Jua 1:1 En principio era el Logos, y el Logos estaba ante DIOS, y DIOS era el Logos.
Lee el siguiente
comentario:
Juan 1:1
"En el principio era el verbo, el verbo estaba con Dios y el verbo era Dios".
¿Principio de qué?
Si se está hablando del verbo, pues se refiere al principio de éste.
Un texto que nos ayuda un poco a ver qué es este principio es Miq 5:2
Refiriéndose a Jesús dice que él es desde el principio de los días de la eternidad o como dicen otras traducciónes,.desde tiempos inmemoriales.
Apc 3:14 dice que Jesús es el principio de la creación de Dios.
Así que Jesús tuvo un principio en el tiempo, muy atrás pero un principio.
De lo contrario hubiera dicho, desde siempre era el verbo, no desde el principio.
Luego el verbo estaba con Dios.
Es decir que luego de llegar a existir el verbo estaba con Dios, no dice que el era ese Dios sino que estaba junto a él,
no se puede ser alguien y a la vez estar junto a él.
En muchos textos de la biblia se ve a Jesús a la derecha del Padre.
Luego dice que el verbo era Dios.
Pero aquí hay algo que resolver primero.
En este versículo aparecen dos formas del sustantivo griego para “dios”. La primera (theón) va precedida de la palabra ton —una forma del artículo definido griego, que equivale al artículo español el—, por lo que sabemos que se refiere al Dios todopoderoso. Sin embargo, la segunda (theós) no lleva artículo definido. ¿Será un descuido?
El biblista Archibald Thomas Robertson explica que cuando el sujeto y el predicado llevan artículo, significa que “ambos son definidos y se los considera idénticos, la misma cosa; por tanto, son intercambiables”. Él pone como ejemplo Mateo 13:38, donde leemos: “El campo [en griego, ho agrós] es el mundo [en griego, ho kósmos]”. Gracias a la gramática, comprendemos que aquí el mundo también es el campo.
Pero ¿qué ocurre si el sujeto tiene un artículo definido, pero el predicado no lo tiene, como es el caso de Juan 1:1? Hablando precisamente sobre ese versículo, el especialista James Allen Hewett destaca lo siguiente: “En esa construcción, el sujeto y el predicado no son lo mismo, ni idénticos, ni equivalentes, ni nada por el estilo”.
Para ilustrar esta idea, este erudito cita 1 Juan 1:5, donde se dice que “Dios es luz”. En griego, la palabra “Dios” aparece como ho theós, es decir, con el artículo definido. Sin embargo, la palabra para “luz” (fos) no va precedida de ningún artículo. ¿Qué indica esto? Hewett señala: “Siempre puede decirse que Dios es luz, pero no que la luz es Dios”. Hallamos ejemplos parecidos en Juan 4:24 (“Dios es un Espíritu”) y en 1 Juan 4:16 (“Dios es amor”)
En ambos casos, los sujetos tienen en griego un artículo definido, pero los términos “Espíritu” y “amor” no lo tienen. Por tanto, los sujetos y los predicados no son intercambiables; dichos versículos no pueden significar que “el Espíritu es Dios” ni que “el amor es Dios”.
Debido a esto sería incorrecto traducir Juan 1:1 Tratando de mostrar que Jesús es Dios, más bien, la traducción honesta sería como traducen este texto algunas versiones.
“En el principio existía la Palabra, y la Palabra estaba con Dios.
La Palabra, pues, era divina” (El Nuevo Testamento original, 1990, de Hugh J. Schonfield).
“En el principio era la palabra, y la palabra estaba junto a Dios,
y un Dios era la palabra” (Comentario al Evangelio de Juan, 2005, de Sjef van Tilborg).
“En el principio era el Logos y el Logos
estaba frente a Dios y era dios el Logos” (La obra de Juan. El Evangelio del testimonio, 2011, de Benito Acosta).
“En un principio existía la Palabra, y la Palabra estaba con Dios,
y la Palabra era divina” (Evangelio y cartas de Juan, 2013, de Senén Vidal).