Re: «LA BIBLIA ESTÁ LLENA DE ERRORES»
Los ateos , agnósticos y escépticos con educación social e intelectual, NUNCA, consideran que los creyentes sean tontos, ya que en otros campos que no sea el de la religión, demuestran que son inteligentes. Pero en cuanto ponen la fe de por medio ya no razonan. Se lo creen todo, con tal de que esté escrito en la biblia, porque contra toda razón, consideran que es palabra de Dios, y ante eso, no hay argumentos que les valgan.
La biblia tiene contradicciones porque fue escrita a lo largo de muchos años y por muy distintos autores y no en el orden que ha llegado hasta nosotros. Y luego están las traducciones que nunca pueden ser literales y ahí entra la interpretación del traductor.
El problema reside en considerarla palabra de Dios, cuando es palabra de los israelitas que la fueron escribiendo y experimentaban a Dios de esas maneras.
Con solo estudiarla con un poco de sentido común y sin prejuicios, se advierte que un Dios no puede actuar como lo hace en la biblia. Dios tiene que ser como lo predicaba Jesús, no como lo veían los israelitas.
Así que mientras se siga considerando palabra literal de Dios, no habrá forma de que creyentes y no creyentes se entiendan.
Comunidades religiosas como el Judaísmo o el Cristianismo son literalmente milenarias. A ellas han pertenecido personas influyentes y no influyentes, pobres y ricos, personas altamente educadas y personas con poca educación. Afirmaciones como la de arriba son hiper-simplistas y revelan su carácter tendencioso y falaz. Provienen de la idea moderna de que los escépticos y ateos cuentan con una especie de SUPREMACÍA INTELECTUAL sobre los indoctos e ignorantes creyentes. Como si la historia de estas dos religiones, que comparten la misma cuna y el mismo Dios, fuera el producto de retrasados mentales. Es lamentable que estas supuestas luminarias que alardean de poseer un mejor conocimiento, un cerebro más evolucionado y una claridad intelectual más avanzada, no puedan ver el razonamiento falaz y populista que se evidencia en tesis como la que acabo de citar. Hablan de lógica, epistemología y método científico o histórico riguroso. Pero cuando se trata de atacar la Biblia incurren en prácticas tan deshonestas desde el punto de vista intelectual, que deberían sentirse avergonzados. Y sin embargo, salen con el pecho henchido de orgullo, triunfalistas pero engañados.
Nótese que no critico aquí ni su ateísmo, ni su escepticismo, eso es un derecho de cada quien y creo que el debate se pone interesante y edificante en tanto se abordan estos temas con el rigor, la lógica y la honestidad intelectual suficiente. (Nadie es perfectamente honesto, pero uno juzga más honestos a aquellos que se esfuerzan por serlo).
Lo que critico aquí es el hiper-simplismo, la falta de coherencia, de rigor y la pernicia. Si quieren argumentar, lo correcto sería hacerlo sin dejar de atender al rigor requerido en los métodos de critica textual, análisis social-retórico, exégesis, hermenéutica y estudios bíblicos en general .
Por supuesto, este no es el caso. La expresión de arriba refleja una mentalidad que cree ya haber develado todos los secretos de la Biblia y todos los misterios de la vida.
Los ateos , agnósticos y escépticos con educación social e intelectual, NUNCA, consideran que los creyentes sean tontos, ya que en otros campos que no sea el de la religión, demuestran que son inteligentes. Pero en cuanto ponen la fe de por medio ya no razonan. Se lo creen todo, con tal de que esté escrito en la biblia, porque contra toda razón, consideran que es palabra de Dios, y ante eso, no hay argumentos que les valgan.
La biblia tiene contradicciones porque fue escrita a lo largo de muchos años y por muy distintos autores y no en el orden que ha llegado hasta nosotros. Y luego están las traducciones que nunca pueden ser literales y ahí entra la interpretación del traductor.
El problema reside en considerarla palabra de Dios, cuando es palabra de los israelitas que la fueron escribiendo y experimentaban a Dios de esas maneras.
Con solo estudiarla con un poco de sentido común y sin prejuicios, se advierte que un Dios no puede actuar como lo hace en la biblia. Dios tiene que ser como lo predicaba Jesús, no como lo veían los israelitas.
Así que mientras se siga considerando palabra literal de Dios, no habrá forma de que creyentes y no creyentes se entiendan.