En fin, mientras otros siguen con sus rabias y sus maledicencias, y sabiendo que diga lo que diga yo, ellos se rasgarán las vestiduras, bajo cualquier pretexto, así que mejor continúo.
Es importante entender que en la dispensación de la gracia que es el tiempo actual, la salvación es por gracia por medio de la fe.
Estas palabras son fundamentales para poder entender el contexto por el cual es necesario que la iglesia mengue, para que el Anticristo llegue.
Siendo que la Iglesia es la luz del mundo y cada creyente es tempo del Espíritu Santo, estando presente el Espíritu Santo se detiene la "manifestación" de "el hijo de perdición".
Así que deben suceder dos cosas, que la Iglesia vaya menguando hasta llegar a la apostasía y que el Espíritu Santo sea quitado de en medio para que se cumplan las profecías.
El modo en el que la soberanía de Dios determinó que esto suceda es arrebatando a la Iglesia a las nubes, esto es, quitando la luz del mundo para que solo entonces las tinieblas de manifiesten, no antes.
Esta luz, que somos nosotros estaremos a partir de entonces siempre con Jesús. Aquí es importante hacer notar la palabra "siempre".
En tanto, el hijo de perdición a la mitad de la semana profetizada por Daniel, ya instalado con toda su fuerza arremeterá contra los judíos en su propia tierra, hará guerra contra estos escogidos para castigo y redención, ellos serán salvados pero no gratuitamente, recibirán su castigo por haberle negado.
Desde luego también viene la prueba para el mundo, el resto del mundo sufrirá esta prueba, ese mundo incrédulo tendrá que tomar una decisión, si querer su vida pues "el que quiera salvar su vida la perderá", o morir por causa de la palabra, pues llegará a ellos el evangelio mediante la predicación de Israel a todas las naciones (Is 49), los dos Olivos testificarán y muchos se convertirán, por un tiempo, por mil años, solo por mil años, la Iglesia en cambio estará por siempre con Jesús, por al eternidad estaremos con Él.
El Señor vendrá por segunda vez a la tierra, efectivamente, descenderá al Monte de los Olivos, vendrá con nosotros, pues somos parte de sus ejércitos y Él, mi Señor y Salvador Jesucristo destruirá estas tinieblas, pero antes debe tratar con su pueblo santo, Israel.
....continuamos si Dios quiere, anticipando que de no haber arrebatamiento, algunas profecías no se cumplirían.
Es importante entender que en la dispensación de la gracia que es el tiempo actual, la salvación es por gracia por medio de la fe.
Estas palabras son fundamentales para poder entender el contexto por el cual es necesario que la iglesia mengue, para que el Anticristo llegue.
Siendo que la Iglesia es la luz del mundo y cada creyente es tempo del Espíritu Santo, estando presente el Espíritu Santo se detiene la "manifestación" de "el hijo de perdición".
Así que deben suceder dos cosas, que la Iglesia vaya menguando hasta llegar a la apostasía y que el Espíritu Santo sea quitado de en medio para que se cumplan las profecías.
El modo en el que la soberanía de Dios determinó que esto suceda es arrebatando a la Iglesia a las nubes, esto es, quitando la luz del mundo para que solo entonces las tinieblas de manifiesten, no antes.
Esta luz, que somos nosotros estaremos a partir de entonces siempre con Jesús. Aquí es importante hacer notar la palabra "siempre".
En tanto, el hijo de perdición a la mitad de la semana profetizada por Daniel, ya instalado con toda su fuerza arremeterá contra los judíos en su propia tierra, hará guerra contra estos escogidos para castigo y redención, ellos serán salvados pero no gratuitamente, recibirán su castigo por haberle negado.
Desde luego también viene la prueba para el mundo, el resto del mundo sufrirá esta prueba, ese mundo incrédulo tendrá que tomar una decisión, si querer su vida pues "el que quiera salvar su vida la perderá", o morir por causa de la palabra, pues llegará a ellos el evangelio mediante la predicación de Israel a todas las naciones (Is 49), los dos Olivos testificarán y muchos se convertirán, por un tiempo, por mil años, solo por mil años, la Iglesia en cambio estará por siempre con Jesús, por al eternidad estaremos con Él.
El Señor vendrá por segunda vez a la tierra, efectivamente, descenderá al Monte de los Olivos, vendrá con nosotros, pues somos parte de sus ejércitos y Él, mi Señor y Salvador Jesucristo destruirá estas tinieblas, pero antes debe tratar con su pueblo santo, Israel.
....continuamos si Dios quiere, anticipando que de no haber arrebatamiento, algunas profecías no se cumplirían.
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