En esto tienes razón. Aplica a nosotros la "bondad inmerecida" que el "Verbo" tiene reservada para los que de continuo, tratamos de andar por el camino "angosto que conduce a la vida". Pero lo "cortés no quita lo valiente". Tal y como lo dice Pablo claramente en Hebreos 3:3-6: "[/SIZE]Porque a este (Jesús) se le considera digno de más gloria que a Moisés, puesto que tiene más honra que la casa el que la construye (JESÚS evidentemente). Por supuesto, toda casa es construida por alguien, pero el que ha construido todas las cosas es Dios(Padre). Y Moisés como servidor fue fiel en toda la casa de Aquel (Jehová Dios) como testimonio de las cosas que habían de hablarse después, pero Cristo [fue fiel] como Hijo sobre la casa de Aquel (Jehová Dios). Nosotros somos la casa de Aquel (Cristo construyó esta casa, el "edificio de Dios"), si mantenemos fuertemente asida nuestra franqueza de expresión y nuestra jactancia respecto a la esperanza con firmeza hasta el fin" (tal y como fue el modelo que Cristo nos dejó para que lo siguiéramos al pie de la letra).
Por lo tanto mi estimado Marcelinoc, si Cristo fue "FIEL" EN LA CASA DE "AQUÉL", SU PADRE",
dicha "fidelidad" lo hace también merecedor de la "GRACIA" que su Padre da a quienes le son fieles
por sus actos propios de las "obras" por la fe en el Creador.
Esa fue la enseñanza fundamental de Cristo durante su ministerio terrestre. En todo fue "fiel" a su Padre y Dios, lo que
lo hizo merecedor también de la BONDAD DE SU PADRE,
aunque en su caso, definitivamente y como bien dices, fue BIEN MERECIDA.
¿Y si no hubiese sido FIEL que es lo que aquí Pablo desea destacar, Pues no la hubiera merecido porque por sus HECHOS contrarias a la Voluntad de su Dios y Padre, no hubiera sido perfeccionada como para ser considerado ser FIEL EN LA CASA DE "AQUÉL".