►En Juan 17:3 JESÚS ORA A DIOS Y LO LLAMA EL ÚNICO DIOS VERDADERO¿Sabe ud leer?
Jn 17:3: "Y esta es la vida eterna: que te conozcan a Ti, el único DIOS verdadero, y a JESUCRISTO, a quien enviaste."
La Vida ETERNA ES DIOS Y JESUCRISTO. NO corte más versículos a la mitad.
Jn 20:17: "JESÚS le dice: No me retengas, porque aún no he subido al Padre. Pero vete a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi DIOS y a vuestro DIOS."
Si SUBE al Padre es para SER lo que ES En Principio. Ojo: no digo "en el principio". Eso NO EXISTE en la ESCRITURA. Puede ser que en la suya aparezca, pero ud no pone sus Bases Textuales.
2Co 1:3: "Bendito sea el DIOS y Padre de JESUCRISTO, Señor nuestro, Padre de las misericordias y DIOS de toda consolación,"
¿Cómo puede agarrar ese Texto, recortarlo nuevamente, y exponer que Pablo no reconozca la TODA Autoridad de JESUCRISTO?
JESUCRISTO es Señor nuestro, Dios de consolación y Padre de misericordias.
DESPUÉS SE REFIERE A SI MISMO COMO EL QUE ESE DIOS ENVIÓ
►En Juan 20:17 Jesús dijo a María Magdalena:
“Voy a subir a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios” (Str).
En 2 Corintios 1:3 el apóstol Pablo confirma esta relación:
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo”.
Puesto que Jesús tenía un Dios, su Padre, no podía ser a la misma vez ese Dios.
►2Co 1:3: "Bendito sea el DIOS y Padre de JESUCRISTO
Los primeros cristianos no pensaben que
JESUS Y EL PADRE FUERAN EL MISMO
¿PUEDES LEER?
Te falta discernimiento
(Hebreos 5:14) En cambio, el alimento sólido es para personas maduras,
para las que con la práctica han entrenado su capacidad de discernimiento
para distinguir lo que está bien de lo que está mal.
Jesús mencionó una cualidad esencial para entender la Biblia:
el discernimiento (lea Mateo 24:15).
¿Qué es el discernimiento?
Es la capacidad de ver cómo se relacionan las ideas entre sí
y la diferencia que hay entre ellas.
Jehová es quien les da discernimiento a sus siervos.
Por eso debemos orarle y pedirle que nos ayude a desarrollar esta cualidad
Aunque los saduceos conocían muy bien
los primeros cinco libros de las Escrituras Hebreas,
pasaban por alto verdades fundamentales
que estaban en esos libros inspirados por Dios.
Piense, por ejemplo, en lo que Jesús les dijo a los saduceos
cuando intentaron entramparlo con el tema de la resurrección.
Él les preguntó:
“¿No leyeron en el libro de Moisés, en el relato de la zarza,
que Dios le dijo: ‘Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob’?” (Mar. 12:18, 26).
Seguro que los saduceos habían leído muchas veces el relato,
pero la pregunta de Jesús demostró que habían pasado por alto
una enseñanza bíblica muy importante: la resurrección (Mar. 12:27; Luc. 20:38).
¿Qué aprendemos de aquella conversación?
Que, cuando leemos la Biblia,
debemos estar muy pendientes de todo lo que nos puede enseñar un versículo o un relato.
No nos quedamos en la superficie;
queremos descubrir las verdades profundas
y los principios que están escondidos en las páginas de la Biblia.