Las palabras de Mateo 24: 9 y 13 NO SON PARA EL FORISTA NATANAEL, NI TAMPOCO SON PARA EL FORISTA OSO, PORQUE ELLOS NO QUIEREN TRIBULACION, NI TAMPOCO QUIEREN QUE SE LOS MATE POR CAUSA DE CRISTO.
La Iglesia de Cristo, a través de los siglos, ha pagado una cuota alta por amor a Cristo:
Este es un testimonio de las matanzas de cristianos armenios en 1895:
«Alrededor de 60.000 armenios han sido asesinados. En Trebisonda, Erzurum, Erzincan, Hassankaleh y otras numerosas localidades, los cristianos fueron aplastados como las uvas durante la vendimia. El populacho desenfrenado, surgiendo como la espuma en las calles de las ciudades, barrió a los indefensos armenios, despojó sus tiendas, arrasó sus hogares, y después bromearon y jugaron con las aterrorizadas víctimas, como los gatos juegan con los ratones. Los arroyos quedaron obstruidos por los cuerpos; los torrentes estaban rojos de sangre humana; los claros de los bosques y las cuevas de las rocas se veían llenos de muertos y de moribundos; entre las ennegrecidas ruinas de pueblos, otrora prósperos, yacían bebés abrasados al lado de los cadáveres mutilados de sus madres; por las noches cavaban fosas los mismos desgraciados destinados a llenarlas, muchos de los cuales, echados allí solamente heridos levemente, despertaban bajo una montaña de cadáveres, y en vano se debatían contra la muerte y con los muertos, que les cerraban para siempre el paso a la luz y a la vida."
Hoy en día muchos misioneros salen de sus casas para llevar el conocimiento del verdadero Dios hacia países hostiles al evangelio de Cristo.
Pero pronto oímos de su asesinato en manos de aquellos mismos que ellos querían elevar y llevar bendición de esta manera.
Y estos horrores son meros rizos en la superficie del profundo y ancho mar de los sufrimientos de la Iglesia a lo largo de las épocas de su historia. Desde los antiguos días de la Roma pagana, pasando a través de los siglos por las llamadas persecuciones «cristianas», incontables millones de mártires, los mejores, los más puros y los más nobles de nuestra raza, han sido entregados a la violencia, al ultraje y a la muerte en formas horrorosas. El corazón se angustia ante la aterradora historia, y la dejamos con la oscura esperanza, pero sin base alguna de que, por lo menos, sea en parte falsa. Pero los hechos son demasiado terribles para que sea posible exagerar su registro. Despedazados por bestias salvajes en la arena, atormentados por hombres tan inmisericordes como bestias salvajes, y, lo que es más odioso aún, desgarrados en las cámaras de tortura de la Inquisición, Su pueblo ha muerto, con los rostros dirigidos al cielo, y con sus corazones entregados en oración a Dios.
¿HUBO RESPUESTA DEL CIELO PARA ESTOS MILLONES DE MÁRTIRES POR LA CAUSA DE CRISTO?
¿ACASO DESCENDIÓ UN ÁNGEL PARA LIBRARLOS DE LAS GARRAS DE LAS BESTIAS O DE LOS HOMBRES QUE COMO BESTIAS SALVAJES LOS TORTURABAN?
Aparece entonces el neófito Patricio Céspedes, un triste hombre con el espíritu de Elena de White, para acusar que:
"LA IGLESIA TIENEN MIEDO DE MORIR POR CRISTO"
La peor desgracia que le puede ocurrir a una asamblea, ocurre cuando cae en manos de estos neófitos.
No conozco dónde se congrega este ciudadano.
!Pobre asamblea!
Lo que si discernimos es la falta de amor a Cristo que lo caracteriza en sus escritos.
Efe_5:25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
"CRISTO AMÓ A LA IGLESIA Y SE ENTREGÓ ASÍ MISMO POR ELLA"
Y ELLA ES EL OBJETO DE SU AMOR QUE SERÁ CONSUMADO EN LAS BODAS DEL CORDERO EN EL CIELO
SATANÁS ARDE DE ENVIDIA, POR LO TANTO, UTILIZA A SUS HIJOS PARA PRESENTAR UN CRISTO CRUEL, UN CRISTO ABORRECEDOR DE SU ESPOSA, DE SU PROPIA CARNE, Y ENSEÑA QUE LA ESPOSA ES ARROJADA A LA GRAN TRIBULACIÓN PARA LOS IMPÍOS.
TAL ES EL CASO DE TODOS LOS QUE SON MANIPULADOS POR ESTE SER SINIESTRO Y ENGAÑADOR.
PERO DIOS NOS HA PROTEGIDO CONTRA TALES ABOMINACIONES, LEEMOS:
1Ts_1:10 y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos,
a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.
1Ts_5:9 Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,