Re: ¿JESUS DIJO QUE ERA DIOS?
Señores  integrantes de la watchtower; me refiero a ustedes porque el tema a  derivado hacia refutar la Divinidad y la Trinidad por parte de ustedes,  desde luego que también existen integrantes de algunas otras  denominaciones evangélicas e ""independientes"" pero, es la watchtower  quien, sistemáticamente, ha abanderado tal postura.-
¿Jesús dijo que era Dios? desde luego que explicita y textualmente no lo  vamos a encontrar en ninguno de los Evangelios, pero, porque no lo haya  dicho en esa forma, no quiere decir que no lo haya hecho en forma  implicita.-
 
Isaías 42:1   Este es mi siervo, yo lo sostendré; mi escogido, en quien mi alma  tiene  contentamiento. He puesto sobre él mi espíritu; él traerá  justicia a  las naciones. 2 No gritará, no alzará su voz ni la hará oír  en las calles.
El término ‘Hijo del hombre’ es una  expresión que nos dice mucho sobre el Mesías y su misión. 
Entonces,  ¿quién es el ‘Hijo del hombre?  No hay duda alguna de que es  Jesucristo, quien conquistó al mal y que  ahora está en el Cielo  ejerciendo su poder sobre todas las naciones de  su reino universal: ‘Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al Cielo y se sentó a la diestra de Dios’ (Marcos 16:19).
Jesús  ordenaba que no dijeran a nadie  que hacía milagros o cuando alguien  confesaba que Él era el Mesías. Es  lo que actualmente conocemos como  ‘el secreto mesiánico’.
En  variadas y diferentes circunstancias,  Jesús manifiesta el deseo,  incluso da una orden expresa, de que no se  divulguen actos suyos que  darían lugar a que fuera reconocido como  Mesías. Es un aspecto de la  narración evangélica que se presta a  interpretaciones subjetivas, pero  que no podemos obviarlas porque están  ahí. Esta continuada actitud de  Jesús es lo que ha venido a llamarse por  los comentaristas el secreto  mesiánico, lo cual es citado en varias  ocasiones en el evangelio de  Marcos:
.- Después de curar un leproso, "Jesús le despidió ordenándole severamente: mira, no digas nada a nadie" (Marcos 1:43-44). .- Después de curar numerosos enfermos, "Él les mandaba enérgicamente que no lo descubrieran" (Marcos 3:12). .- Después de la resurrección de la hija de Jairo, "les insistió en que nadie lo supiera" (Marcos 5:43). .- Después de curar a un sordomudo, "Jesús les mandó que a nadie se lo contaran" (Marcos 7:36). .-  Cuando Pedro le dice que es el  Cristo, la reacción de Jesús es la  misma, "les mandó enérgicamente que a  nadie hablaran acerca de Él"  (Marcos 8:30). ¿Cuál  era la intención de Jesús al  querer imponer un círculo de silencio en  torno a su persona? Esta  actitud entra en clara contradicción con la  misión que encargará después  de la resurrección: "id por todo el mundo y  predicad el evangelio a  toda la creación" (Marcos 16:15). La  explicación de esta doble actitud  no está expresamente consignada en el  relato evangélico, sino que la  hemos de deducir de ciertas pistas  indirectas. El  tema ha sido objeto de estudios  específicos. La opinión más  generalizada apunta a las expectativas que  los contemporáneos de Jesús  tenían depositadas en el Mesías,  expectativas que no coincidían con la  conciencia que el propio Jesús  tenía de su misión. La divulgación  anticipada de su fama y de su  prestigio habría de provocar una reacción  popular o de grupos  minoritarios, que alterarían el curso de su vida.  El proyecto de Jesús  no coincidía con las expectativas mesiánicas de  muchos de sus  contemporáneos. La idea mesiánica de la generación  contemporánea de  Jesús estaba vinculada al triunfo político y social de  la nación judía,  con el que recuperaría el poder y la autonomía que  tuvo en los antiguos  tiempos de David. Este proyecto no tenía nada que  ver con las  intenciones de Jesús. Marcos,  a través del secreto mesiánico,  manifiesta la contradicción de estas  dos concepciones. La gente y los  mismos discípulos empujaban a Jesús  hacia un mesianismo político, pero  Jesús lo rechazaba claramente. Jesús  no quiso ser reconocido como el  Mesías e impidió manifestarlo antes de  tiempo. El motivo es que tiene  que obedecer antes que todo al plan de  Dios. Marcos quiere dejar claro  que en la obediencia de Jesús a la  voluntad del Padre está implícita su  libertad personal: Jesús padeció  porque así lo quiso. Por  otra parte no podemos ignorar las  órdenes de silencio dadas por Jesús.  En ellas se transparenta la  creencia del evangelista o de la comunidad  primitiva de que la auténtica  personalidad y proyecto de Jesús sólo  podían ser comprendidos después  de su muerte y resurrección. A  lo largo de la lectura del evangelio  de Marcos se pone de relieve que  Jesús no compartió nunca un mesianismo  triunfante, ni antes ni después  de la resurrección. Por esto hay ciertas  manifestaciones que intentan  envolver en la gloria y en el éxito la  figura de Cristo, pero que no  son coherentes con lo que era su idea de  la evangelización del mundo:  "Anunciar el evangelio a los pobres,  proclamar la liberación de los  cautivos, dar la vista a los ciegos, y la  libertad a los oprimidos"  (Lucas 4:17-19). Todo esto hecho desde la  base, no desde el poder.
El término ‘Hijo del hombre’ es una  expresión que nos dice mucho sobre  el Mesías y su misión. Sus raíces en  el Antiguo Testamento pueden  mostrarnos la versatilidad y significados  completos. Además, este  título nos eleva a los humanos mortales a una  promesa gloriosa para  estar junto al Padre. 
Entonces,  ¿quién es el ‘Hijo del hombre?  No hay duda alguna de que es  Jesucristo, quien conquistó al mal y que  ahora está en el Cielo  ejerciendo su poder sobre todas las naciones de  su reino universal: ‘Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al Cielo y se sentó a la diestra de Dios’ (Marcos 16:19).