JESÚS NO ESTÁ SOBRE TODAS LAS COSAS COMO MENCIONA ROMANOS 9:5. UN TEXTO ADULTERADO DE LA BIBLIA VERSIÓN VALERA.
I CORINTIOS 15:27-28 REFUTA ESE TEXTO DONDE EXPLICA PABLO QUE EL MISMO HIJO DE DIOS SE SUJETARÁ A DIOS.
ROMANOS 9:5
Ro 9:5.—Gr.: καὶ ἐξ ὧν ὁ χριστὸς τὸ κατὰ σάρκα, ὁ ὢν ἐπὶ πάντων, θεὸς εὐλογητὸς εἰς τοὺς αἰῶνας· ἀμήν
(kai ex hon ho kjri·stós to ka·tá sár·ka, ho on e·pí pán·ton, The·ós eu·lo·gue·tós eis tous ai·ó·nas; a·mén)
c.1260
“e de los padres dellos uino Cristo segund la carne; Dios que es sobre todas cosas sea benito en los sieglos. Amen.”
El Nuevo Testamento según el Manuscrito Escurialense I-I-6 (Anejo XXII, R.A.E.), Madrid.
1935
“y de ellos también (en lo que tiene que ver con descendencia natural) es el Cristo. (¡Bendito para siempre jamás sea el Dios que está sobre todo! Amén.)”*
A New Translation of the Bible, por James Moffatt, Nueva York y Londres.
1948
“y de los cuales es el Cristo por lo que es según la carne. El que es sobre todo sea Dios bendito por los siglos de los siglos! Amén.”
El Nuevo Testamento, por Pablo Besson, Buenos Aires.
1960
“y de los cuales vino, según la carne, el Cristo. Dios, que es sobre todas las cosas, sea bendito por los siglos. Amén.”
El Nuevo Testamento. La Versión Latinoamericana en Castellano. Sociedades Bíblicas en América Latina.
1963
“y de quienes [provino] Cristo según la carne: Dios, que está sobre todos, [sea] bendito para siempre. Amén.”
Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas, Brooklyn.
1978
“y de ellos es la descendencia natural del Mesías. El que está por encima de todas las cosas, Dios, sea bendito por los siglos. Amén.”
Nuevo Testamento, por Felipe de Fuenterrabía, Estella (Navarra), España.
1979
“y de ellos desciende, según la carne, el Mesías (¡Dios, que está sobre todo, [sea] bendito por los siglos! Amén).”
Sagrada Biblia, por F. Cantera Burgos y M. Iglesias González, Madrid.
Estas traducciones toman ὁ ὤν (ho on) como el principio de una oración o cláusula independiente que se refiere a Dios y que pronuncia una bendición sobre él por las provisiones que hizo. Aquí y en Sl 67:19, LXX el predicado εὐλογητός (eu·lo·gue·tós, “bendito”) aparece después del sujeto θεός (The·ós, “Dios”). (Véase Sl 68:19, n.)
En la obra A Grammar of the Idiom of the New Testament, séptima ed., Andover, 1897, p. 551, G. B. Winer dice que “cuando el sujeto constituye la idea principal, especialmente cuando es antitético con relación a otro sujeto, el predicado puede ser colocado después de él, y allí debe ser colocado, cf. Sl. lxvii. 20, Sept [Sl 67:19, LXX]. Y por eso en Rom. ix. 5, si las palabras ὁ ὢν ἐπὶ πάντων θεὸς εὐλογητός etc. [ho on e·pí pán·ton The·ós eu·lo·gue·tós etc.] se refieren a Dios, la posición de las palabras es muy apropiada, y hasta indispensable”.
Un estudio detallado de la construcción de Ro 9:5 se halla en The Authorship of the Fourth Gospel and Other Critical Essays, por Ezra Abbot, Boston, 1888, pp. 332-438. En las pp. 345, 346 y 432, él dice: “Pero aquí ὁ ὤν [ho on] está separado de ὁ χριστός [ho kjri·stós] por τὸ κατὰ σάρκα [to ka·tá sár·ka], que en la lectura tiene que ir seguido de una pausa... una pausa que es alargada por el énfasis especial que el τό [to] da al κατὰ σάρκα [ka·tá sár·ka]; y la oración que precede está gramaticalmente completa por sí misma, y lógicamente no requiere nada más; pues fue solo en cuanto a la carne como Cristo provino de los judíos. Por otra parte, como hemos visto (p. 334), la enumeración de bendiciones que precede inmediatamente, coronada por la inestimable bendición del advenimiento de Cristo, da a entender naturalmente una atribución de alabanza y acción de gracias a Dios como el Ser que gobierna sobre todos; mientras también da a entender una doxología el ’Αμήν [A·mén] al final de la oración. Por lo tanto, desde todo punto de vista la construcción doxológica parece fácil y natural. [...] Lo natural de una pausa después de σάρκα [sár·ka] también lo indica el hecho de que hallamos un punto después de esta palabra en todos nuestros MSS. más antiguos que testifican sobre el caso, a saber, A, B, C, L. [...] Puedo mencionar ahora, además de los unciales A, B, C, L, [...] por lo menos veintiséis cursivos que tienen un signo de parada después de σάρκα, en general el mismo que tienen después de αἰῶνας [ai·ó·nas] o ’Αμήν [A·mén]”.
Por lo tanto, Ro 9:5 da alabanza y acción de gracias a Dios. Este texto no identifica a Jehová Dios con Jesucristo.
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