Hola:Sé que te cuesta comprender que Dios se hizo carne.
Sí, amigo, me cuesta comprenderlo. Sospecho que te cuesta a ti también.
Pero, claro, puedo estar equivocado y puede ser que lo comprendas con facilidad.
Efe-E-Pe:
"Cristo conocía Su identidad al declarar que Dios estaba en Él y Él en Dios. Si Él tenía necesidades físicas, como nosotros las tenemos, eso no deshonraba Su figura de autoridad y poder que demostró en los milagros que realizó, aún en estando en forma de siervo."
Claro que no lo deshonraba. Nadie está hablando de honra, amigo. Jesucristo es Honorabilísimo. Tampoco nadie está hablando de su figura de autoridad y poder. Jesús tenía autoridad y poder, que por cierto no emanaban de sí mismo sino que eran, como siempre afirmó, cosas que le daba el Padre.
Efe-E-Pe:
" Si la muerte fue sorbida en victoria, porque Cristo es la resurrección y la vida, sigue cumpliéndose el axioma: Dios no muere"
No debatiré aquí sobre el significado de la resurrección corporal, amigo, porque sería motivo de otro hilo. Pero aún bajo la premisa de que Jesucristo resucitó corporalmente, una resurrección implica necesariamente que primero hubo muerte. No puede haber resurrección física sin muerte previa. ¿Estás de acuerdo? Así que Jesús murió, y Dios no puede morir.
Efe-E-Pe:
- Cristo no dijo cuándo volvería, pero dijo cuándo no volvería. En otras palabras, el plan de Dios se cumplirá en algún momento de la eternidad porque el tiempo es eternidad para Él y no opera en nuestra concepción limitada del tiempo.
Amigo, yo también sé que nuestro planeta será destruido por el sol cuando se convierta en una gigante roja. No sé cuándo pasará, pero sé que no pasará mañana ni en enero del 2022 ni durante este siglo ni durante el siguiente millón de años. Esto no me hace omnisciente.
Efe-E-Pe:
- De acuerdo al salmo 23, Cristo demostró dos de los atributos de divinidad que tiene: es bueno y es el Pastor (Juan 14).
Amigo, sabemos que Cristo fue bueno. Como baha'i, de hecho creo es el reflejo perfecto de los atributos de Dios.
Solo usé esta cita para mostrar que, aún en el aspecto de la bondad, Cristo hacía una distinción entre su grado de bondad y la absoluta perfección de su Padre.