Verá, usted anda bastante despistado, por tanto que
Nestorio consideraba a Jesús radicalmente separado en dos personas,, y ello y claro está, es un error muy claro.
No, atienda:
En Jesús coexisten dos naturalezas, la Divina, y la Humana, EN UNA MISMA PERSONA, estas dos naturalezas aun siendo indivisibles NO ESTÁN MEZCLADAS. Y claro, Nestorio ni de lejos creía en ello.
Le dejo un enlace para que lo estudie, y por ello, no incurra en errores de principiante y total desconocedor de lo que tan alegremente, pero sin sustento, está pretendiendo hacer pasar por verdad, pero que es falso:
http://es.wikipedia.org/wiki/Nestorianos
Le aconsejo que antes de hablar, al menos, trate de estudiar, por tanto que sino, a parte de sembrar cizaña, a la vez, está demostrando su tremendo desconocimiento en base a elucubraciones, pero sin ningún sustento, es decir, mintiendo por falta de debido conocimiento.
¿No le interesa para nada hablar de la Salvación?... pues sepa que le es necesaria la debida enseñanza y conocimiento si es que quiere llegar a lugar alguno.
Claro, esto ya fue escrito DESPUÉS DE LA MUERTE DE JESÚS EN LA CRUZ, y por ello YA PUEDE SER DADO A CONOCER, Y CONFESADO, COMO LO QUE EN VERDAD ES: JESÚS, EL CRISTO, EL HIJO DE DIOS. O si lo prefiere JESUCRISTO. Recuerde que aunque suene mal, también está puede decirse: "Jesumesías" o "Jesungido", el significado es el mismo, pero no suena bien.
Trate de no interpretar por su cuenta, y trate de al menos, ya que desconoce el Evangelio, de guardar la enseñanza de su institución, ya que usted se cree mejor que ellos, y por ello, incurre una y otra vez en error. Lea bien, y trate de no ser más que ellos:
Si se fija bien, verá que están citando al mismo autor que usted nos está trayendo, es decir, Mateo, y como ve, ellos, no incurren en su error porque tienen debido conocimiento. Debería aprender a no interpretar la Escritura por libre, por su cuenta, porque entre otras cosas, y como católico romano que dice ser NO LE ESTÁ PERMITIDO.
Si no entiende, tranquilo, poco a poco lo iremos viendo, pero trate de no ir más allá de su propio magisterio, por tanto que nomás terminará, como ya le ha sucedido, defendiendo herejías, y demás torceduras del Evangelio.
Ale, estúdielo, medítelo, y se ahorrará muchos disgustos.