Describi en pocas palabras quien es Dios Padre, el Hijo y el Espiritu para ustedes los Mormones. Son dioses que se hicieron con el paso del tiempo, son seres distintos? Porque son dignos de adoracion ellos y no otros?
Porque estan complicado para ustedes decirlo?
Esto es de la Iglesia:
Jesús dijo a Su apóstol principal: “…Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?”. Pedro respondió: “…Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. Jesús añadió: “…Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos” (Mateo 16:15–17).
Eso era lo que constituía la base del testimonio de Pedro, y era la base de todo testimonio verdadero, de carácter similar; todos descansan sobre el mismo cimiento.
Testimonio significa evidencia, y puede constar de diversos elementos, frutos de los variados dones del Evangelio. En esta categoría entran los sueños, las visiones, las profecías, el hablar en lenguas y su interpretación, las sanidades y otras manifestaciones del divino Espíritu.
Sólo por medio de ese Espíritu pueden los hombres conocer a Dios y a Jesucristo, a quien Él ha enviado. El conocer[les] y el actuar en consonancia con ese conocimiento equivale a procurar la vida eterna. Mientras se halla en la carne, el conocimiento más grande que puede recibir el hombre es el de cómo obtener el más grande de todos los dones celestiales.
Para conocer a Dios, el hombre debe conocerse a sí mismo, debe saber de dónde procede, por qué se halla aquí, qué espera de él su Creador, a dónde irá una vez que parta de esta vida terrenal y qué le aguarda en el grandioso más allá. El Espíritu Santo es la fuente de la que mana ese conocimiento, el más preciado que pueda poseer el hombre. Gracias a él se recibe el testimonio de que Jesucristo fue y es divino…
¿Qué podría ser más divino que eso? ¿Quién, sino un Dios, podría ofrecer semejante oración en semejante momento? “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” [Juan 15:13]. Mas aquí había Uno que podía poner Su vida por Sus enemigos, así como por Sus amigos. Ningún hombre terrenal habría podido hacer eso. Se requirió que un Dios muriera por todos los hombres —enemigos, así como amigos—, un acto que por sí solo pone el sello de divinidad sobre el carácter y la misión de Jesucristo