Cristo es Dios hecho carne.
De otro modo, la salvación de la criatura, sería imposible, lea:
2Co 5:19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
2Co 5:20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
2Co 5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Uno de los errores más comunes dentro del mundo religioso, es pensar y creer que Jesús, siendo el Hijo del Hombre, es de aquí de la tierra, solo porque habitó en medio de nosotros en su condición de Siervo del Altísimo.
El Espíritu Santo, con claridad meridiana, separa a Jesús, de los demás mortales, leemos:
1Co 15:45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.
1Co 15:46 Más lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.
1Co 15:47 El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.
La base de esta separación, entre Adán y Cristo, se encuentra en la naturaleza y en el carácter de Dios mismo.
La visión de Isaías en el capítulo 6 es identificada como viendo la gloria de Jesús antes de su encarnación, leemos:
Jua 12:41 Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él.
Los serafines que Isaías vio en su visión estaban deslumbrados con un atributo del Señor:
“SANTO, SANTO, SANTO, Jehová de los ejércitos” (Isaías 6:3).
La palabra hebrea para “santo” (Kadesh) y la palabra griega para “santo” (Hagios) tienen ambas la misma raíz, igual significado básico—es decir, “apartado, separado”.
La palabra “santificar” es una traducción de estas mismas palabras, griega y hebrea, y tienen la misma idea básica.
Los ángeles decían, literalmente, “SEPARADO, SEPARADO, SEPARADO, Jehová de los ejércitos.”
Dios es absolutamente separado de todo lo que es terrenal o creado, pero para estar en medio de nosotros, requería un cuerpo semejante al nuestro, pero sin pecado.
Y esto está relacionado con la Obra de la Redención, planificada mucho antes que la huella del ser humano quedase registrada en el jardín del Edén (1P.1:18-20).
Y en esa Obra de Dios, de reconciliación entre el ser humano y su Creador, contemplamos al Hijo de Dios, juntamente con su Padre y el Espíritu Santo, no estimando su estatus Divino, de ser igual al Altísimo, como cosa a qué aferrarse, para hacerse hombre y sucumbir como un delincuente, según el hombre, en un vil madero, pero según Dios, lo dio por amor a nosotros (Jn.3:16).
Flp 2:6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
Flp 2:7 si no que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
Flp 2:8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
ESTO SE LLAMA HUMILDAD Y AMOR ETERNO POR UNA RAZA CAÍDA EN EL PECADO, REOS AL INFIERNO.
Una Humildad completamente tergiversada por los hijos del diablo (Jn.8:44) que solo veían en Cristo a una criatura con pretensiones de ser "un grande", leemos:
Jua_5:18 Por esto los judíos aún más procuraban matarle, porque no solo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.
Y hasta el día de hoy, la descendencia espiritual de estos hombres citados por Cristo en Jn.8:44, continúa en incredulidad.
Le dan tratamiento de criatura al Eterno Hijo de Dios.
Y en su estúpida apreciación, le conceden cierta "divinidad", pero un grado inferior al Padre.
Imaginen el colmo de la estupidez, la criatura encasillando a su Creador, en sus propios parámetros.
Rom_9:20 Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?
Para esta clase de estupidez humana, la expresión:
Col_2:9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,
ES REDUCIDA A PORCENTAJES.
