Originalmente enviado por: Gabaon
Dios te bendiga prisdeli.
Creo que le había dicho algo respecto a mi "despedida", cada mensaje que escribo lo hago pendiente de que tengo que ser testigo del Amor de Jesús. Pero creo que cada acusación falsa se merece al menos una nota de no aceptación de parte del acusado.
No estoy de acuerdo con usted en su comentario con respecto a Lutero. Lutero era un buen hombre, de hecho muy piadoso y espiritual. Pero su doctrina estaba bien chueca y con la de él la de algunos de sus seguidores. La doctrina "reformada" que se censuró en Trento no es la de hoy. La doctrina "Sola Fides" de Lutero y de Calvino no es la que usted tiene hoy. A Lutero y a Calvino los están reciclando y corrigiendo desde antes que se murieran, el mismo Melanchton de esta carta, amigo íntimo de Lutero, fue uno de sus más férreos opositores luego y seguía siendo un "reformado". El sistema teológico de Lutero tenía innumberables fallas y estas fueron las que se condenaron en Trento.
La paz del Señor sea con usted Gabaón.
He ahí el meollo del problema, ustedes se empeñan en creer que nosotros seguimos ciegamente la doctrina ya sea de Lutero, Calvino, Knox, Zwinglio o cualquier otro reformador,creo hacer mencionado no se si en este o en otro epígrafe que nosotros acatamos el mandato que dice "escrudriñadlo todo y retened lo bueno". Y aunque usted lo desmienta creo que el sentir de Lutero era el que exprese y más adelane le dire el por que. Nosotros siempre hemos reconocido que en primer lugar la intención de Lutero no fue separarse de la ICR, el quiso renovarla, en segundo lugar siempre hemos admitido que producto de su formación inicial católica tanto Lutero como otros reformadores no pudieron desprenderse de ciertas practicas propias del catolicismo y eso no nos averguenza, lo importante en todo esto es que gracias a este hombre estamos hoy donde estamos, aún con lo corrompida que esta la sociedad prefiero mil veces estar así que seguir en la que estabamos viciados de corrupción eclesial, no creo que en lo planes de Dios estuviese ni este potestar a la iglesia de abuso de poder y eso mi querido Gabaón es lo que se vivia en el siglo XV quiera usted o no aceptarlo.
A continuación pondré un pedazo de un escrito de Lutero del 1520 donde se puede apreciar por que enfatiza la necesidad de acercarse a Dios mediante la fe y que sólo esta sea el motor de nuestras motivaciones.
5. Ni en el cielo ni en la tierra existe para el
alma otra cosa en que vivir ser buena, libre y
cristiana que el Santo Evangelio, la Palabra de
Dios predicada por Cristo, como él mismo dice6:
“Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en
mí, vivirá eternamente”. Asimismo7: “Yo soy el
camino, la verdad y la vida”. Además8: “No sólo
de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que
sale de la boca de Dios”. Por consiguiente, no hay
duda de que el alma puede prescindir de todo,
menos de la Palabra de Dios: fuera de esta, nada
existe con que auxiliar al alma. Una vez que ésta
posea la Palabra de Dios, nada más precisará; en
ella encontrará suficiente alimento, alegría, paz,
luz, arte, justicia, verdad, sabiduría, libertad, y
toda suerte de bienes en superabundancia. Por
eso nos describen los Salmos, especialmente el
Salmo 1189, al profeta clamando sólo por la Palabra
de Dios.
6. Acaso preguntes: ¿qué palabra es esa que
otorga una gracia tan grande y cómo deberé usar
tal palabra? He aquí la respuesta: La Palabra no
es otra cosa que la predicación de Cristo, según
está contenida en el Evangelio. Dicha predicación
ha de ser –y lo es realmente– de tal manera que al
oírla oigas hablar a Dios contigo quien te dice que
para él tu vida entera y la totalidad de tus obras
nada valen y que te perderás eternamente con
todo en cuanto en ti hay. Oyendo esto, si crees
sinceramente en tu culpa, perderás la confianza
en ti mismo y reconocerás cuán cierta es la sentencia
del profeta Oseas12: “Oh Israel, en ti sólo
hay perdición: que fuera de mí no hay salvación”.
Mas para que te sea posible salir de ti mismo, esto
es, de tu perdición, Dios te presenta a su amadísimo
Hijo Jesucristo, y con su palabra viva y consoladora,
te dice: Entrégate a él con fe inquebrantable,
confía en él sin desmayar. Por esa fe tuya te
serán perdonados todos tus pecados; será superada
tu perdición; serás justo, veraz, lleno de paz,
bueno; y todos los mandamientos serán cumplidos
y serás libre de todas las cosas, como SanPablo dice13:
“Mas el justo solamente vive por su
fe”. Y también14: “Porque el fin y cumplimiento de
la ley es Cristo para todos los que en él creen”.
7. Luego la única práctica de los cristianos
debería consistir precisamente en lo siguiente:
grabar en su ser la palabra y a Cristo, y ejercitarse
y fortalecerse sin cesar en esta fe. No existe otra
obra para el hombre que aspire a ser cristiano. Así
lo indicó Cristo a los judíos cuando éstos lo interrogaron
acerca de las obras cristianas que debían
realizar y agradables a Dios, diciendo15: “Esta es
la única obra de Dios, que creáis en el que él ha
enviado”. Pues sólo a Cristo ha enviado Dios como
objeto de la fe. Se desprende de esto que una
fe verdadera en Cristo es inapreciable riqueza,
pues trae consigo toda salvación y quita la maldición
8. ¿Pero cómo es que habiendo prescrito la
Sagrada Escritura tantas leyes, mandamientos,
obras y ritos, sólo la fue puede justificar al hombre
sin necesidad de todo ello, y más aún, puede
concederle tantos bienes? Tocante a esto deberá
tenerse muy en cuenta, sin olvidarlo nunca, que la
fe sola, sin obras, justifica, liberta y salva, como
luego veremos. Y a la vez es preciso saber que en
la Sagrada Escritura hay dos clases de palabra:
mandamientos o ley de Dios, y promesas y afirmaciones.
Los mandamientos nos indican y ordenan
toda clase de buenas obras, pero coneso no
están ya cumplidas: porque enseñan rectamente,
pero no auxilian; instruyen acerca de lo que es
preciso hacer, pero no expenden la fuerza necesaria
para realizarlo. O sea, los mandamientos han
sido promulgados únicamente para que el hombre
se convenza por ellos de la imposibilidad de
obrar bien y aprenda a reconocerse y a desconfiar
de sí mismo
9. Una vez que el hombre haya visto y reconocido
por los mandamientos su propia insuficiencia,
lo acometerá el temor y pensará en cómo
satisfacer las exigencias de la ley; ya que es menester
cumplirla so pena de condenación; y se
sentirá verdaderamente humillado y aniquilado,
sin hallar en su interior nada con que llegar a ser
bueno. Entonces es cuando la otra palabra se
allega, la promesa y la afirmación divina, y dice:
¿deseas cumplir los mandamientos y verte libre
de la codicia malsana y del pecado como exigen
los mandamientos? ¡Mira! ¡Cree en Cristo! En él
te prometo gracia, justificación, paz y libertad
plenas. Si crees ya posees, mas si no crees, nada
tienes. Porque todo aquello que jamás conseguirás
con las obras de los mandamientos –que son
muchas, sin que ninguna valga– te será dado
pronto y fácilmente por medio de la fe: que en la
fe he puesto directamente todas las cosas, de manera
que quien tiene fe, todo lo tiene y será salvo;
Si le interesa vel el cuerpo completo aqui esta el link
http://www.luteranos.cl/documentos/la_libertad_cristiana.pdf
En resumen lo que quiero es reiterar lo dicho anteriormente la motivación de lutero es que se entienda es que por muchas obras que se realicen si no estan movidas por la fe no nos sirven de nada primero debe de haber fe y a raiz de esta un accionar que se le corresponda.
Siga Dios bendiciendole y es mi deseo que se fortalezca en El.