SOBRE LA TRINIDAD
El trabajo de Jesús no comenzó solamente a partir de su nacimiento, Él ya esta trabajando antes de encarnarse.
Es un completo error separar al Hijo de la Obra de la Redención, solo porque no había nacido todavía.
Las palabras apostólicas que nos dirigen a pensar en un Pacto de Redención, en un acuerdo mutuo dentro de la Trinidad de la Deidad, antes de la encarnación del Cordero de Dios, son expresiones como éstas:
1Pe 1:18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,
1Pe 1:19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
1Pe 1:20 ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,
"YA DESTINADO DESDE ANTES DE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO"
Esto es un acuerdo mutuo dentro de la Trinidad de la Deidad.-
Tuvo que haber existido una reunión dentro de la TRINIDAD DE LA DEIDAD para llegar a esta determinación.
Es como tomar las palabras prestadas de Isaías cuando vio la gloria de Jesús antes de su encarnación (Jn.12:41), leemos:
Isa 6:8 Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.
Si estas palabras de Isaías, las aplicamos a Cristo en aquella reunión anticipada en relación con la Obra de la Redención, no tengo la menor duda que armonizan con las palabras de Jesús:
Jua 10:17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.
Jua_10:18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
De hecho, pienso que el trabajo del Señor Jesús, antes de su encarnación comenzó en lo que podría llamarse el "Pacto de la Redención" que existió antes de la fundación del mundo, porque ya él estaba destinado como Cordero de Dios a llevar a cabo este Pacto, en el Altar de la Cruz, como la realización de la figura o tipo de la "Ofrenda Santísima" por el pecado del pueblo, que se hacía cada año en el día de la Expiación.
Este es un propósito Divino en su anticipado Consejo, escoger la sangre como propiciación por nuestros pecados, leemos:
Lev 17:11 Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona.
Y de acuerdo a las Palabras del apóstol Pedro, Jesús sería el Cordero de Dios destinado desde antes de la fundación del mundo.
Este plan de la Redención, por parte de la Trinidad, no fue algo que se improvisó luego de la defección de Adán... esto ya había sido planeado.
Heb_9:14 ¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
Todos los sacrificios hechos en el AT solo tenían como propósito anunciar el advenimiento de un Sacrificio Mayor donde el Hijo de Dios se ofrece así mismo, sin mancha a Dios para expiar nuestros pecados en el Altar de la Cruz.
Heb 10:4 porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
CONCLUSIÓN
Padre, Hijo y Espíritu Santo, estuvieron de mutuo acuerdo en llevar a cabo la Obra de la Redención desde antes de la fundación del mundo:
Un solo Dios en una pluralidad de Personas
Gál_3:20 Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno.