran su venida antes de la ira venidera.
No solamente lo glorificarían, sino que también recibirían un galardón, aquí está la corona de Justicia, que se van a perder:
2Ti_4:8 Por lo demás, me está guardada la
corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
Termino advirtiendo el horrible negocio que están haciendo, pues en lugar de amar la venida del Señor antes de la Gran Tribulación, están enseñando que cristo es un traidor que entrega a su Amada Esposa en manos del anticristo, para que la persiga y la mate, por indoctos e inconstantes, cuyo fin será conforme a sus obras.