David, veo que has traído el mismo tema del otro epígrafe a este y estás discutiendo las mismas cosas con mis hermanos. Pues, para mejor proveer, voy a traer las mismas respuestas que te di en el otro lado para entretenimiento de algunos foristas que quizás no se hayan percatado del otro epígrafe.
A continuación mis respuestas dadas a lo que, muy amablemente, nos traes como tu "regalito". Aquí te vuelvo a regalar el mío. ¿Vale?
Sustituyes una “opción” por otra. Desestimas a los TJ pero te enalteces a ti mismo. Típica pose de quienes, discúlpame, menosprecian acérrimamente la inclinación de la voluntad Divina hacia el otro lado, contraria dicha postura a tu manera y forma de razonar cuando nos acusas constantemente de “proselitismo” y “usurpar” prerrogativas que ahora reclamas para tus molinos. En el análisis que haces del verso 23 al 27 se ve, a todas luces, que estos “principales sacerdotes y los ancianos del pueblo” judío son los representantes del pueblo (todo el pueblo) y que como tales, se habían envilecido y, por ende, “usurpado” (aquí sí cabe el término) derechos no ganados por cuanto tenían a menos a la clase común de sus hermanos, contrario a la manera en que Jehová les había inculcado.
Y el hecho que resaltas en azul no indica nada relevante, no al menos desde tu punto de vista que apoye algún criterio, ¡Nada mi estimado! Lo que dice es que los cobardes fariseos eran puro “teatro” y, en el fondo, temían a sus coterráneos por ser la mayoría, y esa canalla judía, por sus firmes creencias acerca de lo que creían de Juan el Bautista, podía, en caso de escuchar algo que hiriera el concepto que tenían de Juan, haber desencadenado un feroz ataque físico en su contra y una para nada deseada pérdida de autoridad ante las masas que se servían y a quienes despreciaban.
Interesante análisis pero ¡Equivocado! Aquí continúas con los versos 33 al 46. A ver qué tenemos. Aunque se pudiera interpretar eso que interpretas sin que perjudique otra posibilidad para lograr entender un mayor alcance de la parábola del Señor, creo que aquí, como siempre, tratas de establecer como “única verdad” lo que entiendes o extraes de la misma como “tu verdad”.
Cuando resaltas en color azul “ELLOS” o que “HABLABA DE ELLOS” no significa lo que crees que significa. Aquí “ellos” (o sea, los líderes judíos) representaban al pueblo, a la nación de Israel; no significaba que se estuviera refiriendo a ellos única y exclusivamente como “líderes” independientes y que eran los únicos que habían de ser sustituidos para que la “Viña” (el Israel natural) continuará como el pueblo escogido de Dios ¿Por qué? Pues por lo que el mismo Señor Jesús les confirma en el texto que citas y que al parecer lo estás considerando totalmente al revés de lo que, claramente, dice: la separación total y decidida del Israel natural como pueblo de Dios y el comienzo y edificación del “Israel de Dios”, “de israelitas espirituales” pero formado no solamente por judíos naturales, sino por “gente de todas las naciones” en fiel cumplimiento de las palabras del apóstol Pablo: “Porque él es nuestra paz, el que hizo de los dos grupos uno solo y destruyó el muro de en medio que los separaba. Por medio de su carne abolió la enemistad, la Ley de mandamientos que consistía en decretos, para crear de los dos pueblos en unión consigo mismo un solo hombre nuevo, y hacer la paz; y para reconciliar plenamente con Dios a ambos pueblos en un solo cuerpo mediante el madero de tormento, porque había matado la enemistad por medio de sí mismo. Y vino y les declaró las buenas nuevas de paz a ustedes, los que estaban lejos, y paz a los que estaban cerca, porque mediante él nosotros, ambos pueblos, (LA NUEVA NACION DEL ISRAEL DE DIOS) tenemos el acceso al Padre por un solo espíritu”. (Efesios 2:14-18). Y, en total armonía con esta interpretación fue lo que el Señor Jesús explicó cuando dijo “el Reino de Dios le será quitado a ustedes” (a todos los judíos que no lo recibieron como el Mesías prometido, aquí representados por los “líderes” a quienes se dirigió) porque de lo contrario no tendría sentido lo que Jesús les indicó inmediatamente después “y será dado a una NACIÓN que (sí) produzca sus frutos”. Dice claramente una “NACIÓN” nueva (evidentemente no ISRAEL) no dice “LÍDERES NUEVOS”, sino “NACIÓN” un Pueblo Nuevo ¡Se estaba refiriendo a una “NACION” (evidentemente nueva, aunque no lo diga ¿O no?) reafirmando, una vez más, que no se refería a ellos como “LÍDERES” únicamente, sino como “REPRESENTANTES” de esa NACION que había llegado a su fin como EL PUEBLO ESCOGIDO DE JEHOVA DIOS ¡Más claro ni el agua mi estimado David!
Así que aquí no cabe tu argumentación. No estamos “descontextualizando” como tú nos reprochas constantemente, y en lo único que estoy de acuerdo contigo es que aquí, “no hay nada que discutir”, ya que está muy clara la interpretación de que el ISRAEL NATURAL fue desechado como pueblo escogido, y una NUEVA NACION, UNA NUEVA ORDEN DE REYES Y SACERDOTES mixta (judíos y gentiles) conformarían el largamente esperado REINO DE DIOS mencionado en la oración modelo del Señor referida en el Sermón de la Montaña. Y es por esta NACIÓN y su descendencia (Cristo) que todas las naciones de la tierra se bendecirán. ¡Esto es armonía! No se están forzando textos para amoldarlos antojadizamente con nuestra teología, cualquiera que esta sea.
En realidad, la Biblia misma se interpreta a sí misma y, con la ayuda del verdadero espíritu santo prometido, llegamos a conclusiones exactas de lo que significa la “buena, la acepta y la perfecta voluntad de Dios”.
Saludos.
P.D. ya casi te estoy contestando el último aporte en el otro epígrafe. Pero como veo que aquí también se está debatiendo, creo que lo postearé en ambos. OK!!!!!