Apo_3:10 Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de (EK) la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.
Varias reflexiones vienen a nuestro corazón cuando leemos este pasaje.
1. El propósito de la Gran Tribulación es probar a los que moran la tierra. Hay aquí, entonces, una clara distinción entre el que está muy amañado en este mundo lleno de porquería y maldad, y el que anhela su patria celestial., el que ama al Señor y ama su venida, porque sin interesar tanto la corona, su mente y su corazón está pendiente de Cristo, porque lo ama. leemos:
2Ti_4:8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
Col 3:1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Col 3:2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Entonces, lo que quiero indicar en esta reflexión sobre los moradores de la tierra, es que, las veces en las cuales aparece esta expresión, en el libro de Apocalipsis, tiene un significado moral.
Apo_11:10 Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra.
Apo_12:12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. !!Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.
Apo_13:8 Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.
Apo_13:14 Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió.
Apo_14:6 Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,
Apo_17:2 con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación.(B)
Apo_17:8 La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo(E) e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida,(F) se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será.
Es una clase religiosa, que, con toda la profesión exterior de la luz de Cristo, reconociendo incluso la verdad del testimonio en la palabra de Dios, tanto de la gracia presente del evangelio como del juicio venidero sobre este mundo, sin embargo, tienen sus intereses exclusivamente en la tierra. De ahí que no es extraño que el surgimiento del anticristo, sea una prioridad en el corazón de ellos.
Ellos, ni aman al Señor, ni lo esperan antes de la Gran Tribulación, porque hasta su mente y su corazón, están corrompidos.
2. La segunda reflexión está relacionada con la moral del evangelio de la gracia de Dios.
El cielo es nuestro hogar de nuestros afectos, como una realidad presente, porque es desde allí que ha de venir nuestra esperanza, aquel que dijo:
"CIERTAMENTE VENGO EN BREVE"
Es el centro de nuestros intereses y lo confirma el Espíritu Santo cuando leemos:
Flp 3:20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;
Flp 3:21 el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.
Tenemos una ciudadanía celestial y Cristo cuando lo recibamos en el aire (1Ts.4:17), ya estaremos disfrutando de un cuerpo semejante al de la gloria suya.
Esta es de hecho una verdad maravillosa; pero ¡cuán poco sabemos de su poder en nuestras almas!
La característica de nuestro llamado actual es que es "celestial". Se nos llama "hermanos santos, participantes del llamamiento celestial". Nuestro verdadero tabernáculo está en el cielo; nuestro único sacerdote está en el cielo
3. La tercera reflexión tiene que ver con el andar diario del que espera de los cielos a Jesús, en cualquier momento:
Efe 4:1 Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados,
Se nos exhorta a caminar como es digno de aquellos que esperan al Señor para ser trasladados a la Casa de su Padre Dios en el cielo.
Esto implica el conocimiento de nuestro "llamado". Es una "alta vocación". Esto explica su significado: somos llamados por Dios de abajo hacia arriba, de la tierra al cielo. Estamos local y físicamente en esta tierra y en este mundo, pero no pertenecemos a ninguno de los dos; así como el Señor mismo dijo de nosotros cuando estuvimos aquí:
Jua_17:16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
De ahí también el carácter peregrino y extraño del santo de la Iglesia: el cielo es nuestro hogar, aunque en realidad estamos lejos de él; y ¡oh, que deseáramos tan ardientemente estar con Cristo donde Él está, como Él desea tenernos con Él!
Hay una santa reciprocidad entre los dos.
Ayer partió para estar con el Señor don Alirio Guerrero, siervo de Cristo a tiempo completo aquí en Venezuela... me imagino el gozo inefable cuando se encontró con el Señor, ya lo vió, su gozo está completo... ya no lo tiene que esperar como nosotros... está disfrutando de su Presencia y sirviéndole, porque está escrito que sus siervos aquí en la tierra, le servirán en el cielo (Ap.22:3).
Quiero terminar, apreciados en Cristo, señalando que los moradores de la tierra, solo pueden esperar a Cristo en su carácter de Juez de toda la tierra.
Debe ser necesariamente así; porque la venida del Señor Jesús a la tierra está invariablemente representada en las Escrituras como venida de juicio, a fin de introducir justicia y bendición en la tierra.
Y esto lo vemos cuando Juzga a todas las naciones separando a los cabritos de las ovejas que van a entrar al Reino Milenial. (Mt.25:31-34)
Que el Señor prospere este mensaje.
