¡DIOS NO muere! Y mucho menos con un gran grito de angustia. Hubiese sido terrible:
Mat 27:50 Entonces JESÚS, clamando otra vez a gran voz, entregó el espíritu.
Mar 15:37 Pero JESÚS, al lanzar una fuerte exclamación, expiró,
Luc 23:46 Entonces JESÚS, clamando a gran voz, dijo: ¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu! Y habiendo dicho esto, expiró.
Esto resulta muy importante, porque JESÚS debe concluir la Obra profetizada:
Hab 1:5 ¡Ved, menospreciadores, Asombraos grandemente, Y desapareced! Porque Yo hago una obra en vuestros días, Que de ningún modo creeríais si alguien os la contara.
La cual concluiría con un grito tremendo: ¨Tetélestai¨
Jua 19:30 Entonces, cuando tomó el vinagre, JESÚS exclamó: ¡Ha sido consumado! Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.
De Victoria; de Vencedor; de DIOS.