Sinceramente, la locura de estos hijos del infierno no tiene límites.
¿Cómo puede uno vivir sin Cristo?
1Jn 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
1Jn 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
1Jn 1:10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
Una criatura no tiene ningún poder para perdonar pecados.
Esto que afirma el forista Leonés:
Jesús también dio poder a los apóstoles para perdonar los pecados.
Es sacado fuera del contexto del evangelio, de la Gran Comisión, leemos:
Jua 20:21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros.
Como me envió el Padre, así también yo os envío.
Es tan bruto este forista Leonés, que iguala la preciosa sangre de Cristo, con la sangre de los apóstoles.
Porque lo que limpia el pecado es la sangre, esta doctrina era conocida por los judíos, los cuales sabían que Dios había escogido la sangre para hacer expiación por el pecado (Lev.17;11).
Pero ni siquiera los apóstoles habían sido crucificados, para venir Leonés a decir que los apóstoles tenían poder de perdonar pecados, sin entender que el contexto habla de la Gran Comisión.
En el evangelio se presenta a Cristo llevando nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero de la Cruz.
Al que no conoció pecado, Dios lo hizo pecado, es decir, cargó en él el pecado de todas las generaciones habidas y por haber, para que nosotros fuéramos JUSTICIA DE DIOS EN CRISTO.
Esto lo sabían los apóstoles.
Ellos predicaban el evangelio, no se predicaban así mismos perdonando pecados.
Hasta el mismo apóstol Pablo nos deja esta enseñanza cuando fue a Corinto, leemos:
1Co 2:1 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.
1Co 2:2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna
sino a Jesucristo, y a éste crucificado.
1Co 2:3 Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor;
1Co 2:4 y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder,
"CON DEMOSTRACIÓN DEL ESPÍRITU Y DE PODER"
El apóstol no fue allí como un milagrero para entretener a la audiencia.
Los frutos de su predicación los vemos claramente citados aquí:
1Co 6:9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,
1Co 6:10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
1Co 6:11
Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
Esta es la demostración más clara y contundente, que hay poder transformador en el evangelio.
Que preciosa verdad nos enseña el evangelio predicado en Corinto, que bendición contemplar una asamblea congregada en el nombre del Señor allí en Corinto, este es el fruto de esta predicación... en medio de la confusión religiosa, en medio de la maldad y el pecado, más de 10 clases de pecadores nombrados en los versículos 9 y 10, fueron completamente lavados por la sangre de Cristo y formaban parte de una asamblea congregada en el Nombre del Señor.
Porque sin derramamiento de sangre no es posible el perdón de los pecados, como se prefigura de Cristo como el Cordero en el AT:
Lev 17:11 Porque la vida de la carne en la sangre está,
y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona.
Estos foristas enemigos de Cristo, jamás han sido lavados con su sangre.
Ellos no conocen el dolor y sufrimiento de Dios Padre, viendo el objeto de su Amor, Su Hijo, siendo masacrado por la maldad y vileza nuestra.
Lo que les interesa es hablar mal de Cristo, que no es Dios, que es criatura, entonces, si su sangre es igual a la de los animales sacrificados, cometen un pecado que no puede ser perdonado en este mundo ni en el venidero, leemos:
Heb 10:29 ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
TODO AQUEL QUE ENSEÑE QUE EL HIJO DE DIOS NO ES DIOS SINO UNA CRIATURA, AFRENTAN AL ESPÍRITU DE GRACIA.