43. A Dios se debe creer todo porque es veraz en todo. Y creer que un hijo existía en Dios y que existía no sólo antes de su aparición en el mundo sino también antes de que el mundo fuese creado. Y Moisés fue el primero en profetizarlo cuando escribió en hebreo: BERESIT BARA ELOVIM BASAN BENOWAM SAMENT'ARES. Y esto traducido [en armenio] significa: Un Hijo en el principio estableció Dios, luego estableció el cielo y la tierra. El profeta Jeremías lo testimonió cuando dice: Antes de la estrella matutina te he engendrado y antes del sol [es] tu nombre, es decir, antes de la creación del mundo y antes de las estrellas creadas con el mundo. Dice todavía: Dichoso Aquel que existía antes de ser hombre. Pues para Dios el Hijo fue el principio antes de la creación del mundo, pero para nosotros no existe más que desde ahora, es decir, desde cuando se ha manifestado. Antes, pues, no existía para nosotros porque no lo conocíamos. Por esto su discípulo Juan explicándonos quien es el Hijo de Dios que estaba junto al Padre antes de que el mundo fuese formado y que por su mediación todo fue creado, dice: Al principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba al principio en Dios. Todas las cosas fueron hechas por Él, y sin Él, no se hizo nada de cuanto ha sido hecho (Jn 1,1-3). De esta forma demuestra claramente que todas las cosas han sido creadas por medio de este Verbo, el cual desde el principio estaba con el Padre, es decir, su Hijo.
Será que ahora sigues de acuerdo?